Aclarando los tantos

Estos días hemos tenido una desagradable situación en la Comunidad con respecto al tema de la “moderación”. En los últimos tiempos varios fueron los posteos y los comentarios que han sido publicados y que no cumplían con las “Condiciones de Uso”, las cuales son bastante claras con respecto a las ofensas y los insultos.

Veamos: este sitio, creado por un colectivo de blogueros hace ya dos años, decidió implementar el posteo para cualquiera creando la Comunidad. Para cualquiera que cumpliera con su disclaimer, por supuesto.

Sin embargo, por varios motivos muchas veces esas mismas condiciones no se cumplen ni las hacemos cumplir. Principalmente porque moderar un sitio como Artepolítica -que tiene muchas visitas y muchos comentarios cada día- implica un trabajo de muchas horas que no tenemos. Ninguno vive de esto y así y todo nos demanda horas de trabajo y esfuerzo. Pero también hemos dejado pasar cosas porque –precisamente- no tenemos un espíritu censurador y sabemos que la pasión que se encarna en la discusión política y social muchas veces nos lleva a extremar posiciones, argumentos y hasta proferir algún insulto.

Más allá de todo esto, queremos dejar en claro una cosa que, para quienes hacemos este sitio, es fundamental:

Los que formamos Artepolítica nos reconocemos, con sus matices e individualidades, militantes o simpatizantes del campo nacional y popular. Y es por eso que pretendemos ser más exigentes con nosotros mismos y con los propios compañeros que con aquellos que forman parte del conservadurismo, el neoliberalismo o la derecha. Por eso mismo, preferimos que los insultos y las agresiones –si vienen- vengan de nuestros adversarios ideológicos y no que surjan de nuestro espacio.

Porque concebimos Artepolítica con muchos fines: aprender, intercambiar, debatir. Pero sobre todo como un humildísimo grano de arena en la tarea militante de convencer a otros. Y es nuestro derecho defender ese espíritu fundacional.

Por último: nadie está obligado a permanecer en un lugar en el que no se siente a gusto. Y en Artepolítica la puerta siempre está abierta. Tanto para entrar como para salir.

Acerca de Artepolítica

El usuario Artepolítica es la firma común de los que hacemos este blog colectivo.

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56 comentarios en «Aclarando los tantos»

  1. Entiendo se mide diferente, puede opinar Mariano Te, Quintín, Leandro… (porque va con puntos suspensivos) pero es lanzado como rata por tirante el Mono Gatica ahora me queda más claro. Gracias

  2. muchachos hay que permitir los insultos.

    sino podemos aguantar un insulto en un chat….

    el mono no es de putear tanto ademas.

  3. Disculpen, compañeros del campo nac&pop, pero se me hace que tienden a pensar la política (léase el espacio político) como una boutique.

  4. Si lo que dice sindioses es correcto, más que practicar una política de puertas abiertas, lo que han hecho es cerrarle la puerta en las narices al Mono Gatica. En esa eventualidad les pediría respetuosamente que revean la determinación tomada.

  5. «Los que formamos Artepolítica nos reconocemos, con sus matices e individualidades, militantes o simpatizantes del campo nacional y popular. Y es por eso que pretendemos ser más exigentes con nosotros mismos y con los propios compañeros que con aquellos que forman parte del conservadurismo, el neoliberalismo o la derecha. Por eso mismo, preferimos que los insultos y las agresiones –si vienen- vengan de nuestros adversarios ideológicos y no que surjan de nuestro espacio».

    Con todo respeto y con el cariño que siento por AP, no coincido, si es que importa, con ese párrafo.

