Separando los tantos

En este debut en Artepolítica intentaré darle otra vuelta de tuerca al tema de la polarización ya tratado por estos lados, con hitos como éste, éste o este otro. En principio me surgen algunas preguntas, viendo que el humo virtual de la confusión no termina de disiparse:

– ¿Cuál es el verdadero eje de la polarización de que se está hablando?

– ¿Conviene, o es adecuada esa polarización desde un punto de vista «nacional y popular»?

– ¿Habrá alguna posibilidad de superación de la situación actual, o por lo menos de desplazar el eje de los debates de manera de poner más claridad sobre las contradicciones existentes?

La primera pregunta apunta a una intención de alejarme de opciones que interpreto como falsas, tales como Campo vs. Gobierno, campesinos blancos y trabajadores vs. patoteros comprados de piel oscura, o progres distribucionistas vs. oligarcas desabastecedores y faltos de sensibilidad social. Cosa difícil viendo la temática con que nos atosigan los (multi)medios o el cariz apasionado y de violencia verbal que suelen adquirir los debates en la blogósfera.

Entre los múltiples planos que se pueden analizar, creo indispensable separar el origen del conflicto específico que desató la protesta rural, del clivaje sociocultural preexistente que se montó sobre él y lo desnaturalizó a los ojos de los sectores medios urbanos, tanto de los que adhirieron al reclamo del «campo» como de quienes se identificaron con el Gobierno.

El conflicto del «campo» (aclaro que uso las comillas porque creo que hablar de un solo «campo» donde confluyen intereses profundamente disímiles y contrapuestos es una entelequia absurda, sólo entendible en un contexto como el que vivimos hasta hace unos días) es de índole fundamentalmente económica, y sólo las fallas del Gobierno y de nuestro sistema democrático pueden explicar que haya alcanzado la trascendencia política a la que llegó, en la que por momentos nos sentimos (otra vez) al borde del abismo.

Si bien los acontecimientos de la última semana de marzo, ante todo en Buenos Aires (caceroleo de sectores medios y altos, irrupción de Luis D’Elía, cobertura de los hechos desvergonzadamente manipulada por los multimedios, etc.) provocaron innumerables análisis sobre racismo, clasismo, etc., no muchos se detuvieron a analizar el fenómeno de la movilización de los sectores rurales.

Que desde hace rato existe descontento hacia el Gobierno entre los productores agropecuarios de todo calibre no debería ser una novedad. Las causas son múltiples y no está a mi alcance analizarlas; podría resumirlas en la falta de políticas sectoriales específicas, en medidas cortoplacistas que son vistas como erráticas y arbitrarias, y sobre todo la sensación de despojo y de desigualdad frente a otros sectores que están disfrutando de ganancias extraordinarias. Para más detalles, visitar p.ej. el blog del Abuelo o el de Mariano T. Súmesele a ello el conservadorismo y la nostalgia de ciertos núcleos ruralistas, sus prejuicios y desconfianzas ideológicas, y se tendrá un panorama de un caldo de cultivo cuya temperatura venía subiendo desde hacía rato y que sólo necesitaba de los anuncios del 11 de marzo para llegar al hervor.

Hace unos días escribí que este conflicto demostraba «las consecuencias de la absoluta despolitización de nuestra sociedad», afirmación quizás aventurada y que sin embargo sigo sosteniendo. Porque existe el dato innegable de la irrupción de un sector social (más o menos favorecido económicamente, no es éste el dato fundamental) carente hasta ahora de inquietudes políticas, que de buenas a primeras está dispuesto a hacerse oír. Que sus representantes ocasionales nos parezcan advenedizos y políticamente primitivos no debería ocultar este dato. De paso, acá va una nota muy recomendable (gracias a Charlie Boyle) para enterarse de qué es lo que se está cocinando por abajo.

¿Cómo tendríamos que situarnos los «progresistas / Nac&Pop» frente a esta novedosa situación? Más allá de los reflejos que a muchos nos provocan el exacerbado gorilismo clasemediero porteño y la atronadora campaña mediática que lo acompaña, creo que no podemos quedarnos en ese punto porque estamos dejando de lado lo fundamental y además debemos ser conscientes de que la «batalla cultural» de que ahora habla la Presidenta, la venimos perdiendo por goleada. Como dice María Esperanza, es absurdo profundizar una polarización cuando no estamos creando hegemonía sino más bien todo lo contrario.

A partir de aquí, yo debería callarme la boca y recomendarle a todo el mundo que lea a Manolo. Pero no puedo dejar de dar mi opinión sobre algunos enfoques que han levantado bastante revuelo, como esta nota de Eduardo Grüner. Con quien puedo coincidir en que la ofensiva de la «derecha» (léase el poder económico y mediático concentrado) pone en juego la legitimidad del Estado para intervenir en la economía. Pero no comparto su punto de partida clasista. No porque no crea en la lucha de clases (algo que él le atribuye al peronismo) sino porque para mí la clave del problema es la ausencia de un proyecto nacional integrador. Y la consecuencia de esto es que cada sector está exclusivamente detrás de sus propios intereses y ve a los otros sectores (o al Gobierno) como sus competidores, sus expoliadores o directamente sus enemigos.

Quizás se necesiten más enfoques como éste del dirigente agrario chaqueño Osvaldo Lovey, en una entrevista aparecida en el Nº 266 en la revista Debate:

«(…)Es importante apuntar aquellas medidas que se han tomado en otros momentos y que dieron buen resultado aunque no para trasladar en forma mecánica. Por ejemplo, las comisiones nacionales de políticas concertadas del último gobierno de Perón, que eran comisiones de debate, participación y concertación en donde todas las regiones agrarias participaban y se debatía a lo largo de toda la cadena de valor de los productos, para buscar los mecanismos de compensación que generan una justa distribución de los ingresos y que, a su vez, puedan promover aquellos cultivos más rezagados y desalentar aquellos que ganan más terreno.(…)

No tengo elementos para decir si este Gobierno está en condiciones o tiene voluntad de convocar a un proyecto nacional. Lo que es casi seguro, es que está en cuestión si alguna vez podrá volver a plantearse un proyecto en ese sentido, o no. Por ahora, yo volvería a leer este texto, que sin duda ha caído en un olvido inmerecido.

Quedarán muchos temas en el tintero. No es el menor el grado de cuestionamiento a la legalidad que supusieron ciertas acciones de los activistas rurales, que demuestra que el vacío de legitimidad institucional que se abrió en nuestra sociedad en 2001/2002, todavía está lejos de cerrarse.

