Algo habrán hecho y la objetividad

Son dos cosas diferentes: por un lado, no me gusta. Por el otro, quiero que esté.

«Algo habrán hecho» es un programa «de Historia», sobre historia argentina. Me gusta que esté, y no por el prejuicio elitista de «entre tanta porquería» es bueno que haya algo de calidad. No. Que esté ahí como disparador: para que a algunos les pique el bichito de la historia, de ir a leer quién era el tipo ese, o por qué pasó esto. Para reflotar alguna discusión con un tío gorila. Es más de lo que uno debe pedirle a la televisión. Si el programa sirve para eso, como un comienzo, quiero que esté. Si el programa es fuente documental acerca de algún proceso, o material de enseñanza, entonces ya tengo mis recaudos. Incluso para enseñar, estaría bueno empezar desde ahí, siempre y cuando vayamos a otros documentos y técnicas de aprendizaje.

Personalmente, y menos importante, el programa no me gusta. Felipe Pigna no me gusta como historiador: entretiene un rato por la tele, pero me parece bastante flojo como escritor. Y me banco que alguien escriba mal -ponele, los interminables párrafos de Tulio H. Donghi de su Historia Latinoamericana- si a cambio diera buenos datos, fuentes, explicaciones alternativas. Pero no es el caso de Felipe. Que en vez de aceite le zampamos agua a los ingleses no me parece un dato relevante.

Pero esto es un dato menor. No me gusta del programa el carácter novelesco que se le imprime a la Historia. Repito: si sirve para que alguien se enganche a leer historia, golazo. Si están tratando de enseñar historia, pifian. Para enseñar historia hay que hablar de procesos, de estructuras, de intereses. Todo lo cual es televisivamente aburridísimo e imposible. Por eso se opta, tal vez, por un individualismo metodológico al que Pigna dice no adscribir en alguno de sus libros, pero al cual se ve obligado de acuerdo al formato. El formato obliga a presentar la historia como una serie de decisiones de ciertos tipos, que en general son «políticos»: porque es mucho más televisivo mostrar que el voto secreto, universal y obligatorio se dio porque Roque Sáenz Peña era «más progre» que su papá, y no que obedece -como casi todo fenómeno político, por cierto- a una multiplicidad de factores contextuales (por poner un sólo ejemplo: estoy pensando, además, cómo se explicará el surgimiento del peronismo en un programa de una hora de televisión).

La división entre buenos y malos es otro de los defectos. Y acá no tiene que ver el formato, sino que es una lógica que ha usado tanto la historia liberal como el revisionismo. La objetividad no existe: de acuerdo. Pero los buenos versus los malos, tampoco. Hay personas que deciden y contextos que condicionan: todo eso es muy difícil de explicar en un programa de televisión. Tal vez, imposible. Resulta medio peligroso hacer un discurso sobre la histórica sin evidenciar el bagaje teórico e ideológico desde el cual se habla: eso es, quizás, lo más parecido a «la objetividad» (dejar al desnudo la propia subjetividad). Pero si no se dice nada, se asume cierto espacio de construcción de hechos «tal cual sucedieron». Ahí empiezan los problemas.

Si decimos que «Algo habrán hecho» es una visión de la historia, entonces no se corren riesgos. Y aclaramos que la Historia, además, se escribe en contextos (por ejemplo, la resignificación, pos-conflicto del campo del Grito de Alcorta) determinados, entonces queda claro que el proceso de aprendizaje no puede circunscribirse a la observación de un programa de televisión. Pero, insistimos: si sirve como comienzo, bienvenido sea. Con tal de que empecemos a leer, por mí que arranquemos de Harry Potter.

67 comentarios en «Algo habrán hecho y la objetividad»

  1. Amigo Tomás,

    Vamos a tener que hacernos un ADN porque otra vez pensamos lo mismo. Y no me está gustando. Si aparece un hermano en mi familia se agrega uno en derechos hereditarios. Vamos a terminar a los tortazos.

    Absolutamente de acuerdo: nada más inoperante para la historia que la aparición de este «revisionismo intelectualoide» que desmitifica el color del caballo de San Martín, el tipo de veneno utilizado con Moreno y los profundos motivos del color verdadero y original de la Casa Rosada.

    A eso se debe agregar una FUERTE dosis de cinismo progre blanco bien mesita en la vereda Palermo Rúcula que se evidencia con frases del tipo «…entonces los políticos argentinos ya eran corruptos en esa época!?!?…» de parte del amargo de Di Natale que flaco favor le hace a la comprensión de la historia y de los procesos políticos que nos preceden y que Pigna ni siquiera se esfuerza en explorar.

    Me parece que el único valor rescatable podría ser la invitación a algún adolescente algo boleado del conurbano a tratar de interesarse por el asunto. Lo triste va a ser que va a intentar manguear/conseguir (y si todo eso falla la ley del último recurso de comprar) algún librito que casi inevitable y lamentablemente va a ser de Pigna (siempre mejor que de Lanata) para descubrir algunas anécdotas tristes e inútiles de nuestra historia (si la higuera de doña Paula Albarracín daba higos o brevas).

