Kirchneristas de Santa Fe: ¿Y si cortamos boleta?

(Nota: en Artepolítica estamos tratando de publicar una serie de posts discutiendo las situaciones políticas de las provincias. Antes Tux trató Córdoba, y éste fue publicado por Rob Rufino en la Comunidad sobre Santa Fé. Ya vendrán más, con un poco de suerte. MEC)

Quiero compartir una duda que tengo. En Santa Fe se está dando una batalla electoral que tendrá repercusión nacional de cara a las presidenciales del 2011. Según podemos ver en las calles, radio y TV el Gobernador Binner está gastando millones de pesos de las arcas públicas para dar a conocer su controvertida gestión de gobierno.

La inversión en publicidad que hace Binner, con dinero nuestro, está dirigida a revertir la intención de voto que, según las encuestas, sigue estando a favor del ex piloto de Fórmula 1.

Si bien Rossi puso un muy buen candidato como Leoni (el único sindicalista en todas las boletas) lo cierto es que todo apunta a una polarización entre los dos sojeros y que el voto a Leoni poco parece aportar al juego de las grandes candidaturas presidenciales.

Considerando que, si en Provincia de Buenos Aires gana la lista de Kirchner-Scioli, es probable que Néstor o el mismísmo Scioli se consoliden como candidatos presidenciales. Por lo cual, desde Santa Fe saldría el candidato opositor.

En consecuencia, debemos plantearos los siguientes escenarios:

1) Triunfo de Reutemann
Según sus propias palabras, un triunfo de Reutemann lo impulsaría a luchar por la jefatura del PJ y por la presidencia. Por lo tanto, el escenario del Lole ganador implicaría una vuelta al PJ privatizador que tanto sufrimos en los 90´s.

2) Triunfo de Giustiniani
Si gana Pechito, el Lole perderá fuerza y con él se debilitará el PJ anti-K ya que, a su vez, De Narvaez también estaría derrotado. Que candidato de peso le quedaría al PJ opositor? Ninguno.
Binner, en tanto, acaparará todo el apoyo de la derecha y los medios teniendo, entonces, una polarización entre Néstor (o Scioli) y Binner.

Ante esos dos escenarios, sinceramente prefiero que gane Giustiniani. Es necesario evitar que el PJ vuelva a ser un instrumento de la oligarquía.

¿Que piensan al respecto? ¿Hacemos un corte Diputado Rossi – Senador Giustiniani?

Acerca de Rob Rufino

Ingeniero Electrónico, desarrollador de Sistemas en Lenguaje C/C++, Sistemas embebidos en Java (J2ME) y Sistemas de Automatización Industrial (PLC-SCADAS) Hincha de Rosario Central Futuro político de raza

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109 comentarios en «Kirchneristas de Santa Fe: ¿Y si cortamos boleta?»

  1. Tal vez Charlie, pero igual no creo que los votos que no vayan al ex funcionario de la dictadura Favario terminen en Rossi.

    La jugada que propongo tiene doble efecto, por un lado decapitar al PJ opositor y por otro ayudar a construir una oposición mejor. Porque, prefiero tener enfrente (como opositor) a Binner antes que a De Narvaez o Macri.

  2. Metés en tu planteo un frase que no hace al punto:
    «La inversión en publicidad que hace Binner, con dinero nuestro»

    lo que me extraña es que se puede cambiar Binner por Cristina, y en ese caso la blogosfera K salta.

    Esta mal en ambos casos o esta mal solo en Binner?

    1. Si, porque en Capital, las exuberante campaña de Heller, con afiches de mas de 30000 pesos por mes (o saldra de los ahorristas del Credicop la plata?) no se queda muy atras…

  3. Comparto la prevención sobre Giustiniani, pero un sojero socialista es inofensivo. Un sojero peronista, no. Si arrastra a los gobernadores del centro litoral, acaba con todo.

    No me decido tan fácil.

    Por suerte, definirán los santafesinos, que son quienes tienen la responsabilidad, en última instancia, de elegir.

    Un abrazo,

    EM

    1. Debo estar adormilado. Corrijo de inmediato lo anterior.

      A ver: votando Rossi – Leoni, o mejor dicho, Leoni – Rossi, de hecho, los peronistas no estarán votando al Lole. Me parece que, dada la polarización Lole – Giustiniani, eso sería suficiente para garantizar una victoria del socialismo. Los compañeros del movimiento no pueden votar al candidato de Binner, pero pueden contribuir de este modo.

      Sobre el arco del centro – izquierda… bueno, no es un arco con mediación orgánica. Su elección me parece razonable, aunque preferiría mil veces tener una propuesta propia, y ganadora, que ofrecerles.

      1. Rob, como te decía en el primer comentario, mal puedo decidir, desde acá, por los santafesinos.

        En el plano nacional, al día de la fecha, no hay margen ni para Binner ni para Giustiniani. En general, pese a que el ACS saldrá segundo, el arco peronista retiene casi un cincuenta por ciento del electorado. Ergo, es en esa interna donde se decide 2011.

        En principio, para un votante de centro izquierda, carente de espacios políticos propios con capacidad de pelea a nivel provincial o nacional, es un voto útil, táctico, razonable, cortar boleta.

        En mi segundo comentario, sin embargo, advertía que para un votante peronista clásico, el sufragio por Giustiniani es, como señala Político Aficionado, imposible. Por eso, me parece que ese arco del electorado contribuirá mejor NO votando al Lole -lo cual le resta-, sin tener que tragar a Giustiniani -que para nosotros es intragable-.

        En otro registro, me podés decir Ezequiel.

        Un abrazo.

  4. Muchachos, creo que con la especulación del resultado, que yo también hago, se está perdiendo el foco en algo trascendental, que el Kichnerismo y los restantes integrantes del campo popular debemos tener como «leiv motiv»: en estas elecciones se juegan en serio dos proyectos políticos: el del campo popular, del cual considero al kitchnerismo el más representativo, y el del enemigo, en sus distintas variantes. Tanto Giustiniani como Reutemann están allá, enfrente de nosotros. Cuando tenemos el lujo de poder votar absolutamente en positivo, con una lista de lujo en cuanto a sus integrantes, sus trayectorias y sus posturas, debemos respaldarla con todo. No es tan importante cuántos votos saquemos (¡Cuanto más mejor, Lógico!). Importa respaldar una construcción política que se proyecta en dos direciones: en lo externo, una clara oposición a las políticas contrarias a los intereses del Pueblo. En lo interno del campo popular, una apuesta a la construción política que permita fortalecer a quienes son más consecuentes con los más necesitados y que más han hecho luchando verdaderamente por una sociedad más justa. Tener dirigentes y candidatos que nos representes depende de nosotros y del éxito de nuestra construción.-

    1. Que comentario berreta!! «el del campo popular, del cual considero al kitchnerismo (sic) el mas representativo, y el del enemigo». BERRETA, eso es lo que tu comentario es. BERRETA. «una apuesta a la construcción política que permita fortalecer a quienes son más consecuentes con los más necesitados» Pero por favor!!! Date cuenta: por gente así, tanto de tu «lado» como del de tus «enemigos», Argentina está como está. por BERRETISMO de ideas.

  5. Votar por Guistiniani? En serio Rob? Està bien que el Lole no sea justamente lo que a uno le guste pero el triunfo de Guistiniani afianzarìa a Binner como el candidato republicano del 2011, más aun luego del «cletazo II» y que Carrió pierde en Capital. Y es muy probable que en el 2011 haya ballotage y Binner seria el rival más duro a vencer de los que hay en el campo republicano. Si me preguntás prefiero que gane el Lole aunque otra cosa es tener que votarlo. No se si el voto del kirchnerismo en Santa Fé puede cambiar las cosas o no pero no se me ocurrirìa llamar a votar por Guistiniani.

    Saludos

  6. Bob
    El análisis en sí es lógico, siempre y cuando consideremos que el brote gorila se agote.
    A Reuteman, en ultima instancia, se le puede hacer un Junio/Julio del 75; ¿y a Binner?
    Se pondrá componedor, o hará la gran de la Rua, Estado de Sitio-Censura Previa- Ley Marcial.

    “-¿Cómo lograron sobrellevar la época de la última dictadura militar?
    -No sé por qué, los militares a nosotros nos respetaron bastante. Tanto es así que hacíamos actos públicos el 1º de Mayo y, como siempre, poníamos el himno de los trabajadores, La Internacional, y nunca nos dijeron nada”
    Ruben Gioldhi
    http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/18-2007-05-02.html

    Si los Compañeros de Santa Fe y Rosario están seguros que la línea de los Gioldhi estará bajo control, vamos para adelante; pero si no lo esta…; va a ser muy dura la cosa.
    Insisto, la data la tienen uds.
    Un abrazo

    1. No se manolo, la Sociedad Rural, La Nación y Clarín apostaron por el peronismo anti-K.

      Menem les mostró que es más fácil llegar al poder desde el PJ que con un golpe de estado.

      De Binner-Giustiniani no espero otra cosa que una restauración conservadora. Y frente a eso sabemos como pararnos. Y más si va Néstor (o Scioli) como candidatos nuestros.

      En cambio, me resulta mucho más difícil de tolerar a un candidato como Reutemann que canta la marchita y manda a privatizar a cuatro manos. Te vende una cosa y hace otra. Menemismo puro y duro.

      No se, tal vez termine votando a Leoni, pero al miedo no me lo saca nada.

      1. Bob
        Compañero, es un dilema jodido; los Feudales asumen que de mínima para ellos corren las mismas limitaciones que se le impusieron al Lupo en el 2003; FFAA y de Seguridad están en las manos de la Mazorca, o gente de confianza.
        El pelado Pampuro y KAníbal Fernández.
        A partir de ahí sale Moyano como vocero del Bloque a marcar el resto de la cancha.
        Si Binner es el candidato de enfrente, la van a salir a vender igual que la Alianza, ellos serán la izquierda y nosotros la derecha; y saben que tienen muchas posibilidades d ganar.
        El problema va a ser gobernar, y no porque nos pongamos jodidos.
        El Establishment esta emperrado en jugar dentro del peronismo, porque sabe que del otro lado no juntan ni para administrar una Sociedad de Fomento.
        Si le sumamos la situación internacional y latinoamericana, Serra en Brasil y la UDI en Chile, estamos tan jodidos como en el 73.
        Aca, en la PBA; hay muchos compañeros, de todas las líneas que plantean una refundación; reempadronamiento y elecciones internas provinciales y nacionales.
        De tal manera que la Interna presidencial no nos encuentre tan desarmados como en el 89 o el 2003.
        El tiempo que se debió dedicar a la construcción política, se termino bartoleando con la CP, Cobos es el mejor ejemplo.
        De Juez, mejor ni hablar, todavía sigue reclamando porque no se metió en cana a Moyano y los Intendentes. ;-(
        En fin es lo que hay, un abrazo

  7. Me decidí.

    Gracias al siguiente comentario de Diego en Catanpeist:

    Y no me quedaron dudas de meter la lista del FPV completita: si pierde el Lole que sea por lo puntos que saque Leoni

    Esa razón me cierra. Votaré 100% FPV.