Y en cuanto al clima que nos rodea… Alfredo Zaiat suele referirse críticamente al «sentido común neoliberal» que suele impregnar el pensamiento de muchos economistas, aún entre los «progresistas» o heterodoxos. Que se extiende como mancha de petróleo al ámbito político y se convierte rápidamente en «sentido común antikirchnerista», como el que predomina en este artículo. Más allá de la mayor o menor identificación o simpatía que se tenga con el Gobierno, no puede desconocerse el trasfondo ideológico reaccionario y condenatorio de todo pensamiento crítico que conlleva ese discurso. Así que en esto, yo acompaño los ladridos de Mendieta.

En suma, sólo puedo esbozar algunas respuestas vagas a las preguntas que yo mismo me hice:

– La polarización tal como se la ve hoy día, oculta la verdadera contradicción de fondo. Que es entre quienes podrían integrarse a un proyecto nacional, y los que no tienen el menor interés en que eso se concrete y se han montado en un conflicto real para encubrir una ofensiva profundamente reaccionaria. El problema del «campo» debería ser resuelto al menor costo y a la mayor brevedad posible, para poder encarar los problemas de fondo (la disparada mundial de los precios de los alimentos no es el menor de ellos). Pero eso no es algo que pueda hacerse con una pistola apuntándole a uno a la cabeza.

– En los términos en que está instalada, la polarización es enormemente perjudicial para los intereses nacionales y populares. Viendo el bombardeo mediático enemigo que nos rodea, yo estoy a favor de bajar todos los cambios que sea necesario.

– Y si queremos empezar a dar vuelta la cosa, por lo menos en el campo de las ideas, una buena alternativa es seguir pensando el Jauretche 2.0 que nos propuso Mendieta. Recordando que Don Arturo, además de legarnos sus libros, sus polémicas y sus frases punzantes, nos enseñó a pensar con nuestras propias neuronas para no comprar pescado podrido. O por lo menos para saber, de todos los pescados que están en venta, cuál tiene el peor olor.

Apéndice de lecturas recomendadas:

Los Gigantes Invisibles, por Claudio Scaletta.

Crisis y Oportunidad, documento del Plan Fénix.

El parto de un nuevo bloque de poder, por Alfredo Zaiat.

Las asignaturas presentes (y pendientes) en el campo, por Alejandro Rofman.

48 comentarios en «Separando los tantos»

  1. Estimado:

    Yo creo que lo único que no se puede permitir el espacio que diga ser o representar lo nacional y popular o algo así es perder. Ni que esa derrota implique un triunfo de lo reaccionario, la derecha, llámele como quiera. Interpreto que eso es lo que dice María y no necesariamente "retrocedamos y mostremos bandera blanca". Cómo se lograr no perder, eso yo no lo tengo claro.

    Lo que sí sé es que la receta de "bajar todos los cambios que haya que bajar" no asegura el objetivo que antes le mencioné. Puede hacer falta inteligencia, coherencia, cintura, pero no debilidad ni ambiguedad.

    En ese sentido, creo que la "polarización tal como se la ve hoy en día" no oculta nada. A mí no me hicieron una lobotomía ni me como lo que plantea D'Elía. Pero creo que ese tipo de planteos revelan más de lo que ocultan. Ayudan a mover el avispero y ver quién podría integrarse a un proyecto nacional y quién no. Y en tal sentido, los compañeros de Federación Agraria decidieron no integrarse a ese proyecto, privilegiar las ganancias de sus afiliados y aliarse a la Sociedad Rural. ¿O de qué estamos hablando acá?

    Para ambiguos tenemos también la nota de Maristela Svampa de hoy que nos dice que las contradicciones que plantea el kirchnerismo son falsas y qué se yo cuánto. También están los intelectuales que se juntaron el otro día en la Biblioteca Nacional, muchos bien intencionados y amigos, pero siempre tan cuidadosos de no-quedar-tan-pegados a no-sé-qué.

    Claro que supongo que -dentro del espacio de los que podrían ser amigos- habrá que encontrar algún tipo de equilibrio entre los nacidos y criados en Santa Cruz y los librepensadores totales. A mí, en el fútbol me gusta Bielsa. Ni Bilardo, ni Menotti. Eso sí, Ischia, que no sé qué quiere ni a qué juega, no.

    Saludos

  2. Metieron la pata. Cuánto tiempo tardarán en asumirlo?

    Todo trabajo interno en el sector necesita paz. Una paz que no se va a encontrar mientras el conflicto este abierto, y si el gobierno gana la pulseada el conflicto seguirá abierto.

    Muchos como el escriba insisten en que este conflicto es fundamental, un clivaje, un antes y después, pues bien, ya tiene su "tormenta perfecta", y si la cosa sigue así, el conflicto se irá tornando cada vez más en un grandes urbes vs interior (excluyendo del "interior" la patagonia y las feudales del NOA, que estan en otra cosa)

    Las medidas de "reintegros" anunciada no son de buena fe, y en el mejor de los casos van a alcanzar a muy poca gente. La política lechera, de carnes y triguera implican un conflicto que no se resuelve, y que cada intervención "sutil" de Moreno va a reactivar en el futuro.

    Van a tener que elegir entre un conflicto abierto hasta 2011 y una paz conversada, el "campo" deberá aceptar un nivel de retenciones, sin renunciar a reclamar en el futuro que se eliminen, pero en términos normales (apoyar en elecciones a los que postulen eso), pero van a tener que anularse o morigerarse las cosas más groseras del 11/3, y llegar a un acuerdo que le de previsibilidad a las 3 negociciaciones específicas abiertas.

    El conflicto abierto significa que cada cosa que se toque signifique un escándalo.

    Y tengo el pálpito que en el fondo del asunto esta el orgullo deportivo (que se ve clarito en el escriba) de ganar o ganar, con gol en la mano, coimeando al referí, por penales, secuestrando a la mamá del arquero o como sea. Un empate no es aceptable. Y bueeee…cada uno cosechará lo que siembre.

  3. Rafa: Si bien el resultado parcial es desfavorable en la "guerra cultural" no estoy de acuerdo en que haya que bajar todos los cambios que sean neesarios. Al menos bajar un cambio no puede ser la ùnica polìtica que se nos ocurra. Creo que los que estamos a favor de que la renta que es fruto màs de las condiciones internacionales y naturales de nuestro paìs que del esfuerzo se participe tenemos algunas cosas en claro y con ellas dar la batalla cultural por el sentido.

    La pelea es desigual, a veces nos gustarìa que la adeministraciòn nos ayudase un poco màs para que en lugar de terminar discutiendo del ùltimo error podamos exponer nuestra idea pero vale la pena darla. Y tenemos que darla en el marco de la polarizaciòn lo cual nos exige un esfuerzo extra. Nuestra tarea es demostrar que el "nosotros" es amplio.

    Sabemos que si ganan ellos no toman prisioneros.

