La reconciliación

Tantos años rechazando esa palabra. Tantas discusiones donde la reconciliación era la palabra maldita, la peor de las claudicaciones. Se había convertido en un deseo casi exclusivo de la Iglesia y de la peor derecha argentina. Un modo de borrar el pasado, de negar la responsabilidad de los hechos, de eludir la consecuencias.

Puede sonar exagerado pero durante los festejos del Bicentenario tuve la sensación de que estábamos viviendo algo parecido a la reconciliación.

El sábado me sorprendió el desfile militar, fundamentalmente los aplausos del público. Era una escena que desmoronaba las expresiones de Eduardo Duhalde donde afirmaba que el gobierno humillaba a las fuerzas armadas. Ese momento hubiera sido imposible sin la depuración que se hizo hacia el interior de las tres fuerzas donde se separó la paja del trigo y donde se comenzó a formar a las nuevas generaciones de otra manera. Sin esos cambios, sin la decisión de bajar el cuadro de Videla, ese desfile hubiera sido muy diferente y esos aplausos no hubieran sido posibles. Es algo que las fuerzas armadas le deben a Néstor Kirchner, mal que les pese.

Pero el momento donde esta sensación puede encontrar mayores fundamentos fácticos es aquel que tuvo lugar el mismo 25 de mayo en el desfile de Fuerza Bruta. En la escena del cruce de los andes una multitud a la que se sumó la Presidenta entonó la “Marcha de San Lorenzo” como si se tratará de la hinchada de un partido de futbol. Cuando le tocó el turno al carromato donde se homenajeaba a las Madres de Plaza de Mayo, se mostró un respeto supremo. Hubo un silencio acompañando el dramatismo, hubo aplausos, se escuchó el ya mítico “Madres de la Plaza…” El pueblo argentino pudo integrar dos momentos de la historia que parecían imposibles. Logró repensar a sus fuerzas armadas recuperando ciertos mitos, como el cruce de los andes pero para darle una gran fuerza de presente. Se dirá que allí se evocó a un ejército que poco tiene que ver con el actual y es claramente cierto, pero también es verdad que las fuerzas armadas fueron integradas a una dimensión compartida de la historia donde se las reconoce como gestoras de acciones que tienen que ver con nuestra realidad y se las interpeló desde los conflictos actuales. El protagonismo que tuvieron las Madres, algo que se observaba en la cantidad de personas que desbordaban su stand y en la cantidad de homenajes que merecía cada aparición de un pañuelo blanco, demuestran que la recuperación de ciertas figuras militares no se realizó desde el olvido ni desde la negación de una parte dolorosa de nuestra historia. Por el contrario, porque pudimos procesar ese pasado, porque existen los juicios y las Madres, y los Hijos recuperados, tenemos menos desconfianza hacia esos uniformados y su fanfarria, porque hay una Comandante en Jefe de las tres fuerzas que los exhorta a recuperar esa gloria , que les señala que el ejército perdió el rumbo justamente cuando se separó de su pueblo, es que hoy miramos a los militares con otros ojos, porque es otra mujer la Ministro de Defensa y no cualquier mujer sino alguien que militó activamente en el bando contrario, que formó parte de la generación de desaparecidos y compartió sus ideas ,es que sabemos que podemos cantar la “Marcha de san Lorenzo “ sin culpas.

Parafraseando a los Redonditos de Ricota, la reconciliación llegó como no la esperábamos, a tal punto que creo que nadie lo notó. Tuvo una forma que jamás pudo predecirse. Estábamos tan convencidos de que la reconciliación era la pálida consecuencia de la derrota, del abandono de la batalla, del silencio cobarde que jamás se nos ocurrió imaginar que la reconciliación sólo era posible se se discutía, se peleaba, se ponía todo afuera (disculpen mi excesiva cita al cancionero popular) si profundizábamos el conflicto. Enfrentar las dificultades, las tensiones que la vida política nos plantea es una gran fuente de pacificación. Nos han querido engañar al propagandizar la crispación como la forma distorsionada de la expresión de las propias convicciones. Ser apasionado no significa ser crispado, significa ponerle el cuerpo a las batallas que es necesario atravesar para que nuestro país sea un poquito más justo.

Lo que a mi me crispa es esa desesperación por frenar toda discusión, ese modo de presentar el conflicto como caos, como violencia. Para existir como sujetos y como singularidades tenemos que hacer oír nuestra voz. Nuestro país sería menos democrático si las Madres no hubieran insistido en reclamar justicia, ellas no sólo fueron crispadas, fueron locas. Sin la furia de Hebe seríamos un poquito menos de lo que somos. Nuestra realidad cínica, machista, calumniadora, violenta nos obliga a crear estrategias para combatir.

Nuestros conflictos de los dos últimos años nos permitieron ver con claridad muchas cosas que antes eran borrosas. Esos matices se expresaron en esa capacidad de un pueblo de integrar momentos antagónicos de su historia, no para homogeneizarlos, sino para encontrar en ellos nuevos sentidos, para particularizarlos y darles una dimensión de futuro. Gracias a las discusiones donde negociar no significó ceder ni ni bajar los brazos , pudimos lograr esa convivencia eufórica y distendida de cuatro días de festejos que no hubiera sido posible si el conflicto hubiera quedado atragantado o si los de siempre ganaban con facilidad.