  8. El Lole pierde, es el representante de la Sociedad Rural, siempre lo fué. Neomenenismo puro y duro. Demasiado para Santa Fe.Binner es el mal menor ( Giustiniani )y Carlos del Frade ( Proyecto Sur ) el mejor candidato.El pejotismo perdió tiempo coqueteando con Reutermán, ahora terceros y lejos. Muchachos si no ganan provincia de Bs.As.,olvídense.
    Hay que pensar en la gente, no solo en el poder.
    El pragmatismo es útil pero con principios,así, pura trenza, no va más.
    Saludos y por la unidad en el 2011.
    Libres del Sur, porque para avanzar hay que cambiar !!

    1. Cáspitas! en Santa Fe también hay liebres!!!. Todo bien con del frade, pero justo con el señor de las peliculitas de humo y el voto contrario a la 125? (y no me vengan con que «no estaba en el país»)

  9. Che no me preocuparía mucho por el Lole, al tipo no le da para presidente ni por la edad, ni por el carácter ni por nada, y el lo sabe mejor que nadie. Y Binner es inexistente fuera de Santa Fe. El rival del 2011 es obviamente Macri.

  10. A mi ma parece que como estan dadas las cosas el candidato de la oposición va a ser Santafesino espero que sea Binner, primero por que me daría mucha gracia que los oligarcas terminen haciendo campaña por el partido socialista y segundo por que me parece que Reutemann va a intentar romper el PJ y ahí si que se puede dar la madre de todas las batallas, yo votaría Chivo-Giustiniani sin pensarlo. A Macri me parece que no le da termina como el bulldog y me parece qye después del 28 J del PJ lo pueden llegar a seguir solo los puntanos, y sin pata peronista a la mesa de Macri no le llega ni el olor a asado.

  11. Para mi la elección más importante es la elección de Santa Fe.

    Si gana Reutemann en el 2011 tendremos que elegir entre Reutemann y Cobos.

    Si gana Giustiniani, en el 2011 elegimos entre Binner, Cobos y Scioli.

    (estoy suponiendo que Cobos gana Mendoza y Carrió pierde en la capital con Gaby)

    Yo no creo en esa frase que se dice tanto hoy en día, que el postkirchnerismo será peronista.
    Para mi Cobos y Binner están mejor posicionados para ganar un ballotage que cualquier peronista.

    1. Binner tiene a favor algo, no muy racional, que es que los socialistas nunca gobernaron. El encanto de desvirgarlos electoralmente.
      Mucha gente puede pensar: ya probamos con peronistas y radicales y no nos fue bien. Probemos con estos.

      No es muy racional, pero mucha gente vota en base a pensamientos como ese.

      Algo que no me gusta de Reutemann y Scioli es su edad, después de De la Rua me da miedo ser gobernado por septuagenarios.

      1. No es mi intención defender al ex ultramenemista Scioli, pero hay que ser justos con él: no es septuagenario. Apenas tiene 52 años, un adolescente.

  12. Si se prevee una fuerte polarizacion entre reutemann y guistiniani significa que el FPV tiene baja intencion de votos. si a ello le «sumamos» «restarle» los pocos votos que se pueden obtener, no se que nos queda. Tiramos la misitica y los valores por un par de votos, que, por otra parte para nada van a ser significativos. Creo que ese razonamiento es imcompatible con la construccion un un movimiento solido, coherente, que genere confianza en la gente y por sobre todo en la militancia. Perder eso por una maniobra que, ademas sera instranscedente, me parece un error.

  13. Bueno, bueno, al fin se pusieron un poquito realistas.

    El tema con ustedes los frenteparalavictoristas es que se empecinan en creer que el socialismo es de derecha.

    Binner va a ser un presidente a lo Illia. Con una coyuntura igual de buena y menos golpistas que en el ’66 (con suerte, M. Grondona ya se habrá jubilado), el país se enderezaría un poco.

      1. Ana, no se gaste… hay muchos aca que le joderia mucho que alguna vez alguien hiciera un buen gobierno para todo el pueblo y no tenga el PJ detras. Cualquier gato pero con la marchita y los nenes detras, no importa la republica eso es cosa de oligarcas cipayos.

    1. Siempre me asombra la sorprende de Illia, cuando el aceptó ser presidente en unas elecciones en donde la otra fuerza política del país estaba proscripta. Nunca, por otra parte, planteó levantar esta proscripción durante, que debaja sin representación política a gran parte de la población. No tendría quizás déficit republicano, pero sí déficit democrático.
      Yo escuché personalmente a Binner decir que el conurbano es un lugar prepolítico, en donde no hay subjetividad política posible.
      No sé, que se yo, una duda.

      1. MEC, te asombras por error. No entiendo mucho como una politóloga como vos puede dar como una verdad histórica lo que es un simple relato de la mitología peronista.

        Illía levantó la proscripción, fue uno de sus primeros actos de gobierno, tal como había prometido. Primero levantó las restricciones que impedían la actividad del peronismo, lo que permitió una gran concentración sindical muy poco tiempo después de que asumiera, y después las electorales. También las que pesaban sobre el Partido Comunista, vale la pena recordar.

        El peronismo participó gracias a eso en las legislativas del 65 y las ganó, aunque por poco margen. No levantó la proscripción de Perón, únicamente, sabiendo que es implicaba un golpe, quien intentó infructuosamente llegar a Argentina y fue expulsado cuando aterrizó en Brasil.

        Sin embargo, los sindicatos peronistas le hicieron a Illía la vida imposible, con una toma de miles de fábricas, por razones estrictamente políticas, pese a que Illía intentó contemporizar todo lo que pudo.

        Entonces estaban dirigidos por Augusto Vandor, que en aquella época acuñó el eslogan «Ni gorilas ni marxistas, peronistas» (Vandor, vale la pena recordar también, fue muy pocos años después asesinado tras oponerse repetidas veces a las decisiones Perón –el llamado «empate peronista» en la época—, con la aparición de los graffitis de «Vandor traidor», que algunos nostálgicos de la gesta del asesinato, supongo, tuvieron la amabilidad de reproducir cuando lo de Cobos, no hace mucho tiempo).

        El peronismo, en realidad, facilitó el golpe de Onganía debilitando cuanto pudo a Illía, que tenía muchas dificultades con los militares por haber anulado contratos petroleros.

        Pero hay mucho más que eso. Los sindicatos aplaudieron a rabiar el golpe de la llamada «Revolución Argentina» de Onganía. Francisco Prado, secretario general de la CGT, ofreció su colaboración al nuevo gobierno. José Alonso, de las 62 Organizaciones, el otro líder gremial junto con Vandor, se congratuló porque caía «un régimen de comité y se abre la perspectiva de un venturoso proceso argentinista». Rodolfo Puiggrós, un intelectual que ahora se clasifica como «peronista de izquierda», festejó el fin de los partidos diciendo que el golpe «ha sido un notable aporte a la modernización de Argentina, la cancelación de los estériles partidos políticos y el cierre del anticuado Congreso liberal». Y no tiene pérdida lo que dijo Perón después del derrocamiento de Illía: «el gobierno militar, surgido del golpe del 29 de junio, ha expresado propósitos muy acordes con los que nosotros venimos propugnando desde hace más de 20 años. Si estos propósitos se cumplen, tenemos la obligación de apoyarlos. […] La situación ideológica nos somete, queramos o no, a dos filosofías políticas: la cristiana y la marxista […]. En cuanto a los partidos demoliberales burgueses van siendo un artículo de museo en todo el mundo civilizado, nosotros los argentinos, con un siglo de atraso en la evolución, los estamos presentando como de actualidad.O elegimos el camino del socialismo nacional cristiano […] o terminamos en el socialismo internacional comunista».

        La verdad es que lo de Perón, leído hoy, es completamente fascista. Tendemos a olvidar un elemento que atraviesa la historia del peronismo: el nacionalismo, ingrediente esencial (y profundamente reaccionario, tal como lo veo) del peronismo. Perón llegó a hablar de la «nación en armas».

        Digamos que el déficit democrático puede entenderse de muchas maneras y que la conexión del peronismo con una cultura democrática fue muy escasa, cuando no nula, a lo largo de su historia. La democracia nunca fue su preocupación y, cuando se deja atrás la Libertadora, las relaciones entre peronismo, golpes y militares son bastante complejas. Todavía hoy parece que la visión de la democracia es verticalista: se agota en las elecciones periodicas (y eso sin entrar en las prácticas concretas del PJ al respecto, sólo en el aspecto conceptual).

        También había levantado antes la proscripción Frondizi, como prometió, y, en este caso, hasta negoció con el propio Perón. No fue precisamente la falta de voluntad de los radicales lo que impidió la normalización, sino los golpes militares, a los que muchos peronistas no hicieron muchos remilgos.

        Y mejor no recordar el espiral convulsivo de violencia entre y por peronistas en los 70, a los cuales, todos, no les importó nada no ya la democracia, sino las libertades civiles y los derechos humanos. La izquierda peronista no quería democracia, quería otra cosa. Y la derecha peronista practicó el terrorismo de estado.

        Por otra parte, déficit democrático es igual a déficit republicano, y a la inversa. Son palabras intercambiables. Cuando leo tu comentario con afirmaciones tan lejanas a la realidad no puedo dejar de pensar que, en el fondo, debés tener interiorizada en algún sentido algo que se parece a la cita de Perón.

        Me llama la atención que hables de «representación» política de «parte» de la población. ¿Forma parte esa idea alguna vez de la cultura del peronismo? Me refiero a la idea de que una sociedad democrática implica pluralismo, algo implícito en la misma idea de «representación», puesto que la «representación» partidaria es de «partes» y no de «toda» la «población».

        Si algo distinguió la cultura del peronismo es la exclusión de lo distinto, la idea abarcativa de ser el «partido del pueblo» frente a los otros, que serían algo así como un «no-pueblo», los «gorilas», mero reflejo de la «oligarquía». No sólo eso, sino que este «partido del pueblo» sería el «partido de la nación» frente a los otros, que serían algo así como una «no-nación», los «cipayos».

        Me parece que este lenguaje confuso del populismo es muchas veces difícilmente compatible con la tradición democrática y su lenguaje. Y es un lenguaje que impregna todavía el presente a través del uso y abuso de dos adjetivos como «nacional» y «popular: ¿los que no son peronistas no serían «nacionales» ni «populares», estarían excluidos de la verdadera «nación» o el verdadero «pueblo»?.

        Todas las aproximaciones a la democracia incoporan la idea de que la población debería componerse de ciudadanos libres e iguales, que pueden tener opiniones distintas y agruparse en distintos «partidos». Lo que pasa por el reconocimiento del otro. No parece que Perón (o Vandor) entendieran demasiado eso.

      2. Excelente lo tuyo, Patricia. Pero no todo el peronismo es igual a lo que decís.
        Ese matiz excluyente del «otro» esta solo presente en la vertiente kirchnerista, e incluso en esa vertiente hay un porcentaje que no piensa así.
        El desprecio a la democracia de partidos duró hasta bien entrada la década del 70, y tuvo su vertiente de izquierda y de derecha. Ya para los 80, el discurso contra la «partidocracia liberal» estaba agotado, y reducido a pequeños círculos muy minoritarios.

      3. Hablo más que nada de historia hasta los 70, Mariano T. Lo que me parece preocupante es una visión unidimensional e idealizada del pasado. Por eso terminé con Perón o Vandor, que murieron hace décadas.