    Saludos

  4. Amigo Escriba:

    Yo no hablo de permitirnos perder, de levantar bandera blanca ni nada por el estilo. Con lo de «bajar todos los cambios…» quise referirme a evitar entrar en la discusión y el choque de posiciones irreconciliables (en el que llevamos las de perder) tal como está interesadamente planteado en los medios. Por ejemplo, entrar en debates centrados solamente en si uno está a favor o en contra de D’Elía. Por las dudas no me quise referir tampoco a lo que tiene o no que entregar el Gobierno en las negociaciones, en eso no me meto.

    Una receta por la que yo me inclino (un ejemplo del Jauretche 2.0) es desnudar las falacias instaladas, como la de De Ángeli como «pequeño productor», como comenté en el último post de Mendieta. O demostrar cómo se ignora deliberadamente a los más perjudicados por el proceso de concentración y de monocultivo sojero del agro, como los pobladores rurales de las áreas de «frontera agropecuaria». Hay datos de que en los últimos años se instalaron cerca de 25 villas de emergencia nuevas en la Capital y Gran Buenos Aires, con un 80% de pobladores que son desplazados rurales. Todo lo que sea sacar a la luz datos ocultos de la realidad puede ayudar a romper esa absurda alianza de la FAA con los estancieros (aunque en realidad, en la FAA también hay productores muy poderosos, con intereses bastante distintos que los de los sectores más débiles).

    Por supuesto que eso tampoco implica acompañar acríticamente al Gobierno que evidentemente también se maneja por intereses. Por ejemplo cuando Moreno propone darle el manejo del trigo a cuatro molineras gigantes, entre ellas Cargill, es un absoluto pelotazo en contra.

    La otra cosa a que voy es que «las bases» del agro, p.ej. las de la «pampa gringa», no son «per se» enemigos políticos del Gobierno o de los sectores populares urbanos. Pero hay que sintonizar políticamente para atraerlos y evitar que terminen sumándose a cualquier proyecto reaccionario (ahí lo tenemos al colega blogger Mariano T. ilusionándose con el Cabezón o con Lilita). Esto Manolo lo dice muy bien, el Gobierno sigue manejándose con un autismo totalmente perjudicial en ese aspecto.

    Aclaro que escribí esto antes de la renuncia de Lousteau. No creo que haya quedado muy desactualizado aunque ahora le haría algunos retoques. Espero poder aclarar lo que haga falta en los comentarios.

    Un abrazo.

  5. ¿Cuándo será que no hay falsas antinomias o dicotomías o polarizaciones, es que son anteriores a la lucha política? Siempre que se usa esas palabras -ah, y maniqueo- es para negar que existan o bien para recordarnos que disfrazan la verdadera y posta antinomia. Hay otra, no instalada por los medios, que opera en la realidad disfrazada, viene a ser el razonamiento. Ajá.

    ¿Entonces el Partido Comunista no estaba tan equivocado?

  6. Se insiste sobre la diferencia de intereses de la FAA y los demás integrantes del cuarteto, principalmente con la Sociedad Rural, ¿Es tan así? ¿son tan reales las diferencias?

    Porque hasta ahora, han mostrado un frente bastante unido, es mas, los que mayoritariamente pusieron la tropa para los piquetes desabastecedores, fueron los de la FAA.

    Que son mas pequeños no cabe duda, pero la duda que cabe es, si los intereses actuales no son los mismos, los de los chicos y los de los grandes.

    Y estamos hablando de soja. No de otra cosa.

    ¿O acaso los de la FAA, no son los mas virulentos en sus ataques al gobierno? Y los mas duros en las negociaciones?

    Entonces, ¿de que estamos hablando cuando decimos que el gobierno la pifio al unirlos?

    ¿Hasta que punto el discurso de la derecha, medios y clase media no calo en nosotros, con esto de la teoría de los dos demonios en política? Los fulanos hacen mal tal cosa y enseguida aparece el: “pero el gobierno también no hizo… o hizo…” Siempre hay dos puntas y las dos negativas, pero que en realidad suaviza a la primera al diluir las culpas.

    Por otro lado, ya se gastaron toda la munición gruesa (por lo menos, sino toda) en los piquetes de 21 días. Ahora ¿que van a hacer?

    Ya están pidiendo cualquier señal, cualquiera, para prorrogar "la tregua". Kirchner, que habla ahora que tiene la representatividad del PJ, los esta provocando, porque sabe que la tienen perdida, perdida en política.

  7. Total acuerdo, Don Lobo. Por otra parte, me parece que el planteo de evitar perder llega tarde: subir la apuesta es inviable, con una relación de fuerzas desfavorable como la creada en marzo (gentileza de las medidas de gobierno). La que queda es tratar de sacarla barata, en lo posible mantener bajo perfil por unos dias, y salir con alguna jugada que cambie totalmente el tablero y genere otros alineamientos más favorables. (Mi voto va a poner patas para arriba la comercialización de alimentos). La primera parte la veo factible; para la segunda, me parece que hay demasiada fatiga y carencia de ideas en un elenco que lleva cinco años.

  8. Mariano:
    Por supuesto que el Gobierno metió la pata y estoy seguro de que lo saben, aunque no quieran asumirlo públicamente. Supongo que están tratando de zafar sin pagar más costos políticos. Lo que los K no van a admitir es no aparecer como ganadores, aunque es probable que en realidad concedan más de lo que Uds. piensan.

    Estoy de acuerdo en que se necesita paz y cerrar el conflicto por lo menos en lo más gordo por ahora, para ponerse a concertar a mediano y largo plazo. En las conclusiones de mi post puse algo al respecto. Ahora soy algo más optimista que cuando escribí eso, hace tres o cuatro días. Habrá que ver cómo reciben las bases los acuerdos a que lleguen las cúpulas.

    Tené en cuenta que los reclamos de los productores, acá en la Capital aparecen muy mezclados con un rebrote gorila y reaccionario amplificado y estimulado por muchos medios. Mi post apunta justamente a tratar de poner cada cosa en su lugar.

    Néstor:
    Evidentemente eso de «bajar todos los cambios…» fue una frase desafortunada, algo traté de aclarar al respecto al contestarle al Escriba. No quiere decir nada muy distinto del «parar la pelota» que sugiere Mendieta (por las dudas, yo me ubico en el primer grupo que él describe). En la práctica significa evitar caer en todo juego de provocaciones y agresiones y pelear todo lo posible por correr el eje de los debates a las cuestiones de fondo. Estoy totalmente de acuerdo con lo que decís, pasa que el estar en desventaja en la batalla cultural significa que muchos que deberían estar en el «nosotros» son cooptados por el discurso de «los otros».

