“Hay que poner las cosas blanco sobre negro” Ernesto Laclau, para Revista Zoom

Nunca esta de mas leerlo, y encima por estos lares se lo suele admirar bastante, asi que «catanpeist».

Saludos

http://www.revista-zoom.com.ar/articulo3130.html
ENTREVISTA A ERNESTO LACLAU

“Hay que poner las cosas blanco sobre negro”

Por Juan Salinas

El prestigioso sociólogo afirma que, para ganar, el kirchnerismo tiene que mostrar que la sociedad está partida en dos y tener consignas que ilustren la disyuntiva de la hora como lo fueron en el pasado Braden o Perón, o Patria o colonia. Sostiene que “hay que ir consiguiendo conectar sectores que están fuera del poder popular” y es categórico respecto de la Capital: “siempre fue la ciudad puerto del centro del cosmopolitismo antinacional”.

El sociólogo Ernesto Laclau abandonó la militancia en la izquierda nacional cuando fue a la Universidad británica de Essex –donde hoy es catedrático de Teoría Política– convocado por el historiador marxista Eric Hobsbawn. Considerado postmarxista desde la aparición de su libro más importante, Hegemonía y estrategia socialista (en coautoría con Chantal Mouffe), Laclau es un firme defensor de los vituperados populismos y hombre de consulta del matrimonio Kirchner, a quien se atrevió a aconsejar que fueran más agresivos en la campaña, que muestren “la división radical” que recorre el cuerpo social.

ZOOM le entrevistó en un pequeño departamento situado frente al tradicional Hotel Plaza, a metros de la Plaza San Martín.

–Regresa al país en medio de la campaña electoral ¿Lo encuentra crispado? Lo digo con ironía porque la palabra “crispación” aparece aquí importada de España, donde debe ser la que más utiliza una oposición a la que, como a la de aquí, no parecen sobrarle ideas…

–Es una palabra que en Argentina se había dejado de usar pero que tiene una tradición. Hay una frase célebre de Marcelo Torcuato de Alvear, “Manos crispadas me alejan de la patria”. Luego de la caída de (Hipólito) Yrigoyen en 1930, Alvear, que había sido Presidente entre 1922 y 1928, y representaba al sector conservador del radicalismo, empezó a reclamarle al general (José Félix) Uriburu que convocara a elecciones sin proscribir al radicalismo. La cosa se puso tensa porque era evidente que si se hacía así, el radicalismo ganaría las elecciones y Alvear volvería a ser presidente. Y aunque Uriburu y Alvear tenían una amistad de muchos años, Uriburu quería establecer una continuidad con el golpe, tal como haría con las elecciones fraudulentas que ganó (el general Agustín P.) Justo. Así que un día recibió la visita de dos funcionarios del gobierno que le dijeron que tenía que abandonar el país. Así lo hizo Alvear, rumbo a Brasil, pero antes escribió una carta para los diarios, donde se destaca esa frase, que se hizo muy famosa.

–De todas maneras, la crispación es un hecho. Desde que estalló el conflicto con “el campo” se escuchan cosas de un odio tal como yo no escuchaba desde mi niñez, como las que se escuchaban después de la caída de Perón. Digo, porque en vida de Perón no creo que se dijeran tan abiertamente cosas como “negros de mierda”, etc. Por entonces esas cosas se mascullaban o decían paredes adentro, no por televisión…

– Y ahora todas las bandas semifascistas que (Alfredo) de Angeli está organizando actúan como vemos: tirando huevos, piedras, tratando de impedir que exista un dialogo democrático antes de las elecciones. No tenemos golpistas en el ejército como teníamos en el pasado, pero tenemos personas que quieren provocar un giro autoritario de la situación política a través del accionar de estas bandas neofascistas.

–Los parecidos con lo que sucedió en Venezuela antes y durante el frustrado golpe de estado contra Chávez me parecieron evidentes. Recuerdo la sorpresa con que asistí a la cobertura que le dio TN a aquél golpe frustrado…

–Quienes dicen que el populismo es un peligro autoritario no ven de dónde viene el peligro autoritario. De la organización de estas formas contrahegemónicas de oposición a un gobierno popular, ahí es donde existe el peligro autoritario en América Latina. En Venezuela fueron derrotados en el 2002 de una manera decisiva, en Ecuador han sido derrotados en toda la línea, de modo que no creo que la derecha vaya a levantar la cabeza por mucho tiempo. Mientras, acá empezó una ofensiva contrahegemónica que utilizó la cuestión del campo como forma de nuclear la protesta antipopular alrededor de un cierto tema, de un cierto significante. Porque al 80 por ciento de la gente que se juntó al pie del Monumento de los españoles no le importaba nada acerca del campo, pero usó la protesta para producir un realineamiento de la derecha, un cambio en las fronteras políticas.