  6. A mí me parece que la moderación, cuando alguien se excede, es correcta. Venga de donde venga. Pero después de un par de advertencias. Y luego de las disculpas correspondientes el moderado debería poder regresar. No me gusta que se censure a nadie. Porque ahí corremos el riesgo del totalitarismo, uno de verdad, como el que ya tuvimos la desgracia de vivir en este país. Por eso ni ARTEPOLÍTICA ni Mariano Grondona ni Quntín deberían censurar a nadie; a lo sumo ponerlo en el freezer un tiempo, como hizo Quintín en La lectora en un par de ocasiones. A propósito: ¿Qué paso con el colaborador rosarino de Mr. Mariano en Hora Clave? ¿Quién sabe la posta? ¿Por qué después de haber defendido la extracción compulsiva de ADN dejó de aparecer? ¿Es esa la República que nos espera si vuelven a gobernar los Marianos Grondonas de turno?

    1. Que tal. Una forma de evitar ese futuro es no repetir lo que ellos quieren que repitas. No llames asì a la ley de ADN. En ningùn lugar figura la palabra compulsiva.

      1. Compulsiva, compulsiva, compulsiva, compulsiva…

        ¿Eso cambia el futuro o el futuro cambia cuando se prohíben las palabras y el uso de la terminología oficial se hace obligatorio?

      2. ¿No estás porponiendo que no se diga «compulsiva» porque los textos legislativos oficiales no mencionan la palabra a pesar de que la discusión giró alrdedor de ese ítem?

        ¿O entendí mal?

      3. Si propongo que no se diga compulsiva. Por que es otra mentira instalada desde nuestros vergonzosos medios.
        (Por màs que lo sugieras, en este paìs nadie prohibe expresiones ni obliga a usar terminologìas).

      4. No estoy diciendo que esté prohibido, sino que vos querés que no se use una plabra que describe apropiadamente la ley, con el argumento de que no es «oficial». La pregunta es si corresponde impedir que se diga una palabra y, yendo más a fondo, para dejar en claro que el forzar el uso o el no uso de una palabra es parte de la lucha política. Pero si no se lo reconoce, es una forma de hipocresía.

        Por eso: compulsiva, cmpulsiva, compulsiva, compulsiva. Ya lo dije de nuevo.

      5. Parà rebelde way con crispaciòn. A nadie le importa que vos digas compulsiva. Yo se lo señalè a Mishiguene porque entiendo objetivos comunes. Vos te enganchaste porque viste la posibilidad de seguir instalando en vano que acà no hay libertad. Seguì con tus mentiras en el diario, sos libre de hacerlo. Por suerte lo leen cuatro gatos.

      6. No dije eso. Nunca dije que no hay libertad, sino que en tus ideas políticas y en las del kirchnerismo la supresión de la libertad no es un inconveniente. Por eso no podés entender que yo no instalo nada, que me limito a expresar mis ideas. Tu intevención aquí fue para evitar que mishíguene usara una palabra y restringir su discurso al lenguaje oficial, vieja práctica estalinista que reproducís sin ninguna conciencia, hasta con cierta ingenuidad. Eso es lo que traté de explicarte, pero no hay caso.

      7. Yo no trate de evitar ninguna palabra, nada mas le aconsejè. Lo tuyo es rarìsimo. Esto fue lo que dijiste: «¿… o el futuro cambia cuando se prohíben las palabras y el uso de la terminología oficial se hace obligatorio?». Cuando te pregunte a que viene, empezaste a dar vueltas y mas vueltas. Y seguis dando vueltas, solo vos sabes a adonde queres llegar, yo me bajo acà, de aburrido nomàs.

      8. zzzzzzzz, perdonà, sos vueltero hata para agraviar. Realmente me parece una perdida de tiempo nuestro «diàlogo». Para no entrar en bajezas te defino en un solo tèrmino: sos un chanta.

    2. Sigo pensando que compulsiva es la palabra apropiada. Pero no voy a volver a debatir sobre el particular. Sólo voy a esperar los resultados, cuando alguna víctima se niegue y tengan que cagarla a palos. Ahí sí va a ser compulsiva. Y más allá del término repudio la actitud censora de Grondona, la repudio con todas mis entrañas, porque es tan compulsiva como la ley que también critico. Ahora se me van a tirar encima unos cuantos. Pero ni se gasten. Ya expresé todo lo que tenía que expresar al respecto en el blog de Quintín. Pero como para mí no existe sólo lo negro y lo blanco como para Dieguito Maradona, si una actitud o una ley tiende a cierto totalitarismo, la critico.

