Los extremos nunca son buenos

Así como sostener que la expansión monetaria nunca es inflacionaria claramente era un error -con los costos asociados que hoy estamos pagando-, sostener que sólo con el anuncio de un programa monetario consistente (cambiando dominancia fiscal por deuda del Tesoro o del BCRA) se va a domar en el corto plazo la inercia inflacionaria en una economía que piensa en dólares, presenta problemas evidentes.

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