    En esa mirada cínica bien se ve la etiqueta de marca de Pergolini. La pregunta es cuánto de esto conduce a la activación y cuánto a la desactivación, a seguir escuchándolo hacerse el adolescente canchero en la Rock and Pop y a venderles las entradas del próximo Quilmes Rock/Pepsi Music/Cadorna Pop a 150 mangos en Locuras.

  2. Contradicto…en caso de ser su hermano… ¿de cuánto estaríamos hablando? jaja.

    Muy de acuerdo con usté. Sobre todo en que prefiero que vayamos a Pigna antes que a Lanata. Dios mío…esos libros de «Historia»…

  3. A mi también me parece malo pero, me parece increíblemente positivo que exista un programa así, por las razones que decis vos, pero además por el simple hecho de que queda demoastrada la posibilidad de hacerlo.
    Sobre lo de buenos vs malos, yo creo que el programa toma posición respecto a los diferentes acontecimientos, esto es algo más a tener en cuenta, además de la falta de rigor en el análisis que vos decis. Lo malo es que no lo hacen demasiado explicito, pero como yo tiendo a coincidir mas o menos con quienes son los buenos y los malos (por ahora) si la gente cree que esto es así, mejor!

  4. Tomás, este sentimiento contradictorio hacia el programa suele ser muy común , los puntos a mi entender son los siguientes:
    . no son programas dirigidos a Tomás o Contradicto, sino a algún «adolescente boleado del conurbamo» -yo agregaría de capital también, los boleados no son propiedad del conurbano- así que en principio es lógico que les resulte insustancial.

    .sÍ, me consta que entre los adolescentes boleados del conurbano provoca comentarios por tanto eso acredita que esté en el aire. Y si eso lleva al puber a leer, bienvenido sea, es mejor a que se quede jugando al GTA. No todos arrancan con el Ulises de Joyce.

    . Es un programa para adolescentes, que es preferible que esté a que no esté. El tema es ¿ se podría hacer mejor? Y allí les doy la razón…

    Me hizo reir asintiendo, la frase para retratar los cúmulos sociológicos emergentes :….cinismo progre blanco bien mesita en la vereda Palermo Rúcula …

    Saludos.

  5. Tomás y Contradicto: coincido en casi todo lo que dicen sobre el programa, y transitivamente sobre Pergolini y sus productos.
    Pero me parece que lo esencial del programa es otra cosa.
    No tanto la motivación a que alguien agarre un libro de historia interesado por el programa, sino la tendencia del mismo a vulnerar cánones, es lo que lo hace, diría, necesario (a falta de algo mejor).
    Digo, putear contra Roca, criticar a Sarmiento, Mitre y su modo de pensar el país, desmitificar el «granero del mundo» que la coyuntura de altos precios de productos agrícolas intentó revivir, caracterizar de la manera que se caracteriza a Ramón Falcón, reivindicar las luchas obreras de principios de siglo, invitan a pensar, en términos generales, que no todo discurso canónico es verdadero. Eso es sano, creo. Más allá de todas las cuestiones que ustedes mencionan con razón. Digo, a alguien más o menos conocedor de la historia (no de los hechos sino de la misma como ciencia, su método, etc.), el programa le aporta menos que cero. Pero a un pibe de secundaria…
    Saludos

  6. no entiendo su pose con esto, yo vi un rato y el relato de la historia, como dice mariano, es exactamente igual al que tienen ustedes, exactamente el mismo.

    que tendria que haber criticado el neoliberalismo? o a los medios destituyentes?

  7. Paola,

    Yo tengo la cabeza llena de huevadas, lo que no sabía es que eran «cúmulos sociológicos emergentes». Ta muy bueno para plantearlo en una conversa con la mina que uno intenta sacarse de encima, eh? («Sabés qué pasa, Margot, que yo apenas puedo con los cúmulos sociológicos emergentes y vos querés que te acompañe al shopping…»)

    El sentimiento contradictorio lo tiene mi hermano gemelo el Tomás. Yo lo que tengo es un sentimiento contradicto.

    Y si quiere que le reconozca que «Algo habrán hecho» es mejor que el caño de Tinelli, qué quiere que le diga, que no? Que descubra el cilindro rotatorio axisimétrico útil para transporte de bienes y personas y le ponga de nombre rueda? No me la deje picando, señora…

    Tomás, soy hijo único de oscuro terrateniente oligarca ganadero, si veo que se me acerca con ánimo de comparar el color de ojos o el lunar en la baja espalda, lo paso por las armas, tengalo claro.

    Pepe, un abrazo y felicitaciones por lo bien que viene llevando los comments.

    Quieren una confesión?

    «Algo habrán hecho» es mejor que el caño de Tinelli.
    «Algo habrán hecho» es mejor que los programas que hablan del caño de Tinelli.
    «Algo habrán hecho» es mejor que los programas que hablan de los programas que hablan del caño de Tinelli.
    No sé si «Algo habrán hecho» es mejor que sentarse en un cordón a farolear vecinas mientras se habla en silencio con los amigos.

    Y ahora?

  8. Acuerdo con Tomas. Varios pensamos asi.

    Creo que a estos programas hay que tomarlos como a la seccion Ciencia de una revista. Es un espacio de difusion, no la ciencia pura, no son tesis acadenicas.

