Ahora si, Schiaretti apoya las retenciones

Pese a la difícil situación en su provincia, el gobernador cordobés Juan Schiaretti se hizo un tiempo para pasar el sábado por las tribunas de la Sociedad Rural. No podía dejar de avalar con su presencia la reivindicación de la vieja Argentina agropecuaria y “granero del mundo” apta, eso si, para no mas de 10 millones de argentinos, que Miguens practicó ante el aplauso de sus habituales cómplices y de sus nuevos aliados.

 

Vaya paradoja, pocos días antes Schiaretti derramó lágrimas en los Tribunales cordobeses al conocerse la condena a prisión perpetua del represor Luciano Benjamín Menéndez. Y hablo de paradoja porque seguramente varios de sus gentiles anfitriones del sábado también derramaron lágrimas el día de la condena, pero no de alegría, sino de indignación.

 

De todos modos, la política económico social que se implementa en la provincia mediterránea acorta rápidamente todas las distancias que en cuanto a concepción ideológica aún eventualmente puedan separar a Schiaretti de la oligarquía argentina. Tanto así, que de esmerarse un poco mas es posible que el delfín de De la Sota tenga ocasión de lograr su propio “cordobazo”.

El escenario cordobés resulta ilustrativo del país que nos proponen los amigos del orden (ajeno), y que sin duda ha de parecerse mucho, y en lo peor, al que conocimos en los ’90. Schiaretti formó parte de la corte de pejotistas que avaló de palabra y de hecho el atropello a las instituciones y a la democracia perpetrado hasta aquí impunemente por las patotas agrarias que tomaron a la ciudadanía argentina de rehén durante mas de cuatro meses, cortando rutas, desabasteciendo a la población, obligando a tirar a la basura alimentos de primera necesidad echados a perder, amenazando a los que se atrevían a disentir.

 

Schiaretti se alineó junto a los Rodríguez Saá, los Romero, los Reutemann, y demás logreros que escudados detrás del escudo del PJ malversaron con su voto en el Senado el legado de Perón, como hicieron o ayudaron a hacer a Menem durante toda la segunda década infame.

 

Forma parte de aquellos que jamás van a confrontar contra el poder real. De los que cuando el gobierno nacional necesitó el apoyo de sus propios legisladores para sostener una política distributiva, aconsejaron no confrontar, no agredir, dialogar…y de la sugerencia del diálogo pasaron a la lisa y llana sobada de lomo a los neogolpistas agrarios, dándoles los votos necesarios para voltear la iniciativa.

 

Está inscripto en la lista de los que traicionaron al proyecto que votaron, al mandato del partido al que representan y, en el caso particular del cordobés, a las luchas populares de las que participó cuando tenía menos años y mas vergüenza.

 

En ese marco no puede sorprender que el hombre que se opuso a las retenciones dirigidas a las ganancias extraordinarias de un sector enriquecido por una coyuntura internacional, no haya tenido inconvenientes en aplicar retenciones a uno de los sectores mas necesitados y apremiados del escenario social, como son los jubilados. No estaban aquí en discusión rentas extraordinarias sino ingresos alimentarios. No se ponían en discusión ni en riesgo un nuevo recambio de la 4×4, ni la participación en el boom inmobiliario-sojero, sino la posibilidad de vivir con dignidad, acceder a la alimentación y a la salud.

 

Los cordobeses, que aportan el 18% de sus ingresos al sistema provisional local, encontraron que sus haberes volvían a ser, como en la década pasada, la variable de ajuste ante la crisis.

 

La represión posterior exhibe la única respuesta que tiene ese modelo que conocimos tan bien tanto con Menem como con De la Rúa, ante los reclamos populares.

 

No es casualidad, menos aún incoherencia. Schiaretti en la Rural, Schiaretti recortando jubilaciones y Schiaretti repartiendo garrotazos y gases lacrimógenos son parte del mismo modelo y del mismo proyecto.

 

Del proyecto de la Argentina neocolonial, oligárquica y autoritaria que ya conocimos. Y a la que nos quieren llevar de vuelta.

5 comentarios en «Ahora si, Schiaretti apoya las retenciones»

  1. Schiaretti siempre representó lo que es actualmente. Durante su campaña electoral fue claro con respecto a temas como el de las retenciones, dijo que había que bajarlas y lo repitió en cada tribuna que pudo. Recalcó también en esas oportunidades el carácter principal del sector agrario y lo premió con rebajas impositivas de hecho.
    Tampoco es novedoso el nivel de represión utilizado en estos días, por el contrario es totalmente natural en una provincia que tiene una policía organizada hace 30 años por Menéndez y avalada para realizar el tipo de acciones a las que lamentablemente hemos asistido tanto por Angeloz como por Mestre o De la Sota.
    Su proyecto, como el de De la Sota, representa lo que algunos han dado en llamar el «menemismo tardío» y eso fue detectado hace mucho tiempo desde las oficinas de la Rosada. De hecho ni De la Sota, ni Schiaretti eran santos de devoción kirchnerista, pero tenían el que a priori es muchas veces el mejor diploma para zanjar dudas: son del PJ y manejan el aparato.
    Lamentablemente entre las pésimas elecciones K para Córdoba, no solo fueron notorias cuando hubo que tomar una decisión ante el fraude evidente del delasotismo el 2 de setiembre, sino que además luego se eligió como socio preferencial al Senador Urquía, quien defeccionó previo al cletazo y demostró una vez más que flojos de olfato estaban en Buenos Aires a la hora de elegir aliados.
    Por todo esto estoy convencido que no hubo empernada con Schiaretti, hizo lo que todos sabíamos que iba a hacer. La diferencia es que antes su proyecto político parecía inviable en el corto plazo y ahora ha recibido nuevo impulso.

  2. Parece que los jubilados se avivaron de que Schiaretti les practicó una retención de carácter confiscatorio.

    Tarde, muy tarde piaron. Además ahí mismo los hizo entrar en razones a los palos, tal vez así aprenderán a ser mas cuidadosos con su voto.

    El general nunca se cansaba de repetir que quién no tenga cabeza para prever debeá tener espaldas para aguantar.

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