Para mi la paz y la reconciliación (palabras que siempre me parecieron grandilocuentes, cursis, ajenas a mi vocabulario) se parecen mucho a esos festejos patrios del Bicentenario.

http://www.lalogiadelosescritoressuicidas.blogspot.com/

75 comentarios en «La reconciliación»

  1. mas que reconciliacion,el tiempo,que es neutro,señalo 200 años,y la Patria,qie mas que la «tierra de nuestros padres»es el lugar que nos encuentra viviendo en un mundo dificil,fueron dos elementos que permitieron la manifestacion de algo en comun,de la alegria de vivir,y de vivir no mal.

  2. Muy bueno Alejandra. Hay palabras, emociones y símbolos, vinculados con la patria, que parecen haberse recuperado en estos días del bicentenario. Incluso para quienes, tal vez, nunca en nuestras vidas, los habíamos sentido así.

  3. Casualmente la Comandante en Jefe no fue al desfile. ¿Alguna reflexión al respecto? Aclaro que eso de que «hoy miramos a los militares con otros ojos porque la ministra de defensa, etc., ec.» es cosa de fachos. Pero bueno arréglense entre ustedes.

    1. Quintín, una pregunta. Apostemos cuánta gente se acuerda hoy que la presidenta no fue al desfile. Y veamos en veinte años, a ver si queda algún becario politólogo interesado en ese dato. A veces buscan argumentos anti-k tan chiquitos que hay que analizarlos con una lupa.

      muy buena la nota!

    2. A mí me da igual que vaya o no vaya. Por mí anularía los desfiles par siempre. Pero alguna excusa podrían dar, al menos. Lo que trato de señalar, justamente, es eso de la consutanciación con las fuerzas armandas gracias a Garré. Es una de las frases más fachas y obsecuentes de la temporada. Horrible la nota.

      1. ahora son fachos porque no desmantelan las fuerzas armadas, y porque tratan de tener una buena relacion.
        como todos sabemos, eliminar las fuerzas armadas es lo que hicieron todos los paises cuyos gobiernos no son fachos.

        ahi va la lista:

      2. El facho le sale de adentro a la autora en esa alusión a la Marcha de San Lorenzo que cantaron Harguindeguy y los Montoneros en el Operativo Dorrego, ese lindo ejemplo de convivencia y camaradería entre ejércitos.

      3. Hay que desactivar las fuerzas armadas para ser un país serio como…Puerto Rico. Ponele.

        Hay gente a la que el Bicentenario la dejó en orsai, qué va a ser.

      4. pero Sr. Q. Justamente el bicentenario demostró que se puede recordar y festejar una fiesta patria sin poner el foco en el desfile de los soldaditos. Fue un número más entre otros, ni siquera el más bonito. Tuvieron su lugar junto a toda la sociedad.

      5. No es que las Fuerzas Armadas «me gusten o no me gusten». Esos términos de la discusión los abandoné en cuarto grado, en una discusión con mi compañerito de banco, el Negro Gutiérrez.

        Las FFAA existen, hermano, y mientras un solo país tenga Fuerzas, todos los demás que intenten ser más o menos soberanos, las tienen que tener.

        Dale, subí la puntería que vos podés.

      6. Tomás, lo de Puerto Rico lo decías en modo de sarcasmo ¿no?
        Respecto a los militares, la depuración que hubo dentro de la fuerza es un hecho, es más, lo he visto con mis propios ojos: Un coronel amigo de la familia pasó a retiro ya que no le dieron más asensos. Luego nos contó que se están pasando a retiro todos aquellos efectivos que no hayan «demostrado» haber cambiado su manera de pensar respecto de su educación adquirida en el colegio militar durante la época de la dictadura. Era un adiestramiento para ir en contra del enemigo interno y los tipos terminaban convencidos de que existía, eran autómatas.
        El asunto es que están pasando a retiro los de la vieja escuela.

      7. Yo preferiría que Garré no fuera ministra y no pasaran a retiro a un tipo porque habló con Duhalde, como ocurrió la semana pasada ni que se confundiera adhesión al sistema democrático con adhesión al gobierno. Pero el kirchnerismo de Alejandra Varela consiste exactamente en eso.

      8. Todos los comentarios que leo de Quintin, consisten en tildar de fachos al autor del comentario o la nota inmediatamente anterior a su participación. No quiero ser facho, pero Quintin, dejate de joder.

      9. Quintín, acá alguien dice que se puede ver con otros ojos a un desfile militar, y para vos eso es de facho. Vos hacés críticas de anarco-punk anti-sistema (anti-desfile militar) y después pedís transparencia en el Indec. Parece sofisticado, pero en realidad es una baratija argumentativa.

