Binner y la Inflación: el corralito no le enseñó nada

A diez años del tristemente célebre «Corralito», Hermes Binner y Mauricio Macri, desde dos lugares aparentemente distintos, defienden las políticas neoliberales que tan bien implementó Domingo Cavallo durante los noventa.

Lo de Macri se entiende, casi es un inimputable; pero parece que el Doc. Hermes Binner no ha sacado ninguna conclusión del gobierno de la Alianza de De la Rua, de la cual el socialismo fue uno de su componentes.

En realidad no me debería llamar la atención. Binner es coherente con la socialdemocracia de todo el mundo, que ha hecho padecer al pueblo español, griego y tantos otros. Y Macri, simpatizante de las políticas que implementó Berlusconi, Piñera y tantos otros.

Es que tanto la socialdemocracia como la centro-derecha liberal de todo el mundo hoy tienen similar programa económico.

Cuando hoy, por enésima vez en estos meses, Binner asegura que «la inflación es el problema fundamental del país, se trata del impuesto más injusto que existe» está intentando ponerse a la cabeza de la defensa del stablishmen, como el abanderado de las políticas que llevan al ajuste y se postula como el principal atacante al rol del Estado que hoy le está dando el kirchnerismo, queriendo volver al modelo de estado ausente o de estado al servicio de las grandes corporaciones.

Sé que la anterior frase no deja de ser una afirmación que debe ser demostrada. ¿Qué tiene que ver dicha frase con los calificativos y conclusiones que aplico?. En septiembre hice un pequeño libro,  «La inflación, Caballo de Troya del Neoliberalismo», que puede bajarse gratuitamente aquí, donde intento poner de manifiesto qué significan esas y otras afirmaciones (incluyendo el tema de las corridas del dólar, los «mercados», el riesgo país, etc, además de definir las distintas teorías sobre la inflación y a dónde conducen cada una de ellas. Me remito a dicho texto al que quiera profundizar el tema.

No obstante aquí algunos señalamientos.

Por suerte ni Néstor Kirchner ni Cristina Fernández definieron la inflación como el principal problema de Argentina. A ellos no les quedó ninguna duda que dicha caracterización fue una de las premisas y punto de partida de los gobiernos neoliberales de los noventa y hasta el 2001.

Para Binner el problema principal del país no es ni que haya injusticias, explotación, ni una gran producción de alimentos y riquezas mientras importantes sectores sociales están marginados, excluidos. O que sea muy grande la brecha entre unos pocos que tiene casi todo y unos muchos que tienen casi nada. Tampoco registra el proceso de extranjerización de las empresas en Argentina o que aún no hemos podido recuperar «las joya de la abuela» vendidas en los noventa salvo unas pocas y no gracias a él. Tampoco parece molestarle que los grandes capitales giren sus ganancias al extranjero, que aún haya mucho trabajo en negro, que la angurria empresaria, por ejemplo en la construcción, provoque accidentes todos los días de trabajadores, incluso en muchos casos mortales; que en educación aún estemos padeciendo la baja calidad provocada por las políticas que se iniciaron desde el Congreso Pedagógico de la década alfonsinista, y una larga lista más.

No, para Binner y Macri el problema central es la inflación

¿Y qué es la inflación? ¿Un ente con vida propia? ¿Un monstruo grande que pisa fuerte?

No define nunca qué es la inflación, y no es algo trivial, pues obviamente según cómo se defina es qué es lo que se debe hacer.

Hay distintas teorías sobre la inflación, y cada una de ellas implica modelos económicos, medidas sociales, políticas, etc. Nada dicen de ello.

Pero hay algo elemental que callan.

La inflación, como algo con vida propia causante de males no existe. Lo que existen son empresas y gente que las conduce aumentando precios.

¿Por qué Binner no dice que el problema principal del país es que hay grandes corporaciones capaces de imponer sus precios, que aumentan sus precios, y que hay que luchar contra esas corporaciones que aumentan sus precios?

Binner en realidad oculta las verdaderas responsabilidades de los que provocan la inflación. Acusará al Estado, -que sepamos, no fija los precios de las grandes corporaciones-, y por el otro lado apoyará intereses económicos y políticos que promueven o se benefician con la inflación, por ejemplo cuando Binner avaló en el 2008 el movimiento que entre sus banderas estaba que el kilo de lomo valiera 90 pesos.

En todo caso, a la hora de ser mas preciso, Binner, además de siempre estar acusando al Estado nacional, más de una vez ha planteado que los trabajadores deben limitar sus reclamos para que ello no provoque inflación, coincidiendo con una de las teorías sobre las causas de la inflación que termina acusando de ella a los trabajadores y sus desmedidos apetitos.