El hito del lock out agroexportador

–Hasta ese momento, los Kirchner tenían una enorme popularidad, pero el conflicto y la hostilidad de casi todos los medios la disipó, la redujo drásticamente. ¿Cuál fue su propia responsabilidad?

–Cometieron algunos errores al haber empujado un realineamiento de ciertos sectores agrarios que habían votado por ellos hacia una alianza con la Sociedad Rural. Por ejemplo, que la Federación Agraria haya terminado aliada con (el presidente de la Sociedad Rural, Hugo) Biolcatti y su antecesor (Luciano) Miguens, que se haya producido ese tipo de realineamiento es el resultado no solamente de un proceso natural de concentración del sector agrario. También intervinieron ciertos errores tácticos de la conducción nacional…

–Con un atenuante, que es que muy pocos habían visto los profundos cambios operados entre los socios de la Federación Agraria, muchos de los cuáles aspiraban y aspiran a sumarse al club de los ricos…

–Creo que hubo un cambio cualitativo en el sector rural. La Sociedad Rural argentina siempre fue una de las grandes organizaciones conservadoras del país. Vos eras muy jovencito para acordarte del doctor Faustino Fano, que era el presidente de la Sociedad Rural a comienzo de los años ’60. Fano tenía una palabra mágica, que utilizaba en todos los comunicados. Decía que los productores rurales se sentían “desalentados”, y el desaliento de los productores rurales era inmediatamente traducido por todo el mundo como que estaban pidiendo una devaluación. Recuerdo un titular de Crónica que advertía con toda claridad: “Compren dólares, otra vez se sienten desalentados”. La Sociedad Rural bregaba todo el tiempo por transferencias masivas de ingresos al sector agrario. Con lo que iba asfixiando la producción industrial del país. La receta era simple: si el gobierno se resistía a devaluar, el ejército sacaba los tanques en la calle.

–Supongo que se refiere al accidentado gobierno de Arturo Frondizi.

–Frondizi tuvo 14 semigolpes de Estado en un período de cuatro años. No lo dejaban gobernar. Ahora, si el hecho de que el ejército saque a los tanques a la calle para imponer medidas a un gobierno legalmente elegido al cual las Fuerzas Armadas se supone que están subordinadas es algo que en cualquier país del mundo se llama golpe, en la Argentina no se llamaba así, se llamaba “inquietud de las Fuerzas Armadas”. Y entre “desalientos” de los exportadores de granos e “inquietudes” de los militares, se iba imponiendo una política. Hoy la situación es diferente, pero en cierto sentido es más peligrosa. Es diferente porque el ejército no puede operar en la forma que operaba a comienzo de los años ’60 en la época de (el psiquiatra antillano-argelino Frantz) Fanon. Y es más peligrosa porque han apelado a una forma de movilización popular que transforma las demandas sectoriales de un grupo en el significante y una forma general de realineamiento de la derecha. Lo que nosotros hemos dicho en nuestro trabajo acerca de los significantes hegemónicos, los significantes vacíos, etcétera, lo está realizando la derecha en esta reorganización.

–¿Cómo evalúa la respuesta del Gobierno?

–Las medidas que ha ido tomando desde la derrota de la resolución nº 125 han sido todas progresistas, desde la estatización de las jubilaciones, pasando por la nacionalización de las compañías aéreas y una larga series de medidas. Falta todavía que todas esas medidas progresivas cristalicen alrededor de ciertos imaginarios colectivos. Que la gente perciba que la sociedad está dividida en dos campos.

Reperonización y aliados

–Está en curso una inesperada reperonización ¿no? Nadie contaba con ella, pero la ofensiva agromediática obligó a la defensa del peronismo, aquella vieja ciudadela que resguarda el mínimo común denominador alcanzado por el campo popular. Hay un renovado interés en la historia del primer peronismo y se analiza y plantea la afiliación a un Partido Justicialista que durante el menemismo fue el alcahuete de la entrega y que aún en vida de Perón jamás pasó de ser una herramienta electoral del movimiento…

–Mucha gente tiene conciencia de que las cosas salieron bien en la Argentina después del desastre del 2001 porque por esos avatares, fue elegido Kirchner. Si hubiera sido De la Sota o Reutemann o alguien así, las cosas hubieran sido muy distintas. Para la política nacional, Kirchner casi un desconocido. Y desde afuera, más. Para el 2003, lo admito, yo ni siquiera sabía quién era Kirchner. Y dada la podredumbre general del sistema político casi nadie esperaba nada, así que fue una gran sorpresa cuando Kirchner empezó a tomar una serie de medidas, en las cuales jamás yo había pensado que el país se iba a comprometer. Y entonces ahí empezó un proceso nuevo. Hay un libro muy lindo que han escrito Paula (Biglieri) y Gloria Perelló sobre el populismo kirchnerista y el retorno del nacionalismo. Han hecho un estudio sobre Barrios de Pie y otros movimientos sociales y analizan las formas de la ruptura política en ese período. (Se refiere a En nombre del pueblo, publicado recientemente por la Universidad Nacional de San Martín. Paula Bigllieri es doctora en Ciencias Políticas y Sociales, investigadora del Conicet, discípula de Laclau y su asistente en sus visitas a Buenos Aires. Gloria Perelló es psicoanalista.)