      1. Podès pensar lo que quieras, pero casualmente de ese modo la llamò clarìn. Ellos hablaron de «extracciòn compulsiva k». La ley tiene muchos años, es de abuelas, no toca a las personas, dejensè de mentir, peguen con honestidad.

      2. ¿O sea que yo podría negarme a que me tomen las huellas dactilares «compulsivamente»? ¿O que me hagan el test de alcoholemia «compulsivamente»?

        Muchachos K, aprendamos a decodificar el mensaje: Sólo lo que viene del regimen K es «compusivo». Lo que venga de los repúblicos es «voluntario».

        Qué bueno. Uno siempre aprende cuando viene acá.

      3. Ya dije que no pienso volver a exponer todo lo que ya expuse. Pásese un día por el blog de Quintín (que no muerde), donde se trató este tema con Nicolás Prividera, Noriega, Quintín, Janfiloso, Galois, un tal Claudio (que tal vez sea el mismo que interviene acá), Almafuerte, Estrella (todos personajes de la blogósfera como usted y yo), entre otros, y sabrá lo que cada uno opinó. No tiene sentido volver sobre lo mismo. Saludos.

  7. Estimados editores de AP.

    Entiendo que mis posiciones o mis escritos puedan despertar indignación en la blogósfera nacional y popular, pero les hago una pregunta.

    ¿Ustedes creen que los agravios de los que he sido objeto en las últimas horas son el resultado de «la pasión que se encarna en la discusión política y social muchas veces nos lleva a extremar posiciones, argumentos y hasta proferir algún insulto» o, por el contrario, les parece un caso de delación, ataque personal y violencia gratuita que nada tiene que ver con la discusión política?

    De ningún modo les propongo que ejerzan la censura, ni siquiera con notorios energúmenos como Sin Dioses o Malvina, pero me gustaría conocer una opinión menos retórica sobre este episodio a mi juicio lamentable.

    Cordiales saludos

    1. Quintín: hay múltiples maneras de agraviar a otro. De hecho, yo me he sentido agraviado por vos múltiples veces, como por ejemplo cuando decías que todos los que apoyamos el gobierno nacional «son comprados». De hecho, vos admitiste en la radio que sos un provocador adrede, recordás? Puntualmente, tu posición acerca de que acá se vive en una dictadura me parece un mamarracho horrendo.
      Igual es muy gracioso: a los que hacemos AP nos critican por defenderte y vos por no hacerlo. Arreglensé solos muchachos. Son grandes.

      1. Mendieta. No tergiverses las cosas.

        1. Nunca dije que «todos los que apoyan el gobierno nacional son comprados”. No sé de dónde sacaste eso. En todo caso, está completamente sacado de contexto. No hubiera aceptado participar en tu programa si pensara así ni estaría participando acá.

        2. Decir que soy «un provocador adrede» así, a secas, implica suponer que trabajo de provocador y que cada cosa que digo va en esa dirección. Es falso. Distinto es decir que algunas de mis intervenciones son provocadoras y que practico el panfleto como género periodístico. No es lo mismo para nada y lo sabés perfectamente. De eso hablamos en tu programa en esa oportunidad.

        3. Tampoco digo que se vive en una dictadura. Leé bien. Digo, en cambio —siguiendo a O’Donnell— que los Kirchner y su sistema de poder encaminan el país hacia una dictadura de la cual hay indicios que se profundizan cada día. En todo caso, no hago más que expresar mis temores y los de muchos otros. Si el 3 de diciembre, o sea muy pronto, Kirchner logra comprar otra vez la mayoría en Diputados, te diría que estamos en problemas, y no solo los opositores. Pero bueno, ese sería en todo caso el tema del debate, no si me afané la plata del Bafici que, por otra parte, es una pavada insostenible que nada tiene que ver con el contenido de la nota de Perfil (y que te puede parecer «un mamarracho horrendo», pero ese es otro problema).

