¿Una mesa de tres patas? El cambio de estrategia de la Federación Agraria Argentina

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Poco antes de que la presidenta Cristina Kirchner anunciara la aplicación de retenciones segmentadas para pequeños productores, en el marco de una negociación con la Federación Agraria Argentina (FAA), el sociólogo Lautaro Lissin (Magíster en Sociología Económica IDAES-UNSAM) nos había enviado este texto que publicamos a continuación.

 

La salida de Eduardo Buzzi y la consecuente renovación de autoridades de la FAA en Diciembre del 2014, no permitía ver ningún cambio sino una continuidad. El nuevo presidente Omar Príncipe había sido elegido por la lista oficial “Azul y Blanca”, y ese dato era tomado como continuidad del buzzismo. Más allá de las críticas internas que venían ya desde el 2009, la Mesa de Enlace continuaría como agrupamiento y como canal de expresión de las protestas y reclamos de la FAA. De esta forma, en la mente de su ex presidente su salida no iba a cambiar para nada la orientación de la acción política de la FAA determinada por su dirigencia desde el año 2008. Pero como siempre se dice, nada es lo que parece y hoy en día nos encontramos con cambios en la estrategia política de la FAA y con un Eduardo Buzzi lanzado a la gobernación de Santa Fe y protestando en contra del sucesor que el mismo designó.

Por estos días se cumplieron siete años de la Resolución número 125, y este aniversario vino con una novedad. La convocatoria de la Mesa de Enlace los días 11 y 13 de Marzo a un nuevo paro -con suspensión de comercialización de granos y hacienda- contó con una Mesa diezmada. Por primera vez, desde el 2008, la Federación Agraria Argentina ha decidido no participar de la protesta.

Luego de siete años de plantear sus demandas en forma colectiva, articulando con las otras tres integrantes de la Mesa de Enlace, la FAA muestra por primera vez en el espacio público un cambio en su estrategia de acción política, acercándose al gobierno nacional en pos de resolver sus principales problemáticas.

Ahora bien, a lo largo de estos siete años frente a distintos acontecimientos se planteó por lo menos la viabilidad de la continuidad de la FAA en la Mesa de Enlace. La misma derogación de la 125 evidenció el carácter paradojal de las acciones encaradas por la FAA. Mientras la misma se anulaba, Eduardo Buzzi se encontraba reclamando en soledad, sin Mesa y sin enlaces con sus pares corporativos, lo mismo que se había contemplado en su tratamiento en la Cámara de Diputados y que se expresaba en las modificaciones introducidas. En suma, las compensaciones por toneladas producidas y la consideración de la distancia existente desde la región productiva hacia el puerto, beneficiaba a los chacareros asentados en la producción de cereales y oleaginosas.

Ahora bien, ¿qué es lo que sucedió en la actualidad que derivó en la salida de la FAA de la Mesa de Enlace? ¿Qué condiciones se dieron ahora para que se produzca ese cambio estratégico que distintos sectores de la FAA estaban reclamando desde hace años?

Al interior de las organizaciones empresariales circulan reclamos, demandas cruzadas e intereses personales. Todo esto debe ser reformulado por la entidad buscando conformar a las distintas posiciones, gestionando la diversidad y buscando presentar en el espacio público una acción política homogénea y sin fisuras. Sin embargo, en reiteradas ocasiones sucede que son los intereses personales de sus máximos dirigentes los que marcan el ritmo y la estrategia de la organización. Es en estos momentos, donde mayormente se vislumbran las aspiraciones políticas de los mismos. Pero una organización no es la sumatoria de personas, sino que conforma un colectivo heterogéneo, donde la principal actividad de la dirigencia es barrenar sobre esa característica y gestionar la diversidad. Pero a la larga, esta situación suele presentar elevados costos ya que el descontento de los asociados se endurece produciendo, como veremos, distintas situaciones.