    En cuanto a la rupturas de los canones, habria que identificar si el felipismo rompe los canones m’as simples e instala otros…

    Ejemplo: recuerdo que en el programa de las invasiones ingleses negaba el aceite y que las balas del templo de la avenida Belgrano sean las verdaderas, pero sugeria que si los ingleses nos gobernaban por unas centurias hoy seriamos Australia.

  9. «Algo habrán hecho» es mejor que leer La Nación, en eso estamos de acuerdo. ¿Y que ver futbol de primera? El error es pretender analizar lo que sería un texto de Billiken, como si fuera de Hobsbawm. Así terminaremos como Luis Almirante Brown( y no usé el «ustedes»…)

  10. Que lo parió, desde la primera hasta la última palabra coincido con Tomás. Salgo corriendo a pedirle turno al analista.

  11. Cuántos hermanos encontró Tomás!

    El programa tiene 20 puntos de rating, a razón de 60 lucas (no carrascos) por punto nos da 1.200.000 televidentes, de los cuales saben de la historia posta posta por haberse quemado las pestañas, exagerando, 5.000.

    Que quiero decir, que para 1.195.000 peronas Algo habrán hecho es quizás la primera aproximación a la historia real de lo que sucedió en la patria.

    Es un divulgador genial, y además un tipo bastante cercano a nosotros Felipe. Ayer hasta dejó mal parados a la mesa de enlace.

    Quizás en el reduccionismo de la historia novelada se pierden los procesos, pero no me parece tan importante como que más de un millón de personas descubran que el Granero del Mundo es el ideal de país, como todavía repiten algunos diputados nacionales en debates parlamentarios.

    En resumen, no coincido con ustedes, por lo tanto o soy el hermano adoptado o soy así de puro rebelde, para llamar la atención, y que me quieran!

  12. La tele argentina es una vergüenza y un programa como el de Pigna es casi un milagro, como también es casi un milagro que tenga audiencia.
    Más allá de las cuestiones de gustos, sobretodo al ser la versión «novelada» de la historia (el medio – televisión – da para otra cosa?), la justamente, versión más light y pasteurizada; pequeñas crónicas de una Historia que, como tal y en todos sus matices, no puede resumirse en 40 minutos.
    Yo compararía este programa con el «History Channel» y en el modo descarado en que en ese canal y en casi todos sus programas se desvirtúa, miente, tergiversa y/o inventa una historia en la que no existe más nada, en ningún tema, que no sea la versión oficial norteamericana y el tipo de mensajes que esa versión oficial quiera imponer.
    Ojalá hubieran más programas como el de Pigna, aunque no alcancen a gustarnos del todo (y probablemente ese «no gustar del todo» sea necesario para involucrar al espectador a, de una buena vez, agarrar los libros, que no muerden)
    Saludos

  13. Es un programa de TV puesto en un canal abierto y dirigido a un publico masivo.
    Es historia facil, berreta y no podia ser de otra forma y estoy seguro que Pigna lo sabe
    Enseñar de en serio historia en TV, es un imposible y mas aun, en un programa que sobre todas las cosas, antes de enseñar, tiene que vender.
    Es un programa pasatista, con el unico objetivo de entretener. En vez de entretener con culos y tetas, una novela de amor, o una serie animada, lo hace con un programa que intenta enseñar historia.
    No le pidamos mas a un producto que no intenta mas, y aunque quisiera, no podria.
    Discutir desde lo historico si el programa es bueno o no, creo que no tiene sentido. Ahora, como producto televisivo pasatista, lo prefiero antes que a las tetas de pampita y tinelli.
    Y como vos decis, puede que alguien se termine enganchando y aprendiendo historia de enserio.
    Pero es un programa televisivo que intenta vender, no enseñar, orientado a un publico masivo y relativamente joven. No hay que olvidar esto.

  14. Natanael, lo queremos casi tanto como a los propios razonamientos.

    Mi punto va más allá de si se novelan y adaptan algunos hechos históricos para hacerlos más aceptables televisivamente, un detalle menor. Mi punto no es forma, es fondo. Mi punto es que a lo largo del relato no puede soslayarse, no puede dejar de respirarse ese mensaje canchero, cínico, posmo, pergolinezco y ABSOLUTAMENTE NOCIVO según el cual la política es mala palabra y los políticos son responsables primarios y directos de nuestra realidad.

    Desde el punto de vista del cambio, de «activar», del deseo de mejorar, ese virus que porta la sangre más joven (oops… casualmente el publico target de 4cabezas)sigo creyendo que es un mensaje centrífugo, moderador, pasivista.

    Tendremos, eso sí, 1.195 miles de cabecitas ilustradas, pero mayoritariamente afines a la infantil idea de que en tanto exista «clase política» no habrá cambio.

    Como dije, reconozco que hay anestésicos peores.

    Pero que alguien le avise a Marito, a Di Natale y a De La Fuente que el sultanato terminó y que si no aggiornan y se desprenden un poco de esa tesitura pronto también ellos van a ser Historia.