      10. Por supuesto que es una baratija. Pero no menos que los argumentos originales que hablan de la reconciliación y que no se pueden tomar en serio. Todo es un dislate sin pies ni cabeza. Alejandra Varela se dedica a «elaborar argumentos» para el kirchnerismo, pero argumentos que se reducen casi siempre a arremeter contra lo que en las propias filas haya de tolerante o de democrático. Más que contra los opositores, Varela practica una caza de brujas en las propias filas y asume siempre las posiciones más duras y fanáticas. En ese sentido, cualquier tema le viene bien para atacar las posiciones menos contundentes. En este caso, el post es un disparate completo en el que se alucina un pueblo que celebra simultáneamente al ejército y a las madres, algo que no ocurrió más que en su recalentada cabeza.

      11. Quintín, admití que es difícil discutir con vos. Pero no precisamente por lo elaborado de tus argumentos, sino por la manera en que los escamoteás. Empezás echando un manto de sospecha sobre el faltazo de la Presidenta, y recién más tarde avisás que no te interesan los desfiles militares, ni los militares en sí. Yo ahora podría argumentarte que le veo algo positivo a un país que se esfuerza en tener unas fuerzas armadas que no generan miedo, ni vergüenza ni impulsos vengativos cuando salen a desfilar ante millones de personas. El desfile del Bicentenario hubiera sido imposible en los noventas. Hubiera habido un brote de repudio al son del famosísimo «Paredón, paredón, a todos los milicos que vendieron la Nación». El debate dio un salto, esa mochila nos la pudimos sacar de encima y no veo por qué no debería contarlo como un punto a favor. ¿Eso me convierte en fascista? Me siguen gustando Los Clash y cuando era chico iba a comprar fanzines anarco punks a Pza Congreso. ¿Es una contradicción? Seguramente. Pera la vida es complicadísima, no la voy a poder blanquear en este comment.
        Además, dejemos de flagelarnos con los males argentinos. Si algo no me preocupa es la vocación militarista argentina, no veo a nadie interesado en salir a reivindicar las disciplina castrense como reserva moral de la Patria, ni nada parecido. Si pensás lo contrario, argumentá. Y si ves algún kirchnerista metido en ese viaje, contanos por favor. Pero suena a película de fantasmas.
        Pero bueno, estas discusiones en comments contra visiones fantasmáticas de la realidad, son bastante sintomáticas de la discusión política de los últimos años. Es como pelear una guerra de guerrillas contra un ejército de lugares comunes, presupuestos infundados, temores auto-legitimados. saludos

      12. Lo del faltazo de CFK al desfile fue una cuestión lateral. Obviamente, si la autora de la nota se felicita tanto por la unidad entre pueblo y FF.AA. articulada por la presidente, cabe preguntarle por qué no estuvo en el desfile, aunque a mí el tema me importe poco.

        Los desfiles militares atraen a la gente, especialmente a los chicos, porque son un espectáculo prolijo, colorido y monótono. Siempre fue así y el valor simbólico o histórico que pueda tener ese gusto infantil es dudoso. En los noventa tardío, años después del último conato de golpe, hubiese ocurrido más o menos lo mismo con el público, con la diferencia de que algunos militantes hubieran puesto el grito en el cielo y tal vez provocado algún incidente.

        Recuerdo el 25 de mayo del 73, cuando asumió Cámpor. Al gobierno de Lanusse se le ocurrió que hubiera soldados a lo largo del camino entre el Congreso y la Casa Rosada. Casi los matan a los pobres colimbas. La gente cantaba, con trágica falta de clarividencia, «Se van, se van y nunca volverán». Pero no estoy muy seguro de que «la gente» fuera la misma gente que presenció el desfile del otro día.

        Tampoco estoy seguro de que los Kirchner tengan algo que ver con la aceptación generalizada del desfile. Más bien estoy seguro de lo contrario. No me parece que los milicos generaran en la población que gusta de salir a ver el desfile menos sentimientos de miedo ni de vergüenza que en el momento anterior a que NK descolgó el cuadrito. De hecho, los militares no generan esos sentimientos en ninguno de los países vecinos que también los padecieron.

        En fin, es un asunto bastante irrelevante. Pero cuando leo cosas como «Esos matices se expresaron en esa capacidad de un pueblo de integrar momentos antagónicos de su historia, no para homogeneizarlos, sino para encontrar en ellos nuevos sentidos, para particularizarlos y darles una dimensión de futuro», no tengo la menor duda de que me están macaneando feo y reconozco en ese tono de fiesta patria castrense (o de la Sociedad Rural, como quieras) un residuo fascista que aun sigue entre nosotros. Y lo digo técnicamente: esa frase mesiánica la podría haber dicho Mussolini y no pertenece al lenguaje de la democracia. Saludos.