        4. Por supuesto que soy grande, y soy prefectamente capaz de arregármelas solo. Pero la pregunta es si vos convalidás esa sucesión de agravios personales en la que se me acusó virtualmente de cualquier cosa, desde delator durante la dictadura hasta cornudo. Ni siquiera pretendo que me contestes en público sino que pienses si esa es la tarea que querés para AP: la publicación de libelos de buchones profesionales como Sin Dioses y de comentarios soeces e irresponsables de cualquiera que se levante con ganas de insultar a un opositor. Pero tené en cuenta que ese «arréglenselas solos» equivale a una convalidación por parte tuya de mi linchamiento.

  8. Estimados compañeros: justo debajo de este escribí el post «Qué está pasando en AP?» en el que planteo preguntas. Ni allí ni aquí aparecen respuestas claras.Es un derecho de todos que los administradores de AP contesten no con las vaguedades de este post, sino con explicaciones comprensibles.

    La invitación a salir no sólo no es cordial sino que aparece como autoritaria «al que no le guste, que se vaya».
    Yo y creo que decenaso cientos como yo nos creemos merecedores de mejores respuestas.

    1. Estimado Schusseim: lo único que pasó en AP es que se moderó un post porque lo consideramos así. Eso fue tomado como censura. El autor de ese post no está banneado y puede escribir cuando quiera.
      Lo que lees arriba es el consenso arribado por los autores del sitio.
      No hay más vueltas que eso.
      Espero ahora sí satisfacer tus preocupaciones.

      1. Sino esta banneado entonces, para mi, la cosa cambia. Moderacion no es censura.

        Pd: Muchachos de AP no inviten a la gente a bajarse del barco, suma cero.

    2. Claramente, nadie puede suponer que el derecho de publicar es absoluto, menos que menos en un blog que hacen, moderan y mantienen otras personas. Los agravios personales son un límite.
      AP quiere ser un sitio plural y dónde se mantengan ciertas reglas de la discusión. Eso hace que AP sea un sitio que lee mucha gente, muy variada.
      Lo paradójico es que muchos de los que publican en AP justamente por eso (porque lo lee mucha gente, de muchas extracciones) lo transformarían rápidamente en un blog para pocos, si pudieran.

      1. María. No sé qué me quiso decir, pero le aclaro que no publico en AP. Apenas comento a veces y lo hago porque es un gran sitio y me interesan los debates que se plantean, no porque lo lea poca o mucha gente. Pero en el fondo sé que, en lo más profundo de su corazón, usted me quiere más que a mis perseguidores.

        Saludos

      2. No entiendo este quilombo. Si me parece que a Quintin lo bardean mucho y lo comenté en algún post.
        AP siempre me pareció un espacio plural y aunque las chicanas existen y se disfrutan, también me irritan más las que, para mi se zarpam y vienen de personas que comparten espacios políticos cercanos al mio. Eso no significa que esté a favor de censurarlas o de exigirles más (cosa que aquí creo que no sucedió).

        Si haría un llamado para elevar las discusiones un poco. Dejemos el cybertroskismo de lado y tengamos discusiones políticas como merecemos.

        Saludos!

      3. Como quienes maria esperanza, quienes de los que publican en AP lo transformarian en algo para pocos?

        Muchas de las cosas que escribís vos y otros se inscriben en el para pocos ¿entonces?

        Te olvidas que si bien es cierto que tecnicamente y a nivel moderación este blog lo mantienen también los que escriben posts en la sección comunidad, que quedo al borde de caerse del precipicio lejos del prime tme que hace meses oscila entre si leemos a terranova, se muere el kirchnerismo o nos vamos de excursión en tren a ver «la realidad». Lo mantienen también muchos comentadores que seriamente se dedican a tomarse el trabajo de leer algo y pensar y comentar. Y los lectores anónimos que solo lees, quizás no comenta nunca, pero si envían un mail.