Por otro lado cuando dice que la inflación es el impuesto más injusto que existe muestra que su escuela económica es la liberal o la neoliberal. Me permito citar un pequeño fragmento del libro analizando justamente esa frase, página 48, luego del subtítulo:

Lo que esconde la afirmación: “la inflación es un impuesto encubierto”

Seguramente en algún momento de la vida hemos dicho, al menos yo lo confieso, que la inflación es un impuesto encubierto. Y permanentemente se escucha esa frase:

Mauricio Macri: «La inflación no puede ser un instrumento de la política económica. Es el impuesto de los pobres, corrompe a la sociedad (…)”1

Binner: «La inflación es el impuesto más injusto que existe, porque castiga a los sectores más populares»

Ricardo Alfonsín: «la inflación es el impuesto más regresivo que hay (..)2,

Franco Bernabé, el presidente de Telecom Italia, “la inflación (…) es un impuesto gravoso “

Duhalde, luego de decir en mayo de 2011 que Cristina Fernández, «se encuentra muy deteriorada desde el punto de vista físico y psicológico», por lo que aconsejó al oficialismo que “elija otro postulante para los comicios de octubre.”, remarcó que en el gobierno «no se le da importancia al tema de la inflación, al negarla permanentemente, y es un impuesto muy caro a los sectores más vulnerables”3

Así podemos encontrar citas similares de muchos que señalan que la inflación es un impuesto a los trabajadores, etc.

En realidad todos son buenos alumnos del padre del neoliberalismo.

Muchos años atrás ya lo había dicho Milton Fridman:

La inflación es un impuesto que se aplica sin que haya sido legislado.”, “»La inflación es un impuesto sin legislación.».

Ahora bien, ¿qué tiene de malo u oculto esa frase?. La frase parece correcta a simple vista, pero tanta coincidencia de todos ellos ya es sospechoso, pero si también la encontramos en el padre de los Chicago Boy’s, yo no tengo dudas: trae una trampa.

Medite en una palabra de esa frase: impuesto.

¿Qué es un impuesto?: es un tipo de tributo, “una carga obligatoria que las personas y empresas tienen que pagar para financiar al estado” (Diccionario)

A ver, a ver, hay algo que no entiendo bien: Cablevisión/Clarín subió el abono básico de $109 a $145, es decir, subió los precios.

El gobierno mediante la resolución 36 de Comercio interior le señala que debe retrotraer a enero el precio del abono básico y reintegrar las diferencias.

Clarín y la oposición consideran que esa medida es “arbitraria y discriminatoria” (¿No era que había que luchar contra la suba de precios?, claro, no, ellos dicen que hay que luchar contra la inflación). Y buscan a sus serviles abogados y a algún comprensivo juez para que defienda su aumento. Ahora bien ¿dónde está el impuesto? O sea ¿quién es el que gana directamente con la suba de precios, ¿la empresa -sube ganancias- o el Estado que quiere que se baje ese precio?

Con este simple ejemplo queda en evidencia algo que no es tan evidente. Al definir la inflación como un impuesto, se está afirmando sin decirlo abiertamente que la inflación es un recurso del Estado para financiarse.

No dudo que en muchas épocas haya sido así, de manera alevosa (ya mencioné el ejemplo del gobierno de Onganía-Levingston-Lanusse). Pero en todo caso no fue el único beneficiado y en muchos casos fue incluso perjudicado por la inflación. Si no pregúntense que contento estaba Raúl Alfonsín con la inflación que hubo durante su gobierno; tanto que incluso se tuvo que ir antes…

Al menos Keynes decía directamente que mediante la inflación el gobierno se queda con una parte de la riqueza de los ciudadanos:

» … por un continuo proceso de inflación, los gobiernos pueden confiscar, en secreto e inadvertidamente, una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos»

Keynes (1919)4

Es decir, también él eximía de culpa y cargo de la inflación a los barones de la industria, de las finanzas, del comercio y de la tierra. Claro que en esa época que él escribió eso, el Estado era capaz de fijar o regular precios, los monopolios recién estaban apareciendo, por lo que es más entendible no notar su presencia. Por entonces el único que podía fijar y garantizar un precio era el Estado. Pero hoy decir que la inflación es un impuesto, o sea que es un recurso del Estado para financiarse, es lisa y llanamente liberar de culpa y cargo a los verdaderos responsables de la inflación.

Más aún hoy: hablar de la inflación y no decir ni una palabra sobre las corporaciones que aumentan los precios, las presiones al dólar, las campañas promoviendo inestabilidad económica e institucional, etc, pone en evidencia que con la muletilla de la inflación se pretende condicionar al gobierno para servir bien a ciertos intereses corporativos nacionales e internacionales.

Su conclusión: la inflación es la fábrica de pobres, la inflación = impuesto, impuesto = Estado/gobierno, ergo el Estado/gobierno produce la pobreza.

¡¡Los latifundistas, los monopolios, los capitales extranjeros, las grandes corporaciones nacionales, los grandes bancos, los que controlan las exportaciones y el comercio internacional, las calificadores de riesgo, el FMI, los países imperialistas, nadie de ellos tiene nada que ver con la inflación y ninguno de ellos se benefició nunca con ella. Ni tampoco ninguno de ellos se benefició con las políticas que desde el Estado aplicaron sus sirvientes en la mayoría de los 200 años de vida de Argentina.!!