  15. Che, Edu, leí tu comment después. A mí las tetas de Pampita creo que me gustan (aunque el modo verbal correcto es me «gustarían»), eh?…

  16. No coincido con el articulo, como que le busco la quinta pata al gato para criticar o le pide mucho a un programa que con historia hacer rating. Es un programa que te presenta la historia, nada mas. Y las anecdotas de las bolas de fraile, vigilante, cañoncitos yo no la conocia y me parecio muy buena como anecdota historica no lo veo como datos relevantes.

    Habiendo tanta mierda en la tele, este programa es un 10, no tendria que tener peros.

  17. Pero contradicto, si no tuviera ese mensaje pergolinesco, simplemente no lo miraria tanta gente. En mi opinion con el solo hecho de que muestren a la sociedad rural y a la federacion agraria de principios de siglo pasado y la contrasten, fugazmente y con aire canchero y «todoesunamierda», con el presente ya vale muchisimo.

  18. En cuanto a la objetividad, hay una carta muy buena que le manda Jauretche a Felix Luna al respecto. Uno puede buscar la objetividad, recién cuando haya igualdad entre las partes. Cuando se cambien los nombres de muchas de las calles y cuando se saquen la cantidad de estatuas en homenaje a los históricos entregadores de la patria. Hasta ese momento, un historiador, no debe ser un juez imparcial, sino un fiscal que acusa.

  19. Voy por segunda vez (no se que le pasó al servidor):

    Estoy con el Emo. La limitación para mostrar los procesos está en el medio. Y requiere mucho tiempo de relato poder hacerlo sin decirlo explicitamente, que es la mejor forma de hacerlo.

    Y sumo una crítica al post: A mi me gusta Harry Potter. Quién lo crea superficial es porque no ha leido los siete libros hasta el final, o lo ha leído «sólo» como un cuento para chicos, como al principito. HP Es el Principito del Siglo XXI.

    Igual Tomás, te banco a muerte (?).

    Saludos!

  20. Me parece que se está hilando demasiado fino. Algo habrán hecho es lo que es: un programa que cuenta la historia de la manera más simple y televisiva posible, con todo lo bueno y todo lo malo que eso tiene. Incluso utiliza un formato moderno y no se queda en las laaaaaargas explicaciones de señores con bibliotecas monocromáticas en sus espaldas. Explicar los complejas entreveros que atañen a cada suceso es imposible en un programa de televisión y, más aún, es irrelevante para el público al cual apunta el programa. Para ellos, es suficientemente importante saber qué fue la ley Saenz Peña, no todas las variables que generaron dicha ley.

    Con el solo hecho de ser un programa diferente entre tantos programuchos, creo que se merece el reconocimiento y no la crítica propia de «si-no-es-exactamente-lo-que-me-gusta-entonces-es-malo».

    Y el que quiera saber todos los detalles, todos los vericuetos, todos los por qué, que agarre toneladas de libros y lea. Tiene toda una vida para aprender. Y, como dice Tomás, si el programa lo incentiva, golazo.

  21. Hay un dicho popular entre la secta de estudiantes y graduados de Historia para referirse envidiosamente a Felipe Ñapi:

    «(Pigna) llega más a la gente y nosotros no llegamos ni a la puerta»

    La compartimos

  22. Mi problema con Pigna se reduce a su intención de contar un cuento coherente de la historia del estado-nacion, y profundizar así la imagen que el sentido común tiene sobre el hacer historia, es decir un cuento lineal de acontecimientos acompañados de fechas historicas/patrias.

    Pigna es un excelente vendedor, nada más. Desde lo historiográfico, es muy cuestionable su abordaje de las fuentes, su ordenamiento causal de los hechos, sus múltiples y voluntarios anacronismos, su gusto por reducir la Historia a un entramado de héroes y villanos, sin ninguna contemplación por las estructuras sociales, económicas y culturales.

    Sigue siendo cierto que la Academia, no contenta con pegarle palos a la banalidad de su obra, se dedica a echarle en cara su éxito. Parece que ser popular es un crimen, al menos si se pretende ser un intelectual. Por otro lado, el problema que tiene con los academicos es, justamente, que el siendo un profesor de historia (NO UN HISTORIADOR) tenga tanto exito, haya conseguido llegar a las masas. Algo que Luis Alberto no pudo, con su libro «Breve Historia contemporanea de la Argentina», un libro que supuestamente estaba destinado a llegar al publico no especializado, que se transformo en un rotundo fracaso. Al pobre Romerito (cuyos prólogos a la obra de su papi siguen siendo más leídos que sus propios trabajos) le hubiera gustado saber de esa popularidad. Los «modernos», defendiendo su profesion, estan envidiando a Pigna por sus logros, algo que ellos no pueden hacer (o tal vez no quieres, y pretenden que la historia este reservada para los iluminados academicos).

    No me atrevo a decir que para ser popular haya que ser banal, ni que para acercar un relato histórico a las masas haya que ajustarlo al medio televisivo y darle el formato de telenovela (ese recurso al «continuará…», con una trama siempre predecible, unos personajes malvados o benévolos que actúan sobre un trasfondo inerte, inmodificable, fatalista)… Pero en todo caso, lo Pigna nos está dejando ver es que hay un enorme bache que la Academia no sabe llenar, y que es aprovechado por arribistas como este. Su popularidad es todo un síntoma.