    Lucas:
    Suponé que te retan a un duelo y no te permiten elegir las armas. Tu retador elige una Itaka y a vos te da un revólver de cebitas. ¿Vos aceptarías ese duelo? La batalla que nos están proponiendo en los medios es de ese tipo. Y el Partido Comunista casi siempre estuvo equivocado.

    Sobre lo de «bajar los cambios…» fijate lo que le respondí al Escriba y a Néstor. Puede significar también parar un partido que uno está perdiendo por goleada y pensar una estrategia para jugar otro en mejores condiciones. Justamente ese partido que estamos perdiendo, lo están ganando los enfriadores de la economía.

    Un abrazo a todos.

  9. Ya tenemos tres partidiarios del ganar o ganar.

    Tengo todavía una esperanza, pero no mucha.

    Por supuesto que el corte total, y de entrada también el parcial es inaceptable.

    Pero soliviantar al interior, controlar pacificamente y sin parar a nadie las rutas(con concentraciones rotativas por turnos), pedir a las autoridades locales que se definan, y postergar ventas y compras es una táctica que no desgasta mucho si se hace organizadamente, se puede mantener meses.Y dañar todo lo posible a los grupos concentrados que estan detrás del gobierno.

    Y todos los días los medios van a tener disponible algun piquete de chacareros para entrevistar.

    No se, vale la pena solo por orgullo?

  10. El comentario de Mariano T. invalida cualquier «bajada de cambios» – lo que quieren es una rendición incondicional (tal como él mismo se encarga de explicitar en sus numerosas apariciones blogueriles) y eso es absolutamente inadmisible; con éste o con cualquier gobierno legitimado por los votos de los argentinos. Hay líneas que NO deben cruzarse.
    El irrespeto a la mínima base de convivencia democrática no es achacable a este gobierno – por más vueltas que quieran darle para justificarse, la sedición es un delito y carece de legitimidad.
    No es «campo vs. gobierno» – es: «nosotros demostramos que podemos desabastecer cuando y cuanto queramos» – entonces la ecuación pasa a ser: «desabastecedores vs. yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos» que no es exactamente lo mismo. Nos castigaron a todos, vía desabastecimiento, vía inflación y vía impunidad.
    Tampoco es sólo «medios vs. gobierno» – porque lo que para el gobierno es un bruto apriete por negocios, para el común es recibir desinformación, manipulación tendenciosa cuando no mentira lisa y llana. De nuevo, el ciudadano de a pie es un juguete a merced de intereses empresariales y políticos que no entiende y/o le escamotean pero que al final es el que pagará los costos del conflicto, incluído el de sentirse un forro.
    A todo ésto hay que sumarle los pescadores de río revuelto, la ínfima y lamentable cosa que es la oposición a este gobierno. La única voluntad es hacer el mayor daño posible, tarea a la que se dedican con entusiasmo e irresponsabilidad manifiesta.
    Cuando se dice que Kirchner es Hitler. ¿Hay que hacerse el idiota y aceptar que nos traten como tales?
    Todo un pastiche siniestro destinado a socavar un gobierno legal y legítimo – ¿a cambio de qué? – dificilmente de votos, porque no los tienen y no los van a tener, el bombardeo anti-político que excretan también los afecta a ellos y tanto dedito acusador que esgrimen, mirándoles el pedigree no hace más que deschavarlos.
    Probablemente por sus errores, su tozudez, sus personajes lamentables, este gobierno ni se merezca el tener ganas de defenderlo pero es el que hay, es legal y legítimo, es la expresión de una mayoría (podrán relativizarla pero no tienen cómo ni con qué cuestionarla) y la divisoria de aguas en todo esto es si se acepta o no que un gobierno gobierne – la mayoría de los argumentos «agrarios» y «mediáticos» son hojarasca, chamuyos y malas leches para negar esa aptitud que se le concediera a CFK hace casi 6 meses apenas.
    Todos los matices, opiniones y puteadas pueden tener validez pero el único rumbo posible, a derecha o a izquierda, pasa primero por respetar las reglas del juego y esas reglas del juego implican que hasta el 2011 todos debemos ser «kirchneristas», aunque más de uno se paspe o lloriquee o camine por las paredes.
    Son varias las «guerras culturales» perdidas en esta republiqueta sojera, no estaría mal empezar a remontar la cuesta respetando y exigiendo el respeto a lo más básico en democracia; los gobiernos gobiernan y el derecho a pataleo de los gobernados tiene sus cauces estables y establecidos.
    Separando los tantos, si por ser respetuosos de la voluntad popular nos cabe el mote de oficialistas; está bien, es lo que corresponde hasta la próxima elección.
    No es un problema de los peronistas, nos incumbe a la mayoría.
    Saludos.

  11. ¿Los grupos concentrados que estan detras del gobierno"? ¿Y los que estan detras de los ruralistas? O en el "campo" no hay grupos concentrados?

  12. Rafa:

    me parecen muy agudas y atinadas sus preguntas, seguramente si no somos capaces de arrojar luz sobre la contradicción principal seguiremos dando vueltas a tientas.

    Me parece que la cosa podría pasar por acá:

    la vieja oligarquía agrícola y ganadera viene perdiendo poder e influencia hace ya muchos años. Desde que la ley Saenz Peña del voto secreto y obligatorio le cierra el camino a la Casa Rosada por la vía electoral, se vé obligada a refugiarse en el poder de las armas para acceder al poder mediante golpes militares (y, con suerte diversa, se anotaron en todos). Con esta óptica podría considerarse que José Alfredo Martínez de Hoz fué el último príncipe de la oligarquía.

    Entre tanto van apareciendo otros actores: los sectores financieros, la industria y los trabajadores organizados, especialmente con el primer peronismo, e incluso sectores msdios y pobres ligados al campo.

    Me parece que el crecimiento explosivo de los precios de los alimentos y la irrupción de los biocombustibles le ha hecho pensar a estos señores (que por cierto se consideran los dueños del país), que ha llegado la hora de volver a manejar lo que por derecho les corresponde.

  13. Tute:
    Seguramente al menos algunos sectores de la FAA se sienten bastante cerca de los ruralistas, sobre todo en situaciones como ésta en que tienen un objetivo común que es la defensa de su rentabilidad. Manolo en su blog explica bastante bien que la suba de retenciones a los que más afecta es a los pequeños productores y eso da una razón de su actitud.

    Pese a todo, ideológicamente la FAA debería estar más cerca del Gobierno que de SRA-CRA porque defiende el rol del Estado en apoyo de los pequeños productores, cooperativas, productores familiares, etc. En cambio los ruralistas abominan del «intervencionismo estatal». Ahí está la raíz de la crítica que se le hace al Gobierno de haber provocado esa unión.