1 http://www.chequeado.com/el-explicador/519-inflacion-que-dicen-los-candidatos.html

2http://www.lagaceta.com.ar/nota/443546/Pol%C3%ADtica/Alfonsin-burlo-Boudou-sus-dichos-sobre-inflacion.html

3ttp://www.losandes.com.ar/notas/2011/5/25/para-duhalde-presidenta-esta-muy-deteriorada-570379.asp

4″…by a continuing process of inflation, governments can confiscate, secretly and unobserved, an important part of the wealth of their citizens . . . The process engages all the hidden forces of economic law on the side of destruction, and does it in a manner which not one man in a million is able to diagnose.» Keynes (1919)

Hasta aquí la cita del libro.

Finalizo citando la frase completa del diario La Capital de hoy, a un día del décimo aniversario del corralito:

«El gobernador ((Binner)) volvió a advertir sobre el alza de los precios y aseguró que «la inflación es el problema fundamental del país, se trata del impuesto más injusto que existe». Además apuntó al gobierno que «adoptó un paquete de medidas que nunca había enunciado antes de las elecciones. Ya no se habla de argentina blindada ni que seguiremos creciendo a tasas chinas», dijo

http://www.lacapital.com.ar/politica/Binner-dijo-que-despues-de-las-elecciones-el-gobierno-ha-cambiado-el-discurso-oficial-20111129-0058.html

Cuando dice que en Argentina ya no se habla de blindaje, parece olvidar que los que hablaron de blindaje eran ellos, su gobierno de la Alianza con De La Rua a la cabeza. Ese gobierno habló de blindaje, nunca otro.

Aún me da vergüenza recordar el empapelamiento de carteles que aparecieron un día por toda la ciudad de Rosario (y de otras) «Ahora estamos blindados» cuando en realidad el país se caía a pedazos y esa medida del gobierno era simplemente más deuda externa, más claudicación a los organismos internacionales.

Y respecto al crecimiento de tasas chinas, por suerte en estos últimos ocho años la prioridad del gobierno siempre ha sido lograr erradicar la marginación, promover más trabajo, bajar la tasa de desocupados, mejorar el ingreso especialmente de los que menos tienen, promover la producción con justicia social, fortalecer el mercado interno, entre otros. El crecimiento por el crecimiento es un planteo ajeno a los postulados de la justicia social, de la soberanía política y de la independencia económica.

Ya hemos tenido épocas de gran crecimiento que implicaban mayor desocupación, mayor brecha entre los que más tienen y los que menos tienen, mayor marginación. Es una pena que a diez años del corralito el socialismo no haya aprendido la lección. Como tampoco la aprendió el socialista obrero Zapatero, que atribuye su derrota electoral a la crisis. Pero aunque hubiera ganado, el problema no es la crisis, sino de dónde viene esa crisis y las políticas neoliberales que han implementado frente a ella, de triste recuerdo de todos los argentinos o mejor dicho, de la mayoría de los argentinos, pues evidentemente hay muchos que ganaron bastante en esos períodos, como hoy están ganando mucho en Grecia, España, Portugal, Gran Bretaña y otros países.

Siga propiciando la inflación don Binner, pues es eso lo que hace agitando su fantasma (para fundamentar esta afirmación ver páginas 94 a 135 del libro).

Tal vez este tipo de políticas que dicen que el principal problema es la inflación algún día vuelvan a regir los destinos del país y puedan defender a los que siempre han defendido o representado, aplicando las políticas de las cuales aún no hemos podido salir del todo y buena parte del pueblo sigue pagando sus efectos.

Pero no se confunda don Binner. Un buen administrador de una ciudad importante, con una buena experiencia en lo que hace a la salud del municipio, no tapa las ineptitudes para manejar una provincia -o aptitudes para mantener el status quo-. Por ejemplo durante sus cuatro años de gestión no aplicó la Ley de Educación Técnica, aprobada en el 2005 -el socialismo votó en contra- que restituye a las escuelas técnicas eliminadas en los noventa. En Santa Fé aún hoy siguen vigente los planes de estudio de la Ley Federal, o sea del neoliberalismo (y eso que hay una nueva ley de educación desde el 2006). Nada hizo para terminar con los nichos del pasado y la angurria de los que más tienen que tanto daño han hecho y siguen haciendo al pueblo santafesino, entre otras los enfermos y muertos por los agrofertilizantes y diversos desfolientes y «controladores de plagas», eufemismo para matar pájaros y todo bicho que camina (¿Ud cree que es casual que haya aumentado la tasa de muertos en “accidentes” de obreros de la contrucción?. Es tan casual como los derrumbes de edificios en Ciudad Autónoma de BsA)

Y ni hablemos de pensar en manejar los destinos del país una política como la que representa. Ya tuvimos a un «Desde el Jardín», zafamos de otro porque arrugó, y da escalofríos pensar en la posibilidad de uno nuevo. Pero por suerte hoy esa situación está lejana.