        En cualquier momento aparece una analisis sobre Florencia «montonera» Peña y Anabel Cherubito hablando de los desaparecidos en lo de Tinelli ¿eso sería para «muchos»? ¿eso seria plural y popular? ¿es para muchos darle la «bienvenida» a Rozitchner? ¿eso es debatir con «tu propio espacio»?

        Han agraviado e insultado a muchas mujeres, ahí preguntense como otra persona se hace en otro post por qué hay pocas mujeres escribiendo, y no vi semejante escandalo. Se han reído del feminismo abiertamente y ahora les da prurito no se entiende bien que cosa. Vos me dijiste troll te recuerdo, cuando me atreví a decirte que no estaba de acuerdo con la lectura, limitada, de la literatura argentina y tu determinación de que el imaginario es solo peronista. Te recuerdo que ahí no quisiste debatir, quizás no estoy a la altura quien sabe no se cuanto medis, pero ahi decidiste tildarme de troll y a otra cosa

        entonces ¿desde que lugar estan pidiendo y exactamente que cosa?

      4. Las explicaciones me parece válidas, pero como le mencionara en el otro post, los criterios deben ser explícitos. Entiendo que lo son en las condiciones. A mi manera de ver no se debe encontrar más la paja en el ojo propio que en el ajeno, por lo cual mi sugerencia, si vale y sirve o aporta algo, es que fuera parejo. Pero en lo personal se agradece que lo hayan explicitado.
        Se valora que administrar algo como este blog no es simple ni sin esfuerzos.

  9. Sospecho que este post se ha extendido mucho mas de lo que el tema amerita. Pero me parece pertinente señalar algunas cosas. Me apresuro a aclarar que lo hago a título exclusivamente personal.

    Celebro que este sea un sitio de puertas abiertas, ello habla bien de la mentalidad y ánimo democráticos de quienes aquí escriben. Pero a la vez me molesta la forma soez y agresiva que adoptan varios de los que escriben desde otra vereda.

    Para aclarar esto intentaré una analogía. Si yo no adscribiera al campo nac&pop ni creyera que los K lo representan con bastante fidelidad (no es mi caso) y descubriera este sitio, podría quizás llamarme la atención y posiblemente les escribiría un par de veces para preguntarles porqué continúan con planteos que la prensa seria , el campo, la gente y anche las urnas han demostrado que es falso.

    Si las respuestas y/o discusiones subsiguientes no me satisfacen concluiría en que vibramos en frecuencias distintas o que soy sapo de otro pozo. Intentaría tal vez dar una discusión a fondo, tratando de salvarlos del error, sin interrumpir posteos en curso, sin tratar a los K de canallas, delincuentes, etc, y sin afirmar que los integrantes del foro son escribas a sueldo, infradotados o servicios.

    Podría continuar con mis planteos si no me satisfacen las respuestas obtenidas, pero respetando el punto de vista de mis interlocutores, y sin repetir interminablemente un argumento que ya ha sido contestado muchas veces, porque esto es irritante para los otros.

    Estoy hablando de educación y tal vez hasta de un código ético para la blogósfera.

    1. Y si uno no lo hace, entonces se lo acusa de ladrón y a la mujer de drogadicta.

      Esa es la parte que falta en tu mensaje para «los de la otra vereda».

      Muy democrático tu código ético para los demás, que no incluye ninguna prescripción para los de tu lado.

      1. Está dirigido a todos, incluso no estaba pensando primariamente en Ud cuando escribí lo que antecede, sino mas bien en algunos de los que salieron a defenderlo. Por otra parte, nobleza obliga, hay que reconocer que su artículo sobre la dictadura K no lo escribió a este medio.

        Desapruebo a los que lo insultaron (yo no lo hice)y lo invito fraternalmente a releer lo que escribí.

      2. Confieso que me sentí un poco aludido, porque desde AP me tiraron con munición pesada por algo que, en definitiva, salió en otra parte. Pero puedo reconsiderar. Una golondrina no hace verano y supongo que podemos seguir discutiendo sin matar a nadie. Pero es difícil con los buchones de por medio. Lo digo sin chicanas: eso rompe cualquier marco de convivencia, si es que ese es un objetivo deseable.

    2. POLITICOAFICIONADO

      Confieso que me sorprendiò muy gratamente su texto. Prejuicios seguramente.(alguna vez me excedì con usted, tal vez en las formas)

      Marcel, (con una òptica diferente a la suya, pero no lo dude, tambièn progresista.)

      saludos

  10. Mire Quintín, alguna vez intenté postear en los foros de La Nación, pero el moderador no me dejó pasar. No digo que hicieron bien, pero reconozco que les escribí con un estilo crispado como el que suelen utilizar Ud, Leandro y otros visitantes de AP. Luego pensé que ese era un sitio de gorilas, para gorilas que disfrutan siéndolo y que no tenía mucho sentido, ni era realmente correcto entrar a su sitio a agraviarlos, pero sobre todo que así no iba a convencer a nadie.

    Por eso me parece que para ir a predicarle a los salvajes conviene hacerlo con mucho tacto y buena onda, o si no invitarlos a su blog y allí despacharse a gusto. Reitero que lo mio es una opinión estrictamente personal y que de ninguna manera propongo censurarlo.

    1. Fíjese que no es del todo así. Más allá de algún caso particular, no cultivo siempre ese tono crispado que usted dice. Por otro lado, a mí nunca se me ocurriría ir al foro de La Nación ni al blog de Artemio el Mentiroso. Son lugares que no respeto. AP, en cambio, cultiva cierto pluralismo y cierta cordialidad que permiten, me parece, que uno entre sin ser parte de la comunidad. Saludos.

  11. Gracias Quintín, Ud ha dado nueva vida a este sitio. Muchos de los que entrábamos acá y que dejamos de hacerlo por pereza o por el crecimiento de muchos otros blogs individuales que también leemos, lo habíamos pasado, digamos, a segundo plano.
    Este debate sobre su triste historia ha devuelto vida al blog. No puedo más que agradecerle.
    Veo que hay muchos personajes nuevos, muchas voces. Bienvenidos a un espacio plural y de alto debate político como no hay otro en la blogósfera. Como no existe en cada una de sus sectas ideológicas. Esto es alta política señores, pasen y aprendan.

  12. Federico Murcia. Si cree que mi «triste historia» es lo que le devuelve la vida a AP, se ve que el sitio le interesa poco. Y menos aun si esta tira lamentable le parece «alto debate político». Más bien es usted un calumiador resentido al que el debate le importa un corno, uno de esos imbéciles que este lugar no merece.

    1. Che, alguien me recuerda el significado de la palabra troll? Yo sé que Q gozaría con un marrano que lo censuraran para dar pie a su victimización lacrimógena, pero la verdad es que a veces da tantas ganas de cumplirle sus sueños…

  13. Quintín, discutamos ideas, por más que el otro sea un «un calumiador resentido al que el debate le importa un corno, uno de esos imbéciles que este lugar no merece», usted, con sus irrefrenables ganas de figurar, puede decir cosas más importantes: por ejemplo, ¿sigue estando la nota en perfil donde usted asegura que lo van a censurar? O esa pregunta, para discutir cosas importantes, también es propia de «un calumiador resentido al que el debate le importa un corno, uno de esos imbéciles que este lugar no merece».
    Todo dicho con cariño, eh.

  14. Lucas. Mi afán de figurar es nulo y no debe confundirse con el interés por expresar mis ideas, que tropieza con insultos varios y con chicanas muy poco inspiradas como la suya. Si lee bien, no dije precisamente que hoy, primero de diciembre, iban a sacar mi nota de Perfil, por lo que su comentario es totalmente inatingente.

    Por otra parte, no veo el objeto de simular afecto. Usted me detesta tanto como yo lo detesto a usted.