        (Para serte sincera, no sé muy bien qué es el «peronismo» en la actualidad: no veo que tienen en común personas como Felipe Solá y Horació González, salvo el hecho de que los dos son peronistas y ambos están en dos variantes del PJ enfrentadas en las elecciones. Y Narváez y Macri tienen una dimensión muy, pero que muy autoritaria. Asimismo, estamos muy lejos de ser una sociadad de ciudadanos libres e iguales. El gran déficit democrático en Argentina, de entrada, son los derechos de millones y millones de personas excluidas. Pero eso es otro asunto.)

    2. ¿Los sindicatos Patricia? Los sindicatos no, la burocracia sindical de Vandor. Los trabajadores con Illia recuperaron salario en términos reales pero siguieron igual de atados que bajo el Conintes, no me vengas con pelotudeces.

      El Ps es Social-Sojero, no socialista, vamos muchachos, ustedes son liberales, asumanlo en vez de pelearse con los kirchneristas y listo. Miren al CPA sino, ellos ya dejaron todo «progresismo» de lado, hay que asumirse che.

      1. No sé qué quiere decir social-sojero, tendría que definirlo, Julián.

        También estaría bien que definiera que quiere decir con «liberal», porque el término significa muchas cosas distintas. Así como «progresista». Es difícil asumir nada si primero no sé qué piensa usted exactamente sobre qué es lo que hay que asumir. A no ser que se considere propietario de las palabras, como Humpty Dumpty en Alicia en el País de las Maravillas.

        Y también estaría bien que explicara en que momento en la historia argentina hemos estado fuera de una economía de mercado, donde lo que define las condiciones de vida de la inmensa mayoría de las personas es, en efecto, el empleo y el nivel de los salarios, su poder adquisitivo, más las posibles transferencias del estado en forma de subsidios o servicios como educación y salud, que contribuyen a definir estas condiciones de vida. ¿Hubo algún momento en que eso no fuera así y me lo perdí?

        La expresión «burocracia sindical» la aplico a la CGT actual. No hablé de la burocracia sindical de Vandor ni me extendí sobre el «vandorismo», ¿dónde lee usted eso? Hablé de toma de fábricas por razones políticas que debilitaron a Illía y el apoyo al golpe de Onganía. Lo que no excluye que, al mismo tiempo, los sindicatos intentaran defender también intereses de los asalariados. Las cosas siempre son un poco más complicadas que el blanco y negro.

      2. Hola Julián, esta semana trataré de responderte en el blog del Rafa, seguiremos charlando allí sobre bibliografía. Che, ¿sabrá Patricia que el impoluto demócrata Illia fue un comando civil en la Córdoba golpista del 55?. ¿Sabrá que su gobierno celebraba el décimo aniversario de la ´libertadora´ mientras reprimía a los peronistas el 17 de octubre de 1965?.

  14. Si uno tuviera que oscilar entre la pura especulaciòn y la construcciòn de una táctica que no pierda de vista el horizonte, lo mejor serìa:

    1) que la fòrmula K, la candidatura de Leoni, haga una elecciòn decorosa. Con un caudal suficiente como para demostrar que si no se presentaba el Lole ganaba. Y que suma para un proyecto nacional, que en dieciocho provincias de las veinticuatro, es ganador.

    2) que como efecto de esta disgresiòn matemàtica, gane Giustiniani y potencie a Binner como figura nacional.

    Si bien el entorno Binner-Carrio es una expresiòn de la restauraciòn conservadora, con una amalgama de socialismo y aristocracia rural de corte esquizofrénico, no deja de ser uno de los modos que elige la clase media en la Argentina y particularmente en sus centros urbanos màs desarrollados, para alejarse de una propuesta confrontativa que intenta transformar en serio la sociedad y no se queda en la retòrica del discurso supuestamente progre. Que se queda màs tranquila con una oposiciòn que no sacude la estructura social que con un gobierno que la agita a cada rato.

    Si esa reediciòn de la UNION DEMOCRATICA, con los socialistas marchando al lado de la derecha màs rancia fuera la oposiciòn a combatir, el debate que se viene sería màs sano que el que se puede originar con estos Mefistos de la polìtica nacional, como Reuteman, De Narvaez o el mismo Macri, reencarnaciòn del menemismo maquillado pero con la misma morfologìa neoliberal, que hablan de un cambio de no se sabe què, para dejar todo como está. O peor, porque està bastante bien.

    Y por otra parte, es preferible concluir que una parte de la poblaciòn exterioriza su rechazo a un gobierno popular, acercàndose a ideas que usan como emblema el socialismo – recurso no despreciable para seducir a la gilada – o la nacionalizaciòn del petróleo y la minería – invocaciòn de mayor proximidad a la estratòfera que a las arenas del poder efectivo – que finalizar en otros epìlogos.
    Como sería el ascenso a escala nacional del macrismo, llevado a upa por lo que en el 2011 será una caricatura de sus propias limitaciones, como la que luciría sin duda el LOLE REUTEMANN, ese polìtico del cual nunca podrà saberse si el silencio que lo acompaña da cuenta de una profunda vida interior o la imposibilidad de enhebrar una idea accesible para sus desprevenidos electores.

  15. De ninguna manera puedo estar de acuerdo con este tipo de especulaciones, no señor. No me entra en la cabeza votar por unos sojeros hijos de puta enemigos del pueblo argentino con la supuesta finalidad de evitar fortalecer a otro sojero hijo de puta enemigo del pueblo argentino de cara al futuro. Incluso podria afirmarse que el pragmatismo que propone el post es ineficaz, porque ¿qué pasaria si, en el futuro, la clase social de los agrogarcas da la orden de unirse a sus dos vertientes (binnerista y reutemannista) en Santa Fe? Cosas asi ya hemos visto, ¿o no se vio a ambos travestidos sentados obedientes y sonrientes en todos los eventos organizados por Buzzi en Santa Fe? Y entonces resultaria que le dimos el voto a nuestro enemigo (que, sin tanta vuelta, es lo que propone el post, equivocadamente a mi juicio). Si yo votara en Santa Fe, no tengo ninguna duda: la lista del chivo, boleta completa. La tijera, para las modistas.

    1. Alejandro: aclaro que yo estoy con la lista K y tambièn la votarìa.
      Espero que haga una elecciòn decorosa y asì lo dije en el post.
      El resto era simplemente una descripciòn separando la realidad de lo que me gustarìa que sucediera.

  16. No deja de sorprenderme el fanatismo que transita como espíritu de este blog.

    – gobierno popular
    – oligarquía
    – Unión democrática
    – restauración conservadora
    – etc.

    Tranquilos, chicos. Este gobierno de los Kirchner hizo algunas cosas bien pero sigue conviviendo con todo lo peor de la Argentina. Tranquilos. Mientras en los sindicatos no se vote, no se puede hablar de nada que tenga que ver con lo popular. Cristina asumió con el respaldo del feudalismo medieval de los gobernadores del Norte del país. Tranquilos. La situación es más compleja que un blanco o negro.

    Ni Binner, ni Reutemann, ni siquiera Macri cambiaría demasiado la estructura económica tal como hoy está.

    Ojo con que todo no pase por el relato. El viernes a la noche en la entrevista que Bielsa le hizo a Néstor todo lo que dijo parecía guionado.

  17. Me parece muy honesta la actitud de Rob de repensar su posición y admitir el cambio de postura rápidamente y sin tanto «Gre Gre para decir Gregorio»
    Generalmente nos cuesta asumir los cambios de postura o bien reconocer que por ahí hay visiones mejores o más acertadas que las nuestras.
    Un brazo Rob

    1. Gerardo,
      Que se yo, a veces parece que en política no se puede dudar. Supongo que la palabra militante deriva de militar (corregime si no es así) y militar implica subordinación. Más allá de mi duda, lo que me fascina es esto de ir construyendo un espacio de pensamiento nacional y popular. Y creo que lo que estamos haciendo acá es justamente eso.

      Abrazo, Rob.

  18. Acabo de venis de la calle principal, de repartir el voto de Giustiniani. Debo aclarar que Venado Tuerto es la patria de Spinozzi que es el segundo del Lole. Con la escaramuza del otro día contra el Chivo, Luego de que en el 2007 ganara Creistina y que el lolismo estuvo muy fuerte acá, es interesante lo que vi en la calle.
    En el 2007 también estuve en la calle cuando ganó Binner, Yo iba como candidato suplente de senador por este departamento del sur y nos ganó Spinozzi por 5000 votos pese a que ganó binner el departamento. Todo esto para decir que mas o menos le conozco el pulso a la calle, ahora va.
    Me sorprendió la receptibilidad del voto de Giustiniani especialmente en tres sectores, mujeres en general, Cardoneros en general, los agrarios los hacía con el Lole y mucha pendejada, votantes nuevos.
    El morochaje no rechazaba el voto tampoco, claro que todos se pegan a biner en los volantes.
    Me sorprendió gratamente, creía que Lole le sacaba la alta gama a Binner pero eso no está ocurriendo, lo que me da la pauta de otra cosa, los votos del Lole deberán ser laburados por presidentes comunales e intendentes como el nuestro que no creo que pongan mucho capital en juego, porlo que la franja a disputar es la que votó por Cristina menos los agrarios.
    Ante este panorama si el Chivo es vivo puede conservar todavía el capital de Cristina.
    En esta provincia hay demasiados ojitos azules y peronistas rubios

  19. Bueno, al respecto pienso que:

    1 – Hay que poner los huevos en los lineamientos planteados.

    2 – Que no se debe entregar el manejo de dichos huevos aunque no sumen más que un 10%.

    4 – Que un 10% alcanza y sobra para romper otros huevos ya sean huevos santos o mudos, o en todo caso poner los huevos sobre la mesa cuando sea necesario.

    5 – Que si llegamos a un 10% se van a morder los codos porque sueñan con “la desaparición absoluta”. Mientras yo sueño con llegar a un 20%.

    6 – Que si en el total de la canasta, pongámosle … un 30%, es un 30% propio y que banca, de eso no hay dudas, no creo que exista otra canasta que pueda aseverar semejante cosa.

    7 – Que no arruguemos, el ejecutivo existe, sino ¿de qué hablamos eh?.

    8 – Que aunque no se note hay mucha bronca con los socialistas y se tiene que notar.

    9 – Que por suerte la única pitonisa auto-autorizada está en la oposición.

    por último:

    10 – Que no le pongo un voto al muñecote ese ni tomándome toda la Llave que se toma Rob.

    Saludos

      1. para nada mal

        ¿o te pensás que pienso linealmente como escribo?

        No sabés el esfuerzo que hago para accionar con las dudas a cuesta!!!

        Las dudas siempre me acompañan y hoy no me hablan precisamente de un corte de boleta en ese sentido.

        saludos muchos

        PD: que feo eso de dejar para la profesión la estructura rígida porque está fuera de algunos aspectos de la vida !!!

  20. Afirma Patricia de manera tajante: «La verdad es que lo de Perón, leído hoy, es completamente fascista. Tendemos a olvidar un elemento que atraviesa la historia del peronismo: el nacionalismo, ingrediente esencial (y profundamente reaccionario, tal como lo veo) del peronismo. Perón llegó a hablar de la “nación en armas”.»

    Dr. Ezequiel Meler, preséntese en el mostrador…

      1. Patricia:

        Nunca hubiera pensado que Colmar von Der Goltz con su Das Volk in Waffen era fascista. Lo bueno de todo esto es que gracias a tu gorilismo ya no tengo que mojarle la oreja a los peronistas para que ellos salten, !vos los denigrás convencida!. Sos una fiel representante del antiperonismo residual, muchas gracias por ponerle pimienta a AP.