Seguramente seguirá ganando prensa con ese tipo de afirmaciones, justamente porque la prensa hegemónica está interesada en su mensaje, que como dije, no es suyo, ya lo dijeron antes los padres del neoliberalismo

Fernando J. Pisani

fjp2001@gmail.com

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28 comentarios en «Binner y la Inflación: el corralito no le enseñó nada»

    1. Gracias. Esperaré por tus críticas y sugerencias sobre el libro. Y como dice en algún lado del texto: si encontrás algo en él que puede servirte, usalo como propio, ni siquiera tenés la obligación de citar. Chau. Fernando

  1. La colonización mental de esa gente por el neoliberalismo es total. Su receta para bajar la inflación sería:
    (Binner): – A ver señores empresarios, necesitamos en esta Mesa de Conciliación un compromiso para bajar los precios y así ir ralentizando la inflación.
    (Capitalista): – Nos encantaría poder hacerlo, pero nuestros costos aumentan continuamente, la materia prima, el costo salarial, la energía, los impuestos. En estos momentos trabajamos a pérdida. Claro que si el estado nos baja los impuestos algo podríamos hacer. (dirigiéndose a los otros capitalistas) ¿No es así, señores?
    (Binner): – Bueno, señores trabajadores, ya escucharon, hay que ajustarse el cinturón así que este año, ¡Nada de Paritarias!
    Muy bueno, Fernando.

    1. Estas equivocado, no se que piensa Binner, pero la receta neoliberal es: DEJEN DE IMPRIMIR Y FINANCIAR AL ESTADO CON EL BANCO CENTRAL y se acaba la inflacion rapidito. O no te acordas de la convertibilidad?

      1. Gonzalo: «dejar de imprimir y financiar al Estado con el Banco central» es equivalente a ajustar sobre los ingresos.
        Entran ahí los salarios.

        La emisión monetaria convalida precios.
        Cortar la emisión es ajustar sobre la demanda agregada, inevitablemente.
        Son las dos caras de la misma moneda.
        Saludos

  2. Si para usted la culpa de la inflacion es solo de los «empresarios fijadores de precios», le sugiero que mire para otro lado.

    1 – Nadie prohibe que usted o digamos por ejemplo Lazaro Baez ponga una fabrica en Argentina, incluso puede pedir dinero al Anses y ponga los precios que le gustan a Moreno. Es dificil?, por que?, no sabe fabricar?, no tiene ganas de luchar contra los problemas que el estado le generan al sector productivo? Bueno, ahi tiene el diferencial de rentabilidad que un empresario argentino requiere para moverse.

    2 – A groso modo la emision por encima del crecimiento del PBI genera inflacion (hay mil atenuantes y acelerantes pero el principio general se sostiene). El BCRA ya no es autonomo sino que es manejado por el estado.

    Ergo, la culpa de la inflacion es del estado.

    1. Los teóricos del capitalismo se dividen en la interpretación de fenómeno inflacionario y existen cuatro teorías que los contienen. La principal o más extendida en ciertas épocas es la teoría cuantitativa de la moneda.

      Cuando Gonzalo Arca se refiere a los que decían que hay que dejar de imprimir se está refiriendo a esa teoría. También cuando él defiende la teoría de que la emisión por encima del crecimiento del PBI genera inflación.

      Sería alargar demasiado este post demostrar el error de esa teoría, me remito a las páginas 10 a 25 del libro que cito para ver por qué es errada esa teoría.
      Esto no quiere decir que en ciertos momentos de la historia de algún país, el estado cumple un rol determinante en la inflación, pero no es el caso de estos últimos años. También esto lo trato en el libro poniendo ejemplos

      Por otro lado, están las teorías de la demanda, la teoría de la oferta y la teoría de los costos, que han tenido y por época tienen bastante peso y muchos seguidores en Argentina. Seguidores que en realidad son muy eclecticos pues según cómo se levanten dicen una cosa (coherente con una teoría) y otros días otra (coherente con otra).

      Pero ninguna de esas teorías da cuenta de la inflación, ni siquiera qué es la inflación. Ni define bien la inflación, ni la explican, y en realidad responden a distintos intereses.

      Por si alguno quiere indagar sobre estos temas cito las páginas para que lo encuentren rápido

      Las cuatro principales explicaciones sobre la inflación del pensamiento hegemónico. ……..10

      Inflación: La Teoría Cuantitativa de la Moneda …..11

      ¿Dónde está el error de la teoría cuantitativa de la moneda? …18

      Inflación: La teoría de la demanda. …………26

      Inflación: Teoría de la Oferta ………………30

      Inflación: Teoría de los …………….31

      La Escuela austríaca ………………..37

      (ojo, el libro tiene más de 150 páginas pero no son páginas de A4, son pequeñas -más o menos la mitad del A4-, por lo que en realidad no es tan largo de leer y menos los puntos que señalo

      Y disculpen que me remita a él, pero no tiene caso copiar y pegar aquí.