      13. bueno, concedería alguna cosas, y, siguiendo lo que decís, matizaría que haya sido el pueblo el que haya protagonizado una jornada de reflexión histórica, y que eso haya decantado en una nueva etapa histórica, cancelado el pasado trágico de las Dictaduras e inaugurando un tiempo de reconciliación. Okey. Pero de todas maneras, la nota de Alejandra Varela señala puntos muy atendibles. Son los que ya te señalé, el hecho de que los desfiles del Bicentenario permiten pensar que hay otras maneras de acomodar en el relato de la historia argentina algunos hechos que antes parecían imposibles de evocar, a no ser bajo un manto de oprobio por usar un término borgeano. La carroza de las Madres en el desfile de Fuerza Bruta era impulsada por un camión militar. Eso me parece que es una apuesta por abrir sentidos, pensar de una manera novedosa problemas que hace falta pensar. El desfile militar en sí estuvo muy lejos de ser el acto central del Bicentenario, diría que estuvo programado con la misma centralidad que tuvieron los pueblos originarios o los espectáculos musicales. Por ese lado, de nuevo, tu pánico por el devenir fascista del kirchnerismo despertaría risas bastante socarronas en la redacción de Cabildo.
        Y está bien, no exageremos porque a nadie le parece que aplaudir un desfile militar sea una actividad que embellezca el alma humana. Pero tus acusaciones confunden más de lo que aclaran.
        Tal vez, se me ocurre, hayas visto pasar varias multitudes desfilando por las calles de Buenos Aires, y te haya quedado un reflejo de desconfianza por los desenlaces más o menos trágicos que deben haber tenido. Pero ahora que el kirchnerismo inventa una ocupación popular del espacio público inesperada y novedosa, el que se pone setentista sos vos tirando sobre la mesa una historia que me parece los Festejos no interpelaban de manera tan lineal.
        saludos

      14. Charly. A mí me parece que lo del Bicentenario es objeto de una sobreinterpretación cuyo objetivo es pronosticar un resultado electoral o, al menos, diagnosticar una aceptación popular del gobierno superior a la que las estadísticas y las urnas recogieron hasta aquí. No tengo cómo rebatir pronósticos basados en esas impresiones ni me interesa tampoco, aunque no me opongo a que se hagan. El tiempo demostrará si tienen razón los oficialistas y eso es todo.

        Pero lo que sí me molesta mucho son las interpretaciones un poco totalitarias en base a términos grandilocuentes y a la pretensión de que se tiene la Historia bajo el brazo, de discursos que suenan a viejas apologías de los Grandes Timoneles. No se puede confundir una discusión intelectual, ni siquiera política con una arenga a la tropa, que es lo que en definitiva hace Varela para el aplauso del sector más fanático y recalcitrante de AP.

        Por otra parte, detesto el arte alegórico y lo que hizo Fuerza Bruta en particular. Pero eso es cuestión de gustos. De todos modos, no creo que en ese gesto de hacer tirar la carroza de las madres por el ejército haya más que una expresión de deseos (y cierta tocada de culo, por qué no) que a la inmensa mayoría de los que participaron en el festejo del Bicentenario le importa muy poco.

      15. bueno, entonces no estamos de acuerdo pero tampoco somos fachos. Después los que intoxican las esfera pública son los kirchneristas, pero la etiqueta de fachos vos se la tirás a cualquiera y hay que contestarte seis comments para que la des de baja. No digas que no te tienen paciencia acá
        saludos

      16. Creo haber precisado la caracterización de fachos. Nunca dije que todos los K ni todos los participantes de AP sean fachos pero que los hay, los hay. Más precisamente, los que no me tienen demasiada paciencia. Saludos.

    3. Quintín:

      Lamentablemente en varios de tus comentarios traspasate un línea de la que no se vuelve. Es imposible debatir (ese es mi propósito) con una persona que en cada línea presenta un insulto o agresión. Te contesté en mi post pasado con la idea de cerrar este intercambio. Pensé que entre personas adultas quedaba en claro y que no ibas a seguir comentando mis post. Desde algún lugar aposté a una dignidad de la que veo que carecés. No te pido que me respetes a mi sino a vos mismo. Yo no me ocupo de las personas que me parecen poco inteligentes, fascistas, delatoras y que escriben horrible. No me da ni siquiera para dejarle un comentario. Si vos opinás cosas tan aberrantes de mi y me seguís me leyendo y comentando te estás denigrando a vos mismo. Es muy poco inteligente leer a alguien que no te interesa. Pero tu persistencia hacia mi persona me lleva a pensar que soy más inteligente, capaz y lucida de lo que creo. La verdad que tu obsesión por mi me agranda. Yo hace años que no leo nada tuyo , no me interesa ni para criticarlo.

      1. Alejandra Varela. No sé cuál es esa línea. Tu respuesta anterior, que supuestamente estaba dirigida a cerrar un intercambio, empezaba y terminaba diciendo que yo carecía de talento, una cuestión personal completamente inatingente a la discusión. No hiciste jamás el menor intento de rebatir alguna afirmación mía. Acá insistís con que soy «poco inteligente» y que «escribo horrible», lo que tampoco viene al caso de nada, como tampoco viene al caso que me leas o no me leas. No te pregunté si te interesaba lo que escribo ni te invité a mi blog ni me importa un rábano que te ocupes o no de mí ni participamos en un concurso de escritura. En cambio, como AP es un sitio abierto, yo sí me ocupo de vos (sea o no inteligente hacerlo) y me interesa criticar tus escritos que me parecen justamente un ejemplo flagrante de delación y fascismo (que son los únicos dos términos entre los que utilizaste que corresponden de algún modo al debate político, aunque hagas un uso falaz de ellos).

