La sublevación y el desafío democrático

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La sublevación policial término con un saldo trágico de nueve personas fallecidas. No es sencillo encontrar en las fuentes periodísticas sus nombres. El genérico » joven», o «saqueador», o «policía», habla también de desigualdades sociales, o más llanamente de una insensibilidad demasiado extendida, una falencia democrática tan ostensible como poco señalada. Para no reproducir la misma lógica del «sálvese quien pueda» que tan fácilmente se critica desde los medios o las representaciones políticas, habría que empezar diciendo lo obvio: murieron personas que no tenían en sus planes quedar atrapadas en un enfrentamiento absurdo y salvaje, impropio de la misma sociedad que festejó tres décadas de convivencia democrática.

¿Dónde está el culpable? Es una pregunta válida, más cuando el saldo trágico es tan alto. Las altas jefaturas policiales de las  provincias son las primeras que deben señalarse, porque el acuartelamiento de sus subordinados suspendió por demasiadas horas la norma social más elemental que dice «eso no se puede hacer».

Las explicaciones que culpan genéricamente a “la sociedad”, así a secas, por los saqueos que se produjeron cuando las policías dejaron las calles, encierran una matriz reaccionaria. Una sociedad capitalista, basada en ansias de consumo y profundamente desigual, con franjas importantes que hoy pueden tener resuelta la comida en la mesa, pero no la compra de un sinnúmero de bienes, es fácilmente violentada si de un día para el otro las fuerzas de seguridad deciden abandonar sus tareas. Si a esto se suman bandas organizadas -como se denuncia- que fueron puntualmente avisadas de la oportunidad que se les abría, la mirada debe ser quirúrgica, abandonando una postura, al final de cuentas, idealista.

El foco tiene que estar sobre los cuerpos policiales y su relación con la política. A partir de los acuartelamientos por reclamos salariales, comenzó el debate sobre la “sindicalización” de las fuerzas de seguridad. Cualquier idea al respecto choca con una pregunta central: ¿el problema de la policía es su falta de poder? O, por el contrario, ¿está en su «exceso», en su herencia maldita de autogobierno, en su regulación autónoma del delito en el territorio, un nudo de la cuestión?. Al menos dentro de la historia argentina,  cualquier estado de asamblea en las fuerzas de seguridad tiene como consecuencia que un retroceso en la seguridad ciudadana. Pensemos un escenario concreto: cada comienzo de año, cuando los trabajadores sindicalizados comienzan a discutir sus paritarias y, donde, por ejemplo, los maestros suelen usar la herramienta de la huelga en  la negociación salarial, habrá que asumir como parte de ese paisaje algunas semanas de descontrol social, si las policías no quedan conformes con las remuneraciones. Y al mismo tiempo, las cifras a veces irrisorias de los básicos de los agentes, dan cuenta de un largo abandono de la dirigencia política, que suele privilegiar lo instrumental (patrulleros, cámaras de seguridad, etc) sobre las condiciones materiales de existencia de los que portan armas en nombre del Estado. A la tesis de la sindicalización habría que oponerle, entonces, la de la profesionalización de los cuerpos de seguridad.

Se agrega una pregunta que roza la coyuntura electoral: cuál es el lugar de lo » local» y lo «nacional» en la seguridad. Después de las elecciones de octubre candidatos y analistas políticos se apresuraron a decretar la llegada de una era «municipalista», un nuevo tiempo donde el “vecino” acerca su pequeño reclamo a la puerta del intendente, desplazando a la figura de “ciudadano” como a las estructuras políticas mayores. Los últimos días demostraron que unos cuantos policías fueron suficientes para cargarse a gobiernos provinciales enteros, de distinto signo político, y en su gran mayoría revalidados en las urnas hace menos poco más de un mes. ¿Qué hubiera pasado si el reguero de sublevación policial hubiera tenido enfrente a pequeños y fragmentados intendentes? La municipalización policial (como de otros servicios) choca con un país que avanzó por el camino inverso: nacionalizando conflictos y reconstruyendo poder político en ese mismo nivel. En ese sentido, los diez años de kirchnerismo produjeron una nacionalización en las grandes decisiones políticas y económicas, pero sin recuperar aún  funciones concretas que habían sido cedidas a las provincias (educación y salud, por ejemplo). En ese proceso inconcluso -necesario para construir un país que sea más que la suma de las partes- habría que ubicar la cuestión de las fuerzas de seguridad. En su discurso de ayer, la propia Presidenta enmarcó esta cuestión desde los números: «Hemos desplegado en el territorio a la Gendarmería nacional y seguimos colaborando, pero es imprescindible que los más de 200.000 efectivos policiales cumplan la función que tienen que cumplir, porque son muchos más que los 35.000 que tiene la Gendarmería Nacional”. ¿El orden público puede seguir dependiendo de la buena voluntad de cuerpos policiales fragmentados, que apenas tienen un control lábil por parte de los gobiernos provinciales?

Era un pronóstico fácil: si a la baja en los votos oficialistas de octubre, se le suma la tradición de los poderes fácticos de usar el fin de año para construir escenarios desestabilizadores, el cóctel estaba listo. La sociedad argentina es climática: cada fin de año esconde una tragedia, que parece guionada para hacernos acordar que este país, aún con 30 años de democracia y más de una década sin crisis, todavía convive con reflejos de (in) gobernabilidad.

El desafío democrático que plantea la sublevación policial sólo puede encararlo  el único gobierno que decidió librar este tipo de batallas desde hace años. Después de una política errática en ese sentido, con avances y retrocesos, negociaciones al calor de las coyunturas,  muchas veces cedió ante reclamos de sectores reaccionarios, pero socialmente legitimados (penas más duras como solución a la inseguridad, desentendimiento sobre las conducciones de las policías provinciales). Ahora tiene una disyuntiva en las narices. Una acción más en línea con el resto del programa oficial de ampliación de derechos y restauración de la política como eje de poder democrático va a enfrentar resistencias autoritarias, sin dudas. Continuar en el mismo camino, además de no solucionar la cuestión de fondo, también lo dejaría a la merced de nuevas extorsiones para fijar agendas de caos social, que sin dudas no tendrá problemas en encontrar intereses económicos y políticos donde sustentarse.

(Publicado también aquí).

Foto.

84 comentarios en «La sublevación y el desafío democrático»

  1. Interesante planteo del post. Algunos puntos que me llaman particularmente la atención:

    – «Una sociedad capitalista, basada en ansias de consumo y profundamente desigual, con franjas importantes que hoy pueden tener resuelta la comida en la mesa, pero no la compra de un sinnúmero de bienes (…)». En todas las esferas políticas oficialistas, el consumo (y la matriz consumista como motor económico) ha sido harto elogiado. Para que quede claro, no soy de los que piensan que debemos volver a la época de las cavernas, pero tampoco considero la cultura consumista como un signo de progreso (al menos en el plano sociocultural). En ése sentido, la educación es importante: particularmente, no necesito un plasma nuevo, ni zapatillas de 1000 mangos, ni tantas otras cosas: no tienen significancia para mí.

    – El grueso de la fuerza policial proviene de las capas sociales menos favorecidas, y ve en el uniforme manera de salir de la marginalidad. Es un trabajo no exento de violencia, pero enmarcado en el statu quo (sin que esto sea equivalente a la legalidad). En todo caso, se acercan a estructuras que conllevan ciertos niveles de violencia pero que al mismo tiempo son parte de una violencia, como alude el post, más estandarizada, aceptada por ciertos sectores de la sociedad.

    – Con respecto a la municipalización de las policías, pienso que sería un grave error. En mi ciudad de origen, fue el intendente quién salió a negociar la protesta policial, en conjunto con todos los representantes de la oposición. El gobernador no se apersonó (aunque no dudo que la comunicación fue constante), y los refuerzos llegaron el día posterior a una noche de saqueos y miedos. En concordancia con el tema, el intendente intentó, sin éxito, formar una policía municipal. El comisario en jefe de la policía provincial lo amenazó públicamente con empezar a tirarle cadáveres. Aviso para los que aluden a la democratización comunicativa: la comunidad local – de tamaño considerable, una de las 10 ciudades más grandes del país – está bajo el dominio monopólico de un medio oficialista. Ninguna de éstas cuestiones (ni la extensión de los hechos sucedidos) tuvo reverberancia en las radios, canales y diarios del grupo.

    – Por último, me parece que soterrar culpas en el gris concepto de ‘poderes fácticos’ es quedarse cortos. No tengo dudas que el sistema de punteros, de los cuales muchos cotizan al mejor postor, ha tenido una participación clave en la organización de los hechos. Y ahí, mis amigos, hay que pensar en lo que se legitima desde las esferas del poder.

    Un saludo.

    1. Hola, Burned. Decís que:

      «Para que quede claro, no soy de los que piensan que debemos volver a la época de las cavernas, pero tampoco considero la cultura consumista como un signo de progreso (al menos en el plano sociocultural). En ése sentido, la educación es importante: particularmente, no necesito un plasma nuevo, ni zapatillas de 1000 mangos, ni tantas otras cosas: no tienen significancia para mí».

      Acuerdo cien por cien.

      Con respecto a los punteros, tampoco lo descarto. Hay una red de corrupción demasiado densa, y aquí, me temo, no hay fuerza política con un cierto poder que pueda tirar la primera piedra. Pero, ojo, tampoco descarto que los punteros hayan sido claves para impedir que el incendio se propague sin contención en algunos lugares (como el conurbano bonaerense). Eso sí, son presunciones; no puedo afirmar ni lo primero ni lo segundo.

      Saludos.
      Esther

      1. Gracias. Valoro el intercambio y entiendo que lo que planteás en el último párrafo es la otra cara de la moneda, un escenario posible (y probable).