      1. Tu tesis es que los empresarios argentinos son más «inflacionarios» que los brasileros o los franceses, y que ahora son más inflacionarios que en los 90, pero menos que en los 80.
        Disculpame pero me parece un absurdo, los empresarios son iguales en todos lados, y en todas las épocas, siempre tratan de maximizar sus ganancias.

  3. Si, cómo me olvidé ! Tenés razón, dejamos de gastar en lujos y derroche estatal (educación, AUH, jubilaciones, etc.) que cada peso valga 0,97 U$D. Si, claro.
    Es notable su confianza en el capitalismo schumpeteriano, Gonzalo, lo felicito.
    Saludos
    Ahh, ¿Y cuál sería, en % sobre la inversión, y sobre costo la rentabilidad que ese empresario argentino necesita «para moverse»?

    1. Para una inversión en Argentina la TIR mínima aceptable es bastante mayor que en los países vecinos. Y a su vez, en Suiza es menor que en esos países vecinos.(10-15 en Suiza, 20 en Chile o Brasil, 30 en la Argentina, a veces más dependiendo de las posibilidades de intervención del Estado.
      Para consolarte te diría que en Iraq o Venezuela es todavía mayor.

  4. Excelente su nota, Fernando. Evidentemente debe desmitificarse el tema de la inflación y esto requiere una incansable docencia.
    Se me ocurre que podría tal vez decirse que la inflación es un impuesto que le cobran los capitalistas al resto de la sociedad.

    1. Que la jauría piense eso es relativamente inocuo. Si lo piensan los que estan manejando la economía estamos fritos, tendremos inflación por un rato largo.

  5. En un todo de acuerdo, es por eso que el gobierno popular ha tomado la revolucionaria medida de bajar el techo de las paritarias por debajo de la inflación . No para aumentar la tasa de ganancia de las patronales de la UIA y los sojeros, sinó para instruir a los obreros en que la inflación no es un problema serio y ademas darle una lección a los economistas ortodoxos siempre dispuestos a ligar el aumento de los salarios a la inflación.

      1. ASÍ ES, RECONOZCO MI ERROR , TODOS LOS ANUNCIOS GUBERNAMENTALES Y LA PODA A LA PARITARIA DE LOS PEONES RURALES SE VEN DESMENTIDAS POR TAN FIDEDIGNA INFORMACIÓN.

  6. Las afirmaciones de Binner hay que verlas en un marco electoral, tratando de pegarle a un gobierno a punto de a ganar por amplia mayoría las elecciones por su costado (electoralmente) mas flojo como lo es la inflación. No las comparto pero tampoco sé si realmente valen un análisis tan extendido.

    Para mi. la inflación es una puja distributiva, en la que puede o no participar o no el estado (política fiscal expansiva), desencadenada o convalidada por una política monetaria expansiva. En su análisis entre otros, se olvidó el rol de los sindicatos como participes en la formación de precios.

    Ahora, me llama la atención como le gente, Ud. incluido, demoniza el neoliberalismo, y le atribuye el origen de todos los males, pareciendo no entender su verdadera naturaleza, que es dejar actuar las fuerzas del mercado. Por empezar, el modelo de los 90 en cuanto fijó un tipo de cambio con el dólar no era realmente “neoliberal”, al menos en ese aspecto.

    Para aclarar nunca apoyé al gobierno de Menem, siempre lo he criticado por su cinismo. Tampoco, considero que el neoliberalismo tenga solución, sobre todo respecto al problema mayor del mundo actual, que es que los flujos financieros multiplican los flujos de la economía real, determinando y manejando de alguna manera las economías reales.

    Sí me parece que hay aspectos de la pensamiento liberal que hay que tener en cuenta, y que incluso consideran implícitamente aquellos economistas que se dicen “heterodoxos”, aunque no lo admitan abiertamente, porque hacen a la naturaleza misma de la economía (escasez, oferta y demanda, fijación de precios, etc). En ese sentido me parece un estrechamiento intelectual apuntar a una suerte de “perversidad” del neoliberalismo.

    Por último quiero recordarle que mas allá de la política redistributiva acertada a grandes rasgos de este gobierno, no hay nada que asegure que la última página del kirchnerismo no se cierre con un derrumbe de las cuentas macroeconómicas. Sólo es cuestión que el contexto internacional (léase soja e integración automotriz con Brasil) sea lo suficientemente desfavorable, lo que espero que nunca ocurra…

    1. Hola Diego Armando
      Las afirmaciones de Binner no son, como Ud. dice, en un marco electoral, tratando de pegarle a un gobierno a punto de a ganar por amplia mayoría las elecciones. Es cierto que eso ocurrió, (las que cito en el libro), pero la que comento fueron dichas los otros días -faltan 5 días para que CFK asuma nuevamente, ganó hace más de un mes con el 54%. Y no hay día que no las repita. De cualquier manera si valen un análisis extendido, el que las haya dicho Binner es irrelevante, es un pensamiento común y en la misma cita muestro como la dicen muchos. En todo caso para mi fue relevante, por eso escribí.