    Mas alla de eso, Pigna es una persona que trata la historia como si fuera un cuentito, el destino manifiesto mitrista esta presente en su retórica, aunque no dudara en defender a los proceres de la nacion como verdaderos superheroes. Aparte, tambien estan los malos de la pelicula, como el señor Saavedra y el malvado Rivadavia. Y Roca, aunque su posicion sobre este es ambigua (lean el numero de Caras y Caretas dedicado al genocidio, y despues lean sus libros. Fijense como cambia su retórica). Todo esto, aparte, se suma al deliberado uso de anacronismos y manipulacion de las fuentes, y un relato parcializado de la historia, contando lo que conviene. Va en contra de la historia oficial, pero pretende transformarse en la nueva historia oficial:la diferencia es que el se identifica con el pueblo, con los vencidos.

  23. «En mi opinion con el solo hecho de que muestren a la sociedad rural y a la federacion agraria de principios de siglo pasado y la contrasten, fugazmente y con aire canchero y “todoesunamierda”, con el presente ya vale muchisimo.»

    ¿Vale muchísimo como qué?

    Lamentablemente, sé la respuesta. Vale como para que Máximo lo condecore con la medalla honoraria de las juventudes kirchneristas.

    Pigna es la historia de Billiken aggiornada con dos o tres cambios para la reedición en la era K. Las diferencias son mínimas.

  24. Dice myNick «Explicar los complejas entreveros que atañen a cada suceso es imposible en un programa de televisión y, más aún, es irrelevante para el público al cual apunta el programa.»

    En la primera parte en desacuerdo, en la segunda de acuerdo.

    Recuerdo dos ciclos excelentes en Canal á: América historia de un conquista, Argentina un historia. Eran programas de media hora aptos para todo público, incluso escolar, con buenos guiones y entrevistas a académicos. Es posible buena divulgación histórica en televisón, ahora mismo hay buenos programas en Encuentro como apuntó Tomás.

    En televisión abierta y al público que va destinado cuadra más un show, Pergolini & Pigna del show de P&P: no es reaccionario (creo que a eso apunta la conclusión de Julián).

  25. Pergolini & Pigna le encontraron la vuelta, pero veamos la parte positiva del show de P&P: no es reaccionario

    Eso quise escribir.

  26. Si, quería decir algo así Emilio. No son reaccionarios ni elitistas. ¿Te acordás quién producía los programas que nombrás?

    Por otra parte Encuentro tiene un ciclo llamado Argentina siglo Xx, Historia de un país, que és muy bueno.

  27. Perdonen, pero los reaccionarios son ustedes. Creen que está bien darle a la gente programas malos, maniqueos, llenos de falsedades y simplificaciones mientras ustedes sí entienden que la historia es otra cosa que lo que proponen los señores Pigna y Pegolini. Los elitistas son precisamente ustedes, los que deciden qué es bueno para el pueblo aunque ustedes lo desprecien. Es como si alguien les viniera a pedir comida y le dieran lo que se les pudrió en la heladera ayer.

  28. Yo vuelvo a decir lo mismo: no me gusta, pero está bueno que esté.

    Ahora, que le haga llegar la Historia a muchos, no implica que yo no pueda decir que me parece A MI -y solamente A MI, que para eso está mi nombre ahí, ¿no?-. Buenisimo que haga llegar una visión de la historia a muchísima gente, y buenisimo si de todos esos algunos se engancha y sigue. Eso dije, nada más.

  29. Hay una serie de historia que dan/daban en Encuentro que es muy buena y entretenida, se llama Historia Argentina SigloXX o algo parecido.
    Tiene una onda llamativamente Nac&Pop para lo que es la televisión.

  30. Julián. No hago más que repetir las críticas que se le hacen al programa más arriba. Basícamente, que como historiador Pigna deja mucho que desear con sus simplificaciones, su maniqueísmo, su falta de rigor y, sobre todo, con la idea de que la historia relata «los hechos tal como fueron». Luego, esa historia banal de Pigna se distorsiona aun más y sus defectos se exageran en contacto con Pergolini y la tele. Dicho eso, no entiendo desde donde se puede defender ese programa salvo porque se comparten las ideas políticas del personaje. En ese caso, la discusión es inútil porque se trata de medirlo como militante de alguna causa, cosa a la que Pigna, como si sus defectos fueran pocos, le encanta prestarse.

  31. Estimados todos: muy esclarecedor aparece este debate, las controversias que despuntan no hacen sino confirmar que la historia patria sigue siendo terreno fértil para el análisis de texto, por un lado, y que las simplificaciones de Felipe hieren la sensibilidad científica de otros (me incluyo) por el otro.