    Si se hubiera comenzado a dialogar hace unos años no se habría llegado a esta situación que por momentos parece un diálogo de sordos. Igualmente yo confío en que el arreglo está próximo, creo que K provoca y sobreactúa porque quiere dejar instalado que el ganador político es el Gobierno, pero en lo concreto de los acuerdos van a conceder bastante. Deberían tener claro que aunque ahora la protesta se pinche, en la próxima macana que se manden la cosa va a ser todavía peor.

    Cine:
    Reitero que lo de «evitar perder» para mí se refiere sólo a no darle pasto a la acción psicológica que se montó sobre el reclamo para presentar esto como un nuevo diciembre de 2001, con invocaciones golpistas y con una virulencia insoportable. En lo que hace a la salida del conflicto intuyo que está próxima, el Gobierno salvará la ropa políticamente y la gente del «campo» quedará medianamente conforme (espero). En cuanto a la jugada que cambie el tablero, se dice que algo va a haber para el 25 de Mayo, habrá que esperar.

    Un abrazo.

    PD: a pesar de sus conductores, recomiendo mirar este bloque de A 2 voces por las intervenciones de Abraham Gak del Plan Fénix y de Silvio Corti de la FAA. Imperdibles las palabras de Gak ante unas declaraciones de Manuel Solanet.
    http://www.tn.com.ar/mm.aspx?id=872884

  14. Martinez de Hoz? Cuàl, el que era presidente de Acindar antes del golpe?

    Quièn dio a los milicos las listas de delegados para desaparecer?

    La UIA o los chacareros?

    Vaamos…la teorìa del enemigo pùblico esta desgastàndose por haberlo elegido mal.

  15. Obviamente las líneas se entrecruzan, sin embargo para ser un hombre de campo, me extraña que no reconozca ese apellido como el de uno de los suyos.

    Particularmente recuerdo, por aquellos años el entusiasmo de mis parientes del campo con el golpe y su esfuerzo por obtener una cosecha record "para darle una manito a Videla".

    Así que no me haga como el tero.

  16. O acaso me va a decir que como Lanusse y Onganía eran militares no podían tener ninguna conexión con el campo.Vamos.

  17. Onganía puso retenciones, y los hijos de los productores colaboraron para el cordobazo. No me reivindique a los dictadores aficionado, no hay dictadores buenos y dictadores malos.

    Y Martinez de Hoz, además de ser el presidente de la estancia Acindar, era director de la chacra Italo argentina de electricidad. Hoy ni campo tiene, es un hombre tan de la indstria como de mendiguren.

    La UIA solo piensa en bajar los salrios, hasta ahora instigò devaluaciones salvajes, retenciones al campo y desapariciòn forzada de personas.

  18. Pido disculpas por la tardanza en responder, trataré de mantener el orden.

    Ram:
    Yo siempre critico a las mentalidades reaccionarias que se quejan de los problemas por sus efectos (ej. piqueteros, cartoneros, etc.) pero no dicen una palabra de las causas que los generaron. Sería incoherente e hipócrita de mi parte si ahora hiciera eso mismo en este tema. El Gobierno ignoró un malestar que venía creciendo entre los sectores agrarios, hasta que al final le explotó en las manos. Por supuesto que la reacción fue desmedida y se fue de todo cauce racional. Por eso escribí lo de las fallas del Gobierno y de nuestro sistema democrático, porque una vez que se desató la protesta parecía que estaban decididos a llevarse todo por delante, desde sitiar a las ciudades por hambre hasta la misma legalidad institucional.

    No quiero minimizar la gravedad de estos hechos sino recalcar que a partir de ahora hay que trabajar sobre las causas de esto que pasó, porque sino siempre estaremos en riesgo de que se repita y no creo que eso sea muy agradable.

    No me interesa defender a Mariano T. pero él dijo claramente que si le conceden lo que pide se va tranquilo a su casa, y que no va a contribuir a atentar contra un Gobierno democrático. A eso me refiero cuando hablo de separar los tantos, con la «patria chacarera» el Gobierno tiene que negociar de buena fe y evitar que sea atraída por cualquier proyecto reaccionario.

    Por supuesto que la gente del agro tiene que tomar nota de que al buscar repercusión de sus reclamos en los sectores urbanos se les unió lo peor de la fauna gorila y reaccionaria que nos rodea, además de que su mensaje fue groseramente manipulado por los grandes medios. Por eso me pareció valiosa la intervención del agrarista Silvio Corti en el bloque que cité de A 2 voces porque definió con claridad cuáles son sus objetivos y necesidades, lejos de la cháchara «protogolpista» que predominó en los medios en los peores días del conflicto.

    Vuelvo a insistir, lo de «bajar los cambios» significa evitar entrar en un juego de agresiones y provocaciones con el gorilismo rebrotado y apuntar más bien a los intereses que se mueven detrás de todo esto. ¿Qué podés hacer con un tipo que levanta un cartel que dice «Cristina vas a morirte como Evita»? Dejalo que se cocine en su propio hervor.

    Un abrazo.

  19. Mariano:
    Creo que si vamos dejando de lado las reacciones extremas, cada vez van a ser más los que entiendan que acá no sirve jugar a todo o nada porque lo más probable es que en ese caso perdamos todos. Y te repito, creo que K lo entiende aunque no lo demuestre en su discurso. Acabo de leer lo que escribió Miguel Olivera en Crítica y me parece una muy buena síntesis de lo que debería ser una evolución racional de los hechos partir de ahora.

    Tute:
    Los grupos concentrados tienen huevos en todas las canastas, leelo sino a Manolo cuando habla de la diversificación. Antes de llegar alguna vez (ojalá que nunca) a cruzarse, chacareros y camioneros deberían pensar muy bien si no son sólo fichas menores de un juego muy grande que otros están jugando.

    ¿Viste qué bueno lo del video? Lo de Gak sobre los dichos de Solanet merece una medalla al «Jauretche 2.0 de la semana». Y el debate con Corti muestra los asuntos reales que hay que discutir.

    Político Aficionado (1º):
    Yo veo la cosa de manera un poco distinta. La vieja oligarquía perdió peso específico en el campo, inclusive ni siquiera fue el sector dominante bajo Martínez de Hoz; mientras él fue ministro disminuyó muy fuertemente el stock ganadero. Los reclamos actuales están motorizados por otros sectores sociales que por ahora carecen de proyecto político propio, por eso mi insistencia en la formulación de un proyecto nacional que los incluya. Y con el desarrollo y la incorporación de tecnología que tuvieron en los últimos años muestran un carácter dinámico y quizás «schumpeteriano» que la vieja oligarquía nunca tuvo. Sería absurdo encasillarlos como enemigos del desarrollo nacional. Lo que sí, veo peligroso el poder cada vez mayor de los grandes grupos concentrados y diversificados, que en gran medida con su discurso (transmitido p.ej. a través del «gran diario argentino» y de la «tribuna de doctrina») influyen interesadamente en la mentalidad de los pequeños y medianos productores.

    Político Aficionado (2º) – Mariano T.:
    Sobre Martínez de Hoz, para mí el punto fundamental es que fue el encargado de fundar la Patria Financiera. No es tan importante que haya sido descendiente de una vieja familia oligárquica o presidente de Acindar. Era el hombre de David Rockefeller y de la Trilateral Commision en nuestro país, el encargado de terminar a través de su política económica con la Argentina industrializada y con movilidad social, y convertirla en un enclave financiero y proveedor de alimentos y materias primas manejado por pocas manos.

    Un abrazo a todos.

  20. No entiendo entonces. Si De Angeli maneja mil y pico de hectáreas (cuántos departamentos son en una Argentina con déficit habitacional). Si en FAA hay productores que no son chicos. ¿Qué es entonces la Pampa Gringa? Sobre el mal manejo político del Gobierno del tema ya se ha hablado. Ahora, ¿tenemos que ser los que no estamos en la oposición total al Gobierno los que hurguemos en ese tema? Le dije lo de Ischia. Si no, mire lo que pasó ayer en el Nuevo Gasómetro. Le dijeeeee….

  21. La pampa gringa no es un conjunto de minifundistas hambrientos, si a eso te referia Escriba.

    La pampa gringa es un conjunto de empresarios medianos y chicos, acostumbrados al riesgo y a la inversión. Y lo único que piden el la guita de lo que producen ellos, no lo que produce cualquiera de ustedes, y pagar los mismos impuestos que paga cualquier empresario de su tamaño.

    Las 800 o 1000 ha que explota De Angeli lo equiparan a un propietario de 200 ha. No es un proletario, pero tampoco un gran empresario.

  22. Rafa

    Tengo la impresión de que coincidimos en muchos puntos de vista pero, eso de que si a Mariano T, "le dan lo que pide se va tranquilo a su casa" no se lo acepto.

    "Lo que pide" es una rendición – no una corrección a una política equivocada que es lo que corresponderia – y un gobierno democrático (éste o cualquiera) no debe rendirse a un sector y dejar la puerta abierta a que cualquiera haga lo que se le antoje. Máxime cuando no discuten pérdidas sino niveles de ganancia; hay unos cuantos millones de compatriotas sumergidos en una pobreza obscena y que se quejan mucho menos.

    Por eso planteo que la línea divisoria pasa por el mínimo respeto a la legitimidad de origen del gobierno (y ni por asomo una defensa de los múltiples errores y compromisos dudosos de éste en particular)

    Creo que hay que ser claros y precisos (como lo es Mariano T. en sus intervenciones) – él propone causar el mayor daño posible, soliviantar el interior y unos cuantos etceteras peores, aunque más no sea por "orgullo" – y no es así la cosa, no puede serlo y configura un delito de sedición y para eso la respuesta oficial por definición se llama represión. Afortunadamente el gobierno eligió un camino inverso pero eso no implica que si se repite lo de marzo, cualquier ultra de cualquier lado no pueda desatar una tragedia.

    Hay cosas con las que no se debe joder y Mariano T. ya debe estar grandecito como para entender los riesgos de seguir en su atalaya fundamentalista agraria-adolescente.

    Y respectio a martinez de hoz, tampoco puede distorsionar alegremente, el joe no era un "industrial", era y es la cara de una oligarquía agrícola ganadera reciclada a financiera y diversificada en lo que les convenga. No es la única cara visible, pero como botón de muestra es más que suficiente.

    Saludos.

  23. "La vieja oligarquía perdió peso específico en el campo, inclusive ni siquiera fue el sector dominante bajo Martínez de Hoz; mientras él fue ministro disminuyó muy fuertemente el stock ganadero. Los reclamos actuales están motorizados por otros sectores sociales que por ahora carecen de proyecto político propio, por eso mi insistencia en la formulación de un proyecto nacional que los incluya. Y con el desarrollo y la incorporación de tecnología que tuvieron en los últimos años muestran un carácter dinámico y quizás 'schumpeteriano' que la vieja oligarquía nunca tuvo. Sería absurdo encasillarlos como enemigos del desarrollo nacional. Lo que sí, veo peligroso el poder cada vez mayor de los grandes grupos concentrados y diversificados, que en gran medida con su discurso (transmitido p.ej. a través del 'gran diario argentino' y de la 'tribuna de doctrina') influyen interesadamente en la mentalidad de los pequeños y medianos productores."

    Ese es el punto, clarísimo. Falta decir que la política oficial favorece a los grandes grupos en desmedro de aquellos otros sectores y listo, ahí tenemos el panorama.

  24. Rafa desde 1810 hasta pasadito la mitad de ese siglo las discusiones se daban a garrotazos y bayonetazos. Mas tarde de la pluma de Hernandez, Echevarria, Alberdi y por supuesto Sarmiento el campo de batalla pasó a las letras.

    Venimos de mas de 30 años de batallas económicas que reemplazan las balas, creo entender de sus reflexiones que se debería abrir esa etapa mas reflexiva de la lucha política para instalar una nueva forma de pensar la Argentina, mas inclusiva y menos prejuiciosa.

    Anóteme a mi

  25. Escriba:

    Sobre el carácter socioeconómico de la pampa gringa y el "status" de De Angeli, coincido con lo que dice Mariano T. Si los "chaca" lo eligen como dirigente, es asunto de ellos. A lo que voy es a que no nos comamos nosotros el monstruo de Frankestein que nos quiere vender el Noble Magnetto, por ejemplo. Una de cuyas caras es la imagen que le quisieron fabricar al Melli.

    Me la dejó picando, mientras sigo disfrutando del triunfo cuervo frente a nuestros hijos. A lo mejor perdieron porque Ischia dejó afuera al que sabe parar la pelota…

    Por ahí yo aspiro a una sintonía demasiado fina, ya que ahora se habla en esos términos. Pero le comento algo: en una foto de las movilizaciones durante los cortes vi una pancarta que decía "Kirchner nueva plaga del agro". La misma que un conocido me comentó haber visto yendo por las rutas cordobesas y santafesinas hace cosa de tres o cuatro años. Si nadie tomó registro de eso y de lo que se estaba incubando, o si alguien avisó y arriba no le dieron bolilla, Houston, estamos en problemas.

    Un abrazo.

  26. Ram:

    Yo prefiero por el momento creer en el poder del diálogo y la política para avanzar en la solución de este asunto. Si Mariano T. y sus colegas dicen que Kirchner los viene ignorando y humillando y que no le tienen ninguna confianza, ahí hay un problema político sobre el que hay que trabajar en forma urgente. Que este conflicto se salió de madre es indudable, hay que evitar por todos los medios que eso vuelva a ocurrir. Y espero que si se avanza en una negociación de buena fe, los ultras queden aislados y entiendan que ellos también tienen que bajar unos cuantos cambios.