      Respecto a
      «En su análisis entre otros, se olvidó el rol de los sindicatos como participes en la formación de precios

      No analizo en el ese breve texto la inflación, cómo se origina, quiénes la promueven, ni digo qué es tampoco. Me refiero exclusivamente a las afirmaciones de que es el principal problema de Argentina y que es un impuesto. Si tiene interés en conocer qué pienso sobre esos temas puede leer el libro que menciono (se baja fácil de la web), incluido los sindicatos, que también están analizados.

      Sobre
      Ahora, me llama la atención como le gente, Ud. incluido, demoniza el neoliberalismo, y le atribuye el origen de todos los males, pareciendo no entender su verdadera naturaleza, que es dejar actuar las fuerzas del mercado.

      No es bueno atribuirle a otro lo que no piensa para luego criticar lo que le ha atribuido.
      Los orígenes de todos los males hay que buscarlo por otro lado, no simplemente en la expresión política o ideológica o teórica de un sector de la clase dominante, sea neoliberalismo, sea keynesianismo, sea socialdemocratismo, sea lo que fuere.
      Ninguna política, por muy mala que sea, puede provocar todos los males, en todo caso puede fortalecer un sistema donde se producen esos males, o agudizarlos, o contrarrestarlo o menguarlos o eliminarlos.

      Y respecto a demonizar al neoliberalismo, intento poner de manifiesto -en el libro, el artículo es demasiado corto- que las políticas neoliberales han sido hegemónicas en las últimas décadas y que intentan volver a recuperar su papel, lugar, influencia, entre otras a través de la prédica anti inflacionaria e incluso usando la inflación como arma económica y política para desestabilizar, recuperar terreno, etc.
      Si demonizar es describir las acciones que han realizado las últimas décadas y poner en evidencia sus intereses, bien, que sea.

      Sobre
      Por último quiero recordarle que mas allá de la política redistributiva acertada a grandes rasgos de este gobierno, no hay nada que asegure que la última página del kirchnerismo no se cierre con un derrumbe de las cuentas macroeconómicas.

      Yo no tengo ninguna bola de cristal, ni tampoco lo que pienso tiene influencia alguna, salvo un poco en mi mismo; y menos aún tengo un Genio que haga cumplir mis deseos, por lo que no puedo saber cómo va a ser «la última página del kirchnerismo» y ni si va a ser en cuatro años o cuarenta.

      Lo que sí, permítame copiarlo a Román -Riquelme-, cuando anoche a los periodistas que le querían preguntar por otra cosa -dado el triunfo del macrismo en las elecciones de Boca y los enfrentamientos históricos que Riquelme tuvo con Macri o con el que ganó ahora, que no quería que se lo volviera a contratar-. Riquelme a ese tipo de preguntas le dijo que quería disfrutar este campeonato, este logro, disfrutar las fiestas con todas las buenas noticias que tenían. Y luego volverían a hablar de otros temas.

      Déjeme disfrutar que en estos ocho años se hicieron cosas muy importantes a favor de la gente y de Argentina y de Latinoamérica, y un 54% votó por la continuidad de este gobierno -sea por lo que fuere que votó- y no pensar en una hipotética última página.

      Y las comparaciones con Menem nada que ver: la bonanza de del 1 a 1 hizo que muchos argentinos -los que tenían trabajo, me incluyo- tuvieran un bienestar relativo, pudieran viajar al extranjero o comprar cosas, claro, a costa de vender medio país y endeudarse como nunca antes ocurrió, por lo que era un modelo con una muerte anunciada y que al menos algunos lo veíamos así.

      En este caso la actual bonanza -bonanza comparando con el 2001/2, falta mucho para que podamos hablar de una sociedad verdaderamente justa, igualitaria,- decía, la actual bonanza no se asienta en ventas de empresa del Estado o en un endeudamiento externo, ni en políticas de ajustes que provocan una mayor exclusión. Y eso da otra perspectiva.

      Y sobre la última página, creo que hay muchos que apuestan al fracaso del kirchnerismo desde hace mucho tiempo y no ven la hora que sucumba (no lo digo por Ud). En todo caso si yo pudiera hacer algo sería para ayudar a que las páginas que se sigan escribiendo sean cada vez mejores y no llegue a cumplirse nunca su pronóstico agorero. Y si el kirchnerismo desaparece, es porque dió lugar algo mejor.

  7. Fernando:

    Voy a bajar tu libro, pero quiero opinar algo antes de que se «enfríe» el tema.

    Si el programa monetario del BCRA para el próximo año anda en el 35%, y el crecimiento, digamos con optimismo sea del 8%, esto significa que habrá un (35-8)= 27% de incremento de los medios de pago por encima del crecimiento del Producto.

    Para mí, esto es el motor de la inflación, ya que induce a los demás agentes económicos a aumentar sus precios (en relación a su poder relativo). Desde ya podemos ir descartando la generosidad de los empresarios que podrían aumentar la producción (invirtiendo) y no los precios.