  15. Hay que terminar con los insultos ad-hominem. Eso no es debate político y está mas cerca de ser un encuentro entre La 12 y los Borrachos del Tablón.

    La nota de Quintín es una porquería: chicanera, baja, agraviante y plagada de falacias. Eso no me da derecho a insultar a su autor.
    El post de sindioses quiere rebatir la nota hablando de la catadura moral de quien la escribió. ¿Sirve para algo? Yo creo que no. Es más, le ofrece servida en bandeja la oportunidad de victimizarse. Y sabemos que las víctimas despiertan simpatías; en cambio los victimarios no.
    Uno tiene a estar de acuerdo con la víctima y detestar al victimario.

    Veo que muchas de las respuestas de Quintín llevan a que uno quiera contestarle a él, personalmente, y no debatir sus puntos de vistas. Eso es un error. Eso es caer en la trampa.
    El debate debería estar dirigido a rebatir las estupideces que escribe.

    1. Rebata lo que quiera (o lo que pueda), pero no diga que yo intento «victimizarme». Empezando por el post y hasta el comment número 200, más o menos, nadie habló del contenido de la nota. Eso no es precisamente culpa mía.

      Pero ya que estamos, puede ser que la nota sea baja y plagada d falacias. Pero ¿por qué considera que la nota es «agraviante» y «chicanera»? No la escribí precisamente en AP. Por otra parte, tengo el derecho a pensar (acertado o no) que le kirchnerismo es un sistema cuya lógica delegativa llevada al extremo conduce fatalmente a una dictadura, cuyos síntoma inicial es la dependencia de los otros poderes del Ejecutivo y la presión contra la prensa. Admito que el artículo no dice mucho más que eso, pero no sé para qién sería «agraviante» en un contexto en el que otros dicen que Carrió, por ejemplo, está a la cabeza de un golpe de Estado. Son discusiones políticas. Usted confunde «agraviante» con «irritante».

      1. Nunca dije que se hubiera victimizado. Escribí: le ofrece la «oportunidad» de victimizarse. Hablo de la ventana que se le deja abierta.

        Puede que confunda agraviante con irritante. No estoy seguro de que sea así, de todas maneras. Pueden ser las dos cosas.
        Como usted dice, muchos hablan de Carrió (y sus patitos en fila o no) y eso es agraviante. Tiene razón.
        Yo no hablo de Carrió. Intento no hacerlo porque me resulta dificil hablar de ella sin recurrir al insulto ya que es complicado debatir las falacias y mentiras burdas que proclama.

        Si considero agraviante éste párrafo de su artículo:

        «Nadie sabe qué consecuencias tendrá la reforma electoral que impulsan, ni si los candidatos opositores serán impugnados, procesados o víctimas de cualquier artilugio disponible, del tipo de los que hoy utiliza el Gobierno para apoderarse de Papel Prensa».

        ¿No le parece un agravio insinuar que los candidatos opositores pueden ser procesados? Para mi es ofender la honra democrática de quienes sostenemos que la Reforma Política es un paso en la dirección correcta.

      2. Le propongo un ejercicio. Ubiquémonos en una dictadura que haya surgido de elecciones (las hay muchas). No seamos específicos, justamente para no ofender, y centrémonos en el momento previo al que ese gobierno empieza a tomar medidas claramente totalitarias. Algún opositor podría decir que se venía una dictadura, o que eso fuera posible o probable y los partidarios del régimen responderían que nada de eso, que era un gobierno electo por el pueblo que se atenía a la más estricta legalidad. Por supuesto que, recíprocamente, gobiernos sustancialmente domocráticos pudieron ser acusados erróneamente de querer transformarse en dictaduras. ¿Cuál es la diferencia en nuestro caso? Obviamente, que el paso del tiempo no permite dilucidar quién tiene razón.

        Pero en ningún caso —se trate de un acierto o de un error— veo un agravio sino un pronóstico político (incluso en modo potencial) que va más allá de la Reforma Política en sí (ley cuyas consecuencias prácticas están hoy en una especie de nebulosa).

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