–¿Qué opina de la ruptura de Barrios de Pie con el kirchnerismo?

–El espacio kirchnerista debe ser ampliado, y Barrios de Pie debería volver a él. Mis conversaciones con Alberto Fernández y Daniel Filmus giraron bastante sobre eso. Hay que volver a ganar a ciertos sectores que se han abierto. Porque sería muy malo que el kirchnerismo se redujera a la cocina interna del PJ y que una serie de sectores que estaban impulsando un proceso de cambio con la idea de la transversalidad en sus varias dimensiones empiecen a desgranarse y a abrirse. Entre otras cosas porque si se reduce el kirchnerismo a una línea interna del Partido Justicialista, los barones del PJ lo van a traicionar en la primera de cambio.

¿Cómo puede ampliarse el espacio K?

–No creo que él pueda hacer una cosa tan ingenua como tratar de formar un partido puramente ideológico. Todo partido político tiene que pasar por ciertos aparatos y por ciertas alianzas con figuras non sanctas, pero el proceso no puede simplemente ser reducido a eso. Lo que se necesita es una interpelación popular de tipo más amplio. Dar a la gente, volver a dar a la gente como yo creo que se le dio en el 2003, el sentimiento de que se está creando una frontera interna en el país entre el campo popular y los otros.

–Pero esa misión excede en mucho las posibilidades del Partido Justicialista…

–Puede incluir al PJ, Kirchner tiene buena muñeca para manejarse en ese campo, pero tiene que ser algo más. Es como sucede con los dos platillos de una balanza. Hay que mantener el equilibrio entre ellos, y así se puede ir creando el espacio popular. Hay que recordar que el surgimiento del peronismo en el ‘45 involucró las dos cosas. Hubo muchos fenómenos de incorporación de aparatos, de acuerdos internos, pero al mismo tiempo hubo una interpelación a sectores nuevos, interpelación que fue absolutamente fundamental en la victoria del ‘46.

–Pero después de la muerte de Evita, digamos para 1953, la capacidad de interpelar a sectores nuevos, de ganarlos, se había perdido…

–Un poco sí, pero se empieza a recuperar, a reconstituir durante la resistencia peronista. Y durante los años ‘60 se va creando una nueva centralidad del campo nacional y popular. Llegamos a la elección del ‘73 con un fenómeno de fronteras absolutamente demarcadas. También hubo ilusión, esperanza, en el `98. Que se disipó rápidamente con la traición de De la Rúa. Y se llegó a la más honda de las crisis en 2001. Pero después empezó a renacer en 2003 cuando, frente al asombro general, Kirchner empezó a tomar una serie de medidas progresistas que permitieron que renaciera la esperanza popular. Para mí, el problema fundamental es que esa esperanza no tiene que disolverse por una serie de fenómenos que desdibujan la frontera interna.

–Me hubiera gustado que Barrios de Pie no se hubiera ido, que Pino Solanas hubiera mantenido los pies adentro del plato porque la gran mayoría de las cosas que señala son ciertas, pero también me parece que hay un retorno de la militancia política. De otro modo, un poco a través de los blogs, pero eso me alienta a pensar que no todo está perdido y que al Gobierno le va a ir moderadamente bien en las elecciones.

–Creo lo mismo. Combato la idea que difunden los medios de que va ser una debacle. Idea que no comparto en absoluto.

–En cualquier caso, los medios van a decir que fue una debacle.

–Perón también tenía en contra a todos los medios. No creo que vayan a ganarse las elecciones con mayoría absoluta, pero si llegara a un resultado, por ejemplo, de que hubiera en la provincia de Buenos Aires un 38% de apoyo a la lista de Kirchner y a nivel nacional un 33%, eso dejaría claro de todo modos que los Kirchner encarnan la fuerza política más importante del país. Es cierto que van a tener que tejer acuerdos en el Congreso, pero de hecho ya los están teniendo que hacer, porque se han abierto tantos senadores justicialistas… En fin, veo un panorama complicado por delante, pero está muy lejos de ser el fin de la historia. Al contrario, creo que será el comienzo de una nueva historia.