      2. Ah, y tampoco te hice juez de mi dignidad ni de mi autoestima. Así que dejá de correrme con ese tipo de agravios personales. Yo no sé quién sos, son tus ideas las que me irritan profundamente.

      3. Una pregunta Quintín ¿Podés transcribirme en un comentario cuales son las partes que te parecen fascistas? Luego de transcritos ¿Podés explicarme por que son de ese tono?
        Digo, no por acusarte de nada, quiero entender lo que pasa dentro de tu cabeza, el decir tal o cual cosa es ser facho me llama la atención. Creí que el ser facho era que «yo tengo la verdad absoluta y como vos sos diferente no tenés derecho a rebatirme»… Corregime si me equivoco.

  4. Alejandra:

    Tanto cuestionar el consenso, tanto intento por destruir las lecturas que hace Natanson (su planteo de clivaje: confrontación-consenso), que concluís que los festejos del bicentenario nos trajeron la reconciliación.
    Natanson insiste sobre lo mismo (con otras fundamentaciones) en su interesante artículo “el alma de los radicales” en página de ayer.

    Bien señalás que la reconciliación es sostenida por la Iglesia y la peor derecha argentina, e importa la peor de las claudicaciones.
    Consecuentemente con ello, Menem supo implementar una política de reconciliación, afín y necesaria a la expoliación del patrimonio nacional y a los intereses de los grupos económicos partícipes y beneficiarios de la dictadura militar. Por eso tuvimos los indultos.
    No olvidemos que su vice era Eduardo Duhalde.

    …pero esto forma parte de una política del imperialismo, que aprieta con dos pinzas: la económica y la de los derechos humanos, para mejor someter a nuestros países. Los mandan a matar y después aprietan. / R. Walsh.

    Walsh, siempre Walsh nos advierte. (De ese breve párrafo, cuántas cosas podríamos apreciar debajo de nuestra “aparente” historia política).

    Tampoco debemos olvidar las “relaciones carnales” del Menemato con el imperio, el alineamiento con las políticas del pentágono. De ahí surgen las políticas de desmantelamiento de las fuerzas armadas nacionales (algunos opinan que gracias a esto último es que los juicios contra los genocidas pudieron llevarse a cabo), necesarias para el intervencionismo yankee, el establecimiento de bases militares en la región, para el rápido aniquilamiento del “terrorismo internacional”.
    Nótese la continuidad o sujeción a estas políticas imperialistas. Hay varias para referir pero solamente este comentario de muestra: ¡cuántos presidentes latinoamericanos reunidos (que de centro-izquierda, o más al centro o más a la izquierda) no pudieron desbaratar el establecimiento de las bases militares en Colombia!

    Considero que los aplausos del público en el desfile del 25 no son la resultante de la depuración de las fuerzas armadas, ni que se bajara el cuadro de Videla les haya devuelto la consideración popular. Tampoco creer que el descabezamiento de las cúpulas militares haya separado la paja del trigo y que las nuevas generaciones tengan otra formación. Para esto último hace falta una política hacia las fuerzas armadas, que está ausente. Si existiera dicha política, nuestra Presidenta hubiese estado presente en el desfile militar. (Si acordáramos con tu visión de reconciliación, diríamos que la Presidenta no tuvo la percepción de esta expresión popular).

    Sobre Garré: no alcanza con haber pertenecido a la generación de desaparecidos, ni ser mujer, ni haber militado en el bando contrario, es necesario diseñar e implementar una política de Estado.
    La ausencia de esta política es desde el restablecimiento mismo de la democracia.
    Después del 83 las generaciones que se incorporaron a las fuerzas armadas siguieron formadas dentro de la doctrina de seguridad nacional, del enemigo interno, en la reivindicación del accionar del terrorismo de estado y su sostenimiento apelando al espíritu de cuerpo como lo prueban los amparos judiciales masivos.
    No basta con declamar que hay que separar la paja del trigo.

    Saludos.

    1. RICARDO F (CON LA INTENCIÒN DE QUE TAMBIÈN LEA ALEJANDRA

      Ricardo, a tu exhaustivo anàlisis despojado del bullicio de Mayo, me permito agregar una breve anècdota que tiene , creo, lo suyo: Hace unos meses, en el Ministerio de Defensa, se organizaron jornadas en la que exponìan intelectuales, periodistas (incluso Balza), etc.
      A las mismas asistìa la señora Ministra , los altos mandos de cada fuerza, oficialidad intermedia, cadetes y pùblico.