    Sin embargo algo hay por aqui planeando que no termina de asentarse: estamos hablando, antes que nada, de un relleno televisivo pensado para entretener al respetable público en los espacios entre la verdadera programación: Su Majestad La Tanda (de ahora en mas SMLT). Parecería que nos hemos olvidado de la secuencia en que se decide el destino de la programación de un canal, que modestamente, y sin cobrar ningún recargo por ello me dispongo aqui a revelar para solaz e ilustración de los participantes de este espacio.
    1)- Ché, hay que vender birra.
    – Hagamos un programa para adolescentes
    2) Ché, hay que vender champú y toallitas
    – Hagamos un programa para minas
    Los ejemplos podrían seguir, pero ante el temor de agobiarlos, estimados, me limitaré a consignar que el citado relleno entre SMLT y SMLT necesita, generalmente, de un presentador, un showman, que impida que el público vaya a mirar a SMLT del canal contiguo. Pocos historiadores a lo largo de la, perdón por la cacofonía, historia, lograron reunir las cualidades específicas de la profesión y aquellos mèritos que se exigen en un presentador televisivo. Asi que acudieron a Pigna, que es un buen showman. Tiene un «look» juvenil, su pelo alborotado sugiere que es un intelectual al que no le importan las apariencias, y se viste de un modo «casual» (léase: cáshual) que predispone bien a las madres para con él: «Ese muchacho necesita alguien que se ocupe de él, pobrecito». En resumen, el tipo es el vendedor de birra perfecto: «Chupá responsablemente, como yo, que me divierto pero sin que mi diversión se convierta en divertinaje, man».
    Una vez develados para ustedes estas verdades de la vida, mis apreciados, y a esta altura algo aburridos, comentadores, terminaré esta intervención postulando que como buenos progresistas negros (ver decálogo) los participantes de este culto, erudito, pero no por eso menos divertido e irreverente foro deberían casi sin excepciones (bueno, si, algunas hay) opinar favorablemente del espacio inter SMLT en cuestión.

    Contradicto: el tiempo verbal correcto sería: «Me gustariolan las tetas de Pampita»

    Quintín: Afloje con las inyecciones de bronce…

    Tomás: Buena idea postear el tema !

    Paola: habemos algunos que sí arrancamos con el Ulyses. Yo, sin ir mas lejos arranqué como 7 u 8 veces, y nunca pasé de la página 4. Pero no desespero. ¿Tiene Ud. alguna recomendación al respecto?

    Salud y Resistencia !

  32. Se me ocurre otro argumento. Supongamos que hay en la televisión de aire un programa de eduación sexual destinado a los niños. Pero supongamos que en ese programa no es demasiado rigurosoy se enseña, por ejemplo, que la masturbación produce ronchas peludas en la palma de la mano. A nadie, salvo a algún retrógrado, se le ocurriría defender el programa con la idea de que es mejor que exista ese programa a que no haya ninguno. Bueno, Pigna y Pergolini enseñan que Saavedra tenía ronchas peludas en las manos.

  33. Bueno, a Pergolini una vez lo sancionaron por enseñar por radio como masturbarse…

    Yo creo que es válido contar por la tele, incluso de manera simplificada asumiendo que el espectador no tiene conocimientos de historia, lo que uno cree que sucedio a grandes rasgos en la historia.

    De última, el tipo que cuenta esa versión de la historia enuncia en primera persona (Yo) lo que cree que es correcto, probablemente sabiendo que no hay una verdad, pero que prefiere creer eso. Se llama tomar posición. Es lo que hace Tomás tambien y en eso yo me saco el sombrero.

    Creo Quintin, que tu argumento se cae por su propio peso: como no muestran «correctamente» la historia, el programa sería conveniente que no existiera. Pareciera que ignoraras (yo se que no) que la historia no es objetiva. El problema es que esa posición termina siendo mucho más autoritaria, porque decís en tercera persona lo que Pigna debería decir y pensar, y que pensar como él piensa es retrógado o algo por el estilo.

    Creer que está mal acordar con una línea argumental sólo porque piensa como uno es falta de sinceridad, hombre: todos lo hacemos. En mi barrio le dicen «ser del palo» pero en algun lado escuche que le decían «afinidad ideológica».

    Tengo la sensación de que en el fondo le tiene miedo a esa palabra.

    Saludos!

  34. Las ronchas peludas en las palmas de Saavedra se debían a las tetariolas (uso correcto del verbariola) de Doña Mercedes de los Remedios Anzoategui Carlés, dama patricia de la época que, según dicen, estaba casi tan buena como Pampita pero como tenía alcurnia le decían Estancierita.

    Moreno se la birló. Saavedra se calentó. Y la misión en busca de fondos y apoyos a Gran Bretaña nunca llegó.

    Eso es historia y no la fruta de estación que manda Pigna.

    Udi: Si con Ulises Penélope esperó 20 años, con usté tendría que ir pensando en reservar cama matrimonial en un geriátrico y en tejer y destejer una mañanita de hipopótamo. Duda: usté que es el catedrático de la lengua, se dice cáshual o cáyual? porque yo hace un lustro vengo usando la segunda pero me doy cuenta que me miran raro…

    Tomás: va a tener que ser más cuidadoso, con la llegada de algunos comentadores este post empieza a derrapar. Ahora, le digo, en mi opinión el programa está buenísimo (ni en pedo quedo en la misma vereda que Quintín).