      2. Sigue sin responder sobre la cita del «socialismo nacional cristiano», Emilio.

        Me responde sobre la «nación en armas» y me deja atónita. O no sabe de lo que habla o es usted un ingenuo. La idea la formuló, en efecto, un militar prusiano reaccionario como Von der Goltz, teórico de la guerra total. Que creía que las limitadas leyes sociales de Bismarck servían para… tener mejores soldados. Von der Goltz era una aristócrata que sirvió como mariscal del kaiser, un furioso antidemócrata, antisocialista y belicista, que fue gobernador militar de Bélgica en la Primera Guerra Mundial, con tantos fusilamientos como quiera de civiles inocentes sobre sus espaldas. Fue uno de los pensadores militares que sirvieron de inspiración al fascismo alemán posterior y la idea de «guerra total» de Hitler, y uno de los primeros que defendió la necesidad de asesinar la población civil inocente como castigo ejemplar en zonas ocupadas, algo que puso coherentemente en práctica.

        Hitler lo citaba en sus discursos durante la Segunda Guerra Mundial para justificar sus propias atrocidades en los territorios ocupados, por Dios, apelando a las órdenes que Goltz había dado en la Primera para matar a civiles belgas inocentes. Y era lo que leían los golpistas y simpatizantes nazis del GOU, no sólo Perón.

        ¿Usted todavía no entendió lo que fueron y siguen siendo muchos militares?

      3. Martín L., me limito a aclarar quien era Goltz, que formó parte de las lecturas que influyeron a Perón, como destacaba Emilio, que, por lo que parece, estaba muy convencido de que Goltz tenía algún tipo de mérito que desconozco. Lo único que dije arriba es que esta cita (pero podrían ponerse muchas otras) me parece completamente fascista. El contexto, además, era el derrocamiento de Illía y la alianza militar-sindical que precedió el golpe.(Lo que fue recompensado por Onganía, por cierto, dando las obras sociales a los sindicatos, ¿lo sabía?)

        En cuanto a Perón en sentido estricto, puedo aportarle muchas más citas además de las de arriba que recogen un pensamiento influido por el fascismo; otras influidas por ideas de circulos católicos; otras por lugares comunes del anticomunismo y el antimarxismo de la época. Perón, sin ningún complejo, asumía que su experiencia como agregado militar en Italia y Mussolini tuvieron un papel decisivo en sus ideas. Cito:

        «elegí cumplir mi misión en Italia porque allí se estaba produciendo un ensayo de un nuevo socialismo de carácter nacional. Hasta entonces, el socialismo había sido marxista, internacional, dogmático. En Italia, en cambio, el socialismo era sui generis italiano: el fascismo».

        Leálo a él en lugar de leer a sus hagiografos e intente rastrear las fuentes de su pensamiento. La pregunta es que piensa usted de la cita que mencioné más arriba sobre el «socialismo nacional cristiano», bastantes años más tarde. Puede ponerla en relación con ésta, si quiere. ¿Está de acuerdo?

        Si tiene otra línea de interpretación que la´mía y puede sostener que ésta u otras citas implican una concepción democrática, adelante. Pero me parece difícil sostener que Perón y, por extensión, el peronismo mantenían algun engarce con cualquier variante del pensamiento democrático, fuera más democrático-liberal o más democrático-socialista. Sólo hay que leer La comunidad organizada, por ejemplo. Sencillamente, el pensamiento democrático, en la dirección que sea, estuvo fuera del cuerpo de ideas que alimentaron al propio Perón y el peronismo hasta los 70.

      4. Patricia, además de Germani y Halperín, ¿qué más llegó a leer? ¿Buchrucker? ¿Torre? ¿Algo de Rapoport?

        El contexto, eso tan importante, está un poco distorsionado en su mirada.

        Von der Goltz, efectivamente, era un militar prusiano, fuertemente nacionalista, autor de la doctrina militar conocida como Nación en Armas. Pero esa doctrina no podía ser fascista en 1883, y ciertamanente no lo era en la Argentina de 1943 (El libro La comunidad organizada se basa en un discurso del 49, pero la concepción data de los años de la guerra).

        La pregunta que los militares argentinos, formados todos en la escuela prusiana (Rouquié), se hacían en 1942 – 43 era simple, a saber: cómo garantizar la integridad territorial sin armamentos. El país estaba bloqueado por los EEUU, ya con anterioridad al golpe militar (en efecto, a partir de la Conferencia de Río en el 42, en Washington creyeron que el fascista era Castillo y que el golpe del 43 era pro – radical, error que enmendaron con el ascenso de Ramírez… mire lo despistados que andaban sus predecesores).

        La solución, preconizada por el GOU, implicaba dos líneas de acción, no excluyentes:

        a) Desarrollo de una industria bajo control nacional (no necesariamente estatal) que permita abastecer al país con los materiales estratégicos indispensables para su defensa. En ese sentido, si Perón era fascista por pensar lo que pensaba, lo mismo cabe para tipos como Savio, y podríamos remontar fácilmente el fascismo vernáculo hasta Mosconi. Sospecho que no sostendrá semejante despropósito.

        b) Desarrollo de una política social que permita maximizar el factor humano, integrando a los obreros, alejándolos de tendencias consideradas «disolventes», pero también integrándolos en la comunidad nacional. Un obrero explotado nunca será un buen soldado, decía Perón.

        Cabe agregar que esta inspiración surge de otra experiencia de Perón, que usted no cita, muy convenientemente: la de recorrer el interior del país y ver cómo el setenta por ciento de los hombres en condiciones formales de cumplir el servicio militar quedaban exceptuados por raquitismo o enfermedades crónicas curables.

        (Y todavía hay otra experiencia decisiva para entender a Perón, que es la experiencia de la guerra civil española, algo que le reconoce incluso un autor adverso como Waldmann, pero de nuevo, no aparece en su referencia.)

        Podríamos debatir citas de autoridad varias tardes, y poco uso tendría, pero vale aclarar, para el desprevenido, que de ninguna manera se desprende de la cita de que hace una conclusión como ésta:

        «Pero me parece difícil sostener que Perón y, por extensión, el peronismo mantenían algun engarce con cualquier variante del pensamiento democrático, fuera más democrático-liberal o más democrático-socialista. Sólo hay que leer La comunidad organizada, por ejemplo. Sencillamente, el pensamiento democrático, en la dirección que sea, estuvo fuera del cuerpo de ideas que alimentaron al propio Perón y el peronismo hasta los 70.»

        No sé cómo definirá usted al pensamiento democrático, pero claramente, para autores como Buchrucker, el componente decisivo del nacionalismo que acompaña a Perón es el elemento «popular»: ese principio que sostiene que los intereses de la nación no son otros que los intereses de las mayorías, tal cual lo había formulado el radicalismo forjista.

        Pero esto usted lo sabe bien. Nadie se puede haber quedado tan rezagado en un debate. De modo que no perdamos el tiempo: lo que dice es un liso y llano disparate, completamente insostenible desde la bibliografía académica surgida a partir de los años ochenta. Sólo puede sostenerlo recurriendo a los materiales de la Libertadora, a Germani o al primer Halperín Donghi. Gente muy democrática, que escribía sin problemas mientras los trabajadores eran fusilados en los basurales, o asesinados por las bestias del CONINTES.

        Los nacionalismos populares pueden haber tenido roces con la tradición liberal, de la que se diferenciaron en muchos aspectos. Pero nunca dejaron de ser deudores de la matriz original, democrática, que los hizo posibles.

    1. Alguna vez le dije que usted era «medio gorila» Emilio, pero debo retirar lo dicho en vistas de que usted se ha peleado con lagos y su interpretación del naziperonismo y ahora con esta fernandoiglesista.

      1. Julián, cuando no hay argumentos, lo que queda es la descalifícación personal y la cobardía de ni siquiera dirigirse en primera persona a quien alude. Tengo un nombre. No sé qué es una «fernandoiglesista», desconozco el término.

        ¿Dónde lee que yo usara el sustantivo «naziperonismo»? Emilio habló de Goltz. Le expliqué quien es Goltz. No es precisamente una persona a la que apelar positivamente entre las diversas influencias que tuvo Perón. ¿No había simpatizantes nazis en el GOU?

        No creo que en la dialéctica peronismo/antiperonismo por la sencilla razón de que no creo que encuentre usted la manera de definir que es hoy exactamente el peronismo. Lo mismo sucedería posiblemente con el radicalismo. Inténtelo.

        No se puede seguir pensando la política argentina con categorías de hace 60 años como si estuviéramos en una noria. Es una opinión.

        Y sí, tengo aversión al militarismo, ¿usted no?

      2. Julián, es que Lagos y Patricia me superan, para igualarlos tengo que tripliclar el contenido gorila de mis provocaciones a los peronistas.

        Patricia, su rechazo a von der Goltz es una posición legítima, puede o no compartirse. Pero no confunda al pensamiento del milicote prusiano (y a su influencia en Perón) con el fascismo ni con el nazismo, a eso yo me refería.

        Sr. Meler, Sra. Row, Sr. Manolo, Sr. Udi, ¿van dejar que Patricia se salga con la suya?.

    2. Ni loco, Emilio.

      Por empezar, para hablar de fascismo hay que ser preciso, y no se puede ser preciso si se atribuye esa categoría a un servidor del Imperio Alemán. La formación germana de Perón, la concepcion de «Nación en Armas», es largamente anterior al pensamiento y a la práctica del fascismo. Con lo cual, ya tenemos una categoría deshistorizada, porque no es lo mismo un conservador que un reaccionario, ni un reaccionario que un fascista.

      Pero eso, usted y yo lo sabemos bien. Dejemos perdidas a las patrullas perdidas del ACS.

      Un abrazo,

      Ezequiel

      PD: El movimiento sabrá reconocer, en su historia, los servicios que usted le ha prestado. :P

      1. Bue, ahí abajo les dí una ayudita. Je, no era mi intención realmente hacer quedar bien al kirchnerismo, pero ante goriladas como esas me parece que así quedó el mensaje.

      2. No respondí el último comentario de Emilio porque me pareció que no valía perder más el tiempo sobre Goltz y no vi que nadie dijera nada sobre el origen del asunto, que era Illía, la alianza militar-sindical que facilitó el golpe de Onganía y la bendición de Perón del golpe de Onganía.

        Pero ya que usted insiste… ¿Dónde dije que Goltz era fascista? ¿Puede indicármelo? Bastante difícil que dijera esa teniendo en cuenta que murió en 1916. Dije que inspiró al fascismo alemán posterior. Me parece que fui muy precisa. No deshistoricé: al contrario, historicé. Es usted el que parece hablar de categorías como si fueran compartimientos estancos, no existiera tiempo histórico y, por lo tanto, tampoco transmisión y recepción de ideas.

        La influencia del pensamiento de Goltz, como la de otros, es uno de los tantos ingredientes que está en los orígenes ideológicos del fascismo en Alemania, en el que influyeron un conjunto de corrientes que provienen del último tercio del siglo XIX y principios del siglo XX. Uno de los sustratos del fascismo alemán fue el pensamiento nacionalista y militarista, del que Goltz fue uno de los principales exponentes. Goltz fue, además, uno de los cerebros detrás de la organización de la paramilitar Liga de la Joven Alemania, uno de los semilleros nacionalistas del que salieron cuadros de la primera hornada nazi unos pocos años después. También estuvo implicado en la preparación de la primera «limpieza étnica» moderna: el genocidio armenio. La idea de «guerra total» de Goltz la aplicó Hitler.