–¿Veremos a un Néstor Kirchner negociador?

–Efectivamente, y va a ser una experiencia nueva.

Sectores medios y polarización

–¿Cómo hace el kirchnerismo para cautivar aunque más no sea a una minoría de los sectores medios?

–Fijate en lo que hizo Filmus con su grupo progresista en las últimas elecciones de la Capital. Obuvo el 24% de los votos en la primera votación, y el 40% en el ballotage. A lo que hay que llegar es a una situación en la cual se vayan reconstituyendo espacios progresistas, y esos espacios progresistas que se constituyen y reconstituyen de manera distintas en diferentes provincias. Si uno tiene la impresión de que hay todo un juego nuevo a través de este realineamiento; si al mismo tiempo hay una voluntad del Gobierno de convocar a sectores nuevos, que empiecen a interpelar a aquellos sectores, que comenzaron a ser interpelados en 2003; si al mismo tiempo siguen una serie de medidas progresistas como las que el gobierno está tomando; si ocurren todas esas cosas, se podrá rearmar el movimiento popular.

– Se podría pasar a otra fase, dar un salto cualitativo…

–Durante el surgimiento del peronismo, entre 1943 y 1945, hubo muchos momentos de crisis, de decepción, de falsos puntos de partida. Por ejemplo, toda la relación de Perón con (el caudillo radical de Córdoba) Amadeo Sabatini fue sumamente complicada y finalmente la alianza fracasó porque Sabatini claudicó, pero vino la movilización del 17 de octubre y esto lanzó un nuevo punto de partida.

–A través del Partido Laborista…

–Exactamente. El Partido Laborista se iba creando a través de una movilización molecular de la sociedad. Gente que iba de una localidad a otra, que iba movilizando sectores que no estaban movilizados antes. Y toda la prensa estaba en contra de Perón.
Lo que quisiera ver es una interpelación más fuerte a los sectores populares por parte del Gobierno. Porque presentar una especie de catálogo de medidas progresistas está muy bien, pero eso no es suficiente. Esas medidas progresistas tienen que ir cristalizándose a través de slogans y símbolos que vayan presentando una división radical de la sociedad. Como lo hicieron slogans del pasado como Patria o coloniaje, Braden o Perón: ese tipo de cosas es lo que todavía está faltando para poner las cosas blanco sobre negro. Hay que ser más claros. Hay muchas personas de la clase media que son kirchneristas vergonzantes, que están empezando a ver ciertas cosas, pero en medio de una tremenda ofensiva mediática no se atreven a manifestar su apoyo a los Kirchner.

–Desde tu punto de vista, polarizando con consignas duras se puede ganar.

–Sí, creo que sí. Bueno (ríe), si uno presenta la posibilidad de la revolución proletaria mundial frente a la burguesía, evidentemente no va a ganar a nadie.

–¿Cómo ve a su regreso la ciudad de Buenos Aires gobernada por Macri?

–La ciudad de Buenos Aires siempre fue la ciudad puerto del centro del cosmopolitismo antinacional. Yrigoyen tuvo todo tipos de problemas en la ciudad de Buenos Aires, también los tuvo Perón y lo tienen los Kirchner. Viene bien recordar que hasta en marzo de 1973, que fue una elección masiva del peronismo después de largos años de proscripciones, Capital fue uno de los pocos distritos en el país que votó contra el FREJULI. Había ciertos motivos, el candidato que el FREJULI presentó era (el nacionalista aristocrático y ex furibundo antiperonista) Marcelo Sánchez Sorondo. El comentario de Perón fue: “También, con el candidato que teníamos…” Y ahí fue cuando eligieron senador a (Fernando) De la Rúa… Lo importante es ganar bien en la provincia de Buenos Aires. Ya sabemos que en la Capital perderemos, se trata de no perder de una manera espantosa.

