Macri: crecer o defenderse

(Esta columna fue publicada en la revista El Estadista nro. 52.)

El PRO exhibe una curiosa ambivalencia entre sus aspiraciones de partido nacional y sus instintos de partido vecinalista.

La relación entre el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y el Gobierno Nacional está signada por el antagonismo. Este nace de datos estructurales, que tienen que ver con la distribución de recursos entre la Nación y la CABA, pero también de decisiones de estrategia política. Claramente, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri se han elegido mutuamente como las figuras para polarizar el campo político, y están actuando en consecuencia.

La instancia más reciente de este enfrentamiento se despliega a partir de la decisión del Gobierno Nacional de transferir al Gobierno de la ciudad la propiedad y el manejo de los subterráneos (más el Premetro más las líneas de colectivos cuyo recorrido no sale de la CABA.) El tira y afloje sobre el traspaso lleva ya dos meses: una vez anunciada la transferencia por el Gobierno Nacional, ambas jurisdicciones firmaron un acuerdo el 3 de enero de 2012. Sin embargo, hace tres semanas, el Gobierno Nacional decidió apurar el cambio luego del choque del Sarmiento. Frente a esta aceleración de los tiempos, Mauricio Macri anunció que rechazaba el acuerdo y decidía devolver los subtes a la Nación. Por su parte, la respuesta de la presidenta Fernández de Kirchner fue enviar una ley al Congreso para que el mismo ratifique el acuerdo ya firmado. En el día de ayer el Congreso sancionó el traspaso. Ante la resistencia del gobierno del PRO, es seguro que el tema se dirimirá en la justicia.

No es el objetivo de esta nota determinar la validez de las razones legales de uno u otro lado, sino analizar el impacto que este enfrentamiento puede tener en la conformación de la estrategia nacional del PRO a mediano plazo.

La disputa en relación al traspaso de los subtes pone a Mauricio Macri en una disyuntiva en relación al difícil equilibrio que debe alcanzar entre defender su territorio y avanzar hacia la política nacional. Por un lado, el PRO desea aparecer como un defensor de su territorio frente a las intrusiones del Ejecutivo Nacional, y, además, hace tiempo que la estrategia del PRO es “no hacer olas” en la ciudad. El PRO busca implantar un cierto orden de gestión, confrontar lo menos posible (salvo con el Gobierno Nacional), y dar una imagen de buena onda y nueva política. ¿Quién, en su lugar, no querría que otro se haga cargo de la problemática del transporte, una de las más difíciles y conflictivas de toda la agenda de política pública nacional? Es comprensible. Sin embargo, existen riesgos en esta estrategia.

Mauricio Macri ya anunció su voluntad de disputar la presidencia en el 2015. Tiene varios factores a favor: ha ganado de manera contundente no una sino dos elecciones en su territorio; el año pasado su primo y aliado llegó a la intendencia de Vicente López; puede contar con bloques razonablemente orgánicos no sólo en la Legislatura porteña (en donde el PRO es mayoría) sino también en el Congreso y, por último, Macri goza de un conocimiento personal alto a nivel nacional, por su paso en Boca. Sin embargo, así como tiene factores a favor, Macri tiene un problema bastante importante: con la excepción de Vicente López (que es demográfica y socio-econónomicamente más una extensión geográfica del núcleo duro de apoyo al PRO, o sea, la zona norte de la CABA que una parte de la provincia de Buenos Aires), el PRO no ha podido construir un perfil político nacional. No tiene implantación territorial en el interior del país (ni mediante gobiernos locales ni gracias a una estructura de locales partidarios), tampoco tiene en la mayoría de las provincias figuras de peso propio (salvo las posibles excepciones de Salta y Santa Fe) y, lo más importante, no tiene ni un discurso ni una agenda programática nacionales, más allá de la oposición al kirchnerismo y algunos slogans genéricamente libremercadistas.