        A ver si es más fácil ver la conexión del siguiente modo: es evidente que el principal texto de Goltz, que es uno de esos ingredientes en la conformación del pensamiento fascista posterior, influyó también en Perón, tanto como en Perón influyeron también las ideas del fascismo que le era contemporáneo, como él mismo describio.

        Es fácil establecer la conexión entre la teoría militarista de un prusiano reaccionario y el fascismo alemán posterior, así como la conexión entre Perón, la misma teoría militarista del mismo prusiano reaccionario y el mismo fascismo que le era contemporáneo.

        Todo forma parte del zeitgeist, le diría un alemán, del espíritu de la época, el periodo entre las dos guerras mundiales. Son ideas, precisamente, contrarias a las corrientes tanto demócrático-liberales como de la izquierda democrática y socialista: proceden de la derecha más reaccionaria (nacionalista y militarista) o el fascismo.

        No es la única conexión de Perón con otros ingredientes que están en los origenes ideológicos del fascismo. Por ejemplo, el estado órganico, una idea desarrollada sucesivamente desde mediados del siglo XIX por Friedrich List, Friederich Ratzel y Karl Ritter, que sirvio también de base a la concepción del estado del nazismo.

        Perón también fue influido por otros teóricos militares. Clausewitz, por ejemplo. Ahí la conexión con el fascismo no existe. Pero sí en el caso de Goltz.

        (Por cierto, la idea de «nación en armas» es muy anterior a Goltz y tiene un origen nada conservador, pero no con el sesgo totalmente distinto que le dio Goltz).

        Y, al margen, las continuidades y discontinuidades que pueden establecerse a lo largo del tiempo entre conjuntos que agrupamos de manera distinta, también pueden establecerse dentro del mismo conjunto. Burke era un conservador. Bismarck era un conservador. Es evidente que el pensamiento de Burke y el de Bismarck son muy disímiles, además de estar separados en el tiempo histórico y por contextos distintos. Entre otras cosas, porque no hay ninguna filiación clara sobre lo que sería el pensamiento «conservador». La única filiación de los «conservadores» durante largo tiempo fue sostener la pervivencia de las estructuras del privilegio aristocrático. No tiene un corpus textual como el que es posible reconocer en el liberalismo clásico, en el liberalismo social o las diferentes versiones del socialismo, de los útopicos hasta Marx y después, versiones en las que no entra, por cierto, el «socialismo nacional» de Perón, cuyo origenes son distintos.)

        Linda película, la patrulla perdida.

      3. El problema, Patricia, es que las ideas no caminan por la calle. La concepción textualista que supone que las Ideas son sujetos que hacen las cosas, portando siempre el mismo significado, omite lo esencial: las resignificaciones, los contextos linguísticos, la intención de los enunciantes, etc. En pocas palabras, Lovejoy o Pocock. Usted sigue en The great chain of being.

        La transmisión y recepción de ideas tiene que tener un contexto de enunciación preciso. Y no es lo mismo que este contexto sea el de la Alemania de entreguerras que el de la Argentina de los mismos años. Median condiciones históricas distintas (no hay guerra perdida, no hay una real amenaza revolucionaria -aunque exista una «mentalidad defensiva», como señala Nolte y retoma Buchrucker).

        Usted me cuenta la historia de Alemania, pero por fácil que le parezca, no hay mediación discursiva que permita presuponer que Perón estaba en condiciones de reproducir una doctrina fascista -algo que, además, no hizo: no hubo fascismo argentino, en sentido estricto, pero los casos que se le asemejan más (UNA – Patria, de Fresco, y por supuesto los genocidas de los setenta), no tienen nada que ver con la corriente principal del peronismo.

        Coloque las ideas en un contexto nacional, no me cuente la historia de Alemania, que bien conozco. Muéstreme dónde Perón ejercitó una doctrina fascista, ya que para usted la tenía, y podemos conversar. El peronismo, en el contexto de la política nacional, fue un movimiento de neto corte democratizante, sin por ello negar que otras corrientes abrevaban en su seno. Pero esas corriente, que respondían a desarrollos de los años veinte, treinta y cuarenta, jamás hegemonizaron al movimiento.

        Ah! Y sobre idealizaciones y hagiografías, hay una terribñe ingenuidad en frases como ésta:

        «Una sociedad democrática implica pluralismo, algo implícito en la misma idea de “representación”, puesto que la “representación” partidaria es de “partes” y no de “toda” la “población”. […] Todas las aproximaciones a la democracia incoporan la idea de que la población debería componerse de ciudadanos libres e iguales, que pueden tener opiniones distintas y agruparse en distintos “partidos”. Lo que pasa por el reconocimiento del otro.»

        El día que veamos eso, conversamos. Fuera de los textos de teoría política, no tiene asidero. La realidad y la historia son eminentemente más complejas que una doctrina homogénea y cristalina.
        Mis saludos a la patrulla.

  21. mama mía con la Patri.

    ¿cómo es posible que un demócrata de «tamaña talla» haya aceptado participar de ese acto eleccionario con el peronismo proscripto?

    Si, las respuestas posibles las conocemos, «el mal menor», «algo es algo», entonces de alguna manera la lectura del recorrido no la resiste naidies o muy pocos, y los que quizás pueden resistirla no son considerados protagonistas fashion de esa compleja estructura del poder, o sea los marginados de «la historia del poder» (parece).

    Sí, Illia le levantó la proscripción al peronismo y ahí lo golpearon.

    Qué sencillo nos resulta confundir poder con autoritarismo o autoridad con autoritario, militante con militar, decisión con sometimiento, convencimiento con manipulación, leyes con derechos, etc.

    Ah, y partido con movimiento.

    Ah, y estructura con rigidez.

    Me surge otra pregunta parafraseando al gran pensador Lucas Carrasco:

    ¿dónde mierda habita el autoritarismo?

    Saludos

  22. Coincido con RR (Rob Rufino)aunque sus iniciales recuerden a la impronta de la modificación genética que desembocó en nuestra «sojización» del campo y la política. No coincido en lo futbolístico, soy leproso pero para esta batalla esto no interesa, es una contradicción secundaria. Es probable que un voto que busque garantizar la subsistencia del «piso» alcanzado por la gestión de Kirchner y Fernández – piso que en lo personal me resulta insuficiente pero al que no renunciaría sino sólo para ir por más – necesite en esta coyuntura electoral frenar la carrera presidencialista de los candidatos de la derecha: en Santa Fe claramente Poncio Piloto Reutemann y entonces Rossi-Giustiniani sería buena opción. Así como no hay PJ único, tampoco hay PSP único. Se trata de campos en disputa, con corrientes principales y secundarias, espacios con fronteras móviles y transpartidarias. Es un problema tener que optar y no tener la posibilidad de elegir. Y es un problema que tiene que ver con el modo de involucramiento de la sociedad (es decir también nosotros). Y sabemos con sobrada experiencia que los regímenes de fuerza (no interesa para ésto si son dictadura o democracia formal), pueden instalarse o imponerse por la fuerza pero para mantenerse necesitan de consenso social. Y tanto la dictadura como los noventa tuvieron consenso social. La pregunta es si seremos capaces de construir consensos activos para defender y profundizar lo alcanzado o si nuevamente reduciremos nuestra participación política al acatamiento del artículo 22 de la Constitución, dejando a nuestros representantes representarnos hasta la nueva emisión del voto. La onda de las heterogéneas y alentadoras experiencias de los nuevos gobiernos populares en nuestra América Latina, nos permite pensar que hay otro mundo posible, pero no se compra en el supermercado, hay que construirlo, sostenerlo y profundizarlo en la diaria, en la urdimbre de relaciones sociales y recién en un escalón superior tendríamos la posibilidad de dejar de optar y poder elegir. Por ahora …… es lo que hay.

  23. para aportar dos pequeñas cositas:
    a esta altura de nuestra vida y de nuestra historia optar por el mal menor (o lo que creemos commo tal)me suena a imposibilidad propia y a intentar quedar en paz con nuestras conciencias
    no es igual Binner que Reutemann aunque creo que ambos disputan el mismo electorado y quienes apostamos a un pais diferente en serio no debemos caer en la politica del mal menor, hagamos autocritica de nuestras practicas, de nuestras deficiencias a la hora construir alternativas politicas serias y apostemos a lo que mas nos representa: por historiay por presente voto a Rossi-Leone
    otra cosa: va a sonar chicanero, pero Patricia: hace el favor de cambiar de canal!! mira un poco mas Encuentro y no tanto History Channel!!!

    1. Chuby, leer no hace daño, además de ver la televisión y con independencia de que vote a Rossi-Leoni.

      Le recomiendo Tulio Halperin Dhongi, por ejemplo. Para conocer otro punto de vista sobre el peronismo.

      1. Ya los leí, Ezequiel, no se preocupe. Y bastantes más que supongo que incluye en su etcétera. Algunos también los leyo usted, por lo que veo en su blog. Gino Germani, por ejemplo, el padre de la sociología argentina, socialista. También leí las fuentes. Nunca hay que olvidar las fuentes textuales de la época, muchas recogidas en la literatura y otras recopiladas. Puede discutirse sobre interpretaciones, pero las fuentes siempre están ahí. El fascismo supura en las palabras de Perón muchas veces, lo lamento, no soy Perón. El problema es si se conoce bien a Perón y el peronismo, pero se conoce menos bien el fascismo italiano o alemán, el franquismo y otras variantes nacional-totalitarias o incluso más débiles, nacional-autoritarias, así como sus orígenes históricos. Entonces es más díficil verlo.

        Tampoco me ciegan mis opiniones sobre el presente para confundir presente e historia, y lanzar afirmaciones sobre el «déficit democrático» de Illía sin saber mucho que ocurrió con el golpe de Onganía, que fue el origen de este excurso final sobre Goltz que no inicié yo (mire más arriba, en mi respuesta inicial a MEC).

        No sé si usted suscribe la teoría de que los documentales de mitología peronista del canal Encuentro son mejores que los de History Channel sobre otras cosas cuando ninguna de las dos cosas resiste el más mínimo análisis ni por un lado ni el otro. (A diferencia de los excelentes documentales subtitulados sobre pensadores franceses que presenta el mismo Canal Encuentro, a los que sólo les sobra los cinco minutos finales añadidos, en los que sale Forster haciendo de exégeta con un cafecito delante). Pero, en todo caso, acabo de leer esta nota de Jorge Sigal en Crítica:

        http://criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=24884

        Lo digo porque tiene conexión. Hacer lo mismo por enésima vez es un poco raro, como explica Sigal.

        Linda película, la patrulla perdida, insisto.

      2. Patricia es encomiable el esfuerzo que hace por demostrar el carácter nazifascista del peronismo, del histórico y del que está ahora en el gobierno. Sospecho que con tal discurso es posible suavizar las palabras de Carrió, a su llamado a la resistencia contra este régimen nazi…

        El problema es que ese argumento ya no prende, excepto en gente como Chiqui Legrand, y para convercela no necesita apelar a ninguna bibliografía, ya la tiene de su lado. Lamentablemente, creo que para muchos, usted queda como una gorila recalcitrante, y flaco favor le hace al alianza cívica sojera.