      Quien haya asistido y observado con detenimiento los rostros de los citados militares, sus reacciones, sus sonrisas despectivas y sus tibios aplausos de compromiso, mientras los cadetes «formados» en las nuevas pautas se la pasaban haciendo chanzas sin prestar atenciòn a las distintas exposiciones, no puede en manera alguna consentir las apreciaciones de Alejandra, que al parecer no concurriò.
      No estoy en condiciones de precisar el alcance de una polìtica hacia las fuerzas armadas ni tampoco extraño ver sus uniformes en un desfile o en la calle, y menos creo en la màgica reconversiòn de la mano de Garrè, de K. o de cualquier otro polìtico, tanto de los uniformados como de buena parte de nuestra sociedad.
      Haràn falta algunas generaciones, si se corrige lo que hace falta, para notar esos cambios.
      Mientras, no nos hagan tragar el sapo de otro milagro argentino.

      saludos

      1. Pro 2003:

        Yo no creo que el tema militar sea tan simple. En el post hablaba de un momento que tiene que ver con un festejo tan importante como el Bicentenario. Esa situación me sorprendió. Yo no fui al desfile, lo vi por la tele y me pareció una escena impensada. En ese momento se pudo integrar a las FFAA desde otro lugar y dándole otro contenido. Esa es para mi la apuesta a futuro porque, como dijeron varios en los comentarios, no se puede vivir sin FFAA y sin policía. Ese camino lleva mucho tiempo pero a mi me interesaba señalar que se está haciendo un trabajo que empieza a dar resultados pero que tiene millones de contradicciones y resistencias.

    2. Che del Almirante Godoy, el represor que actuó bajo las órdenes de Astiz no hay nada para decir?.

      No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.

  5. Muy interesante , deja abiertas varias polémicas.
    ¿ Hay una reconciliación del «pueblo» con las fuerzas armadas producto de los gestos del gobierno?
    ¿ Las fuerzas de seguridad Ejército, policía ,etc, dejan de ser fuerzas represivas en períodos de democracia parlamentaria?
    ¿El llamado «aparato represivo «( entendido como el nucleo duro de la represión ilegal)fué desmantelado?

    1. Guillermo:

      Yo estoy más cerca del no que del si en tus respuestas pero lo que me interesaba era rescatar que existe una posibilidad de reconciliación en nuestra sociedad que no tiene nada que ver con la claudicación y el olvido, que es una consecuencia de hacer justicia, de militar en ciertas causas y no bajar nunca los brazos y también es el resultado de una discusión sin tregua. Lo que quise recortar del Bicentenario tiene que ver con un instante y una posibilidad que me servía de ejemplo pero no es una totalización, es un atisbo de algo. Las FFAA no dejan de ser asesinas de un día para el otro y la policía, especialmente la de la provincia de Buenos Aires, donde yo vivo, me sigue generando la misma desconfianza de siempre. Lo que me importa rescatar es que nuestra sociedad no está crispada y que puede realizar una apuesta integradora, después de todo.

    2. Por fin alguien que lo dice, ¿las FFAA dejan de ser el pilar fundamental del regimen opresor, dejan de ser la salvaguarda final de los intereses de los empresarios???

  6. transcribo este parrafó por la falta de lógica absoluta:

    «El sábado me sorprendió el desfile militar, fundamentalmente los aplausos del público. Era una escena que desmoronaba las expresiones de Eduardo Duhalde donde afirmaba que el gobierno humillaba a las fuerzas armadas.»

    El público aplaude de parte del gobierno? el público es parte del gobierno? el gobierno es responsable por los aplausos del público? los más aplaudidos fueron los veteranos de Malvinas?

    1. Hay que apiadarse de aquellos que tratan de entender la esquizofrenia politica de la cybermilitancia K. Cinco minutos antes del 25 de mayo estaban de lo mas exaltados con la predica maniquea lacloniana «amigo-enemigo», «golpista gorila destituyente-nacional y popular», y cinco minutos despues del 25 el corazon les hizo tilin de tanta comunion y buena onda, y nos invitan a tomarnos todos de las manos y cantar ‘quiero tener un millon de amigos».

      1. Bueno no exageremos Homero, pero yo tampoco creo que ese hecho implique algun tipo de «reconciliacion con las fuerzas armadas», primero porque un sector del pueblo nunca estuvo «peleada», segundo porque un graaan sector es absolutamente indiferente y tercero el sector que lo estuvo no se si era el que aplaudia.

        por otro lado, eliminemos las fuerzas armadas con quintin y volvamos al trueque con Caparros ¡que seria es la oposicion progresista al gobierno!

      2. Pepe: la exageracion esta planteada desde la insistencia de que lo del 25M no fue una masiva movilizacion de target ABC1 de Capital en busca de festejo y esparcimiento sino una especie de pueblada de los marginados (Forster, Dri, y otras firmas dadas al esoterismo politico). Dentro de ese delirio viene lo de la «reconciliacion». Coincido si en que grandes sectores son ajenos o indiferentes a la «reconciliacion con la marchita de San Lorenzo».

      3. ¿Y en qué momento «nosotros» (¿nosotros?, ¿quién, Alejandra?, ¿la «cybermilitancia K»?, ¿quién, macho, quién?) tenemos que responder por Dri y Forster?

  7. En términos políticos, la única reconciliación que vale es la que ofrece el vencedor al vencido. Si es al revés, es claudicación.
    Comparto lo que dice la nota, pero como testigo o protagonista o víctima o lo que fuera de esa época, sólo dudé no con la marcha de San Lorenzo, que al fin y al cabo tiene una connotación escolar, sino con la de Ituzaingó, la que usaban las FFAA cada vez que interrumpían la institucionalidad, y la recuerdo desde que tenía 5 años. Digo, será necesario que todos nosotros hayamos desaparecido de esta vida para que eso deje de reverberar.

