Scioli, Macri y Massa: ¿el tiempo del desarrollismo?

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Diferentes encuestas, reproducidas con cierta insistencia en los principales medios de comunicación, señalan que Daniel Scioli (FpV), Mauricio Macri (PRO) y Sergio Massa (FR) son los pre-candidatos con mejor intención de voto para suceder a Cristina Fernández a partir de diciembre de 2015.

Curiosamente, aunque pertenecen a distintos espacios políticos, es posible encontrar en sus discursos una coincidencia significativa: los tres apelan, con frecuencia, a su vocación “desarrollista”, y de distintas maneras, toman a la presidencia de Arturo Frondizi (1958-1962) como fuente de inspiración para un eventual próximo gobierno.

Seamos como Frondizi

  • “Siempre fui un desarrollista, y se viene la fase desarrollo en la Argentina”. D. Scioli, FpV (29-10-2014).
  • “Se ha trabajado mucho sobre el crecimiento y ahora tiene que venir una etapa de desarrollo”. A. Pérez (FpV), Jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires (17-01-2014).
  • “Confiando en que la inspiración de la tercera vía que fue el desarrollismo nos pueda llevar a un buen futuro para pensar la Argentina”. M. Macri, PRO (03-10-2013).
  • “Mauricio Macri adhiere a las ideas desarrollistas de toda la vida”. R. Frigerio (PRO), Presidente del Banco Ciudad (29-04-2012).
  • “Yo tengo ese corazón peronista y un cerebro desarrollista”. S. Massa, FR (18-05-2014).
  • “Massa representa lo que bien podríamos llamar el Frondizi del siglo XXI”. A. Asseff (FR), Diputado Nacional (11-05-2014).

 

¿Qué fue el desarrollismo? En apretada síntesis, la política desarrollista dio inicio en 1958 a la segunda etapa del modelo de industrialización sustitutiva de importaciones (ISI), con el paso de una industria liviana a una pesada. Frondizi apuntó a superar la crisis crónica de restricción externa (falta de divisas) vía la atracción de inversión extranjera. Por eso, Juan Carlos Portantiero dirá que conceptualmente, el desarrollismo es el proceso de sustitución de trabajo por capital en la industria.
No casualmente, Scioli, Macri y Massa señalan que la inversión será una de sus prioridades.

Combatiendo (?) al Capital

  • “Necesitamos más inversiones. Esto se logra seduciendo al capital, no combatiendo al capital”. Scioli (12-08-2014).
  • “La prioridad tiene que estar en la inversión”. Macri (01-09-2014).
  • “El principal desafío de la Argentina es generar confianza para la inversión”. Massa (08-06- 2014).

¿Cómo atraer inversiones? Más allá de alguna frase de ocasión, ninguno de los tres pre-candidatos dice cómo hará para atraer inversiones. Resulta interesante, en ese sentido, indagar brevemente lo hecho por el desarrollismo en esta materia.


Frondizi lo hizo:

  • Acuerdo con el FMI (que implicó a cambio limitar el financiamiento del déficit con reservas del Banco Central, eliminar los controles de precios, una fuerte devaluación del peso, y la privatización del frigorífico Lisandro de la Torre).
  • Ley de inversiones extranjeras (N° 14.780), que les garantizó el mismo trato que a los capitales nacionales y liberó la remisión de utilidades.
  • Régimen de promoción industrial (Ley N° 14.781), con exenciones impositivas y libertad para importar equipos y maquinarias.
  • Suscripción de acuerdos petroleros con compañías estadounidenses (dichos acuerdos fueron severamente criticados por las altas ganancias que significaron para las empresas).

 

Las enseñanzas de la historia. Los discursos políticos son relevantes, tanto por lo que dicen como por lo que no dicen. Así, las posturas desarrollistas de Scioli, Macri y Massa, y la prioridad que le asignan a la inversión, no son, en nuestra opinión, piezas oratorias de decoración sino definiciones políticas de máxima importancia. Con la ayuda de la historia, además, es posible clarificar el sentido de estas definiciones, comprender lo que subyace en ellas y sus posibles derivaciones.

En esa dirección, se ha mencionado ya que las inversiones extranjeras promovidas por Frondizi marcaron el inicio de la segunda etapa del ISI. Aunque el impacto no fue inmediato, en el mediano plazo maduraron y dieron lugar a uno de los procesos de crecimiento más duraderos de la historia argentina (1964-1974). La economía, a decir de Eduardo Basualdo, pareció encaminarse hacia la superación del histórico problema de la restricción externa.

No es forzoso pensar entonces que la reaparición de este flagelo económico en los tiempos actuales constituye un factor decisivo para que el desarrollismo esté nuevamente de moda. Es sabido, sin embargo, que las mismas recetas, aplicadas en circunstancias históricas diferentes, pueden producir resultados distintos. Creemos, en tal sentido, que el nivel de apertura de la economía argentina constituye una variable decisiva a tener en cuenta. Por ejemplo, la industria automotriz, beneficiada por el boom inversor del frondizismo, fue uno de los puntales para comenzar a cerrar la brecha externa a mediados de los ’60, en el marco de una economía cerrada y protegida. En los últimos años, por el contrario, el crecimiento del sector automotriz, por su alta dependencia de los insumos importados y en el contexto de una economía abierta, ha sido una de las fuentes principales del drenaje de divisas.

No menos importante es remarcar que la oleada inversora del desarrollismo tuvo costos para el país (como por ejemplo, el acuerdo con el FMI, sujeto a ciertas condicionalidades), que implicaron, entre otros efectos adversos, una reducción en la participación de los trabajadores en la distribución del ingreso, una caída del salario real y un aumento del desempleo. ¿Son estos resultados “tensiones propias e inevitables del desarrollo”? ¿Plantean los “candidatos desarrollistas” alguna vía alternativa para seducir al capital que no sea el sacrificio y el empobrecimiento de la clase trabajadora?

Las breves referencias históricas aquí utilizadas no pretenden ser un balance sobre la experiencia desarrollista, sino un insumo para contextualizar y tener una mejor comprensión del significado y las implicancias de los discursos políticos. En definitiva, aunque la historia no se repite, es un buen estímulo para comprender el presente e iluminar el futuro.

 

Fuentes
Basualdo, Eduardo (2006). Estudios de historia económica argentina. Desde mediados del siglo XX a la actualidad. Flacso, Buenos Aires.
Portantiero, Juan Carlos (1977). “Economía y política en la crisis argentina. 1958-1973”. Revista Mexicana de Sociología, Vol. 39, No 2. Pág. 531-565, México: UNAM.

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