      3. Sospecha mal, Emilio. Es una vieja discusión: Perón y el fascismo. (Más tarde le responderé a Ezequiel, acabo de leer sus nuevos comentarios, ahora no tengo tiempo).

        No hay nada peor que no leer a los demás y atribuirles cosas que no dicen. El asunto venía de un comentario sobre Illía y su «déficit democrático», ¿recuerda? Y el golpe de Onganía. Perón murió en 1974. No puede ser que más de treinta años después salten como leche hervida por hablar de la historia del peronismo.

        Todavía no dijo nada sobre las citas. ¿Se identifica con ellas?

        Ser gorila recalcitrante es algo que sólo puede pensar quien ve el mundo divido en dos colores, peronista y antiperonista. Lo que no tiene mucho sentido a estas alturas: Perón está muerto y era la única voz autorizada, finalmente, sobre el peronismo. Los únicos gorilas que vi en mi vida estaban en un zoológico.

        No se si sabe quien es Jorge Sigal, el de la nota de Crítica.

        (Nacido en San Juan en el año 1953, proviene de una familia comunista y a los 17 años viajó a Moscú para estudiar marxismo-leninismo en un instituto dependiente del Comité Central de la Unión de Juventudes Comunistas de la URSS (Komsomol). En 1984, cuando era miembro del Comité Ejecutivo de organización juvenil del PC en Argentina, renunció a su afiliación partidaria e incursionó, ya con treinta años, en el periodismo. Fue colaborador del matutino La Razón y del semanario El Periodista de Buenos Aires; director del mensuario de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos; secretario de redacción de la revista Gente y editor de los diarios Página 12 y Perfil. Desde 1999 y hasta su cierre, en enero de 2003, dirigió la revista 3 Puntos.)

    1. Casi tanto como los sojeros añorando un gobierno del amigo del jefe de comandos civiles Perette. Je, pensar que autores marxistas como los que nombra el señor montonero Meler tengan intereses orgánicos en «borrarle el pasado fascista a Perón», es por lo menos de alguien que no los leyó ni sabe lo que dicen y que le dice facho a Perón por alguna de esas frases sobre alambre de enfardar. Por lo demás, acá nadie niega a la caterva de fascistas que anidaron en el peronismo a lo largo de su historia, al igual que en muchas otras fuerzas políticas, con el agravante de que el peronismo es un movimiento nacionalista burgués y al haber participación de la clase obrera en ella, que haya habido sectores cuasi-fascistas ponía en peligro a los trabajadores en forma directa, cosa que no pasaba tan mecánicamente con los radicales, los milicos, los conservadores, etc.

      Pero de la misma forma que salvo algún que otro interesado o desinformado nadie puede negar a tipos como Ottalagano, seguir sosteniendo la idea de que Perón era un nazi-fascista a 63 años de su coronación y sostener esa idea para sostener a los megadevaluacionistas, fondomonetaristas, flexibilizadores laborales, furgones de cola de los patrones de industria y de estancia, cara progre de los que buscan asesinar niños, encubridores del gatillo fácil y amigos del duhaldismo y del macrismo que son los miembros de esa CC-UCR que se fue del gobierno matando 34 personas es por lo menos hilarante.

      1. Julián, los montoneros salieron en su mayoria de círculos nacional-católicos. Leyeron muy poco a Marx. Más bien se entusiamaron por el Che, Fidel Castro o Mao. Pasaron más de tres décadas. Llame a Firmenich a Barcelona y que le cuente la historia, a ver si abre los ojos.

        O se lo puede contar Pablo Unanumuno, que está con Lilita Carrió, en la CC. De todo hay en el ancho mundo, y hasta hay ex-montos en la CC, fíjese usted. Le explicara cuantos ex-montos fueron menemistas y duhaldistas. Bonasso no es el único ex-monto que hay en este país.

        Todo su aparente provocación sobre el «montonero Meler» es la nada. Grondona al revés, parodia setentista.

        Le dejo una nota de Pablo Unamuno.

        Montoneros versión K
        por Pablo Unamuno

        Es un lugar común de nuestro debate político atribuirle a este gobierno una decisiva y hegemónica influencia montonera. La política de derechos humanos, el tono setentista demodé, la dialéctica amigo-enemigo y el cultivo de cierta estética ramplona de lo «nacional y popular» contribuyen a fomentar la creencia de que los montoneros tomaron el poder.

        El malentendido

        Sin embargo, detrás de las apariencias e imposturas el exceso de retórica esconde, por lo menos, una verdad a medias, cuando no una mentira lisa y llana.

        Para aportar a la confusión general, tanto los voceros del gobierno como sectores de la oposición y hasta formadores de opinión pública se intercambian etiquetas y atributos que unos asumen con orgullo arrogante, mientras otros los arrojan como insultos descalificadores.

        El uso faccioso de la historia montonera, una vez más, pone en evidencia la imposibilidad crónica de las elites dirigentes para procesar el pasado.

        Las lecciones gramscianas del profesor Grondona, las declaraciones del ex presidente Menem y las acusaciones de neomontonerismo parecen darle la razón a aquellos que desde el poder ejercitan un revival juvenilista autocelebratorio. Ambos retroalimentan el equívoco ofreciendo un simulacro anacrónico. Pero unos y otros omiten deliberadamente una parte sustancial de los hechos, solapando la verdad histórica.

        La operación retórica

        La construcción democrática presupone el sustrato de un pasado común donde la memoria se constituye en amalgama de mínimos consensos compartidos, erigiéndose en la gran dispensadora de recuerdos y olvidos que permitan renovar el contrato social básico. Olvidar es, también, una de las formas de la memoria.

        Pero los dirigentes argentinos prefieren transitar entre dos patologías de la memoria: la memoria ultra selectiva y la memoria total.

        La primera nos remite a un film basado en un estudio del escritor psiquiatra Oliver Sacks llamada «Memento» (del latín, acuérdate) en la cual un individuo se hunde en el infierno y la confusión víctima de la pérdida de la memoria inmediata: recuerda todo menos lo que le acaba de pasar, conoce todo menos la última parte.

        La segunda es la de Funes el memorioso que por recordarlo todo, sólo reconoce detalles. Porque, siguiendo a Borges, pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer.

        Cuando se afirma que este gobierno es neomontonero se oculta un dato esencial y es el que los montoneros orgánicos, es decir, su conducción histórica y última formación política apoyó y contribuyó a la candidatura de Carlos Menem y sus políticas de pacificación y reconciliación nacional, acompañando las dos tandas de indultos.

        Hubo más montoneros con Menem que con Kirchner. Por lo tanto, la actual exhumación del pasado poco tiene de nuevo y más se parece a un ejercicio de arqueología paleomontonera.

        Se intenta reivindicar un momento de la historia ligada a las movilizaciones masivas de la J.P, a las formaciones especiales, al camporismo y la Tendencia revolucionaria, pero se soslaya el pase a la clandestinidad, la resistencia armada frente a la dictadura, la contraofensiva, la estrategia de legalización durante la transición democrática, la conformación de la mesa Menem Presidente y la integración en masa de casi todos sus cuadros al nuevo gobierno.

        Como protagonista de la última etapa de la experiencia montonera, tuve el privilegio de ser testigo y actor de las reiteradas y públicas autocríticas y pedidos de perdón que contribuyesen a recuperar la memoria en el camino de la reconciliación y pacificación nacional con la íntima y profunda convicción de que, quizás, sea éste el único aporte que la sociedad aceptaría para cerrar un pasado de luchas fratricidas y sangrientas.

        Para no abundar en referencias, me remito a diarios de la época y al documentado libro de Viviana Gorbato, «Montoneros: soldados de Menem. ¿Soldados de Duhalde?» donde se detalla exhaustivamente la participación montonera en la administración Menem.

        Como se ve, en los discursos actuales se recorta la última parte de la película y sólo queda la versión light y políticamente correcta. Lectura interesadamente sesgada e incompleta.

        Asistimos a una clásica operación retórica: la sinécdoque de explicar la parte por el todo y el todo por las partes, patología de la memoria que no explica por qué son más peronistas los años setenta que los noventa ni por qué es más montonero Bonasso que Firmenich.

        La metáfora teatral

        Cierto pensador alemán solía enseñarnos que la historia se daba dos veces, la primera como tragedia y la segunda como comedia o farsa. Sin duda la tragedia argentina sigue acechándonos, pero los pasos de comedia se repiten sin cesar. Si se abusa del folclore pop, si se disuelven los partidos en una gaseosa transversalidad, si se legisla bajo presión y con oportunismo, si se socavan las instituciones con asambleísmos, puebladas y demagogia, la representación política deviene en representación teatral, donde ya no hay ciudadanos sino espectadores.

        Cuando la política renuncia a la acción y a la realidad, la actuación se transforma en la continuación de la retórica por otros medios; la impostura domina el guión y el escenario.

        Las sobreactuaciones y puestas en escena acerca del pasado lo único que hacen es escamotearlo, otorgándole a la parodia setentista, una versión kitsch de los montoneros.

  24. Dice Patricia: «No respondí el último comentario de Emilio porque me pareció que no valía perder más el tiempo sobre Goltz y no vi que nadie dijera nada sobre el origen del asunto, que era Illía, la alianza militar-sindical que facilitó el golpe de Onganía y la bendición de Perón del golpe de Onganía.»

    Patricia, no estoy aquí para satifacer sus ¿necesidades?, y si el problema se tratara de una supuesta no respuesta, usted no dijo nada de Illia golpista de 1955, justificó de manera velada la legislación represiva de su gobierno y el haberle cerrado el regreso a Perón. Así que, aunque yo estuviera de acuerdo con usted sobre el 66, no me atrae el diálogo con una «demócrata» que en su evidente gorilismo atrasa cuarenta años. No obstante, podría dejar a un lado ese problema, si no fuera por que su amada Carrió mantiene desde hace dos años una clara posición golpista, ¿usted también?, sería interesante conocer su opinión. Quizás tanto aspaviento con el 66 oculta intenciones golpistas de hoy en día.

    En cuanto a von der Goltz, hay dos respuestas de Meler, sería ocioso agregarle palabras por mi parte. Sólo una cosa, el famoso discurso de 1944 de Perón con reminiscencias de la nación en armas en la cátedra de Defensa Nacional recibió el elogio de la prensa liberal, concretamente La Nación y La Prensa, los buenos Patricia, gente como usted.

    ——————————-

    Ezequiel, que bueno que hayas aparecido por el mostrador. ¿Viste que hay gente que todavía pelea a los peronistas con odio visceral?, lo mío es una nimiedad.

  25. Emilio, ¿por qué iba a hablar del 55? Ya lo explicó usted. ¿Por qué supone que convalido algo? No legitimaría nunca ningún acto de violencia, en ninguna circunstancia. Ni en el presente ni en el pasado. Pero usted parece dispuesto a lo contrario. Me respondió hablando de A cuando le mencioné B, como si intentara justificar lo uno con lo otro. También prejuzga que hablar de la relación entre Perón y el fascismo es un acto de «gorilismo». Ya le respondí más arriba. Las cosas no son en dos colores.