    ¿Por qué el Estado generaría inflación declarándola en su programa monetario? Simplemente quiere tener mayores recursos para sus gastos, pero no quiere que los demás agentes económicos hagan lo mismo. El ideal de todo gobierno es que toda la masa monetaria excedente sea «mía, mía y mía» (como la Feyari). Pero lamentablemente no es así.

    La «puja distributiva» es una forma elegante de decir que todos (los que pueden) quieren aprovecharse del incremento de los medios de pago.

    Y claro, la inflación no es un impuesto si todos se «portan bien». Y es un impuesto si todos se «portan mal». Incluso hasta el mismo Estado puede perjudicarse cuando la inflación es muy alta, por el llamado «Efecto Tanzi»: cuando cierra el ciclo recaudatorio, ya los mismos impuestos están devaluados.

    Lástima que los radicales no entendieron nada de esto, allá por la hiper del ´89.

    En cambio el gobierno actual, podría morigerar la inflación por debajo de lo establecido en su programa monetario, utilizando (bien) su inmenso poder fruto de las urnas. Veremos…

    1. Hola David. Aguardaré a ver si dispone de la paciencia y el tiempo de leer el libro :-). Si es así, notará que el enfoque que le doy a la inflación es bastante distinto a lo acostumbrado, por lo que su ecuación de 35-8=27 no estará así contemplada. No porque no tenga cierta lógica y razonabilidad lo que usted plantea, sino porque creo que creo que es una ecuación demasiado lineal y parcial para abarcar el fenómeno y por ende ni lo explica ni sirve como predicción, aunque sí describe un problema a tener en cuenta.
      Es más, la hiper argentina, que analizo en el texto, no tiene nada que ver con ello, aunque por supuesto coincido con Ud que los radicales no entendieron nunca nada de eso.
      Por último, aunque es probable que este post se termine enfriando, no deberá preocuparse porque tendrá la oportunidad seguramente de contribuir con sus ideas a esta importante polémica, porque tendremos por bastante tiempo el tema de la inflación sobre el tapete. No necesariamente porque haya mucha, sino porque se buscará que haya y mucha. Y no justamente por parte del gobierno nacional.

      1. Me pareció muy bueno el libro.

        Es un enfoque diferente al habitual, y eso demuestra creatividad y estudio sin (demasiados) prejuicios.

        Estoy de acuerdo conque ninguna teoría de las conocidas explica totalmente le fenómeno inflacionario.

        No coincido en que en esta situación específica de la Argentina la emisión no contribuya decisivamente a la inflación.

        La inflación en dólares no solo ocurrió durante el inicio del menemato. También nos viene siguiendo en los últimos 2 o 3 años.

        Estoy de acuerdo con que el Estado debe estar presente y morigerar el poder del “mercado”. Solo hay que hacerlo bien, y a favor del Pueblo. Ahí podríamos tener un debate profundo y controvertido.

        Estoy de acuerdo con que la inflación es una “fábrica de ricos”. Otra idea brillante. Por eso es una contienda entre poderosos: Estado y Grupos dominantes privados. No es “capital contra trabajo” La puja es “poderosos versus poderosos” El pueblo trabajador, mal, gracias.

        Estoy muy de acuerdo conque «denominar» implica dominar. Es una idea brillante. En esto es fácil que caigamos todos. En nuestro modesto caso, “dominar” se entiende desde las ideas. Inclusive lo vemos en tu libro («prensa manipuladora», “medios hegemónicos”, “países imperialistas”, “las grandes corporaciones” desligadas del poder del Estado, que maneja 1/3 del PBI, nada menos. Infinitamente más recursos que los del “Monopolio Clarín” o cualquier otro. Es tan subliminal hablar solo del “Estado” como hablar solo de “las corporaciones”.

        Por eso discrepo con tu afirmación de la página 81 en que mencionas la puja entre diferentes sectores del capital, soslayando el papel decisivo del Estado como actor económico principalísimo. Y por supuesto, las gestiones de sectores poderosos siempre apuntan al Estado para que este lo favorezca respecto de otros grupos también poderosos. Esa es la verdadera lucha económica.

        Y una de las razones del inmenso poder del estado argentino actual, tiene que ver con tu análisis sobre el “anti-deterioro de los términos del intercambio”. Hablamos de las retenciones, obvio.

        No solo hay que mejorar la competitividad, también hay que aportar creatividad. Este es un tema que no lo veo tratado en general en los textos de economía.

        Nosotros no nos vemos (ni nos vimos nunca) obligados a ser particularmente creativos, ya que tenemos una tierra feraz que no solo nos hizo grandes desde los fines del siglo XIX, sino que ahora nos da un plus de felicidad sojera.

        Distintos son los casos de los países desérticos, o helados, o sin recursos naturales, que debieron crear tecnología, ideas, patentes, educación de alto nivel, investigación básica, y que hoy exportan servicios basados en el conocimiento.

        Es el Estado el que maneja los subsidios (a las empresas, no a los consumidores). Incluso cuando se eliminen los subsidios al consumo de electricidad, gas, y agua, eso solo significará ahorrar el 6% de la masa de subsidios que graciosamente otorga el Estado (o sea los contribuyentes). El otro 94% seguirá yendo a gente feliz y amiga.

        Excelente y clarísima la parte del libro que analiza el valor de las mercancías, el trabajo, y la plusvalía.

        Estoy de acuerdo conque las opiniones de conspicuas figuras sobre la inflación demuestran su plena ignorancia. Lo que estos tipos llaman “impuesto a los pobres” me parece demagogia. El verdadero impuesto a los pobres es el IVA.

        No estoy de acuerdo conque solo las corporaciones definen el panorama inflacionario, el Estado tiene una influencia decisiva. Es muy claro en estos momentos de la Argentina.

        Estoy de acuerdo con la utilización del sentido común, y eso es lo que creo haber también aplicado en mi comentario. Por ejemplo la simple operación (35-8=27).

        No quiero abundar más, podría hablar muchísimo sobre tu excelente libro, pero por hoy es suficiente.

        Gracias por tu enorme esfuerzo de escribir un libro, poniéndolo a libre disposición de todos.

        Saludos.

      2. Estimado David
        Muchas gracias por tus comentarios.
        Y aunque no lo parezca, coincido con el sentido tus partes críticas.
        Vos decís que yo soslayo el papel del Estado y que es importantísimo.
        Coincido, y en algunas épocas más, en otras menos, en unas épocas con más responsabilidad en los procesos inflacionarios, en otras menos. Pero la supuesta «ausencia» no es tal sino que le di un enfoque distinto.
        Si mirás en la página 122, yo allí digo:

        Habrán notado que en todo este trabajo no hemos centrado nuestro análisis en el papel del Estado y del gobierno respecto a la inflación. ¿Es causante, o cuánto de causante es el Estado en los procesos inflacionarios?
        y sigo con el tema y trato de poner en evidencia que todo lo que dije sobre monopolios antes, se aplica a cuando el gobierno/estado cuenta con empresas que tienen las características de monopólicas o suficientemente grandes como para regular precios….
        También allí pongo ejemplos de como el estado/gobierno, para bajar los salarios reales de sus obreros y empleados aumentaban servicios y productos, etc, etc

        Esa «ausencia» aparente se debe a que presupongo -se puede acordar o no con ello- que

        Tampoco tiene sentido distinguir aquí el comportamiento de la empresa privada o de la estatal: se rigen por las mismas leyes escritas y no escritas: lo expuesto se aplica a todos por igual

        En fin. Insisto, gracias por los comentarios y críticas. Y si a vos o alguno se le ocurre la forma de mejorar o completar o corregir el texto, es un libro abierto, lo podemos mejorar conjunstamente (naturalmente, acordando con el sentido general, digo esto aunque es obvio, que para los monetaristas mejorarlo es otro libro antagónico)
        Un saludo
        Fernando

  8. fernando,

    leí tu texto de corrido ayer por la noche.

    felicitaciones. impresionante.

    ya hice copias para regalar.

    un fuerte abrazo

    1. Muchas gracias «tapones de punta». Habiendo leído textos/comentarios tuyos en otros post, tus felicitaciones valen doble. Otro fuerte abrazo

  9. es notable que los que se acercan con cuestionamientos parecen no haber leído el texto en cuestión, que incluye las refutaciones de lo que critican.

    qué curioso que hablen por boca de jarro.

  10. Ando con poco tiempo en estos dias pero bajé el libro y leí un poco. Confieso que no entiendo mucho de economía.

    1. Hola.
      No es casualidad que uno de los temas que más nos afecta a todos sea tan poco «entendible» para la mayoría. Es uno de los mecanismos de dominación y de expropiación del poder que cada habitante debería tener.
      La idea del trabajo es que el tema económico, en este caso el de la inflación, pueda entenderlo alguien que no entiende de economía.

      En todo caso salteate la primer parte, que analiza las distintas teorías sobre la inflación y pasá a la segunda (pág 39).

      En algún lugar de esa segunda parte comienza a meterse de nuevo en los fundamentos de todo esto, por lo que nuevamente aparecerán algunas cuestiones económicas que son esenciales, pero si te aburren un poco, salteá a la tercer parte. Esa estoy seguro que te resultará más dinámica

      No obstante, la idea central del texto está expresada en una frase de Jauretche:

      En economía no hay nada misterioso ni inaccesible al entendimiento del hombre de la calle. Si hay un misterio, reside él en el oculto propósito que puede perseguir el economista y que no es otro que la disimulación del interés concreto a que se sirve.

      Por supuesto que puede haber partes que resulten poco atractivas pues no se le ve en un primer momento su sentido, o requieren una atención no compatible con el calor de esta época, o el cansancio que nos pesa ya en fin de año. O no están bien redactadas. Pero en todo caso andá salteándotelas, leyéndolas por arriba. Luego si te interesa tendrás tiempo de volver sobre ellas.
      Luego me contás.

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