El problema es que los votos de la CABA, aún así Macri logre captar para las presidenciales la totalidad del excelente 65% que sacó en el 2011 en la segunda vuelta de la elección a jefe de Gobierno, no alcanzan para ganar una elección presidencial. Para ser presidente, Macri va a necesitar al menos algunos votos del interior: en el 2015, va a tener que explicar a los votantes de todo el país por qué deberían votarlo y qué mejoras representaría un gobierno suyo en relación a las economías de su regiones y su vida cotidiana. Sobre todo teniendo en cuenta que es probable que Macri enfrente a Binner y a Scioli, es decir, a dos candidatos “del interior” que además pueden articular un relato con experiencia de gestión.

El Gobierno Nacional envió este tema al Congreso porque sabe que muchos habitantes de las provincias viven como una injusticia que la Nación subsidie el transporte de la zona metropolitana, cuando en casi todas las ciudades del interior los habitantes pagan más para viajar igual o peor. También viven como una imposición los recursos que la Nación transfiere a la CABA para sus servicios de salud y seguridad pública, aún cuando la CABA es el distrito con el ingreso per capita más alto del país, por lejos. En síntesis, el Gobierno Nacional calculó acertadamente que sería imposible para el PRO sostener en el Congreso la postura de que la Nación debía continuar solventando gran parte de su infraestructura de transporte. Seguramente esto lo saben, y es por esto que anuncian que se recurrirá a la Corte Suprema.

En términos políticos, Macri debe sopesar cuidadosamente el tono que debe mantener: si tener su territorio “en paz” hasta el 2015 es condición de posibilidad de su candidatura, no es menos cierto que no le conviene quedar reducido a la figura de un alcalde protestón, defendiendo privilegios y peleado no ya con la Nación sino con “las provincias” en general.

¿No le convendría al PRO hacerse cargo del transporte de la CABA, motorizando además la conformación de una autoridad conjunta del tema con los municipios del Conurbano y la Provincia de Buenos Aires? (Sería una manera de poner un pie en la política de la provincia.) ¿No sería una mejora sustantiva del sistema de transporte metropolitano un gran logro de gestión para una campaña nacional? ¿No sería quitarle estos temas al poder ejecutivo nacional otra manera de empequeñecerlo? ¿No sería mejor esto que verse arrastrado a una confrontación, aunque más no sea simbólica, no ya con el kirchernismo, sino con todas las provincias?

En este y en otros temas se atisba una curiosa ambivalencia en el PRO entre sus aspiraciones de partido nacional y sus instintos de partido vecinalista. Por supuesto, todavía hay tiempo hasta el 2015, pero la realidad política argentina del día a día no es complaciente con los que dudan demasiado.

Acerca de Maria

Politóloga. Me interesa la teoría de la democracia y el estudio del populismo.

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32 comentarios en «Macri: crecer o defenderse»

    1. me parece interesante el análisis, como para debatir. Por una parte yo juntaría estrategia de país con estrategia de negocios; me parece que desarrollo con inclusión social podría apuntar a ello. Puedo pensar que hay una oportunidad, en el contexto de precariedad del trabajo que ofrece el mercado internaiconal, en la protección y sustitución de importaciones que se juntaría muy bien, por otro lado, con la tecnificación del campo; por ejemplo, para empezar, desarrollando el riego artificial para sostener la calidad.
      Además, en estos días vengo pensando que la puja por 2015 empezó dura. Si el gobierno nacional pensaba una continuidad para su proyecto en la figura de Daniel Scioli, me parece buenísima tu percepción; estaría bueno que encontrara otro candidato

      1. Valorable esfuerzo. Podriamos llamarlo de empatia ? Lo interesante tambien es el numero de respuestas que has logrado de parte de los usuales lectores de tu Blog para colaborar en tu esfuerzo. A 24 horas de publicados otros articulos ya tendrian mas de 100 comentarios.

      2. guillermo, ¿cómo es eso de que «si no vas a votarlo no te puede interesar el tema»?