    En cuanto al «golpismo» reciente, los titiriteros de los juegos paralelos de poder, al margen de la democracia y el estado de derecho, siempre estuvieran dentro de las distintas facciones del PJ. Le recuerdo el 2001. Lilita Carrió puede tener muchos defectos, pero no precisamente el de golpista. Es doblemente antigolpista. Contra quienes acariciaban alguna posibilidad así al final del conflicto de la 125 y contra Néstor Kirchner, que gobierna sin que nadie lo haya elegido. El asunto del golpismo, en todo caso, anda entre Duhalde y Kirchner Si usted considera que denunciar a Néstor Kirchner por gobernar de facto es ser golpista, me parece que es ver el mundo exactamente al revés.

    Está usted lleno de preconceptos y proyecta el pasado en el presente, como si el tiempo no existiera y viviéramos en un presente continuo. Yo no me identifico con La Nación; La Prensa ya no existe. No estaba en el 55, tampoco en el 66. ¿Sabe quienes escribían en contra de Illía antes del golpe, en consonancia con la alianza militar-sindical? Dos periodistas muy jóvenes, llamados Grondona y Neustadt.

    La historia de este país me parece un horror desde el punto de vista de la imposibilidad de ponerse de acuerdo en torno a un mínimo de reglas democráticas y sobre los derechos humanos. No creo que un ideal valga una vida humana. Pero nada de todo eso impide reflexionar críticamente sobre la historia, Perón incluido.

    1. Patricia leí tus dos respuestas, te contesto acá. Repasá lo que vos misma anotaste con total rotundidad, desde mi perspectiva tenés cierta hotilidad hacia el peronismo histórico, y a eso en mi barrio le decimos gorilismo. Dicho sea al paso, te respondió Ezequiel, imaginate si estuvieras dialogando con otros que no nombraré.

      Con esas palabras de Perón se identificaban muchos políticos, incluyendo radicales unionistas que también ayudaron a tumbar a Illia, y el propio Frondizi en esos años empezó a volcarse por soluciones autoritarias sino dictatoriales, amén del conocido «se acabó la leche de la clemencia» de Ghioldi frente a los fusilamientos, más todas las expresiones socialistas que dieron su apoyo a la Libertadora. Pues no me parece Perón y los peronistas el único cuco de la política argentina.

      Una cosa, vos subrayaste el rol de los sindicatos. Dejemos a un lado los intereses personales de los Vandor. Poco más de veinte años atrás un golpe de milicotes nacionalistas de derecha (de esos educados en la doctrina de Goltz) había promovido al gobierno más obrerista de la historia argentina. No ha de sorprendernos el apoyo a un golpe de otro pelucón nacionalista católico. Los trabajadores no tenían razones para defender a un gobierno que había faltado a la promesa del lema «si lo vota (a Aramburu) no vuelve (Perón)», y sí tenían guardado en su memoria, aunque el tiempo demostró el error, expectativas favorables con un general como Onganía. Saludos.

      1. Emilio, que millones de personas piensen algo es deseable no demuestra que algo sea deseable. Ni convierte a nada en más legítimo. Millones de alemanes votaron a Hitler y tenían expectativas favorables. Lo de las «masas tiene razón» (o «tienen sus razones, aunque puedan equivocarse») no resiste ningún tipo de aproximación crítica.

        Estamos de acuerdo en que ni Perón ni el peronismo son el único cuco de la política argentina. Menos todos los peronistas. Pero eso no quita ni pone a lo que dije.

      2. Patricia, simplemente describí las razones de los trabajadores en el 66, no los estoy juzgando como hacés vos desde el presente.

        Por otra parte, también había una intelectualidad que encontraba obsoleto al parlamento y quería una modernización aunque fuera autoritaria, de la mano de las teorías de la modernización en boga, las que también dieron cuerpo a los presupuestos del Banco Mundial y del FMI. Hoy los que mejor encarnan a esa modernización son las huestes del Frente Cívico Sojero (con Lilita, Prat Gay, López Murphy, etc). Incluso repiten la mentada lucha contra la corrupción a la par de los informes del Banco Mundial. Así que, pese a mi desprecio por los K, no te compro la sanata honestista, más si viene acompañada con residuos gorilas. Sólo te pido que cuando gobiernen no huyan como asesinos, no maten a treinta personas para darle una tarde más en la presidencia a un tipo como De La Rua. A propósito, ¿por qué no lo incluyeron en una lista?, es el candidato ideal para el Frente con Lilita. Bye bye.

      3. Estoy impresionada, Emilio. ¿Sabe cuáles eran las expectativas de la clase trabajadora en 1966? ¿Cómo lo hizo? Me alegra que reconozca el hecho básico de que, en 1966, amplios sectores de la dirigencia peronista, incluido Perón, estaban a favor de una dictadura. Pero le falta reconocer que los sindicatos pactaron el golpe con Onganía y que, como premio, recibieron las obras sociales.

        Dejé abajo un artículo publicado en Le Monde Diplomatique donde lo explican.

        El resto de lo que dice irrelevante. Nadie hablaba del conflicto de la 125 ni de las elecciones, sino de historia del país e historia del peronismo. Vote lo que quiera, luche contra el Frente Cívico-Sojero, vaya a manifestarse contra Biolcati o préndale fuego a un campo de soja (si hace lo último, vaya con cuidado y no haga daño a nadie). Por mi parte, tampoco voto en capital, de manera que ni siquiera tengo la posibilidad de considerar si votaría a Lilita Carrió.

        Lo que sí le convendría es comprar algunos libros de historia.

        Besito

      4. Muy sencillo Patricia, he entrevistado gracias a los contactos de mi viejo a varios militates sindicales, es decir, traté no imaginar el 66 desde mi universo mental.

        Y sí, tenés razón, los peronistas son así, aman a su líder fascista y a las dictaduras. En cambio ustedes los antiperonistas son grandes demócratas que siguen a fusiladores, un pequeño detalle que no les quita grandeza.

        Seguramente tengo que comprar libros de historia, política, antropología, sociología, etc. Lo que no tengo que hacer, a diferencia de vos, es ir urgente a un servicio de depilación.

        Te dejo combatiendo al naziperonismo con Lilita.

      5. A no ser que usted sea pariente de medio país, es harto difícil que conozca las expectativas de millones de personas. Como mucho, tendrá el testimonio de algunas. Mi familia eran casi todos peronistas. Puede hablarle también de militantes sindicales. Mi abuelo era metalúrgico. No es este el asunto. Lamento que no lo entienda.

        Lea, le hará bien. A lo mejor se reafirma más en sus convicciones, que sé yo… Pero a lo mejor también cambia alguna o duda. No sea tan cabezón (y grosero, lo de la depilación puede decírselo a su abuelita…). Y argumente cuando discute algo, no lo convierta en un asunto personal.

  26. No es por entrometerme en un debate que me es ajeno, pero hoy en una mesa redonda donde participó Artemio Lopez , Van der Koy y Mautone en Rosario, este último dijo que se está comprobando un fuerte voto pro Binner y contra Reutemann, y que además en Rosario la lista de Agustín le gana a la de Germano.Los últimos números de Andrés Mautone dan un triunfo de Giustiniani en la provincia; me pareció por el gesto de Artemio ( ustedes saben que sigo su blog) que no se apenó mucho por lo que escuchaba.

    1. Como va Pini!!!

      Dejo de lado a Artemio porque él juega su partido.

      Como dije más arriba, le temo más a un peronismo privatizador que a un gobierno de Binner.

      Con Binner yo se que me espera un socialdemócrata al estilo Ricardo Lagos y que va a tener, en los sindicatos, una oposición fuerte.

      Con Reutemann y el Colo (incluyo a Giustiniani) no lo se. Puede venir cualquier cosa. Y eso no me gusta.

      Abrazo, Rob.

  27. Le respondo a los dos comentarios de más arriba, Ezequiel, pero empieza mal, con una chicana.

    ¿Y usted? ¿Qué llegó a leer? ¿En cuantas lenguas lee? Se lo expliqué después cuando me retó porque yo había retado a otro que me retaba. Lo mismo que cita usted, al menos.

    Lo curioso es que usted no dice nada sobre las citas. ¿Piensa que salen del aire? Es evidente que la discusión no es la de los años 50-60, entre las tesis simples del peronismo que sostenían que el peronismo era una mera variante del fascismo (que no era exactamente la de Germani, le aclaro, que es más compleja) o una mera variante del bonapartismo (como sostenía incluso el mismo Abelardo Ramos). ¿Pero que tiene que ver eso con el hecho de que exista una clara impronta del fascismo en su origen y en el pensamiento de Perón?

    1. No añade nada a lo que ya dije de Van der Goltz, salvo intentar suavizar su figura. En ningún momento dije que Van der Goltz fuera fascista, repito por segunda vez. Lea más arriba. No entiendo, por lo tanto, que quiere enfatizar.

    (Por si alguien le interesa, pueda consultarse en estos links parcialmente la versión original y una traducción inglesa de El pueblo en armas –mal traducido en su época como La nación en armas-, y formarse un juicio propio. Hay otros textos de Goltz accesibles en alemán e inglés en Google Books para el que le intereses.

    http://books.google.com.ar/books?id=3z0NAQAAIAAJ&pgis=1
    http://books.google.com.ar/books?id=LJHnWd6ulmAC .)

    2. GOU. Los dos puntos que usted menciona sobre el GOU, voluntad de industrialización y mayor control social de la clase obrera, fueron también elementos de la Italia fascista, que en aquel momento tenía un cuadro de desarrollo económico y social que era peor que el argentino. E incluso usted reconoce la huella de Goltz citando al mismo Perón: la razón para no tener obreros explotados era tener buenos soldados. Curioso razonamiento, digno de un militar prusiano. Nada mejor que carne de cañón bien alimentada, soldados más resistentes y más altos. Lo que usted no advierte es que la base de este pensamiento no es distinta a la que llevó a la carnicería de 1914-1918. Y que la idea se formulaba en plena expansión del fascismo y con una marcada posición pro-Eje. ¿La razón por la cual era necesario cuidar a la población era la posibilidad de mandarla a morir en una trinchera? ¿Y había que apartarlos de las tendencias «disolventes»? ¿Las del movimiento obrero socialista o comunista, las «democráticas», como aparece en los mismos documentos del GOU?

    Para entender lo que era ideológicamente el GOU, más allá de su recepción de ideas procedentes de ámbitos diversos, nada mejor que lo que enunciaba el propio GOU. Supongo que leyó el Plan de Acción de las Nuevas Bases para el GOU, de 1943, publicado por Bonifacio del Carril, o la recopilación de documentos del GOU publicada por Robert Potash en 1984. Es indudable que el GOU estaba impregnado de fascismo y mantenía una posición pro-Eje. Si quiere, puede aportarle citas específicas. Ciertamente, no eran los únicos. También participaban de eso sectores de las clases altas y elementos que fueron periféricos o ajenos al peronismo. El GOU fue sólo uno de los círculos que pueden ponerse en relación con el fascismo en Argentina.