–Ojalá haya tiempo hasta el 2011 para enmendar errores…

–Sí, sobre todo los que se cometieron en una serie de distritos del interior. Por ejemplo en Córdoba. Hablábamos el otro día con Paula del flirteo de Néstor Kirchner con (el gobernador, Juan) Schiaretti, que creo que fue absolutamente negativo para la formación de un posible bloque kirchnerista. Pero bueno, siempre se cometen errores de un tipo o del otro. En Santa Fe se va perder malamente… pero estuve en Tucumán y ahí está claro que van a ganar los Kirchner y que (José) Alperovich es uno de los puntales del régimen. La Nación está pendiente de si cada pequeña conversación que tienen, por ejemplo, Alperovich y otros gobernadores kirchneristas, no significa que estén abandonando el barco ante la inminencia de un naufragio. Pero yo no creo en absoluto que vaya a producirse un naufragio. Soy relativamente optimista. Lo que hay que empezar después de las elecciones es una “guerra de posiciones” en el sentido gramsciano del término. Hay que ir consiguiendo conectar sectores que están fuera del poder popular e ir constituyendo un poder popular más amplio. Eso exige una política sumamente inteligente y una ofensiva muy dúctil, porque cada sector tiene su discurso particular, sus demandas particulares y hay que moverse en esa dirección. Cuando te hablo del espacio kirchnerista como un espacio global, no me estoy refiriendo sólo a la gente que va apoyar en esta elección a los Kirchner, sino también a gente que no los está apoyando porque han constituidos listas propias, pero que no están en contra del Gobierno, que pueden ser aliados, como Martín Sabbatella o la gente de Libres del Sur que hay que reconquistar. Barrios de pie, todo este mundo de la protesta popular, de la administración honesta de las Comunas, tiene que ser una parte del proceso. Si se hace así, si se crea una alianza buena en los dos años que restan hasta las elecciones nacionales, creo que se puede ir consolidando un bloque político alternativo a la oposición. Un bloque que puede tener posibilidades ciertas de éxito. La gente no es suicida.

33 comentarios en «“Hay que poner las cosas blanco sobre negro” Ernesto Laclau, para Revista Zoom»

  1. justo lo q necesitaba…un marxista viviendo en londres…para q me explique cual es la realidad q vivo todos los dias aca en el conurbano…

    si laclau…god save the queen¡¡¡…

    «…y es categórico respecto de la Capital: “siempre fue la ciudad puerto del centro del cosmopolitismo antinacional”…

    este muchacho dice estas cosas…y «asesora» al gobierno???…oh my god¡¡¡ (y eso q soy ateo)…

    che laclau…no se si te enteraste,pero breznhev,stalin,andropov,chernenko,laurent beria,etc…estan todos muertos…sabias no???…

    ahhh…y el muro de berlin tb se fue a pique…no ta’ mas…

    alexandr soljhenitzin…cuanta razon tenias¡¡¡¡¡

    y bue…es lo q hay…

    P.D: marxista y viviendo en londres…jajaja…cafe fashion es la academia de atenas al lado de esto….

    1. Si y además cuando viene al «centro del cosmopolitismo antinacional» para frente a la plaza San Martin y al lado del Hotel Plaza. Porque no eligió Gonzalez Catán que es donde está el pueblo.

    2. Marx vivía en Londres. Ya desde entonces ese socialismo, hablaba de pobres y cenaba en restaurantes «chic» (y tenía a mujeres emparentadas con la nobleza como esposas, bien «proletario»). Para que no se diga que es culpa de Laclau, él sólo es coherente con sus maestros.
      Considero correcta, eso sí, la crítica al famoso «habitante en el extranjero que desde fuera comprende perfecto la Argentina profunda». El «trabajo de campo» no es ir una vez al año a dar una conferencia al lugar, sino convivir constantemente con él.

    3. como me gusta el humor de Leandro ese humor esa lucidez nos salva nos viene salvando cuanta ironía es fantástica
      es una obra de arte esa construcción tan argentina…me parece brillante respuesta brillante
      y me hizo reir mucho además
      el hombre perfecto bah…

    1. O peor, te leyeron y no encuentran nada mejor, aunque no creo que les pase eso con Laclau, que siempre con lo controversial que es da para mucha discusion.

  2. no es lo principal,es cierto pero asi cualquiera es populista!

    yo tambien, doy charlas en los imperios, vivo tranqui en Londres pero ojo viva el pueblo de Laferrere.

    por otro lado avisenle a ernesto que el «patria o colonia», «ellos o nosotros» desemboco en el golpe del 76. Asi de simple. y que toda radicalizacion en argentina termina asi por el mero hecho de que la porcion del pais (que produce la riqueza que pretendemos distribuir) no quiere una revolucion.

    tambien avisenle que la pobreza hoy esta subiendo en argentina, no bajando, en el modelo del pueblo.

  3. Pero no dice nada de la construcción política del gobierno, ni trata de entender por qué hay quienes si necesariamente ser gorilas no entran en ese juego, cuáles son las falencias profundas del gobierno.