  35. Primo Louis. Si Pigna enseñara que las ronchas peludas las tiene Moreno, sería lo mismo. No se trata de que muestren «correctamente» la historia, sino de que saquen al espectador de la creencia de que la historia fue así o asá, que los malos eran fulano y zutano y que hoy pasa lo mismo que en 1810, sea esto lo que fuere. E insisto, eso de que la gente no entiende y hay que engañarla es faltarle el respeto. Ya que estamos, ¿por qué no enseñan esas cosas en la escuela? También resulta que los alumnos son tontos y no pueden aprender algo con más rigor. Y en el secundario, idem. Podemos seguir así hasta los cursos de doctorado. Total, si al pueblo no le importa tener una visión racional, amplia y rica de la historia, ¿para qué nos vamos a preocupar para que alguien la tenga?

  36. A mi no me gusta Pigna porque baja demasiada línea para la poca cantidad de datos que aporta (y no me refiero a datos nuevos). Omite mucho.

  37. dos cosas:
    – la verdad es siempre mas aburrida de lo que a uno le gustaria
    – pigna relata la historia de heroes alternativos no la historia de un pueblo en busca de la liberacion.

  38. Quintin:

    No es lo mismo decir que el show de P&P tiene de positivo una mirada no reaccionaria que decir «está bien darle a la gente programas malos». A esto puede entenderlo hasta un articulista (¿reaccionario?) de Perfil que elogia a la oposición.

    Los programas malos seguirán existiendo, sean el caño de Tinelli o el show «histórico» de P&P. Y al público le gusta esos programas, es algo ajeno a mi voluntad. Por mi parte, cuando pude dar una ayuda no dejé de darla. Una maestra joven una vez me consultó sobre la conveniencia de pasar en el cole los videos de P&P para interesar a los alumnos por la historia nacional, le recomendé que buscara las series de Canal á ya no nombradas.

  39. Julián, la verdad que no me acuerdo quien producía a los programas, estoy buscando por el google, hay noticias sobre éstos pero nada sobre la producción. Te aviso si encuentro algo.

  40. Entre el agora algo exquisita, un poco autoreferente, util y sutil, altamente ON LINE de la blogosfera, y la más ambigua, riesgosa, compleja, y ON LIFE de los medios y sus audiencias … creo que son más, por lo menos altamente atendibles los riesgos e incluso los limites de las batallas que se den la segunda. Bienvenido el programa, con todos sus limites y errores.

  41. Emilio. Hasta un articulista reaccionario de Perfil puede entender que tanto P&P como Tinelli están en el aire porque venden, sea porque «son lo que la gente quiere», o porque es lo que le dan a la gente. Lo que sería difícil de entender es que alguien defendiera Bailando por un sueño con el argumento de que acerca la danza a los niños. Bueno, ese es el argumento que se ha usado aquí a favor de P&P.

  42. Cuando explicaban la Revolución Rusa, mezclaba los tiempos y aparecía la Guerra Fría y la Perestroika. Esto es sumamente peligroso ya que al actual adolescente vive en un presente permanente y todo puede y es confudido.
    Piña atrae y vende porque siempre el pueblo es la víctima inocente de los malos y corruptos políticos que vienen con platos voladores a una nación honesta, sincera y trabajadora. Esta posición encanta a gran parte de los progre de clase media.

  43. Es como dice El lurker, Pigna baja mucha linea y por ahí se pone medio denso.Pero pese a eso el programa esta bueno. Es dificil ser objetivo respecto a la historia, siempre influye la ideología que uno tiene al analizar las cosas. POr ej. por ahí criticaban la vida rural que se mostraba en el programa, y a la vez los críticos pueden ser simpatizantes de los federales cuyos lideres eran casi todos estancieros,ganaderos y defensores de la vidad rural.
    saludos

  44. Quintin:

    Bailando por un sueño sólo puede calentar a los adolescentes, inducirlos a hacerse una paja, o les enseña a pelearse como energúmenos. El programa de P&P, aunque más no sea, puede llevarlos a buscar en el google de que iba la ley Sáenz Peña. Hay diferencia.

    Con su criterio de historia bien contada o no, tendríamos que quemar en la hoguera a Bayer. Sobre los indígenas sigue repitiendo una versión que no resiste el menor análisis, eso sí que es bien un cuentito buenos contra malos. Pero él está haciendo política y no historiografía para ayudar a los indígenas. Yo lo banco y no le cuestiono la falta de rigor.

    P&P están haciendo un negocio, paradojalmente su comercio puede tener derivaciones positivas. Para más, no ofrecen una mirada reaccionaria. De seguro las notas de La Nación en respuesta a Bayer son más apegadas a los hechos que el programa de P&P. El resultado de esas notas es defender a los latifundios, a las compañías mineras, etc. De acuerdo a su criterio, bienvenidas sean las notas en La Nación en respuesta a Bayer, ya que las escriben académicos o gente en apariencia seria. Claro que de derecha.

  45. Quintin:

    Bailando por un sueño sólo puede calentar a los adolescentes, inducirlos a hacerse una paja, o les enseña a pelearse como energúmenos. El programa de P&P, aunque más no sea, puede llevarlos a buscar en el google de que iba la ley Sáenz Peña. Hay diferencia.

    Con su criterio de historia bien contada o no, tendríamos que quemar en la hoguera a Bayer. Sobre los indígenas sigue repitiendo una versión que no resiste el menor análisis, eso sí que es bien un cuentito buenos contra malos. Pero él está haciendo política y no historiografía para ayudar a los indígenas. Yo lo banco y no le cuestiono la falta de rigor.