  2. Las policías municipales creadas recientemente por ese tipo de intendentes que se muestran como eficientes y afines a la gestión directa no se sublevaron.
    Estos episodios se vieron en el corazón de los feudos provinciales populistas. A Facundo se le sublevó la tropa, podría ser un buen título.
    ¿Te pensás que ir hacia un unitarismo definitivo sería la solución? La tensión nación-provincias tiene casi dos siglos y no se va a modificar el escenario actual de un día para el otro porque se invoque una razón eficientistas en relación a las fuerzas de seguridad. Las provincias son anteriores a la Nación. Les van a tener que dar un estatuto acorde a eso y también presupuesto acorde para que a las familias reales les quede alguna costilla de sobra en el asado para tirarle a los gauchos armados. El kirchnersimo va a tener que empezar a negociar con sus aliados.
    Mando unificado con personal profesional, tal como una gran empresa desea que esté constituido el panel de comando de sus relaciones de poder. Eso es idealismo.

      1. Mariano, no sé qué es unitarismo fiscal, las provincias y municipios, ¿no tienen la capacidad de fijar impuestos propios (o tasas)?

        Tampoco entiendo por qué el gobierno nacional es el responsable de que las cúpulas de las policías provinciales formen parte de la red de narcotráfico, ya que fueron designadas por los gobiernos provinciales.

        No digo que no exista responsabilidad del gobierno nacional; pero considerar que es el único responsable es, simplemente, convocar al gobierno nacional a intervenir todas las provincias y todos los municipios: si, como vos decís, la culpa es del gobierno nacional (en todos los terrenos, ¿no es así?, entonces significa que los gobiernos provinciales y municipales están de más, no sirven para nada y resultan un gasto inútil.

        Este razonamiento tuyo lleva a un unitarismo a ultranza: si se quiere ser federal, entonces se federalizan los derechos pero también las obligaciones, se federalizan los logros y también las culpas.

        Disculpame, pero formo parte de «la opinión pública» y, aunque reconozco (lo he dicho) la responsabilidad del gobierno nacional al inicio de este conflicto, no por eso lavaré las responsabilidades del gobierno de De La Sota, con él a la cabeza por su ¿incapacidad? absoluta.

        Saludos.
        Esther

      2. El 75% de los recursos fiscales los administra la nación, cuando debería ser al revés.
        Sin embargo las provincias estan obligadas a proporcionar los servicios estatales indispensables, que son educación, salud y seguridad.
        Hace falta un nuevo pacto federal que haga triplicar los recursos que manejan las provincias y jibarizar los que administra el estado federal. Es la única manera de que el fedealismo no sea solo declamativo.

  3. Fede Vazquez:

    El problema de los posts como el tuyo es que tienen como objetivo principal justificar lo actuado por el gobierno nacional y en particular por Cristina, en lugar de intentar desentrañar honestamente problema.

    La policía, como todo cuerpo armado, posee ciertas inclinaciones «vocacionales» que la inducen a relacionarse con la violencia.

    Esas inclinaciones no provienen del aspecto «societario o grupal» del cuerpo policial sino de aspectos formantes de las personalidades de los individuos que la conforman, del mismo modo que para ser cirujano se requiere tener una personalidad particular que implica ciertos componentes sádicos.

    La obsesión por el control no suele ser una preocupación de artistas y sí de policías.

    Hemos discutido en el pasado en AP también como las características de una profesión moldéa el caracter de quiénes ya poseen una inclinación previa para la función.

    La policía no es exepción.

    Como publiqué en una oportunidad, no existen cuerpos armados de «izquierda» ni vocacionalmente libertarios.

    Todos tienen por función sostener, conquistar o perpetuar «un orden».

    La policía como el ejercito es «por definición» una organización de «derecha», es decir una organización que prioriza el orden por sobre otros valores.

    Esto es así en todo el mundo y como en general se comprende no se lo cuestiona.

    Veamos ahora «la exepción kirchnerista».

    No conformes con juzgar a los individuos responsables de crimenes durante la dictadura, el kirchnerismo se propuso categorizar a las instituciones.

    Dividirlas en aquellas que son «buenas», las «tolerables» y las «detestables».

    Entre estas últimas incluyó a las fuerzas armadas y a las diferentes policías.

    Esta división irresponsable ha traído como resultado la reducción a límites absurdos de la capacidad de defensa de las Fuerzas Armadas y la desvalorización absoluta de la tarea policial.

    Esta desvalorización se expresa en términos concretos en salarios ridiculamente bajos para quién arriesga su vida frente al delito sin la contrapartida de prestigio o reconocimiento social que le de estímulo de cumplir la tarea en condiciones adversas.

    En términos simbólicos se traduce en la utilización del mote «la maldita policía».

    También se ha señalado aquí desde hace por lo menos tres años el incremento exponencial del narcotráfico, señalamiento que ha valido por parte de los blogueros oficialistas toda clase de descalificaciones y diatribas.

    Señalar que el narcotráfico se ha apoderado de las villas es discriminar para el oficialismo.

    Señalar el imponente crecimiento de las villas y la legitimación de la cultura villera es ser racista.

    Yo me pregunto frente a este panorama de «década ganada»:

    ¿Qué otra cosa podía ocurrir que no fuera lo que ocurrió?, se podrá discutir cuanto hubiera tardado en ocurrir, pero no la certeza de que ocurriría.

    La única manera de resolver el problema es empezar a valorar sinceramente una tarea que uds. detestan y a la cual le han impuesto el signo del enemigo.

    Las disquisiciones al estilo Carta Abierta y/o Facultad de Ciencias Sociales son completamente inútiles en este aspecto ya que la «percepción afectiva» del desprecio no es algo que se elabora intelectualmente.

    1. Je je…. Si se pide honestidad también hay que concederla:

      La policía deberá ”sostener, conquistar o perpetuar “un orden”.” pero sujeto a la obediencia de un “jefe” superior. La falta de dicho jefe o, mejor dicho, la consecuente discrecionalidad o autonomía conferida hace unos cuantos años atrás permiténdole la “administración de los delitos” dio origen a la ”maldita policía”

      Lo que se cuestiona es el “apriete” sentados en su posición de fuerza relativa con respecto a otros sectores. Buenos y malos hay en todos lados.

      Además vos sabés muy bien que la responsabilidad primaria del control recae sobre los gobernadores. No vengas acá a regurgitar las máximas de la cloaca mitrista y afines, no seamos unitarios cuando nos conviene. Es muy acertada esa suerte de esquizofrenia de que todo y cada problema es una cuestión nacional. ¿Qué hacemo’… federales o unitarios?

      Lo que entendés como legitimar a la “cultura villera” se refiere a no negarles su existencia. Es inentendible que un “liberal-socialista” (aka neo liberalote inconsciente-con fascimo poco reprimido -piedrazo macartista ja ja-) trate de barrer con una manifestación que te guste o no, existe. Incluyéndolos tenés chances de “evangelización” y “convivencia” reprimiéndolos sólo beligerancia (es muy probable que los villeros tengan muchas quejas y bien fundadas respecto a ciertas conductas “de los que creen ser lo que nunca serán”). No te asustes, al punk o el black metal p.e. también se los consideró de la misma forma. Hoy son géneros musicales y sus «belicosos» intérpretes han sido «re educados» y asimilados.

      Reducir la solución al narcotráfico «metiendo mano» en las villas no soluciona el problema, de hecho para su solución habría que rumbear hacia ciertos barrios privados.

      La manera de resolver esta cuestión pasa principalmente por que los gobernas tomen el control político de sus policías. Y por el lado social seguir profundizando con un objetivo -utópico te lo acepto- de igualdad con políticas que no se limitan sólo a lo económico. Por eso es necesaria otra fase «superadora», a un par de puntos a lo sumo de “ocupación plena” y con un tercio en negro, las aspiraciones pasan a otra escala. Maslow básico.

      Y por último referido a las “conspiraciones” me parece que el abordaje adecuado es el que cita don Mariano (Yendo a menos) en su posteo Reservas, si bien se refiere a los “golpes de mercado” el principio me parece aplicable a otros ámbitos. Y no cae en el criterio «cientificista» que los descarta de plano suponiendo una cierta inocencia de los actores ni tampoco lo atribuye una centralidad preponderante, :

      ”Las condiciones de posibilidad para que estos [los golpes de ……] acontezcan son tres:
      -cierto nivel de cartelización de [ciertos actores sociales] que les permite actuar de forma mancomunada,
      -un tráfico diferenciado de información para los diferentes segmentos de afectación (….)
      -y alguna debilidad en la estructura de la[/el ……] de un país, visualizada y aprovechada para el desarrollo de las acciones especulativas [y/o……]”

      ” Siempre, estas situaciones se suben al caballo de la persistencia en algún error, forzado a veces por el devenir de los hechos, en la administración de las variables. Pero sabemos también que la eliminación total del error o la anomalía es una imposibilidad. En definitiva, cualquier esquema [….] es susceptible de ser operado por la especulación, que es el comportamiento natural de los agentes ávidos de maximizar réditos”

    2. Hola, ZXC

      Tengo que leer más atentamente el artículo original para un comentario con cierta amplitud, así que ahora únicamente quisiera responder a lo que decís sobre:

      «Esta división irresponsable ha traído como resultado la reducción a límites absurdos de la capacidad de defensa de las Fuerzas Armadas y la desvalorización absoluta de la tarea policial.
      Esta desvalorización se expresa en términos concretos en salarios ridiculamente bajos para quién arriesga su vida frente al delito sin la contrapartida de prestigio o reconocimiento social que le de estímulo de cumplir la tarea en condiciones adversas.
      En términos simbólicos se traduce en la utilización del mote “la maldita policía”».

      La policía mal pagada no la inventó el kirchnerismo. Recuerdo historias familiares de, por lo menos, la década del 50. Con esto no quiero decir que deba estar mal paga; todo lo contrario, siempre defendí que los sueldos policiales debían ser buenos.