  4. Che leandro, ¿no te cansas de decir pavadas?. ¿Laclau marxista?, ¿en que mundo vivís? jajaja. Laclau es un populista, no tiene nada de marxista. Si vos haces un merengue bárbaro y todo lo que tenga un poco de tufillo transformador es comunismo, es la Revolución, es Marx, tenes un pedo en la cabeza.
    El lugar donde vive una persona no determina su pensamiento, eso es evidente. Pero hay que ser un poco consecuente con tus ideas, si te jactas de Nacional y Popular, aunque sea viví en tu país. Pero igualmente, creo que ese no es ningún argumento para contradecir las teorías del autor.
    Podemos hacer un debate importante y muy largo sobre el populismo, el reformismo, el marxismo. Son temas muy ricos y muy interesantes, para discutirlos largamente; pero por eso creo que no se pueden utilizar chicanas como esas para descalificar el pensamiento de alguien.
    Pepe, la división de la sociedad es una realidad que no crea ningún gobierno. Es parte de un modelo económico, político y social. La sociedad (todas las sociedades) estan divididas (en mi opinión en clases), asi que ese presunto argumento de que «el populismo divide a la sociedad» es una falacia argumentativa, ya se encuentra dividida de hecho.
    Pero bueno, sería bueno tener más tiempo para debatir estos temas. No cuento con eso.

    1. ezequiel yo no dije que el populismo divide las sociedades.

      yo digo que la radicalizacion, el dividir el pais entre los buenos (que deben triunfar) y los malos (que deben ser derrotados) no concluye en nada bueno (tampoco para los pobres) y esto es historia.

      si, tambien estan los intelectuales nacionalistas que escriben en sus laptops que hay que fomentar la industria nacional.

      1. Pepe, si hay algo contra lo que escribe Laclau (y su mujer, Mouffe) es contra dividir entre buenos y malos. La dimensión de moralina berreta no la pone justamente Laclau (por el contrario, la intenta quitar del espacio político, ver «En torno a lo político» de Mouffe).

  5. No soy politólogo ,ni intelectual, no puedo hacer los análisis que hace el académico Laclau.
    Pero vivo en Parque Avellaneda y paro en el Centro , Parque Patricios , Flores y Ramos Mejia.

    Y como no vivo en Londres ni paro en Plaza San Martin , puedo decir humildemente que polarizar a la
    sociedad con consignas duras es profundamente PIANTAVOTOS y que Kirchner tenia 70% de popularidad antes de Laclau y
    ahora tiene 35% con suerte.

  6. Laclau es post-marxista.

    Pero algunos se quedaron leyendo la hojita del documento que dice el domicilio, lo cual, por supuesto, es lo único válido para analizar cualquier teoría.

  7. No salió mi comentario anterior.

    Laclau no es marxista, ¿post-marxista?, puede ser, así se definiría él en todo caso.

    Laclau niega el concepto de clases como tal, es un fetiche, no existe, no hay clases.

    Así que mejor volvamos a discutir su domicilio, que es mucho más sencillo que tener que leerlo y toda esa historia.

    1. tomas, no lei la obra completa de Laclau y no me averguenzo de no haberlo hecho. el dice que no hay clases? que es un fetiche? y a ustedes les gusta Laclau? y que es lo que leo constantemente sobre la clase media, los intereses de clase, las clases populares.etc?

      de acuerdo a lo que lei en este post, si el dice que hay que apostar a la polarizacion, a radicalizar las consignas con slogans como «braden o peron» o «patria o colonia», no esta diciendo otra cosa que hay que dejar en claro quienes son los buenos y quienes los malos.

      1. Mirá que bonito silogismo:
        «A vos te gusta Laclau
        Laclau dice que no hay clases
        El Kirchnerismo dice que hay clases (?)
        Ergo
        Todo el kirchnerismo es una contradictorio.»

        No firmo. Por otro lado a mi no «me gustan» los autores, agarro cosas de lo que dicen, qué se yo, a veces ni los entienndo, los leo y trato de ver qué es útil, qué no.

        Segundo. Laclau dice que no existen las clases en el sentido marxista del término. Que, en todo caso, lo que quiere decir es que la posición en la estructura económica no determina una identidad (ves, ahí sí nos explica Laclau esa cosa loca de ser burgueses y no votar definitivamente al radicalismo, el famoso peronismo con wi fi).

        Tercero. Vuelvo a repetir, valga la redundancia. Si hay algo a lo que Laclau nunca llamaría es a dividir entre buenos y malos («En torno a lo político» de Mouffe, insisto, se basa en esta idea). Braden o Perón no es entre buenos y malos, Patria o colonia tampoco: es entre dos proyectos POLÍTICOS, no morales. Por ejemplo, el «Cristo o Perón» del catolicismo en el 55 sí era una división moral.

        Hay una diferencia enorme en eso.

      2. por favor tomas no me tomes mas de gil que lo que soy.

        me queres hacer creer que la dicotomia «patria o colonia» es meramente señalar los dos proyectos politicos en pugna?