    Sobre Joe ya di mi opinión, no hay duda de que fue el máximo representante de una oligarquía ya no solamente vacuna sino diversificada, especuladora, ligada íntimamente al poder financiero internacional, y por lo tanto profundamente antinacional.

    Hal:

    Estoy de acuerdo en parte con vos, hay una tendencia innegable de la cúpula del kirchnerismo a negociar y acordar con pocos y muy poderosos actores económicos. Hasta ahora eso le funcionó pero creo (y así espero) que van a tener que cambiar la receta, porque en cuanto se rozan los intereses de esos "monstruos" se acaba la armonía. Ahí tenemos el ejemplo del grupo Clarín con el que se llevaban tan bien, y ahora les cascotea el rancho sin piedad.

    Charlie:

    Totalmente de acuerdo. Estás anotado ;)

    Saludos a todos.

  27. Rafa:

    me convenció y me rectifico, supongo que lo que realmente quise decir de M. de Hoz es que claramente apuntaba a reprimarizar la economía nacional, ello implicaba entre otras cosas que las exportaciones fueran esencialmente productos del campo.

  28. ram: No es sedición, es política. Si te pone en la vereda de enfrente, hay que actuar políticamente (cosa que los chacaceros siempre nos resistimos a hacer), juntar aliados, plan de lucha (más o menos legal), y los etceteras no son nada grave, pero si muy molesto.

    Si no se logra el objetivo principal, que es no ser los patos de la boda, los objetivos nuestros se van a medir en millones de votos perdidos por K en el 2009, concejales y diputados perdidos, etc. (Y que los gane cualquier opositor de izquierda a derecha)

  29. Escriba:

    Pero no querido, vade retro… además no tengo ni idea quién podría ser un Riquelme de la política que juegue para nosotros. Quizás si los K abrieran un poco el juego podría aparecer alguno. Igual yo todavía no perdí las esperanzas, vamos a ver qué pasa con este "relanzamiento" que se viene anunciando.

    Político Aficionado:

    De acuerdo, eso estaba muy claro desde que él asumió el ministerio. Su plan implicaba concentrarse en las "ventajas competitivas" y en una equiparación de los precios internos con los externos. Con lo cual los sectores "no competitivos" (es decir, la mayor parte de la industria) estaban condenados a desaparecer.

    Mariano: para mí, tu postura está muy clara.

    Saludos a todos.

  30. Dejate de joder, Mariano; lo que hidieron y amenazan con volver a hacer no es política – es sedición o en todo caso es política a lo bestia – si no les daban bola y querían "llamar la atención" había mil modos mejores de hacerlo – una "carpa blanca chacarera" en plena plaza de mayo, por ejemplo.

    Metieron al gobierno en un brete, se lo pusieron ustedes mismos con los "socios" que se buscaron y le endosaron a toda la sociedad un quilombo que replicó como tembladeral.

    Podés tener razón en tus reclamos pero el modo salvaje e ilegal de hacerlos, los condiciona y deslegitima – para peor, tus permanentes apelaciones al todo o nada son un callejón sin salida porque ustedes podrán poner la "mano de obra" en los piquetes pero el gobierno puede terminar negociando todo el paquete con los "concentrados" que son los que les compran los granos y les ponen (ellos) el precio, es su negocio y ustedes la peonada sacrificable. ¿O me vas a decir que no es así?

    Podés "gritar" todo lo que se te antoje pero la posición débil era, es y perfectamente puede seguir siendo la del productor chico. Demostraron capacidad de daño – ¿Y? – Si vos y tus colegas creen que eso puede mantenerse en el tiempo, hacen una muy mala lectura de los escollos que tienen enfrente. No cometan el mismo error del gobierno: subestimarlos

    El gobierno la pifió, pero ustedes no pifiaron menos y alguno, alguna vez debe usar el balero.

    No hay un tema electoral en ésto, te equivocás al pensar en los votos que le "quitás" al gobierno – ¿Dónde van a ir? si la oposición es un mamarracho y ustedes no están organizados políticamente (además de ser una minoría)

    Bajate del pedestal, una duchita fría y pensamientos más pausados, que buena falta te hacen; entonces sí planteate la Política que te (les) hace falta.

    Saludos

  31. Quedate tranquilo que no se corta más para provocar desabastecimiento, que por otra parte lo nuestro fue poco, el 80% fue especulación de los mayoristas. Hay muchas otras opciones de lucha, y bastante molestas, que no implican dejar el flanco expuesto para que el oficialismo y sus corifeos nos peguen.

    En cuanto a la oposición, en legislativas la gente es menos exigente, las listas del FV tampoco van a llevar estadistas.

  32. Siempre tan oportuno, hal – ¡Que le parece si mientras Mariano y yo nos damos la duchita, usted sirve para algo y ceba unos matecitos y frie unos churros? Gracias.

  33. No, viejo, usted sáquese las ganas de ducharse con Mariano y déjeme a mí tranquilo que, para espectáculos bizarros, ya tengo bastante con leer sus comentarios.

  34. Hal, no los lea.
    En cuanto a mí, seguiré sacándome las ganas de cuanta cosa me venga se me ocurra, y usted siga tranquilo en su nube flatulenta y tranquila. Que se sepa, ni Mariano ni yo le pedimos su generosa intervención.
    Dedíquese a los churros, ésa debe ser una mejor vocación para su indemostrado talento.
    Besitos.

  35. «…de cuanta cosa me venga en ganas o se me ocurra…» para que no me salga corrigiendo la ortografía. Sí, hay una redundancia pero me gusta así.
    Que le garúe finito.

  36. Creo que mi talento está bastante más que demostrado: hacer calentar a los giles. El suyo también, ojo: bajarle el nivel a cualquier debate interesante en el que se mete.
    Ahora, tranquilo. Así alterado no va a tener suerte con Mariano.
    Cariños.

  37. Gerardo:
    Yo diría que ha habido cambios muy profundos en el campo en las últimas dos o tres décadas, aunque en esto toco mayormente de oídas.

    No coincido demasiado con eso de la SRA en pequeña escala. En el aspecto económico está claro que tienen un dinamismo importante, pero en el político-ideológico no veo un proyecto unificador ni mucho menos.

    Un abrazo.

  38. Rafa: aprovecho que las aguas se calmaron un poco para conversarle una diferencia teórica con su planteo.

    La lucha de clases no es una elección ideológica. En un sistema como el Capitalismo, que consagra legalmente la propiedad privada de los medios de producción (y su contraparte: el alquiler asalariado de la fuerza de trabajo de los no propietarios), la lucha de clases es una condición básica de las relaciones sociales. Puede mantenerse al nivel de la disputa por el ingreso o puede elevarse a la cristalización política. Pero siempre está.

    Esto no quiere decir que haya que estar siempre al borde de la guerra civil. Los proyectos nacionales (incluso las epopeyas) existen, porque una formación social delimitada en un Estado tiene condiciones externas a su desarrollo que afectan las disputas internas. Pero un proyecto nacional ocurre cuando una o varias de las clases creen que tienen intereses coincidentes. Es una forma simplista de describir lo que Gramsci llamaba «hegemonía». Según cuáles clases constituyan esa hegemonia, tal será el proyecto nacional (agroexportador, industrialista, etc.) y alguien se opondrá. No por ser «antinacional» sino porque se ve perjudicado por ese proyecto.

    Pensemos en la Guerra Civil norteamericana entre el Norte industrial y el Sur agroexportador esclavista. Dos proyectos nacionales. Por lo mismo nuestra oligarquía fue tradicionalmente nacionalista frente a los EEUU competidores y genuflexa ante Gran Bretaña («comprar a quien nos compra» era el lema de la Sociedad Rural).
    No hay que confundirse por las ocurrencias individuales: Liborio Justo (hijo del presidente) fue nuestro primer trotskista y (corríjame si recuerdo mal) Perón le dijo a Pino que cierto Roca fue un leal peronista. De lo que sí estoy seguro es de que intentaba decirle (y Pino no quería oir) que su proyecto nacional incluía a todas las clases.

    Y eso es imposible; hay que romper algunos huevos para hacer una tortilla. Si K tiene (tuviera) un proyecto nacional que incluyera a los PyMes agropecuarios «schumpeterianos» tendría que marginar (o, hegemónicamente, imponerles condiciones) a los grandes acopiadores-aceiteras-exportadores (por no hablar de las multi proveedoras de semillas y agroquímicos) que descargan en ellos el costo de las retenciones. Por ahora no lo veo.
    Un abrazo.

  39. Rafa: Qué querés que te diga… Yo siempre leí en los libros todo lo que sabemos del pequeño peroductor agropecuario, pero me crié en un pueblo de 5000 habitantes, viendo cómo estos pequeños productores, cuando los raspás un poquito, rebelan una postura político-ideológica similar a la de los grandes terratenientes.
    Los tipos están convencidos que son ellos los hacedores de la riqueza del país, etc, etc.
    Creo que hay que ver un poquito más a estos tipos desde de la realidad, esto es tocarlos, olerlos ¿Me explico?
    Porque estamos corriendo el riesgo de errar el viscachazo.
    Como ejemplo lo tenés a Mariano T. leelo, seguilo y verás que el tipo no tiene diferencias con Llambías.

  40. Roberto:
    Coincido en que la lucha de clases es una condición básica de las relaciones socioeconómicas. Pero eso no implica ni mucho menos que en todo momento y bajo toda circunstancia sea el factor determinante en la evolución de una sociedad.

    Creo que tenemos ya bastante experiencia, por lo menos de los últimos 30 años, de que dentro del esquema de poder mundial Argentina es un país del que sólo interesa que mantenga su papel tradicional de proveedor de alimentos y materias primas, pudiendo funcionar bajo circunstancias «favorables» como enclave financiero especulativo (Martínez de Hoz/M*n*m-Cavallo). La población relevante desde el punto de vista del consumo no excede por mucho la tercera parte del total. Es decir que, librado a «las fuerzas del mercado» nuestro país no tendrá ninguna posibilidad de ser Nación. Entendiendo como tal una sociedad cohesionada por objetivos comunes, con un Estado democrático con suficiente poder de decisión como para hacer primar los intereses generales por sobre los particulares, y que a su vez arbitre en los conflictos socioeconómicos con criterios de equidad y progreso social.

    Entre las consecuencias del «modelo» de los ’90 y de su estallido en 2001-2002, es indudable que los conflictos de clase perdieron relevancia ante el enorme aumento de la exclusión social, un signo de que nuestro país retrocedió en varios aspectos a un estado precapitalista. La salida de la crisis a mi entender permite replantear la posibilidad de un proyecto nacional, pero eso requiere una capacidad de conducción política para atraer a la mayor parte posible de los sectores que puedan sumarse a ese proyecto. Inclusive, para incorporar a sectores productivos que deberán resignar parte de sus ganancias extraordinarias.

    En el post cité la experiencia de las mesas de concertación rural bajo el gobierno peronista entre 1973-74, en las que intervinieron casi todas las entidades agrarias salvo algunas ruralistas. En esa época se proyectó la expansión de la frontera agropecuaria, se inició el desarrollo sojero (no en sus características actuales) y se puso como objetivo llegar a una cosecha de 100 millones de toneladas de granos y oleaginosas. Recién este año o el próximo se habrá alcanzado ese objetivo, después de más de tres décadas…

    En aquel momento nos perjudicó la gravísima crisis internacional provocada por el aumento de precio del petróleo. Hoy hay otra crisis en ciernes, pero en este caso nuestro país es de los que está en mejores condiciones para sacar provecho de ella. A lo que voy es a que me cuesta entender que en estas circunstancias favorables no haya capacidad técnica (que es lo más fácil de conseguir) y sobre todo política para conciliar intereses.

    En su momento Perón «rompió algunos huevos», por ejemplo al sacarle el control del comercio exterior a los grandes exportadores a través del IAPI. Estoy de acuerdo con vos en que hoy los K deberían tocar fuertes intereses para incorporar a la «patria chacarera» a un eventual proyecto nacional, y que eso va a contramano de su actitud hasta el momento. Pero un primer paso debería ser darle una rápida solución al presente conflicto (lo menos onerosa posible), y ponerse a trabajar en aspectos técnicos y políticos de manera de romper esta absurda alianza contra natura de «todo el campo».

    Un abrazo.

  41. Gerardo:
    La caracterización que hacés puede ser muchas veces cercana a la realidad, pero creo que eso no afecta mi premisa de fondo, que es la factibilidad de la inclusión de la «patria chacarera» en un proyecto nacional. Por algo la realidad socioeconómica de la «pampa gringa» es muy diferente de la de las zonas ganaderas tradicionales. El problema de fondo es político, como traté de decir en mi respuesta a Roberto; me cuesta entender que a esos sectores no se los pueda atraer escuchando sus reclamos y concediéndoles lo más razonable, sobre todo en condiciones favorables como las actuales. Al fin de cuentas, usando una frase de Perón y esperando que nadie se ofenda, de lo que se trata es de «desplumar a la gallina sin que grite»…

    Un abrazo.

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