  8. Como dijo Cristina, los peronistas tienen el «gen militar» en la sangre…

    Y su discurso en el Cilegio Militar fue peor todavía… Digno del integrismo más rancio.

    Así que no extraña el desfile militar (taaaan militar). Y que haya sido lo más visto (casi como en los mejores tiempos procesistas) habla de lo fácil que es caer en las marchitas.

    Me pregunto que habrán sentido las Madres al verlos desfilar frente a su carpa… Pero es el dsapo que se tienen que tragar por sentarse en el palco, un lugar en el que ningun organis,mo de DDHH debe estar: están para controlar al estado, no para aplaudirlo.

    Pero ahora los buenos peronistas (porwque ustedes no son de derecha, claro) nos vienen a vender el viejo pescado podrido del menemismo: la «reconciliación» por otros medios… Yo paso, gracias.

    No se puede reconiciliar lo que

  9. Se venció la batalla del cuadro de Videla, donde las fuerzas kirchneristas derrotaron al General Banquito, y ahora es posible la reconciliación. No compro, paso.

  10. Yo siempre canté la Marcha de San Lorenzo sin el más mínimo sentimiento de verguenza ¿Me entregó ante el INADI?
    Hay gente que, mentalmente, puede diferenciar a Videla de Belgrano o Soler.

      1. Mal hecho. Benielli y Cayetano Silva nunca se sentaron a tomar un cafe con el señor que mencionas y me consta que San Martin y Cabral nunca aprobaron su actuar.

      2. Francisco, el tema no es si estaba bien o mal, el recelo anterior, el tema en todo caso es si te parece positivo que para muchos de nosotros ese recelo haya disminuido o desaparecido.
        Alejandra en el post dice: «porque pudimos procesar ese pasado, porque existen los juicios y las Madres, y los Hijos recuperados, tenemos menos desconfianza hacia esos uniformados y su fanfarria».
        Cuando se habla de; reconciliación, procesar el pasado, tener menos desconfianza, se está hablando claramente en términos emocionales. Las emociones son parte de la vida y no son tan fáciles de modificar separando racional y quirúrgicamente a los militares buenos de los malos. Es cierto que no necesariamente estas emociones tienen que llegarte a vos, que, como decís, siempre hiciste la diferencia, pero aún así, podrías ver como positivo que eso nos esté sucediendo a muchas personas.

      3. Te pido disculpas entonces Francisco por todo lo que hice mal en la vida. Pero la verdad es que las apropiaciones de los símbolos existen, qué querés que le haga. Yo no puedo hacer un asado en la Esma contando chistes, qué querés que le haga. Y seguramente el que fundó la Esma no picaneaba personas.

      4. ¿Viste Francisco? Sos más inteligente de lo que demostrás jajaja.
        Por lo menos tenés el gesto de humildad que no tienen otros cuando ven que pueden no tener siempre razón, eso es remarcable en vos.

  11. Alejandra: Comparto lo expuesto. En mi caso en particular, nunca estuve peleado con «los militares» («el campo», remember?). Estaba (estoy) de punta con los criminales y torturadores, sean éstos militares o no. No es un odio hacia la profesión en sí, aún cuando me parece una de las peores profesiones. Que empeora cuando en vez de apuntar hacia afuera, apuntan hacia adentro, como un ejército de ocupación.

  12. Próximas reconciliaciones: con el Mundial’78 ya que se viene el Mundial, con la Iglesia visto que desde que la quema en el ’55 les salió mal siempre van al Tedeum, y por qué no con Clarin, quien te dice!

  13. vistos los comentarios me aprece que hablar de «reconciliacion»es osado y prematuro.Hubo festejo,hay menos crispacion,pero se mantienen ciertas corrientes subterraneas peligrosas.

  14. Sí, necesitamos reconciliarnos, pero esta tarea no la podrán liderar los especialistas en confrontar, en todo caso el gob. Scioli podría participar, mientras Ricardo Alfonsín ajusta y tonifica su perfil.

  15. De movida me sorprende la fantasía generalizada de que con los festejos del bicentenario se instauró la «buena onda» para quedarse. Buena onda que equivale a aprobar la política de este gobierno. No me cabe duda que este mensaje tiene una buena porción de propanganda oficial, me pregunta hasta que punto tiene hay realmente buenas intenciones. La lógica implicita que «público presente en la marcha = pueblo que aprueba la política del gobierno» y que en base a ello se pueda inferir la reconciliación hace agua por todos lados.

    Estoy de acuerdo que los militares estuvieron alejados mucho tiempo del pueblo y que con toda la tradición de golpes que tuvimos décadas atrás gente con ambiciones politicas se metía en el colegio militar. Eso debe haber cambiado en los últimos tiempos.

    Pero sin conocer el mundo castrense por dentro también estoy bastante seguro que Nilda Garré como Ministra de Defensa, que deber ser percibida por los militares como que una provocación constante, (sobre todo teniendo en cuenta que no tiene idea de temas militares) no es la figura para lograr una reonciliación, sobre todo por el lado militar…

  16. Alejandra:

    una pregunta a tu comentario de ayer, 7:24:

    ¿Qué tipo de trabajo se está haciendo que empieza a dar resultados?