    P&P están haciendo un negocio, paradojalmente su comercio puede tener derivaciones positivas. Para más, no ofrecen una mirada reaccionaria. De seguro las notas de La Nación en respuesta a Bayer son más apegadas a los hechos que el programa de P&P. El resultado de esas notas es defender a los latifundios, a las compañías mineras, etc. De acuerdo a su criterio, bienvenidas sean las notas en La Nación en respuesta a Bayer, ya que las escriben académicos o gente en apariencia seria, ¿no te da cosa?.

  46. Concluyendo Quintín, a mí me gustaría que más gente mirase el micro de historia del programa de Paenza, por lo general contada por gente del Ravignani, Conicet, etc.

    Pero la maravillosa gente mira al caño de Tinelli, por eso cuando sale un espiche como el de P&P le concedo una chance y prefiero mirar a enemigos de verdad, como esos historiadores que le responden a Bayer en las páginas de La Nación.

    Un cordial saludo.

  47. Emilio. Lo de mentir por la causa recuerda a la truchada del Indec. Pero a los mentirosos les crece la nariz. No solo eso, también se vuelven bizcos y ceceosos.

    Cordiales saludos

  48. Ok, Quintín comprendo, en este tema también tien que meter a los K. Toda su mirada está contaminada por su antikirchnerismo recalcitrante del que hace gala en cada ocasión. No le importa la historia o buscar que podría tener de bueno el ciclo de P&P, para usted, desde su visón de furioso antiK se trata de un programa kirchnerista, y por eso lo dice en AP. Le traigo noticias, me nefregan los K.

    Lo dejo golpeando la cacerola con sus amigos de la Rural, en eso usted anda muy bien, por eso elogia a la oposición sin cortapisas. Me da un poco de lástima, discúlpeme que se lo diga. A lo mejor es cierto lo que señaló DagNasty respecto de su pasado el origen de su posición antiK.

  49. A lo mejor es cierto lo que señaló DagNasty respecto de su pasado y el origen de su posición antiK. Debí tipear.

  50. Julián,

    Espero que lo veas antes que se esfume el tema. Hoy 25 de dic a las 10 de la mañana Canal á dio un programa de la serie Argentina una historia. Se ve que los están repitiendo. La productora, si recuerdo bien, se llama Alvarez&Asociados. Lo curioso del caso es que Pigna figura en los créditos del programa, en investigación histórica, como si en otro contexto el tipo fuera otra cosa.

    Saludos

  51. Buscando algun texto sobre los adolescentes y la palabra, «me tope» con esta discusión, que debo decir me ha llenado de alegria y me da esperanzas para seguir, sabiendo que no estamos tan solos, yo que soy del tiempo de estudien de la pag 35 a la 72, de «esto es asi y no se habla mas» etc, saber que lo que mi papá nos dijo desde siempre (el espiritu critico, el revisar lo que alegremente no inculcan,el crono y etnocentrismo, y tantas otras cosas) y por lo que aprendi a pelear y a inculcar en mis hijos y en aquellos que me quieran escuchar, no se ha perdido y sigue vigente me alegra, me alienta a seguir y me llena de esperanza en un futuro donde la justicia social no sea una declamacion sino una realidad. GRACIAS A TODOS

  52. Hola, me parece medio desvirtuada tu critica, lo que creo que no tuviste en cuenta es que este programa no es para «enseñar historia», es simplemente una revision alegorica, no importa el revisionismo, o si no como crees que una ama de casa o chico «flogger» puede engancharse con la historia?
    Tal vez tengas que pensarlo mas de ese lado, te lo dice un profesor de historia.
    Ah, y el tema de agregarle los marcos de porqué actuaron de una forma u otra queda en la disposicion aulica, LA TELE NO ENSEÑA…o sea, no critiques algo que de movida sabes que esta echo para ENTRETENER…ah, y la realidad no siempre esta en manuales kapelusz o santillana, sino leelo y te vas a dar cuenta que hay mas errores que en el programa…
    Y si queres hacer una critica tan formalista y educativa, no recurras a terminos como «les pique el bichito», «me banco», «ponele», porque es contradictorio al tipo de educacion al que queres apuntar, o sea, formalista y de manual…
    Sin mas, GRACIAS

  53. Lo que pasa es que hay quienes no se bancan que se fomenten programas para pensar sobre la historia,a reflexionar sobre cierto hecho historico, el por que de tal cosa.

    Quienes critican el programa no quieren que salga a la luz cuestiones como el apoyo de los terratenientes a los militares, o los verdaderos beneficios del «granero del mundo», etc

  54. Tomas: En dos días tengo que dar historia de primero, tengo 21 años, estoy terminando la secundaria, y la doy gracias que existe algo interactivo como una película sobre la historia porque no me agrada mucho, se me hace densa la materia, mis pasiones son otras, a lo que iba es que esta producción me da la posibilidad de una base sobre la historia, sea sino es tan detallista, yo pude notar algunos procesos que me parecen importantes, para las personas que no estudiamos historia, es positivo, ahora yo creo que un hitoriador obviamente va a la fuente, no a una película. yo creo que ese es el motivo por tu ambigüedad. Un Abrazo del Alma!

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