  8. Hace un tiempito me compre un lindo (y caro) libro de Laclau (en realidad no estaba escrito por el, era sobre su obra).
    Lei 2 capitulos y no entendi nada, me aburrio. Demasiado hermeneutico. Tal vez en un par de años, cuando avance mas en mi carrera y tenga mas conocimientos (y sobre todo paciencia y tiempo), lo vuelva a leer.
    Lo que si me cuesta creer, mas alla de si uno esta de acuerdo o no con Laclau, es como no existe ningun otro intelectual importante nac & pop de referencia. O mejor dicho, que no exista otro de la importancia de Laclau.
    Me llama la atencion, que el principal referente del movimiento NACIONAL Y POPULAR, sea el tipico intelectual europeo que vive en una burbuja universitaria y sus textos, son los tipicos textos postestructuralistas, que requieren al menos 3 lecturas para entender algo.
    El domicilio no desmerece a Laclau. Pero creo que es mucho mas interesante estudiar el populismo desde la praxis, y no desde Lacan…

    Estoy segurisimo que muchos de los que hablan grandes odas sobre este hombre, ni se tomaron el trabajo de leerlo ni cuales son sus ideas principales. Porque entender realmente a Laclau requiere de tiempo, paciencia y conocimiento.

    Me resulta mucho mas interesante lo que podria decir gente como Nicolas Casullo (si estuviera vivo),

    1. Esteban, hay algunos que todavia leen a Hernandez Arregui, Jauretche, Scalabrini Ortiz, que no requieren tanto «tiempo, paciencia y conocimiento» pero no enseñan menos cosas supuestamente.

      1. Y alguno que este vivo Patricio?
        O mas importante, alguno que no apele al psicoanalisis? Tan mal anda la intelectualidad nac & pop, que apelan a la filosofia politica europea postestructuralista para justificar el populismo?

    2. no te preocupes esteban le pasa a muchos.

      yo he leido intelectuales de izquierda, liberales,intelectuales aristocratas, pero ningun me cuesta entenderlo tanto como a los intelectuales populares…..

      pero bueno, libros si alpargatas no!

      1. Esteban: ¿por qué no se puede usar el psicoanálisis? Laclau no explica el surgimiento de líderes porque nos falta mamá o porque el cura nos violaba de chicos, no es un uso del psicoanálisis clínico. No entiendo cuál es la derivación por la cual la utilización del psicoanalisis implica una decadencia de la intelectualidad nac&pop, que puede ser o no decadente, pero no en tanto que utilice una u otra corriente de pensamiento.

        Ya no los entiendo muchachos, si decimos «eh` son todo` puto» bajamos el nivel de debate, si hablamos de psicoanálisis somos libros sí alpargatas no.

  9. disculpa mi frivolidad neoliberal Tomas, pero viste como somos los herederos del menemismo, huecos que no leen y miran tele….

    yo no lei la obra de Laclau y no me avueguenzo de no hacerlo,ahora de acuerdo a lo que lei en este post, si el dice que el gobierno debe apostar a polarizar y radicalizar las consignas al modo de «patria o colonia» o «braden o peron» no esta diciendo otra cosa que hay que dejar en claro quienes son los buenos y quienes los malos, para que el universo progresista unido vea claramente quien es el enemigo a enfrentar.

    niega la lucha de clases laclau? y a ustedes les gusta Laclau? y todos los miles de analisis sobre la clase media, los intereses de clase y las clases populares?

  10. Negar la existencia de clases sociales (se lo aviso a Laclau, por que parece que se hace el boludo) no es post-marxista, es conciliador de clases, es conservador. Nadie puede decir que no existen las clases sociales. Una cosa es querer unirlas, conciliarlas (como intentó siempre el peronismo) pero eso da por sentado que existen las clases.
    Negar las existencia de las clases es como decir 2 + 2 es 5.

    1. Se niega la idea de que a partir de la posición en la estructura económica pueda derivarse directamente una conciencia de clase, se niega la lucha de clases como emergencia lógica de un sistema: porque el conservadorismo está ahí, en el marxismo ortodoxo de sentarse a esperar que el obrero tome conciencia, un día, y le pegue un ñoqui al patrón hasta que le devuelva la plusvalía. Lo que dice Laclau es que los tipos, vos, yo, estamos inmersos en más de una identidad, que no todo es obreros vs. burgueses.