      El mote «la policía maldita» tampoco lo inventó el kirchnerismo; viene desde hace bastante tiempo. En la provincia de Buenos Aires, mucho antes de que los bonaerenses nos enteráramos que había alguien llamado «Kirchner» en algún lugar del país.

      El prestigio o reconocimiento social de la policía depende sobre todo de cómo funcione esa policía. Y su funcionamiento viene siendo más que discutible desde mucho antes de que el kirchnerismo apareciera como fuerza política. Como en todo, hay de todo, obviamente. Pero dentro de «ese todo», pongamos, tenemos el caso Walter Bulacios (hace 22 años). Tenemos el escándalo en la fiesta de egresados de la Escuela Vucetich de La Plata, allá a fines del 2000; más cercano en el tiempo:
      http://www.eldia.com.ar/edis/20100423/20100423143812.htm

      ¿Recordamos la participación de la policía en la represión en los años de plomo? No es necesario, ¿no es cierto?

      Nada de esto, ningún caso de gatillo fácil, ningún caso de represión, tortura y amenazas ni de usar a los pibes de los sectores más vulnerables de la sociedad para el negocio del narcotráfico corresponden a «una policía que mantenga el orden». Su permanencia en el tiempo (otra vez, historias familiares escuchadas… por lo menos llegan a la década del 30) no hablan de «orden» sino más bien de todo lo contrario.

      ¿Qué clase de prestigio o de reconocimiento social se puede pedir en estas condiciones? Por mí, el gobierno (este o cualquier otro) puede repetir hasta el cansancio que la policía es altamente prestigiosa y posee todos los valores habidos y por haber: no se lo creeré. Hay algunos integrantes de las fuerzas policiales valiosos, quizás algunas comisarías. O en algunos casos. Doy fe que existen. Pero ¿la fuerza policial como un todo? ¡Ni por broma! No por lo que diga o deje de decir un gobierno: porque se ve día tras día desde hace eones.

      Y, por cierto, justamente la crisis comenzó en Córdoba, donde el gobierno de De La Sota ha enaltecido a la policía, la duplicó, le dio patrullas, todo lo necesario y hasta puso como ministro de Seguridad a un policía (creo que es el único caso en el país).

      Saludos.
      Esther

      1. Esther:

        No entendiste el sentido de mi post.

        La pretensión kirchnerista de construir un relato histórico donde los papeles estén asignados y fijados de forma inapelable hace que quién ha sido estigmatizado pierda por completo interés en integrarse.

        Nadie va adonde lo maltratan, los policías tampoco.

      2. Hola, ZXC

        Si fuera así, entonces esa estigmatización tendría que reflejarse también en la Policía Federal, en la Gendarmería y en las Fuerzas Armadas. ¿Es así? Desconozco, sinceramente, los datos sobre cómo ha variado, en, digamos, los últimos 30 años, el número de postulantes a ingresar en todas estas fuerzas.
        Creo que la decisión del gobierno nacional de priorizar la participación de las Fuerzas Armadas en el desarrollo tecnológico en ciertas áreas no es justamente una decisión que apunta a desprestigiarlas. Todo lo contrario.
        Aunque no puedo dar datos concretos (mi memoria es mala), sí recuerdo haber leído, en los últimos años, sobre la gendarmería asignada a villas u otros enclaves pertenecientes a los sectores más vulnerables de la sociedad, con declaraciones de sus habitantes muy a favor de esa situación; más que no existir integración, parecía que habitantes y gendarmes tenían una buena relación porque los primeros se sentían más seguros y no avasallados.

        No veo que haya relato, ZXC. Y si lo hay, dudo que impacte sobre las policías provinciales. Tampoco sobre la sociedad.

        No necesito que algún político diga algo para saber que si yo no fuera una descendiente de gringos, de tez clara, mayor en años a un adolescente, que viste de forma común y corriente y tiene un título y una profesión, tengo una cierta probabilidad de que la policía no me fusile en una calle cualquiera.
        Si fuera joven, con rasgos aindiados, vistiera pobremente y tuviera el cabello teñido de azul y verde (cosa que, hasta donde sé, no está prohibido por las leyes) arriesgaría caer en cana simplemente por estar en la puerta de un boliche. Ningún discurso político me dice eso: me lo dice la realidad cotidiana.

        Saludos.
        Esther

      3. Si el 75% de la administra ion de los recursos fuera hecha por las provincias y el 25% por el gobierno nacional, al revés que ahora, se podría culpar a los gobernadores, pero no es el caso.

      4. Mariano, las provincias pueden generar sus propios recursos y los generan. ¿Los generan bien, mal, regular? ¿Qué hacen con ellos? Digo, además de la coparticipación federal más otros recursos que pone el gobierno nacional en obras, planes como AUH o ProCrear, educación (todas las universidades), etc.

        Tomemos Córdoba. El gobierno de De La Sota llevó adelante una «erradicación» de las villas de la ciudad utilizando un préstamo del BID, señalada con justicia como una forma de crear ghettos, en un proyecto urbanístico que no se requiere ser sociólogo o arquitecto para reconocer como una barbaridad. Además, duplicó el número de policías y de equipamiento (multiplicando ad infinitum el uso indiscriminado del Código de Faltas y su maravillosa figura del «merodeador»), con lo que consiguió fragmentar aún más a la ciudad en una ciudad de «blancos» y una de «negros», promoviendo la efectiva discriminación de los segundos gracias a «la mano dura policial». Le dio tanto poder a una policía que venía directo de la dictadura (ver los antecedentes del maestro de Paredes)que, parece, no se dio cuenta de que en paralelo esa policía lucraba alegremente con el narcotráfico. Tuvo que descabezarla, no le quedó otra cuando todo eso salió a la luz pública (gracias a la existencia de medios de comunicación alternativos en una universidad solventada por el erario nacional). Entonces no se dio cuenta de que se lo iban a cobrar (más todavía al quedar interrumpido el flujo de dinero ilegal que fluía hacia la policía). Ni él ni nadie de su gabinete, según parece, porque ninguno atinó a responder rápidamente cuando el conflicto ya estaba en el aire.

        Todo esto no es problema de dinero. Y sí tiene culpa el gobierno provincial. Muchísima.

        Saludos.
        Esther

    3. Silenoz querido:

      Lo tuyo se está volviendo monótono, por lo poco variado y reiterativo de los argumentos.

      Tus argumentos ya han sido puestos en práctica por tu gobierno y aquí estamos.

      Por otro lado has vuelto a esa práctica desleal de poner en boca y pensamiento del otro cosas que el otro no pensó ni dijo.

      Creo firmemente que la expansión tanto del narcotráfico como de las villas miseria y su correspondiente cultura de la miseria son responsabilidad primaria y principal del kirchnerismo y sus políticas.

      1. Lo suyo, ZXC, que también se está volviendo monótono, no es más que una reedición del célebre «investiguen a la víctima», del recordado Bernardo Neustadt.

      2. Politico Aficionado:

        ¿Y quién es la victima?

        ¿Los saqueadores?

        ¿Los narcos?

        Además creo que Silenoz ya está grandecito para necesitar abogados.

      3. Ja ja…
        ¡No te calente’ ZXC! ja ja..

        A ver cuando te referís los argumentos puestos en práctica por tu gobierno ¿cuál? ¿el nacional o provincial? Por que en ese caso tenés la Federal y ¿los patas negras?, con respecto a éste último se intentó una reforma y se desactivó cuando aparecieron los primeros cadáveres. El periodista militantes Verbitsky ha llenado páginas no favorables al stalinismo, por cierto, respecto a éste tema.

        Relativo a los primero hasta donde se muchos «purgados» se reinsertaron laboralmente en la del polder… así terminó procesado el innombrable.

        Quizás te refieras a la política policial aplicada en la sede de la IV Internacional en la bota…..

        En cuanto a lo que «no dijiste» si se refiere a mi crítica sobre tu postura frente a la cultura villera, por favor no me hagas buscar tus escritos al respecto en viejos posteos en AP. Prosa sarmientina aggiornada

        Pero bueno, proponé vos entonces cómo se debería ¿erradicar o ________ (complete según corresponda – espacio cedido para no herir susceptibilidades-)? «la cultura de la miseria» además de repetirnos las consignas Tinneristas

      4. Silenoz:

        Creo que la principal acción a realizar cuando se quiere erradicar un fenómeno es en primer término no legitimarlo.

        Esto significa no validar como un hecho aceptable socialmente el vivir en los términos de la cultura villera.

        Esto desde ya no soluciona un problema que involucra personas y no objetos.

        Retiraría todos los subsidios a los servicios públicos y los volcaría a la construcción de vivienda social con barrios racionalmente urbanizados.

        Dejaría de subsidiar por completo el turismo y los combustibles y volcaria esos fondos al mismo fin.

        Bajo ningún aspecto «urbanizaría» villas miseria, eso sería validar una cultura que a mi entender debe erradicarse.

        Adoptaría una política de socialización de la tierra urbana, limitando por todos los años que sea necesario la construcción de vivienda de lujo y/o edificación comercial que implique extensas ocupaciones de superficie urbana.

        Por vía legal y sin violar la constitución es perfectamente posible bajarle mucho el valor a la tierra urbana.

        Legislaría para, por vía legal, volver poco atractivos los negocios inmobiliarios y mejoraría la rentabilidad de las empresas constructoras puras que se dediquen a construir vivienda social.

        Claro que todo esto toca muchos bolsillos que hoy disfrutan del festival de subsidios y de la especulación inmobiliaria.

        Es decir le arruinaría el negocio a varios por vía legal.

        De ser necesario sobre este tema recurriría a una consulta popular y presionaría sin piedad sobre el congreso para que apoye las medidas necesarias.

        Iría retirando poco a poco la AUH y demás subsidios sociales para volcar sus fondos a la educación para el trabajo y al fomento de empleo productivo genuino.

        Y sobre todo tomaría acciones sociales de tal forma que los beneficiarios no sientan que deben agradecer sino que su progreso se debe a sus propios u personales esfuerzos.

        Eso en una época se llamaba dignificar al trabajador.

      5. ZXC, la víctima por supuesto, es el gobierno nacional, al que Ud nos acusa de defender ( y el resto de la jauría lo acusa de todos los males desde el asesinato de Kennedy en adelante). Ojo, no me mueve un pelo su acusación, creo que esta década ganada es lo mejor que le ha ocurrido a nuestro país en este último medio siglo.

      6. ZXC
        Se me ocurre que lo único que propiciás ingenuamente arriesgo (digo ingenuamente por que debería escribir otra cosa pero después te enojás) es una “remodelación del paisaje” creyendo que el habitat define una cultura que querés erradicar. Verbo un poco fuerte por que implica barrer de la faz de la tierra, le das el mismo curso cual si fuera una enfermedad y en cuestiones sociales cuando se quiso “erradicar” alguna conducta o costumbre se recurrió al método cruento. Pero bueno, mientras este tipo de verbos no provengan del stalinismo K no hay de que preocuparse ¿no? y menos de un liberal entiendo. (ja ja..)

        Si de cuestiones culturales hablamos me gustaría saber cuántos de los habitantes villeros son los consumidores de droga respecto a lo que vienen a proveerse desde lugares “bian” con sus alta gama. También arriesgaría que a la mayoría, al menos, de los “villeros” no les interesa delinquir y desearían integrarse a la comunidad con un buen trabajo que les permita mejorar su vida material sin que nadie le regale nada y acercarse al status de los más favorecidos. Pensamientos de esta “gente” que me constan a pesar de sus modismos, lenguaje, gustos musicales y apariencia que también forma parte de su “cultura” (que querés erradicar)

        Ojo, comprendo al vecino que tiene una villa cerca de su casa y podría estar de acuerdo con algunas soluciones que proponés al fin y al cabo estas requieren un mayor intevencionismo estatal con el cual no tengo “contradicciones” (¿vos si?) pero dejando de lado problemas juridisccionales me parece que lo difícil es lograr una confluencia ideológica o de intereses para adoptar ese tipo de políticas, confluencia más dificultosa que el aspecto presupuestario.

        Con todo no estas yendo al hueso del problema por que estoy casi seguro que los “villeros” con sumo grado vivirían en otro habitat. De acuerdo a mi experiencia de gente “villera” o al menos tratada de la misma forma peyorativa respecto al primer peronismo lo único que pudo “socializarlos” y erradicarle su ”cultura de la miseria” fue un buen TRABAJO cuestión que tocás como quine no quiere la cosa. El problema es que los privados no estarían en condiciones por las terrible situación economica que atraviesan y por el estado no debería para que no genere inflación ¿no?

        Y por último, si el maquillaje urbano implica sacármelos de adelante, la erradicación de la ”cultura de la miseria” no será posible, hasta corrés el riesgo de generar ghettos como en Códoba p.e.. Aunque sospecho que esa erradicación vía las medidas que detallaste no son del todo sinceras por que reducís la “cultura” a la vivienda. Pero bueno, puede ser un prejuicio mío.

        PD: para otra oportunidad estaría bueno que aclares bajó que condiciones disminuirías ciertos beneficios sociales como la AUH por que hasta donde tengo entendido una de las máximas socialistas es igualitarismo y universalización de beneficios, conceptos que han tomado y sostiene aún distintas sociedades donde el socialismo ha llegado en mayor profundidad. Por que el gran problema de siempre es ¿qué hacemos en el mientras tanto?

      7. ZXC, ¿cuánto creés que durarías como gobierno con ese proyecto?

        ¿Realmente pensás que basta presionar al Congreso para sacar algunas leyes?

        ¿No es suficiente ver lo que le ha costado a este gobierno la Ley de Medios Audiovisuales, y eso que la Ley sólo tenía un opositor, un único opositor, el grupo Clarín?

        ¿Realmente creés que retirando todo subsidio las buenas personas de la clase media, vos, yo, el de más allá, no saldrían cacerola en mano a inundar las calles, al grito de «¡que los pobres trabajen si quieren casa, yo me deslomé traajando para tener la mía!».

        La izquierda te pegaría porque no promovés la reforma agraria. La derecha saldría con los tapones de punta porque se le arruinan los negocios. Todos ocuparían cuanto espacio hubiera en radios, canales de televisión y medios gráficos para decir que sos un dictador populista.

        Y los que te apoyan serían considerados «la mierda oficialista».

        Vamos, ZXC, ¿no vivimos, acaso, la 125? ¿No vimos cómo ni siquiera ante un hecho tan fundamental como la estatización de las AFJP o la de YPF pudo la oposición ponerse de acuerdo para apoyar al gobierno? ¿No vimos cómo se habló mal y pronto de la AUH? (¿Cómo era aquello de que el dinero se iba a ir por la canaleta de la droga, o que las adolescentes se enmbarazaban para cobrar la asignación?).

        ¿De verdad creés que en una consulta popular la clase media votaría por tu proyecto, aceptando alegremente que, para construir «viviendas sociales» le aumentara el costo de las vacaciones o del combustible?

        Por favor… ¡Si muchos repiten que se quedarán sin jubilación porque el Anses se gasta la plata de sus aportes en el plan Pro.Cre.Ar! (lo cual no es cierto, pero los medios de información están al servicio de esos mismos intereses económicos que vos tocarías…).

        Saludos.
        Esther

      8. Silenoz, estoy de acuerdo con vos. La cultura villera es una cultura, no hay por qué suponer que deba ser erradicada como algo malo. El delito es otra cosa, y allí juegan, como bien decís, muchos factores. Creer que la villa es la fuente de todo mal no se condice con la realidad. Los enclaves más pobres no son fuente de todo mal: son el cachetazo que la realidad nos pega en la cara, porque allí se ven al desnudo nuestros males, los de todos, los políticos y los no políticos.

        Hablamos de «inseguridad», pero esa es una palabra que sólo parece tener sentido para quienes tenemos una casa (o podemos alquilarla) en un «lugar decente», trabajo y etc.

        ¿Cuál es la «seguridad» en los barrios más pobres, en las villas? Si mi hijo es drogadependiente, puedo recurrir a psicólogos, médicos, clínicas, sitios para tratar su dependencia. ¿Qué pasa con esa madre que sale a denunciar que a sus chicos, a los chicos de la villa, los están matando con el paco? ¿Su dolor es menor que el mío? ¿Tiene más culpas que yo?

        Sí hay responsabilidad de los gobiernos, de todos, absolutamente de todos. También hay una respnsabilidad compartida por los que levantamos el dedo acusador desde una posición más cómoda.

        Por supuesto, acuerdo con vos en eso que se llama «trabajo». Es la clave, siempre lo fue.

        (Estoy en contra totalmente de los ñoquis y acomodados de cuanto gobierno exista, nacional, provincial o municipal, del color que sea; creo que habría que echarlos a todos y sin lástima. Pero que el Estado, a cualquiera de sus niveles, aumente el gasto público dando trabajo genuino a más gente no me parece un gasto: es una inversión. Una de las mejores inversiones que puede hacer el estado).

        Saludos.
        Esther

      9. Silenoz y Esther

        Yo vivo a seis cuadras de la parte mas jodida de la villa 1-11-14 del bajo Flores.

        No solo conozco gente que vive ahí, sino que con muchos tengo relaciones de intercambio de servicios de diferente tipo.

        Te puedo asegurar que quienes mas desean que desaparezca la cultura villera son quienes viven inmersos en ella.
        Además perciben al narcotráfico que reina adentro como el mayor peligro para sus vidas.

        TODOS ellos proponen pena de muerte para los narcos sin importar la edad ni la responsabilidad.

        No son nada boludos, ni son vagos en absoluto, simplemente son gente que por sus bajos ingresos no puede vivir en otro lado, aunque ultimamente empiezan a percibir que lo barato les sale cada día mas caro.

        Sin duda, hay además un sector de la población villera que está cómodo en medio de la promiscuidad y que se beneficia de forma oportunista de cuanta matufia se les cruza por delante, una parte significativa de estos vive del menudeo de venta de paco y afines.

        A ese sector yo no intentaría rescatarlo, han llegado demasiado lejos.

        Lo que han hecho con el paco es para mi un límite y una ofensa imperdonable a la dignidad humana, no los salvaría.

        Creo poco en el concepto «victima inocente» en el tema de la venta de paco, como también creo que no hay consumidores inocentes de cocaína.

        Basta pensar un instante para darse cuenta que cada gramo de cocaína que se compra no te lo vende una abuelita buena sino una mafia sangrienta.

        Igual situación ocurre con la marihuana, será muy recreativa o lo que se quiera pero la inmensa, muy inmensa, mayoría no te la vende un hippie autocultivador sino otra mafia sangrienta.

        Todo esto ocurre HOY dentro de la cultura villera como hechos cotidianos y corrientes a la vista de todo el mundo y hegemonizando el espacio público, al punto que la 1-11-14 tiene zonas donde la policía no puede (¿no quiere?) entrar.

        Esto y no otra cosa es la cultura villera aquí y ahora.

      10. Bueno, entonces algunas cositas:
        1) más o menos como te comentaba respecto a mi experiencia y la tuya, esta gente tiene valores culturales «decentes»
        2) denuncian la marginalidad, delitos y consecuente violencia en sus ámbitos como algo no deseable.
        3) pero esta delincuencia, condiciones de vida y violencia consecuente no es un aspecto cultural de dicha gente, esto es lo que estás confundiendo.
        4)es probable que cierta gente aproveche y se sienta cómoda de las condiciones en dichos lugares para delinquir pero bueno, supongo que en otros barrios, de clase media e inclusive en Nordelta, también haya sujetos con las mismas características. Estos ultimos pasan desapercibidos quizás por simples cuestiones de apariencia

      11. Bueno, ZXC, parece que nuestras conversaciones son fructíferas, vamos encontrando puntos de acuerdo; me resta aclarar que cuando hablo de «cultura villera» no me refiero ni a la pobreza ni a la delincuencia, sino a los modos de entender la comunicación, la música, el lenguaje y las formas de relacionarse.

        Saludos.
        Esther

  4. aparte del tema de la sindicalizacion,creo que todos o la mayoria de los analistas coinciden en la necesidad de un debate sobre la reforma en la preparacion,sobre todo psicologica,de los «agentes del orden»….

    1. Isabel, coincidimos, coincidimos… Hay una ausencia de educación profesional que está a la vista. Para mí es uno de los aspectos más importantes.

      Saludos.
      Esther

  5. Capáz no es tan complicado, se rebelaron los SOLDADOS DEL PODER , ¿que esperaban?, si simpre la ven pasar por arriba.
    Ver a partir del minuto 2:30
    http://artepolitica.com/videos/horacio-verbitsky-sobre-los-acuartelamientos-policiales/

    Mas tarde o temprano siempre pasa:
    http://paseandohistoria.blogspot.com.ar/2012/10/la-rebelion-de-las-legiones.html

    Ahora con respecto a los saqueos especificamente ya se complica.

    ¿Y donde estan los humildes agradecidos con el gobierno ?
    ¿Donde estan los indices de pobreza e indigencia nulos en las provincia del NOA?
    ¿Donde estan los Gobernadores exitosos del modelo?
    ¿El aparato , es una mentira de clarin?
    ¿Seguimos?

  6. Hola, Fede. Intentaré ceñirme lo más posible a tu artículo, que presenta aristas interesantísimas, aunque seguramente me iré por las ramas…

    Intentando mirar con un poco de calma hacia atrás (aunque no creo conseguir la suficiente tranquilidad), es evidente que la policía tiene que estar subordinada a los poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial, cada uno en las instancias que corresponda). No puede acuartelarse ni dejar zonas liberadas bajo ningún concepto. Eso es sedición.

    Hay una responsabilidad política compartida por los gobiernos provinciales de toda índole y durante bastante tiempo. Parte de esa responsabilidad está en dejar de lado el sostener a las fuerzas policiales con salarios y condiciones laborales dignos. Quizás, justamente, porque «total, no pueden hacer huelga» como otros agentes estatales. Quizás la lógica sea la eterna «el que no llora no mama» y responden en función de la fuerza de los reclamos.

    La otra parte de la responsabilidad de los gobiernos provinciales (los actuales y los anteriores) está dada por no ocuparse de profesionalizar la policía como corresponde.

    Claro, todo esto está enmarañado en una red de corrupción que enlaza el delito, la policía, jueces y políticos. Nada nuevo bajo el sol (es curioso cómo el Martín Fierro sigue siendo actual…). Pero cada vez es peor; y estamos en la era del narcotráfico.

    No tengo claro si corresponde o no (o si conviene o no) la sindicalización de la policía. Sí es claro que se requiere alguna clase de interlocutor válido.

    Creo haber escuchado (no estoy segura) de que Scioli, dentro de su propuesta ante la policía, propuso que los aumentos salariales de la policía quedaran atados a los aumentos docentes. Esta puede ser una forma de zanjar futuros reclamos: que automáticamente los policías perciban el mismo aumento que alguna otra clase de empleados estatales.

    Sin embargo, junto con los reclamos salariales y los correspondientes a las categorías de jerarquización, por acá y por allá aparecieron otros que, en el fondo, significan: «que nadie nos toque». Y eso ya es otra cosa… Allí está justamente el nudo que hay que destrabar. La policía no está para hacer lo que quiera sino lo que debe, y lo que debe lo fija el poder político y el judicial.

    Tengo mis serias dudas con respecto a la municipalización policial, y desde antes de esta crisis. Conozco los argumentos dados al respecto, y algunos son buenos argumentos. Sin embargo… Qué quieren, me da un poco de miedo el pensar en un municipio lleno de cámaras de vigilancia y de patrulleros que responden al propio municipio. ¿Para qué pueden ser utilizados? ¿Para combatir el delito o para sostener caudillos-intendentes ad eternum, vigilando y/o actuando sobre los opositores?

    No lo sé.

    No hay forma de nacionalizar la policía aún en el caso de que fuera un buen camino (tampoco sé si sería un buen camino, más bien tiendo a creer que no) salvo reformar la Constitución.

    Pero sí es posible ponerse a trabajar para crear un sistema nacional de acceso y capacitación profesional al que tengan que ajustarse todas las provincias. Sistema que no puede estar en manos de la propia policía, aunque esta, obviamente, participe.
    Burned dice:
    «- El grueso de la fuerza policial proviene de las capas sociales menos favorecidas, y ve en el uniforme manera de salir de la marginalidad. Es un trabajo no exento de violencia, pero enmarcado en el statu quo (sin que esto sea equivalente a la legalidad). En todo caso, se acercan a estructuras que conllevan ciertos niveles de violencia pero que al mismo tiempo son parte de una violencia, como alude el post, más estandarizada, aceptada por ciertos sectores de la sociedad».

    Es así y ha sido así por lo menos por mucho, mucho tiempo. En la provincia de Buenos Aires hasta no hace demasiado tiempo teníamos policías que no habían completado la escuela primaria. La ausencia de un verdadero sistema de estudio profesional en las fuerzas policiales tiene más de un correlato negativo. Uno de ellos es el resquemor hacia los otros; es poco razonable darle un arma y con ella la sensación de ser superior a quien, en el fondo, se siente inferior.

    El otro correlato negativo de mucho peso se puede expresar con una pregunta: ¿las actuales formaciones de los policías están encuadradas en un contexto autoritario o democrático? ¿Para qué se prepara a los policías, con qué enfoque acerca de sus tareas?

    Las continuas denuncias de gatillo fácil, razzias y demás hablan bastante mal de esa preparación. Las imágenes de la Metropolitana en el Borda son, en sí mismas, la representación de un sistema policial al que el poder político educa para actuar en contra de la sociedad, entendiendo que si los uniformados con armas no respetan los límites, entonces están actuando en contra de la sociedad. El parque Indoamericano es otro gran ejemplo de eso.

    No se pueden producir milagros. Pero sí es posible que el gobierno nacional acuerde con las provincias un sistema jurídico-profesional para las fuerzas policiales. Sabemos que eso puede quedar en letra muerta (milagros no hay), pero es una forma de comenzar a hacer algo.

    Y eso tendrá que hacerlo el gobierno nacional. No le quedará otra, porque aunque las policías sean responsabilid provincial ya quedó demostrado que no todos los gobiernos provinciales pueden manejar sus propias policías. Además, ¿de dónde van a salir los recursos para los aumentos salariales que dieron? Lamentablemente, sospecho que será de las arcas de la Nación…

    Veo como gravísimo todo lo sucedido. La responsabilidad de De La Sota es enorme por donde se lo mire. No puedo dejar de pensar que apenas vemos la superficie del iceberg, porque no puedo achacarle a De La Sota el ser un cándido o una persona sin experiencia o un ignorante en política.

    No dudo de que en algunos casos hubo connivencia entre la policía acuartelada y las bandas saquedoras.

    Tampoco dudo de que le debemos una a favor a Scioli y a los intendentes del conurbano (a todos, los del FpV y los del massismo). Supongo que todos deben haberse asustado por igual. Si los graves sucesos ocurridos en Córdoba, Tucumán, Concordia y otras ciudades se hubieran extendido por el conurbano bonaerense… ¿Qué hubiera sucedido? Ni toda la gendarmería junta hubiera servido para apagar el incendio. La única forma hubiera sido sacar a las fuerzas armadas a la calle. A los tanques. Y de golpe se nos esfumaban estos treinta años de democracia.

    Pensar esta cuestión desde «K-antiK» es una solución trivial al problema, que no aporta a algo que es de verdad grave, porque esto no fue una explosión social, ni la expresión de los sectores más vulnerables. No tiene nada que ver con los saqueos del 89 o del 2001. No se trata de indigencia ni de pobreza.
    Esto fue, lisa y llanamente, una rebelión de los uniformados con armas. Una clase de uniformados con armas que, encima, tienen poder territorial.

    Saludos.
    Esther

    1. Esther:

      Decís: «……(es curioso cómo el Martín Fierro sigue siendo actual…)….»

      Es actual porque sencillamente se refiere a la condicón humana, es decir eso que no se puede cambiar.

      Lo curioso y preocupante de esto es que la corriente dominante entre cientistas sociales esta empeñada en negar la naturaleza biológica del ser humano y por tanto negar las consecuencias que acarrean los instintos.

      Es llamativo, esta negación solo se dá en el ámbito de las Ciencias Sociales, y no en todas, ya que mayoritariamente la Antropología, la Psicología y el Psicoanálisis si los aceptan y los consideran.

      Como consecuencia de esta negación el discurso de politólogos y sociólogos (profesionales y aficionados)se convierte en un lamento moralizante y voluntarista, mas parecido a una queja amarga que a una aproximación científica para hallar soluciones.

      Chicos y chicas: El Hombre Nuevo al igual que Papa Noel no existe.

      No solo no existe sino que no puede existir.

      La educación puede colaborar a una sociedad mas tolerante y pacífica……. solo hasta cierto punto.

      La «tensión de borde» que es cuando la población crece mas que los recursos y el territorio empieza a «·quedar chico» invitablemente desata el instinto por la supervivencia, que es violento, y la supervivencia es la del mas apto.

      Es feo escuchar esto…….sí, sin ninguna duda y seguro que es mas reconfortante leer el evangelio, salvo que el «ama a tu prójimo como a ti mismo» tiene como límite la supervivencia.

      «En unión y libertad» también suena mucho mas cálido y querible que «Orden y Progreso» salvo que este último aumenta las chances de obtener la riqueza necesaria , de modo de no llegar a situaciones de tensión de borde.

      No se trata de hacer la apología del «Orden» sino de no ignorar que es un componente indispensable para la creación de riqueza en todos los campos.

      Hoy la Argentina es vista como un territorio sin ley donde impera el «desorden», todo ello promovido desde la máxima autoridad del política, que paradójicamente se comporta como una autócrata.

      Podría ser solo la mirada de un opositor oportunista que intenta socavar al gobierno, pero si leen lo que la mayoría de la prensa del mundo desarrollado publica sobre Argentina verán, que sin distingos de izquierdas o derechas, la percepción es la misma.

      1. Mmm d’enserio tenés que aflojar con Darwin, los problemas de violencia han sido una constante a lo largo de la historia sin embargo algo se ha aprendido desde la edad de piedra. Y como todo, la resolución satisfactoria de los hechos violentos pasa por un buen diagnóstico relativo a sus causas, causas que en llamativas cantidad de veces provienen de las elites o sea de arriba.

        Ja ja … o sea estas de acuerdo con los de la MAK, esta es sin duda una diktadura asintomática autocracia donde cada uno hace lo que se le antoja el upite…. ja ja.. tan sólo cuidarse del censista y yastá…

        Ahhh che que que tu particular punto de vista coincida con lo que «la mayoría de la prensa del mundo desarrollado publica» a esta altura no es ningún merito. De hecho arriesgaría que sufren de una total ignorancia.

        «From every latent foe,
        From the assassins blow,
        God save the Queen!
        O’er her thine arm extend,
        For Britain’s sake defend,
        Our mother, prince, and friend,
        God save the Queen!»

      2. Hola, ZXC

        Toda obra clásica lo es porque mantiene su vigencia al tratar la complejidad del ser humano. También es un clásico Romeo y Julieta, el Quijote y Alicia en el País de las Maravillas (ingenuamente considerado un libro infantil). Lo es La República de los Sabios. Lo es El retrato de Dorian Grey. Lo es la obra de Homero.

        No todas las obras clásicas mantienen su vigencia porque afirmen que el ser humano no es más que un pozo de instintos animales, sin capacidad para trascender de esa especie de destino fatal que lo hundirá irremediablemente por siempre jamás.

        Decís que:
        «La “tensión de borde” que es cuando la población crece mas que los recursos y el territorio empieza a “•quedar chico” invitablemente desata el instinto por la supervivencia, que es violento, y la supervivencia es la del mas apto».
        No tiene que ver con los sucesos del artículo original… Aquí no hay ninguna lucha por la supervivencia. Para nada.

        (Menos Darwin, por favor… Vuelvo a decirte, la Teoría de la Evolución no es lo que creés que es ni tampoco se aplica así como así a las sociedades humanas.)

        Las ciencias económicas son ciencias sociales. No parece importarle, a la mayoría de los economistas, un pimiento de las personas de carne y hueso. No ya en sus instintos primarios: en su condición de seres humanos.

        Como siempre, la palabra que falta es una: ética.

        También decís que:

        «Podría ser solo la mirada de un opositor oportunista que intenta socavar al gobierno, pero si leen lo que la mayoría de la prensa del mundo desarrollado publica sobre Argentina verán, que sin distingos de izquierdas o derechas, la percepción es la misma».

        Ah… ¿Y de dónde saca la información sobre Argentina esa mayoría de la prensa del mundo desarrollado?
        ¿Quizás de los medios mayoritarios de Argentina? ¿Quizás, a veces, hay miradas interesadas?

        La percepción de muchos medios extranjeros sobre el país es muestra de la mayor ignorancia. No tienen idea de qué hablan. ¿Te acordás de aquel histórico artículo que salió en una prestigiosa revista española sobre Kiciloff, en la época de la estatización de YPF, y que había sido levantado de la revista Barcelona? Fue un caso muy conocido. El único error que cometieron estos periodistas del mundo desarrollado fue poner el enlace al sitio de Barcelona. Alguien les debe haber avisado del desastre que habían cometido porque enmendaron el error: sacaron el hipervínculo. Eso sí, el artículo lo dejaron tal cual. Así se informan sobre nosotros muchos medios extranjeros.

        Fijate qué fácil es hacer que las miradas coincidan: sólo necesitás que El País de España levante las notas de Clarín (ambos grupos tienen negocios en común) o de periodistas afines a Clarín y ¡voilá!, toda España nos mirará igual que Clarín.

        No me voy a extender más en el tema, pero hay más de un registro de declaraciones de personalidades intelectuales, economistas, gremiales, periodísticas o políticas del mundo desarrollado que señalan cómo latinoamérica en general y Argentina en particular son ninguneadas o tergiversadas en la prensa.

        Saludos.
        Esther

      3. Esther, muy cierto que los saqueos no tienen nada que ver con necesidad o supervivencia. Son nada mas que otra faceta del credo kirchnerista: LTA. Cuando funciona para el lado que el gobierno quiere te parece maravilloso. Los saqueadores se dieron cuenta que, en esa situacion, ellos la ponen adentro. Seguro que en 2015 votan al gobierno, no te preocupes.

    1. lo seguí en «vivo» una de las noches de los saqueos, hoy uno de los pocos diarios que informa algo de Tucumán habla de 8 muertos, dato que los cultores de «la culpa es del otro» siguen ocultando.

  7. en otro tiempo,con otros motivos,en Tucuman se declaro una independencia…¿No es posible llegar a independizarnos de la violencia?No es asunto de gobiernos ni de proceres sino de todos nosotros….

    1. El kirchnerismo es violento por naturaleza. La agresion y la violencia ha sido su modus operandi desde que llego al poder. Ahora pretender desconocer la cosecha de lo que sembraron. Tarde muy tarde.

    2. Isabel,

      Coincido, es asunto de todos nosotros. En otro tiempo, también con otros motivos que no dejan de asombrarme, en democracia, en Tucumán se eligió a Domingo Buzzi como gobernador. Provincia con una sociedad complicada.

      Nuestra sociedad, no es muy diferente de la tucumana, la sociedad argentina es eminentemente hipócrita. Se confunde solidaridad con caridad. Se horrorizan por la pobreza y la indigencia pero son los primeros en reclamar contra la AUH que le dan a los «negros», los planes «descansar», etc.etc.

      En esta última década muchos pasaron de la clase baja a la clase media, se ampliaron derechos como nunca antes, sin embargo, en general los individuos están convencidos de que cuando les va bien es por mérito propio y cuando les va mal es únicamente por culpa del gobierno.

      Es difícil construir una sociedad más igualitaria sobre estas bases.

      1. No hay igualdad posible entre los que no saquean y los que saquean. Entre los que laburan y los que roban.
        O es mentira el mejoramiento de la situación sociual estos años, o existe un grupo duro de lumpenaje qe es impermeable a esas políticas y estan en otra.

      2. Es así, Isabel, Gachi.

        Agregaré otra comparación histórica. En esta Córdoba de hoy hubo un momento en el que se lanzó la Reforma Universitaria, y hubo otro momento donde se produjo el Cordobazo. Hubo violencia, pero distinta a la de ahora, muy distinta.

        Saludos.
        Esther

      1. Lo que resulta más preocupante, puesto que existen en nuestra sociedad fuerzas integradas por delincuentes, narcotraficantes, barrabravas, y otras lindezas, utilizadas muchas veces por el poder político para fines no santos, que han adquirido tal entidad, que en ciertos momentos pueden actuar por su cuenta.

      1. Por eso…no vengan con que espontáneamente «pinto» el saqueo…Aca hubo un plan. Apoyado ademas en un sentimiento de impunidad, un clásico sentimiento policial.

      2. Manu: ningún saqueo es espontaneo, ni los del 2001, ni los actuales. El tema es porque mucha gente ante la zona liberada se cree con el derecho de saquear.

      3. Sopa: creo que el tema es porque la policía se cree con derecho a abandonar su puesto, a dejar a las calles libradas a su suerte, y a extorsionarnos.
        Lo de los saqueos -que se deriva de esa situación de falta de presencia policial y posible instigación- no es muy difícil de entender.

      4. Los policías no saquearon. Los miles que saieron a saquear estos días o era gente necesitada, o lumpen delincuentes. O ambas cosas a la vez.
        No parece tan ganada esta década.

    1. Mariano T,

      Un comentario muy propio de vos. Estos saqueos no tienen nada que ver con la pobreza y la indigencia.

      Tienen que ver con la programación e instigamiento de los mismos por la propia policía y otros intereses políticos. Está probado, principalmente en tu ciudad, que antes de acuartelarse los policías avisaron de las zonas liberadas e instigaron a saquearlas.

      Esto no se hizo por hambre, fue un plan de apriete perfectamente ejecutado.

      1. Los policías estaban acuartelados y no salieron a saquear. Qienes fueron los miles que lo hicieron? Un ejército de zombies o de Aliens convocados por las policías? Marines disfrazados de pibes chorros?

      2. Mariano T,

        Estás equivocado. Algunos estaban acuartelados, otros, principalmente los retirados y los que estaban de franco, instigaron y participaron de los saqueos. Ya hay varios policías detenidos implicados en los saqueos. La única verdad es la realidad.

      3. Sí que fue un plan de apriete, Gachi. No sé hasta dónde organizado en forma completa de antemano, pero sí que constituyó un plan de apriete. No tengo dudas de que hubo connivencia entre policías y saqueadores. No en todos los casos, pero sí que hubo. No es para nada difícil: si alguien tiene relaciones para «soltar» grupos delictivos a la calle es la policía, por su propia función… y porque a veces suelen darse situaciones conocidas y denunciadas más de una vez: el uso de chicos de los sectores más vulnerables por parte de la policía en sus negocios con el narcotráfico, o el uso de los presos por parte de las fuerzas del orden en los penales, sacándolos a la calle para robar. Justamente el incendio inició en Córdoba, donde ¿curiosamente? hacía poco que el gobernador se había visto obligado a descabezar la policía por su relación con el narcotráfico.

        Saludos.
        Esther

  8. Estimados no suelo participar mucho pero dado el interés del tema, quisiera comentar muy humildemente mi parecer con todo respeto que, espero, pueda contribuir a desplazar el debate del famoso binomio antitético «derecha-izquierda» que nos tiene atrapados a tantos.
    En primer lugar quisiera comentar que el modelo de organización que eligió esta Nacion, no ahora ni con la sanción de nuestra constitución en 1853 sino mucho antes, es un modelo basado en el orden y la autoridad en pos del crecimiento económico del país. Cuando allá por los tiempos de Rivadavia como ministro de gobierno de Buenos Aires se imponía una visión de nación ordenada para impulsar el comercio exterior en contraposición de las economías regionales, lo primero que se pensaba era en nombrar en cada toldería un «jefe policial», es decir, cada centímetro de nación ganada a los bárbaros indios era reivindicada con la presencia de la autoridad policial que hacia a su vez de autoridad política por ausencia de esta. Gracias al influjo de las ideas europeizantes, el ejercicio del poder territorial fue virando hacia el poder político muy a regañadientes, a mi modesto entender de quienes detentaban de facto el poder real. No creo que en ese momento Rivadavia se pensase a si mismo como de derecha por llevar tranquilidad a los latifundistas para la extensión de la llanura pampeana que iría a alimentar, décadas después, al mundo. Creo mas bien que se imponía la construcción de una nación al estilo europeo donde una vez consolidado el poder territorial por la fuerza, podía cederse el lugar a los ciudadanos para que ellos ejercieran el poder político. Luego del jefe de la toldería, le llego el turno al juez de paz, y era tan así que dirimía conflictos de diversa índole apoyándose en el poder de «hacer cumplir» que le brindaba el jefe policial. Tiempo después, mucho después, llego el momento de elegir un «primus inter-pares», el intendente, para que nos gobernase la administración de todo aquello que no caía en manos del juez o el policía.

    A decir verdad esta idea, a mi modesto entender, nunca despego del suelo. Es bien sabido por todos, y nuestra historia es lamentablemente rica en detalles sobre cómo, ante el menor inconveniente corríamos en búsqueda del poder policial para que arreglase los problemas generados por la falta de autoridad del poder político y con la anuencia del señor juez. Creo que cometemos un error al objetivar pero ese error, amigos, no es natural sino inducido casualmente por el binomio antitético. La policía no se define de derecha por imponer el orden, en todo caso, el orden es una parte inseparable del quehacer policial. El asunto aca es cómo poder cambiar la matriz ideológica de una fuerza que puede animarse a balear la casa de un gobernador como sucedió en Santa Fe, con total impunidad y con la mirada de costado por parte de la justicia.

    Por ultimo, habiendo dicho todo lo que dije, y dado que el tema de la municipalización policial fue mencionado, también me gustaría decir que es una falacia noventista suponer que la centralización es de izquierda y la descentralización de derecha. Son simplemente formas de concebir la organización de las actividades de Estado, que hablan del él pero no lo definen desde la raíz. La policía municipal solo implica un cambio de jefe politico por uno mas cercano, pero este cambio conlleva el riesgo latente de volver a recrear una situación donde los municipios sean cogobernados por el jefe policial y el intendente (mas cuando incluso algunos sugieren someter al voto popular al jefe policial), haciendo un enroque en el tandem que existió mucho tiempo atrás entre la policía y el juez de paz. Mucho mas riesgoso, a mi entender, porque de ahi a sumar a la justicia a una maquinaria perfecta de autoritarismo municipal restan solo unos pasos.

    1. Hola, Juan José

      A ver si entendí bien… En el párrafo que inicia en:

      «En primer lugar quisiera comentar que el modelo de organización que eligió esta Nacion, no ahora ni con la sanción de nuestra constitución en 1853 sino mucho antes…»

      Estás explicando que se siguió, internamente, el mismo esquema colonizador que dio origen al Virreynato: ocupar tierras y más tierras a fuerza de armas, luego colocar a un virrey (o algún delegado suyo), y explotar los recursos naturales para hacer ganancia enviando la riqueza al exterior. Un proceso de colonización armada, en síntesis.
      ¿Estoy en lo correcto?

      No creo que «orden» sea un concepto de derecha ni de izquierda en sí mismo. Por lógica, la policía es una «fuerza del orden». La cuestión radica en cómo se define ese orden, para qué se busca, qué precios se paga por él, cómo se obtiene, etc. Allí es donde los caminos divergen y sí podemos hablar de derecha y de izquierda.

      Tengo tus mismas dudas con respecto a municipalizar la policía. La verdad, ¡es un tema en el que no puedo tomar posición definida!

      Saludos.
      Esther

      1. Juan José y Esther,

        Comparto las dudas sobre las policías municipales. Tal vez si fuera una policía de prevención y control de temas barriales y tuviera que derivar los delitos a la policía provincial, podría contribuir a la reducción de los delitos. Pero el tema es complejo porque cada provincia podría pensarla y crearla a su imagen y semejanza.

        Este es un país federal, aunque a muchos no les guste. Esto dificulta tener un protocolo que deban cumplir todas las policías. Podría hacerse algo parecido a lo que se hace en Educación con el Consejo Federal. Crear un Consejo Federal de Seguridad donde se acuerden, desde una pauta salarial básica hasta protocolos de actuación.

        En mi opinión Argentina debería crear una Agencia Federal de Seguridad que lidiara con los delitos federales, similar al FBI norteamericano (no digo que sea el modelo exacto a seguir) con jurisdicción en todo el país y con un orden jerárquico superior a las policías provinciales. También es necesaria una policía judicial que responda a los fiscales y haga la investigación de los delitos.

        Lo que sí se puede decir que estos conflictos han puesto el tema sobre la mesa y es hora de que se de un profundo debate para encarar las reformas necesarias.

      2. Esther, no se si estaba pensando en un proceso de acumulación de poder como lo fueron los virreynatos, antes bien creo que fue un modelo de construccion de pais inspirado en las ideas reinantes en aquel momento en Europa, pero sin dudas coincido de la existencia de fortines a lo largo y ancho de nuestras pampas da cuenta de un modelo de avance y colonización territorial armado. De todas maneras déjame decir que no tengo en claro muchas cosas sobre las que opino, solo quise reflejar que la historia de nuestro país nos presenta a la autoridad policial, la justicia y luego el ejercicio democrático como los pilotes sobre los que se fue construyendo el sentido de autoridad. Coincido plenamente con respecto a cómo se ejercita el orden y que tal o cual forma de ejercicio determinara en todo caso su ideología. Alguien por ahí dijo que «orden» o el ejercicio e imposición del orden ya es de derecha, cosa con la que no coincido.
        Sobre la municipalización de las policías, creo que es un debate muy profundo, creo que merece un estudio desde el ámbito antropológico de las fuerzas de seguridad como para entender mas profundamente sus orígenes, sus caracterizaciones, su comportamiento y los procesos adaptativos en los que ha participado. Necesitamos mas herramientas de carácter prospectivo, escenarios de viabilidad, que nos proporcionen herramientas objetivas para determinar si la municipalización de las fuerzas de seguridad es viable o no.

      3. Gachi66 coincido que a macronivel tal vez nos estemos debiendo una fuerza como el FBI, que aqui sería algo asi como una Policia Federal con mayores competencias porque territorialidad y presencia tiene ya. El asunto en discusión, si me permitís, es cómo resolvemos el tema de la administración de las fuerzas de seguridad provinciales, quién es competente en la cadena de mando y hasta donde llegan sus facultades de acción.
        Por ultimo coincido plenamente en que falta una instancia supraestatal que coordine las políticas de seguridad a nivel nacional, la idea de los Consejos es muy buena, participo del Consejo de Registros Civiles y ha sido una experiencia exitosa a la luz de las innovaciones sobre documentación (DNI y Pasaporte) que se han introducido en estos años, mas allá de generar los consensos y buenas practicas en lo relativo al reconocimiento de derechos a minorías.

  9. Para aquellos que se la pasaron recitando el catecismo durante diez años, deberian aprender un poco del nuevo guía espiritual del kirchnerismo, Francisco, ser humildes y predicar con el ejemplo.
    Y como bonus track, no estaria mal desterrar la frase: «Europa se cae a pedazos», a esta altura da verguenza ajena.

    1. Bueno en realidad la europa que se esta cayendo de a pedazos es la europa del estado de bienestar que el kirchnerismo idolatra, no la irlanda o la grecia que ellos pronosticaron que iban a devaluar y apartarse del euro. Habia que justificar «la gran Remes Lenicov» del 2002. Ahora van a beber la otra mrdicina tambien les guste o no.

      1. Alemania, Francia, Inglaterra, Holanda se caen a pedazos? Ninguno de esos países tiene desdoblamiento moneda oficial/moneda negra, inflación del 30%, caída vertical de reservas, infraestructura en ruinas, crisis de energía, y el resto de los beneficios de la década ganada.

      2. Estimada estrella de los mares. Todo es relativo. Probablemente Francia este bastante mejor que Bolivia o Myanmar pero su situacion fiscal es muy deficitaria e imposible de sostener hacia adelante. Ahora si lo que su comentario busca es llamar la atencion sobre la deplorable politica economica de este gobierno, yo estoy de su lado.

      3. Estimado wachiturro, si vamos a hablar de situaciones imposibles de sostener hacia adelante, no se salvan muchos. La política es el arte de enderezar el rumbo. Que es lo que este gobierno nunca pudo o quiso hacer, cuando hizo falta.

      4. Me encanta esa pareja, son el uno para el otro. Me los imagino envejeciendo juntos, quejándose del calor, de los ñoquis, de lo lejos que estamos del «primer mundo», de lo chorros que son todos los políticos, de los «negros de mierda que no quieren laburar» jajaja. Divinos!!!

  10. La suboficialidad policial con diferentes grados de intensidad según sea la fuerza que se analice:

    i) Está mal seleccionada, entrenada, equipada y remunerada. Una característica que obra
    como factor común a todo los convocados es que el ingreso constituye la mejor opción de trabajo disponible, asimismo esa pertenencia a la fuerza conlleva determinado niveles de prestigio en los segmentos sociales de donde proviene y donde se desenvuelve.
    ii) Reconoce como paradigmas de funcionamiento en el ámbito organizativo la sumisión en
    el marco de una estructura militarizada.
    iii) Reconoce como paradigmas de funcionamiento en el ámbito operativo la violencia, la
    arbitrariedad y la impunidad.
    iv) Está obligada a extender el horario de trabajo para alcanzar un ingreso más importante
    que se implementa por un sistema arbitrario, mal pago y fuente de corruptelas y arbitrariedades varias.
    v) Asiste a la oficialidad en la operatoria diaria de connivencia, articulación y complicidad
    con las redes del delito y recibe en compensación una fracción menor de los ingresos ilegales que esta cooperación genera.

    La Oficialidad policial con la mismas aclaraciones que para la suboficialidad repite los puntos i), ii) y iii) y opera la estructura de articulación delito- crimen organizado y policía de una forma tal que su desempeño en ello determina el desarrollo de su carrera profesional, asimismo su participación en los ingresos generados es funcional al involucramiento y específicamente a la jerarquía.

    La dirigencia política:

    1) Renunció a su conducción y prohijó no sin dudas esa realidad, los avances que se generaron fueron seguidos de retrocesos de una intensidad variable pero con un resultado muy cerca a una suma igual a cero.
    2) Estructuró con modalidades muy diferentes según cada caso, redes de connivencia policía, poder judicial y poder político para desarrollar negocios y/o control territorial y/o control social.
    3) Independientemente de ello no es menos cierto que la opinión mayoritaria de cualquiera sea el sector que se releve, la demanda social mayoritariamente se reduce a mayor represión, una propuesta coincidente con la dirigencia política y los medios de comunicación que hacen amarillismo militante.

    Esta situación para una mayoría energúmena, minimiza las posibilidades de la política de avanzar en el control policial porque si antes se decía que la policía ponía cadáveres en la calle como una forma extorsiva de la discusión, ahora la organización de lumpenes que diariamente se mueven en el menudeo del delito estructurados como bandas motorizadas y dirigidas por inteligencia policial constituyen un salto muy significativo en los niveles de desafío que las estructuras policiales están dispuestas a utilizar como argumentos extorsivos para disuadir cualquier avance del control político sobre su autonomía.

    La Argentina ganó una batalla en la construcción de una democracia real despojando a las Fuerzas Armadas de cualquier posibilidad de una recomposición del partido militar, está ganando en la democratización de la difusión de la información, avanzó muy significativamente en el combate a la exclusión aunque la tarea pendiente sea muy significativa, porque no puede haber democracia y exclusión, (a veces pareciera que desde derecha e izquierda la pobreza es un insumo muy demandado casi imprescindible para el trabajo político) y debe inexorablemente dar esta pelea contra la autonomía policial que garantiza la presencia y la impunidad del crimen organizado.

    Estos escenarios que hemos visto en las provincias, estos exabruptos policiales, esta extorsiones y rendiciones humillantes no pueden repetirse. Todo el arco político avanzó este año en la definición de acuerdos programáticos sobre seguridad interior, solo debe plasmarse esa propuesta en políticas públicas que unifiquen la voz de todo el espectro democrático como alguna vez se hizo con la ley de defensa.

    No es casualidad que desde el Ministerio de Justicia bonaerense se haya redactado un proyecto de policía de proximidad que diluye todas las virtudes de la policía de proximidad, única alternativa disponible para democratizar el funcionamiento porque instituye el control político y social de la policía y obliga a la dirigencia a confrontar desempeño policial y gestión de gobierno.

    1. Zonvk

      Creo que de tu primer punto se deducen el resto.

      Mas que estar mal seleccionada, se selecciona entre los postulantes que se consiguen.

      Ser policía es algo que hoy, y en realidad desde hace bastante tiempo, está mal visto por las clases medias y/o con algún nivel mínimo de educación.

      Ser policía es ser «cana».

      Esta estigmatización encierra toda una injusticia y una definición, no solo porque es un estigma en bloque y de antemano para quién intenta iniciar una carrera, sino porque ademas «salida laboral» consite en cuidarle la vida y los bienes a quienes los denigran.

      Obviamente esto provoca resentimiento y deseo de revancha que mas tarde o mas temprano se expresa en alguna forma de venganza mas o menos directa.

      Vuelvo a interrogarme acerca de lo esquizofrénico que es pretender que el policía se comporte con la cultura y hábitos de quienes los detestan y repudian.

      Hoy la policía está severamente corrompida.

      ¿Pero no hay acaso culpa alguna por parte de las clases medias y altas en que esta corrupción haya acontecido?

      ¿No hay hipocresía en el discurso de los organismos de DDHH al pedir justicia y seguridad y a la vez denostar en bloque a quienes deben garantizarlo, y reitero, exponiendo sus vidas?

      A veces me pregunto que clase de persona real pretenden que sea un policía con todos esos condicionamientos.

      1. La responsabilidad es de la clase política que no asumió la responsabilidad de su conducción como cualquier otra área de gobierno sino que eligió acordar un equilibrio inestable de la autonomía policial y control de niveles tolerables socialmente de criminalidad.
        Los organismos de DDHH solo denuncian las conductas criminales de las fuerzas de seguridad. Es intolerable que el Estado proteja un accionar penado legalmente como eje de su trabajo y mucho más aún que estructure complicidades con organizaciones delictivas.
        Esta sociedad generó el “en algo andarán”, “déme dos”, “roban pero hacen”, “de usurero abominado a financista admirado”, “de condena al ñoqui abominable a búsqueda de un ingreso ñoqui” y así sucesivamente, esta patología con intensidades variables según cada caso no es solo de las clases medias y altas y naturalmente se reflejan en las estructuras policiales.
        Hace 50 años un policía federal no tenía un tarifario de funcionamiento y el intentar coimear a un policía suponía ir preso, algo parecido sucedía hace 25 años en Uruguay y sucede ahora con los carabineros en Chile.
        La retribución es un componente esencial porque define el universo de la oferta de postulantes y su funcionamiento y obviamente es el más importante de todos los factores porque permite ajustar los criterios de selección en cuanto a rasgos de la personalidad, capacidad de aprendizaje y capacidad de funcionamiento estructural. A partir de ahí se puede empezar a pensar en serio sino serán parches u onanismo.

  11. para hacer una reforma policial eficiente ademas de conocer los factores externos que la rodean y condicionan en nuestra sociedad hay que tratar de conocer mediante encuestas y demas metodos sociologicos cual es el perfil de personalidad de los agentes que actuan y dibujar el perfil que queremos,amen de conocer sus caracteristicas familiares,entre otras cosas….menuda tarea cientifica,,pero necesaria…

    1. Nada de eso es posible con sueldos bajos, lo mismo que pasa con los docentes. Una vez que lográs que el mismo agente aprecie su trabajo, y el costo económico de perderlo, es que tenés que apretar la morsa y seleccionar, lo que implica echar a muchos, igual que con los docentes.
      Mientras tanto, ambos grupos son «lo que pude conseguir con esta guita»

  12. Es cierto que el nivel de salarios docentes es el pico más alto de la serie Martínez de Hoz a hoy, lo mismo para gasto en educación y construcción de escuelas, es cierto que hoy la problemática de las maestros es diametralmente diferente en el plano del entramado social, si comió, si hay violencia familiar, si tiene arma y la relación con las dogas de los alumnos pasaron a ser una parte significativa de la habitualidad de un maestro pero no es memos cierto que los maestros han desarrollado un convenio laboral que por décadas cambió salarios por beneficios paralelos y hoy el ausentismo y la falta de capacitación docentes son alarmantes por más que el corporativismo sindical lo niegue, (sí, hay corporativismo de izquierda, con un efecto perverso, una resistribución de ingresos inversa porque el crecimiento de la matrícula privada es superior al de la educación pública

    1. zonvk, acuerdo con mucho de lo que decís, pero hay que tener presente que la situación varía mucho de provincia a provincia. Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires existe un muy buen sistema de capacitación a cargo de la provincia, que lleva por lo menos ocho años funcionando y que es, lógicamente, gratuito para los docentes. En este caso el problema está más bien en cuál es la fracción de docentes que considera útil capacitarse…

      Por cierto, el ausentismo en la provincia de Buenos Aires sí es alarmante. Una fracción de ese ausentismo está, sinceramente, bien justificado: la tarea docente, por todo lo que mencionás, se ha transformado en una máquina de picar carne; muchos docentes no alcanzan a llegar a fin de año sin caer en problemas de salud que no son más que la exhibición del estrés y el agotamiento. Pero hay otra fracción del ausentismo que no debería darse y se da, ya sea con el docente ausente del aula como con el docente presente en el aula.

      Saludos.
      Esther

      1. El docente se ha proletarizado y la disciplina se perdió, y eso ha pasado tanto en escuela pública como privada. Me acuerdo de discusiones en reuniones de padres en las que yo postulaba que los maestros se han vuelto demasiado accesibles a padres y han acortado la distancia demasiado con los alumnos. Tuve que cambiarlos a un colegio más «a la antigua». Es un brete en el que en una generación se han metido solitos.

  13. de cualquier modo pienso y sostengo que la labor docente es mucho mas constructiva y positiva que la tarea policial.Esta es necesaria como hemos visto en una sociedad desigual,pero me convence mas el Freud que define a la educacion como un proceso de represion y de sublimacion que el que habla del 9nstinto de muerte.

    1. Los dos son imprescindibles. Pero llevado el argumento al final, hasta en una sociedad de analfabetos es necesario que el Estado proteja a los ciudadanos, para que no tengan que protegerse por si mismos.

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