    3. Perón y la tradición democrática. En cuanto a su aviso para «incautos» sobre mi afirmación, lo que me sorprende es el empeño en negar lo obvio, lo que el propio Perón afirma, y que es fácilmente reconocible. Para ponerle otro ejemplo: la «tercera ´posición» es también una impronta del fascismo. Son los fascistas europeos los que enunciaban que ni comunismo ni capitalismo, de lo que resultó, en realidad, capitalismo dirigido. Perón asisitió a un curso de política económica en Italia en 1938. ¿Cree usted que la imagen positiva de un modo de organización social y estatal como el de la Italia mussoliniana no tuvo ninguna relevancia? Y la filiación todavía va más atrás: el fascismo italiano la tomó prestada de Pio XI. La evolución posterior de la «tercera posición» es interesante. Porque, en efecto, una idea de este tipo se integró luego fácilmente con otras ideas de origen muy distinto a partir de los 50 y los 60, procedentes de los procesos de descolonización del Tercer Mundo, que no tenían obviamente nada que ver con el fascismo. Pero lo curioso es que esas otras ideas tienen también un rasgo común con el fascismo: el absoluto rechazo o menosprecio a las instituciones democráticas y los derechos humanos, vistos en aquel momento como valores «burgueses» o «imperialistas», con la consiguiente apuesta por la vía insurreccional o armada. La «democracia popular», a la que Perón alude en algún momento, no son instituciones democrático-representativas más libertades civiles y derechos humanos. Tampoco tiene que ver con la idea de democratizar el mundo del trabajo a través de la cogestión o la autogestión.

    ¿Cuál fueron las influencias de Perón de cuño democrático-liberal o demócratico-socialista, según usted? ¿Qué es ese «socialismo nacional cristiano», distinto del «socialismo internacionalista», al que apelaba para bendecir el golpe de Onganía en una fecha tan tardía? ¿Cómo lo definiría usted? ¿De qué cree que hablaba Perón? ¿En relación con qué puede ponerse? Lo mire por donde lo mire, es una obviedad que la doctrina peronista estaba tanto fuera la tradición democrático-liberal como de la tradición democrático-socialista. El peronismo originario contenía ingredientes que procedían del fascismo, del nacionalismo y de la doctrina social de la Iglesia. Mezclados y adaptados. La suma de las partes, evidentemente, no es fascismo, es otra cosa. A eso se incorporaron después otros ingredientes por izquierda. Por supuesto, la respuesta clásica siempre fue decir que el pensamiento de Perón era una «doctrina nacional»; esto es, responder desde dentro, desde la adhesión al peronismo en tanto que adhesión a la figura y la «doctrina» de Perón. Pero no era una doctrina ex novo, partía de determinadas construcciones que no eran de Perón.

    4. En cuanto al elemento «popular», me parece que hay que ponerlo en conexión de otro modo, como parte de un movimiento de masas integrado por amplios sectores de los clases subalternas. Pero ahí estamos hablando de otra cosa. Cabe establecer una distinción entre a figura de Perón y su «doctrina», la acción de los cuadros políticos y sindicales del peronismo, y el peronismo entendido como un fenómeno político y social más amplio. Mi percepción es que usted lo mezcla, con lo cual es muy difícil que nos pongamos de acuerdo. No tengo nada que objetar a que el peronismo, entendido como fenómeno social y político más amplio, no es un fascismo, sino un populismo. Con rasgos muy originales, pero también con todas las contradicciones de los populismos. De la misma manera que su implicó amplios beneficios sociales para la clase obrera y la profundización del modelo ISI con un mayor rol del estado (modelo que empieza antes y no es una creación del peronismo), también implicó la intervención de sindicatos y su control político desde el estado, que la extrema derecha nacionalista y católica tomara el control de la universidad, y autoritarismo y represión selectiva a partir de un determinado momento, por ejemplo. El peronismo empieza a tener dificultades, por otra parte, a medida que sus políticas económicas se agotan en los 50. Todo eso forma parte de un debate que no es al que yo apuntaba. Pero si tengo muchísimo que objetar a que la «doctrina» de Perón y su pensamiento no contuvieran ingredientes fascistas y que sean detectables rasgos fascistas en los orígenes del peronismo como movimiento organizado, que se iran transformando y desplazando en el tiempo con la misma consolidación del movimiento, así como la radicalización que se produce a partir de 1954 y con la brutal represión de la Libertadora, que desembocará en comportamientos posteriores que van desde la burocracia sindical y el vandorismo hasta los montoneros.

    La tesis del «nacionalismo popular» que usted plantea es la forjista. Pero Perón no era forjista ni el forjismo fue la componente central del peronismo como movimiento organizado. (Tengo una curiosidad, al margen del peronismo histórico: ¿usted piensa que el actual PJ tiene algo que ver con algún tipo de forjismo?)

    5. Está fuera de lugar mezclar a Germani y Halperin Dhongi con las salvajadas de la Libertadora y del CONINTES en la época de Frondizi. Ambas eran personas carentes de toda influencia política. Germani fue expulsado de la universidad en los 40 y abandonó el país con el golpe de Onganía que Perón bendijo. No deja de ser paradójico. La historia es más compleja que el relato épico de la «resistencia» peronista, tal como lo veo. La dialéctica entre víctimas y verdugos es aplicable a las personas que sufrieron la represión, pero los comportamientos políticos y sociales de la dirigencia peronista no son precisamente admirables, como los de otras dirigencias. Ni digamos de los salidos de los cuarteles y las clases altas, que apostaron por la destrucción de cuánto se opuso a sus intereses. Las salvajadas de los 70, empezando por la Triple A, alimentada por la burocracia sindical de la CGT y el mismo Perón, no tienen nada que envidiar a las anteriores. Lo que, finalmente, llevó a algo todavía peor. En un país donde pocos parecían creer en las instituciones democráticas y los derechos humanos, donde todo era dicotómico, por derecha o por izquierda, se nos vino encima una dictadura que empalideció todas las anteriores. Creo que hay una reflexión de Beatriz Sarlo que es muy oportuna: hay que empezar a pensar fuera de la «política como guerra».

    http://www.institutoarendt.com.ar/conferencias/CuartoDesayuno.SarloyCarrio.julio2008.doc

    ***

    Una consideración metodológica sobre el principio de su segundo comentario. El problema, Ezequiel, es que todo está sujeto a interpretación. Las resignificaciones, los contextos linguísticos, la intención de los enunciantes, etcétera, no son propiedad de nadie, porque nadie está en la mente de los hablantes y menos en la de los hablantes de otro tiempo histórico. En otras palabras, es más simple. Carroll, Wittgenstein o Austin frente al lacanianismo aplicado a la historia. Usted está en The great chain of words, como cualquiera. La cuestión del «contexto de enunciación» es quien dedice cuál fue este contexto. No se resuelve ningún problema por el contexto de enunciación, porque, al final, el contexto de enunciación también es un problema de interpretación. Circularidad. Las mediaciones discursivas no son algo que usted pueda determinar objetivamente y decidir por los demás donde hay o no hay mediación. Como mucho, podrá aspirar a establecer algunas convenciones al respecto con otros que «hacen» historia. No mucho más. Pero eso nos llevaría a otros lugares que no son Perón.

  28. Estimados
    Los Peronistas son peronistas. DE izquierda , progresista o derecha. Isabel, Lopez Rega, Herminio Iglesias, Reviglio, Vernet, Menem , Duhalde Kichner no son Peronistas !!, dejense de joder.Nunca se hacen cargo del pasado, todo es responsabilidad de la derecha, la oligarquia, los gorilas y los 90. Esto es el mismo peronismo que en los 90 privatizo y malvendio todo. Si se evaluan las segundas lineas de cualquier area de gobierno nacional es toda la misma gente. Voten a Rossi o voten a Reuteman estan votando lo mismo.

  29. MUCHACHOS NO SE GASTEN. NO NECESITAMOS SUS VOTOS PERONISTAS, AL LOLE LE GANAMOS IGUAL Y BINNER EL EL PROXIMO PRESIDENTE. ES ASÍ. USTEDES VOTENLO A LEONI QUE SE LO MERECE MÁS, AUNQUE NO TENGA CHANCES.
    Y DEJEN DE DESPOTRICAR CONTRA LOS SOJEROS QUE ESA NO ES LA ÚNICA CAUSA POR LA QUE SOMOS POBRES, LA PRIMERA SON USTEDES Y SUS CANDIDATOS CAMALEÓNICOS DE OSCURO PASADO. A VER SI SE DAN CUENTA.
    CHAS GRACIAS.

  30. nunca fui peronista, ni seré, tampoco fui ni soy ni seré antiperonista, mis convicciones siempre fueron de izquierda, hoy me considero socialista utópico, pero por sobre todas las cosas soy obrero, y como tal voy a votar a quién mejor representa los intereses de mi clase, completa la boleta Leoni y Rossi, que quizás no gane pero no va a estar muy lejos en los guarismos.
    Pienso que a pesar de la propaganda y las encuestas del gorilaje y golpistas del campo, el voto del trabajador industrial va a ser para Leoni y Rossi que van a hacer una muy buena elección, mientras más votos a la fórmula, es muy posible que Cristina (muy importante) no pierda la mayoría en las cámaras.

  31. No tengo dudas . Por Orlando Barone

    Mientras las madres y abuelas de Plaza de Mayo estén junto al gobierno, no tengo dudas.

    Mientras sigan apareciendo hijos de desaparecidos recobrados, no tengo dudas.

    Mientras haya quienes sigan vivando a los represores, no tengo dudas.

    Mientras los gobiernos de Latinoamérica estén cada día más ligados a la Argentina, no tengo dudas.

    Mientras la jerarquía de la Iglesia sea más afín al mensaje de los opositores que al mensaje del gobierno, no tengo dudas.

    Mientras el FMI esté allá pero no aquí, no tengo dudas.

    Mientras la extrema izquierda se vaya tanto a la izquierda que termine en la derecha, no tengo dudas

    Mientras la derecha se indigne porque considera a este gobierno de izquierda, no tengo dudas.

    Mientras la Mesa de Enlace se sonría victoriosa rodeada de porotos de oro, y los gurúes de la City auguren inminentes cataclismos, no tengo dudas.

    Mientras haya tanta libertad que se pueda decir que el oficialismo hace todo mal y que lo seguirá haciendo mal, no tengo dudas.

    Mientras se pueda caricaturizar con libre albedrío a la presidenta y su marido en el lecho conyugal, no tengo dudas.

    Y si a esas caricaturas del matrimonio las incluyen en un film “porno”, menos dudas tendría.

    Mientras la iluminada Casandra augure que la Argentina “podría desaparecer del mundo civilizado”, no tengo dudas.

    Mientras gran parte de la sociedad democrática se expresa públicamente día y noche, en la vigilia y en el suelo contra el gobierno, no tengo dudas.

    Mientras la luz y el gas no se apaguen, y no se seque la nafta, y no colapsen los radares, los aviones y los trenes sin hacer caso de las profecías, no tengo dudas.

    Mientras los jubilados de antes y los de ahora cobren normalmente con plata como todos los trabajadores, no tengo dudas.

    Mientras quienes se reconocen progresistas, pero están contra el Gobierno, posan incoherentes en la foto junto a los no progresistas históricos, no tengo dudas.

    Mientras haya aquí patriotas aterrados porque una empresa multinacional argentina es estatizada en Venezuela, y esos mismos patriotas ni siquiera se inquietaron cuando fue privatizada toda la Argentina, no tengo dudas.

    Mientras de un lado esté Marcos Aguinis y del otro José Pablo Feinmann; y de un lado esté la Tribuna de doctrina y del otro Carta abierta de los intelectuales, y de un lado estén Blumberg, el rabino Bergman y el gatillo fácil, y del otro las garantías y el juez Zaffaroni; no tengo dudas.

    Eso sí: tengo dudas de no tener dudas.

    Pero la oposición, paradójicamente, me inspira certidumbres.

    Sí, certidumbres opositoras contra las certezas de los opositores.

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