Alfonsín recuerda la silbatina

Siguiendo la línea de este post de Florencio F. Boglione, traigo un video rescatado en el blog de los Jóvenes Cacharienses. Corría 1991, y en una visita al comité de la UCR de la ciudad bonaerense de Azul, el ya entonces ex-presidente Alfonsín recordó lo ocurrido en el acto de la Rural de tres años atrás.

«(…) Tal vez convenga que sepan, que el día que nos abuchearon en la Sociedad Rural, si ponemos para ese día un índice 100 del dólar promedio agropecuario, hoy está en 50. Sin embargo, muchos líderes de las organizaciones agropecuarias, quizás porque están pensando en otras cosas, no se quejan tanto como entonces cuando sufríamos los camionetazos.»

Claro que mientras tanto, el sucesor de RA estaba muy preocupado por la posibilidad de que a él le hicieran lo mismo al concurrir a la tradicional celebración ruralista. Pero en el día crítico de 1993, sus fieles amigos se encargaron eficazmente de que la cosa no pasara a mayores. Lástima que la «libertad de prensa» y la integridad física de algunos ciudadanos quedaron medio machucadas ese día. Parece que en esa época no eran cosas demasiado importantes.

«(…) 14:05 – Carlos Negri, un cooperativista rural de Florencio Varela, alto, canoso, de unos 50 años, ubicado en el sector reservado a las delegaciones extranjeras, silbó al Presidente justo en el momento en que éste iniciaba su discurso. Unas gradas más abajo estaba Mercedes Solá, hija del secretario de Agricultura, quien le preguntó a Negri por qué silbaba. Otros plateístas, con menos modales que Mercedes, empezaron a insultarlo. Hubo uno que le gritó «rajá de acá, comunista». Inmediatamente, un grupo de alrededor de 20 hombres rodeó a Negri y comenzó a empujarlo para expulsarlo de la tribuna.

En ese momento una cámara de televisión enfocó a Negri y éste empezó a decir: «Esta tribuna está toda a favor pero yo tengo que decir que la industria y el campo están en quiebra». A pesar de la cámara, Negri fue empujado fuera de la tribuna y quedó justo frente a la Sala de Periodistas. Allí, una patota, gritando a favor de Menem, intentó rodearlo con claras intenciones de golpearlo.

La Policía uniformada forcejeó con los agresores y sacó a Negri del lugar. Pero los agredidos fueron los periodistas que intentaron entrevistar al cooperativista. Una cámara de televisión voló por el aire y abundaron puñetazos y puntapiés.

En el incidente fueron agredidos Daniel Rodríguez, fotógrafo de Clarín, Virginia Mejía (cronista), Carlo Torres (camarógrafo) y Eduardo Espósito (motociclista), de Canal 13 y Todo Noticias; Horacio Caride, de Radio Mitre, Gerardo Mazzochi y Adriana Ramos, de FM Abierta y FM Líder, un equipo de América TV (Canal 2), un fotógrafo de la revista Noticias y cronistas de las agencias DyN y Noticias Argentinas.(…)»

Clarín, 15 de agosto de 1993.

Aclaración: esto último está sacado de mi blog, perdón por el chivo. Lo copié a mano del diario en papel, no encontré registro en Internet (aunque acá también aparece la cobertura de los hechos).

3 comentarios en «Alfonsín recuerda la silbatina»

  1. Don Segundo: ese video es imperdible, lo subió Lucas a su blog y después lo hicieron varios colegas más. Por un lado muestra qué entero (y calentón) seguía estando don Raúl hasta hace muy poco (es de octubre del 2007). Y por otro, muestra la magnitud de las mentiras que hoy nos quieren vender.

    Gracias y saludos.

  2. CONDUCTAS SOCIALES (parte 1)¿Condicionan los medios de comunicación nuestras conductas sociales?
    La respuesta afirmativa a esta pregunta tiene un sin fin de derivados. Los medios tienen como premisa vender información y a los efectos del marketing, es lo mismo vender información que vender una gaseosa, el objetivo final es el consumo del producto.
    Las informaciones son segmentadas, es decir, dirigidas a tal o cual público que entre otras cosas responde a tal o cual estrato social. El comportamiento del merval posiblemente sea una noticia que interese a sectores altos y pase desapercibida en los sectores de bajos recursos. Con la falta de monedas, en especial para el uso del transporte público pasa algo parecido, solo que a la inversa, a quién más le interesa es a los sectores bajos ya que los involucra directamente. Pero hay informaciones de consumo masivo, como puede ser el futbol, la vida de la farándula o la violencia generalizada, estas informaciones son expuestas con mayor énfasis, lo que las potencia y las introduce en las conductas sociales.
    Tomemos la violencia generalizada, que como noticia está en el top five desde hace algún tiempo. Cada hecho desgraciado abona la sensibilidad social ya culturizada para responder a estos estímulos mediáticos. Y aquí está el punto, las reacciones individuales van poco a poco elaborando tejidos sociales de manera cada vez más irracional, porque en definitiva son conductas de supervivencia, donde la ley principal es sálvese quien pueda. Y aquí aparecen las consignas, por cierto fogoneadas, que exigen, por ejemplo, la urgente pena de muerte a quién mata, como si esa fuera la solución de un problema que tiene mil aristas, que instintivamente se saltean para transitar por el camino más corto y como dijimos, más irracional.
    Volmemos entonces a la pregunta disparadora: ¿condicionan los medios de comunicación nuestras conductas sociales?. Imaginemos un hipotético caso en el que los medios de comunicación tengan que, obligatoriamente, destinar el mismo espacio para todas las noticias, donde el empate de Boca-River, la separación de Cristian Castro, la suba del dólar, la crisis financiera y un asalto seguido de muerte compartan titulares de una misma dimensión. Ahora hagamos un superlativo esfuerzo y reflexionemos: ¿cuál seria la respuesta social ante estas noticias?

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