        ¿estás pensando en volverte «k»? porque es un temita que te tiene bastante obse, macho…

      3. Por suerte, he pasado la edad de las obsesiones, Tapones. Te diria que el unico tema serio remotamente conectado al post que veo es (si a uno le interesara un sistema multi-partidario), la evidente muerte de los partidos politicos en Argentina y la igualmente evidente imposibilidad, en la experiencia democratica post 83, de armar un sistema de alternancia. Si considerara la conversion K, como decis, el tema me importaria tres bledos. Ser k/peronista es entroncar con una muy larga y valida tradicion argentina de busqueda del sistema de partido unico, logrado finalmente ahora a traves del pero/K. Si se ha logrado el sistema que siempre se quiso, no veo que interes puede tenerse en cambiarlo.

        Si uno pretendiera tener algun interes teorico en un sistema multi-partidario, el tema seria si el radicalismo, unico partido que tuvo una estructura y alcance nacional, esta en condiciones de resucitar. Hablar de Macri, o Binner, o quien sea, en ese contexto, es como hablar de la necesidad de submarinos en Bolivia.

        Sin chicana, me pareceria mucho mas positivo y util que los talentos de este blog se pusieran a refinar el unicato y la re-eleccion indefinida que estas coreografias huecas de supuesto interes en alternancias multipartidarias que nadie de los contribuyentes regulares puede querer realmente.

    1. Facil, les conviene un sparring, manco, rengo y tuerto. Lo posicionan como principal opositor, la gilada se le prende,y seguis adelante con el horizonte limpio (manteniendo la concepciòn futbolera de la politica, de gobernar y mantener el poder a»dos años vista»), el pro no tiene ni aparato ni llegada para algo a nivel nacional, y obvio que no lo construye en 2 años.
      Saludos

      1. El PRO ha decidido abandonar su estrategia nacional. Nadie votaría una persona que, mal o bien, se «hace cargo del trabajo» de administrar un Estado.
        ¿Qué mejor escenario para cualquiera de los otros posibles candidatos a suceder a CFK? Hay un contrincante menos.

    2. qué onda, william?

      maría tiene que escribir lo que a vos se te ocurre?

      después hablan de autoritarismo…

      además, políticamente, ¿cómo no es de interés lo que hace la figura opositora con mayor intención de voto?

      del radicalismo se escribieron varios post, sabías?

      además: no se puede criticar por «lo que no se dice» porque lo que no se dice es infinito.

      a levantar la puntería, Mr.
      cuando vos te compraste el jean, maría ya lo hizo bermuda.

      1. Que me trates de boludo dice mas sobre vos que sobre mi. Aun si lo fuese, pensar que vos (o aun Maria, que te da veinte vueltas antes de despertarse), tengas el menor interes en lo que pueda decir o proponer Macri, requiere suspender la incredulidad indefinidamente. Queres una Argentina de partido unico y permanente en el poder, el tuyo, tene la honestidad de no boludear haciendote el noruego respetuoso de las opiniones distintas o de un sistema con opciones.

      2. ud. solito se trata de boludo, sir william.

        sobre sus comentarios acerca de lo que yo verdaderamente pienso sobre la democracia, bué, ¿qué puedo decir?

        ¿por qué no prueba también con la telequinesis?

    3. La importancia de una estrategia nacional tiene que ver con varias cosas.

      Primero que para ser oposición al gobierno nacional debes tener alguna estrategia nacional: fomentar la demanda y la inversion es una, la valorizacion financiera puede ser otra, la represion a los cuadors politicos otra. Yo sólo comparto la primera.

      Por otro lado todo político que queira crecer y para ello elija debatir con el gobierno nacional, debe tener una alternativa y una postura superadora.

      Macri sólo muestra que queire más espacios para hacer negocios más grandes, nunca para constituir un modelo de país (profundizando o cambiando algo).

  1. Excelente el enfoque. Supera la mirada cortoplacista de ¿quién se hace cargo de los subtes? para pasar a analizar las consecuencias y alternativas de traspaso.

    Un placer la lectura del artículo.

  2. Que Scioli salga en conferencia de prensa en simultáneo con Macri, y en un discurso con sentido metropolitano, que redimensione el espacio de la vida política y el servicio a los ciudadanos en su conjunto. ¿Lo haría Scioli?

    1. Isabel: la rebeldía se configura cuando uno no asiste a una citación que se le hace como demandado en un juicio. Macrì lo que está es incurso en el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Peor que la rebeldía.

  3. La estrategia duranbarbística de Macri es mostrarse como «EL» opositor al kirchnerismo, tratando de aglutinar desde ese polo enunciativo a todo el indiaje que quedó suelto y desconcertado después de octubre.

    Pero simultáneamente, le va a ser difícil sacarse de encima la imagen de cagón, medroso, timorato y cobarde que se está construyendo para el 2015.

    Aunque quizás muchísimos votantes se vean representados en tal caracterización, su eje discursivo era la «gestión», los «equipos» y sarasasasa. Y no se anima a gestionar un kiosco. No sé hasta dónde lo protegerá el «blindaje mediático». Milagros no hay.

    1. El problema (para él) es que se le fue la mano y en vez de aglutinar terminó peleándose también con el resto de la oposición, como cuando les echó en cara a los radicales haber votado a favor del traspaso en el Congreso. Sin base territorial propia a nivel nacional, insultar a un potencial aliado que sí la tiene (la UCR) es dispararse en el pie.

  4. Para mi los subsidios del gobierno nacional, de haberlos, tienen que ser equitativos en todas las jurisdicciones. Porqué sacárselos a los habitantes de la CABA y dejárselos intactos a los del GBA? Para mi tal vez reduciendo los dos a la mitad, y subiendo los subsidios a los habitantes de las ciudades del interior, estemos más cerca de un sistema justo.

  5. Es claro que ni Macri ni su partido tiene chance nacional, si hay un futuro gobierno de derecha vendrá desde adentro del peronismo, primero se venderá como una continuidad del kirchnerismo, hasta las elecciones, una vez ganada la compulsa electoral vuaalaaaá! aparecerá el nuevo ismo con su verdadero programa y quien sabe a Macri le ofrecen la cartera de Marketing o la subsecretaria de bicisendas.

    1. Puede ser. La «chance nacional PRO» puede aumentar Midachi Stlyle extendiéndola a nivel nacional. No me extrañaría ver a la monotributista Su como candidata a algo en Capital, al Chaqueño Palavecino en ¿Chaco? la Mona Giménez en Córdoba and so.

      1. El chaqueño palavecino es salteño (el «gran» chaco es una región que comprende parte de Salta, Santiago del Estero, Santa Fé y las provincias enteras de Chaco y Formosa).

  6. Suelen usarse las figuras «Partido del orden» y «Partido del cambio» para analizar las contiendas políticas, electorales o no. En este punto específico de la historia argentina, me animaría a la broma de decir que Cristina ha podido ocupar una gran parte cada uno, y los dos casilleros a la vez: logró una aceptación simbólica como garante del cambio («lo que falta») y a la vez es garante de «la gestión», es decir, de que todo no se vaya a la mierda, el orden.
    Aceptando estos supuestos, a Macri sólo le quedaría el casillero de «Candidato del Caos». Porque acuerdo en que su procura es ser el campeón invicto (por retirada prematura, pero invicto) del antikirchnerismo, y nada sustancial más. Su única posibilidad entonces es que una de las cíclicas crisis argentinas sobrevenga y genere el suficiente temor y caos como para que una porción suficiente del electorado lo considere alternativo. Porque no veo que en condiciones normales pueda reunir la tropa para comandar un (probable o no) gobierno de derecha de cuño peronista, siempre posible (para no descartar: la secretaría de bicisendas); porque es suficientemente mentecato y cobarde como para no hacer punta con cosas como oponerse a la despenalización del aborto o de la marihuana, o ese tipo de cosas, que es la forma en que marcan la cancha los «compañeros» del interior. Que no son boludos y no andan necesitando un Amo, para peor, castrado.

  7. Pablo D:gracias por tu aclaracion,pero la situacion me recuerda al enfrentamiento historico entre Mitre y Urquiza,y habria que repasar la Constitucion Nacional para ver si no existe estado de rebeldia cuando se desconocen las leyes y lo dispuesto por el PEN.

  8. Pingback: Anónimo

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