  11. El marxismo (ortodoxo y no ortodoxo es otro debate largo y complejo) no dice que hay que esperar a que el obrero tome conciencia. Sino no se explica el Che Guevara, el mismo Marx (que eran burgueses de «sangre», nacieron en hogares burgueses). El hombre es libre pero esta fuertemente condicionado por el sistema imperante. Así mismo, el hombre es en tanto colectivo humano, grupo de pertenencia; no es un sujeto aislado, es en sociedad y esa sociedad tiene e impone sus condiciones.
    Esta puede ser la discusión con el «marxismo ortodoxo» o el economicismo barato stalinista. No significa que el modo de producción haga invariable la conciencia de las personas. No existe la predestinación. Sería el extremo del determinismo pensar que los hombres son tan esclavos de las condiciones impuestas que no pueden variar: si se nace burgués, se muere burgués. Para contradecir esto hay montones de casos a citar, la mayoría de los intelectuales de la Revolución y hasta de los lideres revolucionarios han sido de «cuna burguesa». También podemos tomar la teoría de Gramsci de los «intelectuales orgánicos» como formadores de intelectuales propios de la clase obrera, pero estos provenientes de la burguesía.
    Tampoco es una dicotomía ética. No es una división entre «buenos» (proletarios) y «malos» (burgueses explotadores). Es un sistema que provoca explotación, la genera el mismo sistema aparte de la valoración moral de cada persona.
    Si el marxismo creyera que los obreros toman conciencia por si mismos, por osmosis, no podría existir esa critica tan utilizada (sobre todo por los peronistas) de que los marxistas se creen iluminados que van a «decirles que pensar» a los obreros, a los trabajadores. Esa es la muletilla más usada por los burócratas para criticar a los «zurdos», que se creen dueños de la verdad y que la quieren enseñar a los trabajadores; eso es concientizar, por lo que vemos claramente que el marxismo no cree en la «conciencia espontánea» sino en el trabajo duro y difícil en la fabrica generando conciencia.

  12. Laclau querido, bajá del bigben, cruza la Gral Paz, segui unos kms y verás que despues de la capital y el conurbano hay todo un pais distinto. El campo no es más como lo recordás con canones que atrasan 40 años. Hablás de Alperovich como un puntal (&) del kirchnerismo y desconoces¨primero que es radical, no peronista, y segundo que es un ricachon que se maneja con tanto autoritarismo como fue Bussi en Tucuman.
    Si este es el guru de los Kirchner Dios nos libre.

  13. Respeto a Laclau. De hecho suelo leerlo, me parece que su residencia no invalida su trabajo teórico sobre el populismo. En cuanto a la propuesta de la polarización entiendo que es difícil, porque demanda un trabajo de organización popular y de mediaciones con algunos sectores medios en todo el país, no sólo en Buenos Aires, lo cual veo bastante complejo, al menos en el corto plazo. Tampoco veo que Kirchner labure en ese sentido, si bien entiendo la necesidad de no dejar la conducción del PJ en manos de la derecha, es un proceso de construcción política a mediano y largo plazo, estratégico, que no veo. Tal vez, después de las elecciones de este domingo sea el momento. Pero coincido que polarizar en este momento, sin las mediaciones necesarias, es siempre arriesgar a los más débiles que suelen ser la carne de cañón.

    Un abrazo.

  14. Estoy con Laclau en el sentido de que el kirchnerismo debiera definirse mas respecto a ciertos temas que lo alejen,como digo yo,de las»medias tintas»,para ganar en las adhesiones debidas.Y tambien en el trabajo de llegar a la gente,a las bases,o en la transversalidad,como quiera llamarse.Tal vez no pudo antes de las elecciones,o no quizo,o no supo hacerlo,pero en la proxima etapa creo que debea hacerlo.L a cuestion del domicilio o de la situacion personal que le permita disfrutar de un confort»de clase»es discutible porque una cosa son las ideas y otra el modus vivendi.En mi especialidad recuerdo el caso de Rousseau que fue el gran defensor de los niños y abandono a sus hijos en otras manos o de Montaigne,que defendio la pluralidad humana pero vivio encerrado en una torre.Ademas de la politica y la sociologia,o la economia,existe la psicologia,y entonces la toma de conciencia de una parsona respecto a la realidad depende de su historia individual,aunque el aporte del maxismo tiene gran peso en cuanto a la determinacion de las ideologias personales segun la situacion economica propia,pero los determinimos sbsolutos suelen pecar de simplistas.Por otra parte si creemos que a la gente hay q

  15. sigo:..que enseñarle a sentir o pensar rozamos el tema politico de la vanguardia revolucionaria que nos lleva al fracaso si la masa no acompaña.Entonces,ademas de la psicologia,existe la pedagogia y es necesario emplearla.
    Hoy no exiten las clases sociales del mismo moodo que en la epoca de»proletarios del mundo,unios».Las actividades economicas en la soociedad muestran una diversidad,sobre todo en materia de servicios,que han llevado a apensar que la revolucion la haran los excluidos del sistema o nuevos grupos sociales que no existian en el tiempo de C,Marx.

Responder a pepe Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *