Acerca de Horacio Gris

De chico yo tenía muchos muñecos de He-Man.

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11 comentarios en «El Asterisco Grande»

  1. Bien por Otero. No sabia que era candidato. Fue (o tal vez todavia es) profesor de Economía en la cátedra Bastarrechea de la carrera de Ciencia Política UBA. Era muy buen profesor, y un tipo simpático.

    El afiche zafa

  2. En el libro Marketing político para Boludos, la regla número uno es: «ideas concisas y claras». Horrible, mala estrategia, el afiche te lo tienen que entender desde un pantallazo, cada veinte personas, una se te para a leerlo, muchísimo menos si no hay un elemento clave que llame la atención.

  3. Clásicamente se solía decir que un afiche es un «pum en el ojo» y que debe comunicar su contenido en menos de 2 segundos, por eso no tenía que tener más de 5 palabras. No obstante todo eso, en este caso el asterisco rojo opera induciendo a leer lo referido por él y está bien puesto.
    Claro que todo esto no tiene la menor importancia para los resultados del FG que con asterisco o sin él andarán por la parte más baja del termómetro.

    1. Está bien lo que decís, schussheim, el tema es que en este caso no suma nada sustancial ni sorprende ni nada. Creo que fueron asesorados por el diseñador de afiches del PO.

    2. A ver, me parece que la razón del asterisco tiene que ver con una cosa. En la comunicación política, estábamos habituados a los mensajes complejos. El residuo de eso es el ritual del «documento» después de una reunion de 4 perejiles importantes. De ahí a los mamotretos del PO hay un paso. El que le hizo el cartel al compañero Otero (doblemente compañero por ser K y del Frente Grande) se lo debe haber hecho de favor, porque no es un publicista, alguna idea de diseño tiene (bah sabrá usar el corel) pero me parece que está más vinculado a la política. Y sí, el asterisco ese es una reminicencia del mensaje complejo de la epocas doradas de la polítca. Hoy la publicidad política es una variante más de la publicidad comercial, y el mensaje corto y pegadizo al estilo «la seguridad se hace», deja librado a tu individualidad la asociación semántica que corresponde. El mensaje de Nervaez lo cerrás vos. Esto es antipolítica en su mayor expresión, demagogia de la peor, en tanto es un mensaje gaseoso con el que no podés disentir. Porque estarías disintiendo con vos mismo. En cambio, el menaje de Otero, ese asterisco ahí, es técnicamente una burrada, pero políticamente un acierto. Porque el no habla de crisis a secas. No deja el mensaje librado al azar de la asociación en tu cabeza, al especificar a qué se refiere con la «Crisis» está intentando pararse en una posición. Criticable, debatible, pero una posición sólida que genera consenso o disenso.

      1. Fede: desde un punto de vista estrictamente comunicacional, la campaña de de Narváez es mejor en cuanto a sus resultados esperables, ya que al dejar que el lector «cierre» el mensaje, lo que hace es establecer un diálogo con él, en el que el lector participa e-inconscientemente. se siente parte. El mensaje de Otero, aún políticamente un acierto que comparto, es un monólogo que excluye al que no se siente directamente identificado con el candidato.
        Es la diferencia entre un mensaje creado por un profesional como Agulla (sin abrir juicios de valor) y el compañero que tiene nociones de Corel.
        También es la diferencia entre quién tiene una billetera gorda y sin fondo y un tipo que se la juega con lo poco que debe juntar.
        Lo que pasa es que a Otero no se le ocurrió llamar a un profesional que le cree la comunicación por pura militancia.
        Y que los hay, los hay.

      2. Pucha digo, uno se cuece la cabeza tratando de razonar en el lugar adecuado, y viene un salame y te tira las dos K seguidas de manera que suene como mierda.
        La puta digo, che. Cómo no vamos a estar con el culo a cuatro manos en las patas cada vez que ponemos gobiernos en serio, si siguen habiendo tantos boludos en este país que insisten en querer seguir siendo carneros del poder…

      3. Y sí schussheim, pero eso pasa en las mejores familias y con los mejores presupuestos. Preguntale sino a Sobisch. La cosa es que a veces los responsables políticos de las campañas tienen el criterio de un mosquito y piensan la comunicación como «prensa» y «publicidad». Como adicionales, cuando en estos tiempos, es el centro del asunto. A la inversa, es como cuando Tenembaum quiere desmarcar al grupo para el cual trabaja del clima destituyente diciendo que sus opiniones no influyen en el humor social sino al revés. LAS PELOTAS!!! Si las líneas ideológicas son tan neutras en la población, que devuelvan la guita a todas las empresas que pagan sus anuncios en el diario o juicio por estafa. De la misma manera que se instalan productos se instalan ideas. Pa peor, en un anuncio de un producto vos te das cuenta que es una publicidad, en una crónica política, no.

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