Durante el período 2008-2014, al momento de presentar sus reclamos la FAA privilegió un esquema de alianzas con las restantes organizaciones históricas del sector (CRA, CONINAGRO y la SRA) lo cual se vislumbró a partir de la Mesa de Enlace. Esta situación hizo que las demandas particulares y específicas de ciertos sectores productivos asociados a la entidad, y sin vínculo con la producción de cereales y oleaginosas, se vieran postergadas y no tuvieran lugar en la agenda que manejaba la Mesa de Enlace.
Eduardo Buzzi se ocupó, por un lado, de privilegiar las demandas canalizándolas a través de la Mesa de Enlace, situación que hizo que sobresalieran los intereses de los asociados productores de la zona núcleo. Por otro lado, sopesó sus intereses personales por sobre los colectivos, apuntando más a la construcción de su carrera política que a la gestión de la diversidad productiva contenida al interior de la organización.

Esta situación tuvo sus costos para la FAA, ya que la continuidad de la Mesa de Enlace fue produciendo cimbronazos internos derivando en la salida de dirigentes históricos del buzzismo y en la creación de nuevas líneas internas que buscaban disputar el centro de poder de la organización. Remarcando la necesidad de retomar las banderas fundacionales de la FAA, como ser la defensa de los pequeños productores y su vinculación con la tierra que laboran, agrupaciones como “La Netri” integrada por mayoría de jóvenes que tiempos atrás participaban del oficialismo, o “Grito de Alcorta” fundada por Pedro Peretti dirigente histórico del buzzismo eran indicadores de esta situación.

Una demanda característica de la oposición, desde 2009 en adelante, fue la necesidad de realizar una reforma estatutaria. Demanda que se levantaba en pos de reclamar una mayor representatividad de la entidad. La misma sería realizada a comienzos del año 2014, incorporando dos cuestiones nodales a su Estatuto: a) máximo de 9 años de los mandatos de los directores o el presidente de la entidad, b) representación por la minoría en el marco del Consejo Directivo.

En diciembre del 2014, Eduardo Buzzi se retiró de la conducción de la FAA. Con el triunfo del buzzismo en la elección, se pensó que estaba garantizada la continuidad de la participación de la FAA en la Mesa de Enlace. Sin embargo, a partir del nuevo presidente Omar Príncipe (ex Secretario gremial de Buzzi) se privilegió aquello que era reclamado por las distintas fracciones internas de la FAA: un acercamiento al gobierno nacional y, por ende, bajarse de la Mesa de Enlace y pedir por soluciones diferenciadas a las principales problemáticas de sus chacareros asociados.

En este punto, si la Federación Agraria Argentina hubiera aceptado los cambios introducidos a partir de la media sanción en la Cámara de Diputados respecto a la Resolución 125, que consideraba la segmentación de las retenciones, Príncipe no estaría reclamándole al gobierno algo que en su momento Eduardo Buzzi rechazo.

El cambio de estrategia es algo novedoso considerando la orientación de la acción política que se comienza a privilegiar. Pero, también coloca en una encrucijada a las líneas opositoras, quienes acostumbradas a colocarse del lado del reclamo pidiendo la salida de la Mesa de Enlace y la apertura del dialogo con el gobierno, ahora se ven obligadas a realizar un cambio. Y esto sucede porque el oficialismo ha tomado esa orientación y ocupado el espacio discursivo que tenía la oposición durante los últimos tiempos de mandato de Buzzi. Al hacerse con ese discurso y cambiar la estrategia de acción política, el oficialismo vacía de contenido a la oposición, quien deberá dirigir sus esfuerzos a reformularse o establecer un acercamiento con el novel elenco a cargo de la dirección de la FAA. Frente a este novedoso escenario, la FAA en su totalidad está viviendo una etapa de re-significación.

La opción del esquema de alianzas, reflejado en la Mesa de Enlace, si bien le daba la posibilidad a la FAA de tener una mayor visibilidad en el espacio público y le garantizaba lo mismo a Buzzi en pos de sus objetivos eleccionarios a futuro, claramente bloqueó la posibilidad de la entidad de plantear reclamos y problemáticas específicas de sus asociados que quedaban por fuera de la producción de los principales cultivos. Esta situación reiterada a lo largo de los años, ha llamado la atención respecto a la perdurabilidad de la Mesa de Enlace. No obstante, los cimbronazos internos pueden compararse metafóricamente a un pájaro carpintero, quien por momentos más rápido y otros más lento, iba golpeando con su pico la pata más virulenta de las cuatro de la Mesa. Con los años, ya la Mesa venía demostrando que no era firme como un algarrobo sino que se parecía más a un castillo de naipes.

Foto.
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