    Reconóces que lo del desfile te pareció una escena impensada. Pero en realidad esa escena es habitual en cualquier ciudad/pueblo de cualquier provincia en cualquier 25 de mayo del 83 a esta parte.

    Luego en tu respuesta a Guillermo 7:25 pm:

    Decís que es un atisbo de algo, una posibilidad de reconciliación pero que no es una totalización. Esa afirmación desdice todo tu posteo.

    Hay una falta de rigor notable en tu escrito: porque una cosa son los aplausos de la gente ante el desfile militar y otra cosa es entenderlo como la consecuencia de una política (¿del gobierno acaso?).

    Esta «elaboración» de reconciliación no responde a políticas concretas, sólo es una simple sensación.

    Saludos

  17. Así es la manera en que el kirchnerismo piensa cooptar los votos para llegar al 40%, los quiere tomar de la derecha?
    Hace un par de días 678 pasó un informe con el mismo tono reconciliador con las ffaa. Se creen que las ffaa cambiaron por haber cambiado un par de jerarcas??
    Ya parece lejano el tiempo en que sedicaban a pegarle a Pino, que tiempos aquellos!!
    Con esta idea (publicitaria?) no se cuántos votos van a cooptar de la derecha. Lo que sí se es que ya perdieron uno de la izquierda.

  18. En realidad la nota coincide en un todo con el espiritu de la vanguardia de periodismo político oficial , en esto hay que darle la razón a Quintín. Podría resumirse así: El Gobierno Nacional y Popular atravéz de su acción ha depurado las fuerzas armadas de elementos reaccionarios y estas nuevas generaciones castrenses » …ya no le sirven a Grondona» (sic).
    Posiblemente esta maniobra aún no halla sido leida en su total dimensión por los Organismos de Derechos Humanos pero sigue la lógica de Doppelganger y hasta que punto esto preanuncia una voltereta K como con la ex » causa nacional del pueblo de Gualeguaychú» depende mas de la coyuntura que de un contenido ideológico.

  19. Los otros días soñé con esa filmación de la época de la asunción de Cámpora , con una multitud que gritaba cantando » se van, se van y nunca volverán» siguiendo a los milicos que se replegaban .
    Es un error bastante grande creer que los tiempos no vuelven. Y el fascismo no vuelve ahora porque la tasa de ganancia de los beneficiarios económicos de la dictadura no está amenazada ( mas allá de los eternos llorisqueos de la UIA), las masas están viendo a Fort y la burocracia sindical domina el escenario de las paritarias.Alteremos nada más un poco la situación y vamos a ver inusitada actividad en las «Nuevas Fuerzas Armadas».

  20. Lo que yo me pregunto es si hubo una real reconciliación. Si se produjo esa reconciliación, continuaré preguntándome cómo es, de qué forma es que aquella se realizó. Y si se pasan esos dos puntos, me preguntaría a cuántas personas involucró, o cuan mayoritaria o consensuada fue.
    De los festejos del Bicentenario se podrán sacar muchas conclusiones, pero no estoy seguro de que puedan ser sacadas inmediatamente. Al menos, hay muchas interpretaciones posibles. Y existe el problema de que iba a ser casi obligatorio, necesario, que surjan efectos o interpretaciones de eso. ¿No podemos preguntarnos también si no hubo alguna obnubilación, si en algún punto no hay un «querer que suceda algo» en vez de que ese algo haya sucedido efectivamente, o al menos en que haya sucedido en la magnitud que queremos darle? Estamos muy acostumbrados a pensar como masas y a seguir modas, asi que quisiera saber cuán importante, entendedor y/o representativo fue ese aplauso a representantes de militares.
    Es cierto que esos aplausos a los que se hace referencia no habrían salido con la clara forma ni hubiera sido acompañados por el número de personas que lo hizo, sino hubieran habidos principios de curación de las heridas abiertas durante la dictadura. Pero ¿quiénes fueron aquellos que aplaudieron? Y estoy de acuerdo cuando dice que se pudo procesar ese pasado de los militares, pero sólo si se lo conjuga con la necesaria terminación de una manera justa de los procesos abiertos y por abrir sobre los crímenes cometidos.
    Estoy de acuerdo con las menciones a las actitudes necesarias de Madres de Plaza de Mayo. Pero estoy escéptico todavía sobre el grado de desarrollo alcanzado o logrado en estas causas.

  21. Oscar:
    no hubo tal reconciliación. Sin embargo hubo entusiastas aplausos a los soldados que desfilaron. Y creo que los aplausos son una invitación a las fuerzas armadas a abrazarse con el pueblo del que surgen y a marchar junto a el en la construcción de una patria justa libre y soberana. Como lo hicieron Belgrano, San Martín, Rosas, Savio, Mosconi, Valle, Perón y muchos mas.

    La presidente ha expresado con claridad que los militares que delinquieron tendrán que responder ante la justicia, pero por delincuentes, no por militares.

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