El fraude del «fraude» que denuncian quienes inventaron el fraude: la derecha argentina.

Ya decíamos hace unos días en nuestra nota «Fraude, fraude, referí…» que «los partidos opositores se unieron a coro (en forma sospechosamente unánime) para denunciar un «fraude» en esos comicios y para patear el tablero electoral con vistas a octubre«. Y agregábamos que para eso se argumentaba que «El actual sistema es tramposo y está agotado», pero que nosotros traducíamos como: «El actual sistema está agotado porque no nos sirve para echar al kirchnerismo legalmente«.
Sin embargo, habiendo visto todas las repercusiones y reiteradas denuncias de los partidos y medios opositores, este Basurero se sumergió en lo que los medios informaban en los días previos a los comicios de Tucumán y encontró que, siguiendo esa lógica opositora, en Tucumán también se habría cometido fraude en las encuestas previas a los comicios…
Que ¿cómo es esto? Bueno, es que si fraude electoral es el acto de torcer o falsificar la voluntad popular en materia política, lo mismo habría sucedido (repetimos, de acuerdo a la lógica opositora) con los resultados de las encuestas previas y, peor aún, con las elecciones primarias (PASO) realizadas en Tucumán.


Veamos, entonces, lo que decía antes de los comicios Página 12: «Una encuesta realizada por la consultora Hugo Haime y Asociados indica que el candidato del Frente para la Victoria podría conseguir el 50 por ciento de los votos. Superaría por 15 puntos a José Cano, quien se postula por la alianza opositora».
Y aún antes, después de los resultados de las PASO, decía Clarín: «(Macri) buscará así compensar la casi nula presencia previa a las primarias en el Norte y mejorar sustancialmente el resultado del 9 de agosto, en el que Scioli le sacó 37 puntos y Alperovich como candidato a senador se impuso 59,25% a 28,14% a la radical Silvia Elías. Con acortar diferencias a números de cierta paridad Macri se dará por satisfecho: intentará mostrar una recuperación y potenciar la expectativa de escenario abierto para octubre».
Incluso algunos medios en días previos ya anunciaban que el macrismo apelaría a la excusa del fraude para justificar su próxima derrota: «El líder del PRO se muestra preocupado porque ante el resultado de las PASO en Tucumán, distrito en el que quedó 30 puntos por debajo de Daniel Scioli, intenta instalar la idea de fraude previo a los comicios del próximo domingo. Pero el macrismo no se limitó a argumentar fraude en los próximos comicios sino también en las encuestas, que también les eran esquivas: Ante el evidente fracaso electoral de las PASO y la aproximación de una nueva derrota del macrismo, el Jefe de Gobierno porteño aseguró que “acá lamentablemente no se condice lo que vota la gente con lo que figura en las planillas».


El patrón exculpatorio utilizado por la oposición política y mediática para deslegitimar el abultado triunfo oficialista en Tucumán con el sistema de boletas de papel, se había utilizado antes cuando el macrismo fue derrotado ajustadamente en Santa Fe con el sistema de boleta única y también cuando fue derrotado por escándalo en Salta con el sistema de boleta única electrónica (similar al utilizado en la Ciudad de Buenos Aires donde ganó el PRO y nadie denunció fraude). El factor común de esos «fraudes» (incluso, como señalamos, en las encuestas) es la derrota de la derecha conservadora en su versión actual macrista-neoliberal. Pero eso podría repetirse en tres semanas en las elecciones locales de Chaco, donde las encuestas y las últimas PASO auguran un posible triunfo categórico del kirchnerismo.

Es evidente que el propósito último de la oposición de derecha y conservadora, del llamado usualmente establishment o, últimamente, Círculo Rojo, es deslegitimar, debilitar o erosionar desde el origen al próximo gobierno, muy probablemente kirchnerista.
Ése es el verdadero fraude, el pasar una cosa por otra, el vendernos gato por liebre. En definitiva, como aconsejaba el ministro de propaganda nazi Goebbels, tratan de mentir y mentir hasta que algo quede. Pero aunque la mentira puede llegar lejos, lo que no tiene es retorno… Y si se quiebra el cristal del juego democrático, como parece querer la derecha argentina (que aún debe probar que es democrática) pasarán muchos años para que podamos repararlo nuevamente.

Sin embargo, a esta altura del partido, muy pocos podrán dudar de este hecho, salvo quienes son miembros convencidos de ese sector, o son audiencia cautiva de los medios hegemónicos, que repiquetean día y noche denunciando y augurando fraude en todos y cada uno de los comicios en los que pierde la derecha

conservadora. Pero esa misma derecha fue la creadora, la inventora del fraude en Argentina. Porque fueron los conservadores quienes inventaron y se cansaron de usar el clientelismo y el fraude electorales a finales del siglo XIX y princípios del XX, hasta que la tormenta yrigoyenista los obligó a implementar el voto secreto y obligatorio en 1912, con el que los derrotó una y otra vez. Hasta que tuvieron que apelar a la violencia política y el golpe de estado para sacarlo del gobierno en 1930.
Fueron los mismos que inventaron el que denominaron «fraude patriótico» en los años treinta para poder derrotar a la «chusma radical» en las sucesivas elecciones de la llamada «década infame«.
Y, años después, esa misma derecha conservadora y «liberal» fue la que instituyó la proscripción política de cualquier atisbo del partido de la mayoría peronista en los sucesivos comicios de los años cincuenta y sesenta.

En estos días, es ese mismo sector minoritario de la sociedad el que se rasga las vestiduras denunciando el supuesto fraude kirchnerista, pero sólo en las elecciones en las que pierde o espera perder, en los lugares en los que él mismo quema urnas porque pierde por escándalo y, además, ahora pretende cambiar las reglas de juego en medio del proceso electoral que se le presenta esquivo.
Como vemos, nada nuevo bajo el sol argentino. El espacio político que inventó y utilizó hasta el cansancio el fraude y la proscripción contra los movimientos populares, ahora denuncia a las víctimas históricas de ese método de utilizarlo en su contra… Es decir que trata de invertir los roles y convencernos de que llueve para arriba, utilizando la violenta prepotencia mediática que posee o le es funcional a sus propósitos.
Por eso, este humilde servidor público prefiere cerrar estos comentarios con una estrofa de una canción de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota que sintetiza lo que estamos viviendo en estos días:

 
Nuestro amo juega al esclavo 
de esta tierra que es una herida 
que se abre todos los días 
a pura muerte, a todo gramo. 
Violencia es mentir– 






Acerca de Basurero

Soy un basurero interesado en Antropología, Historia Argentina, Política, Economía Política, Sociología, idioma Inglés, Fotografía y Periodismo, y culpable confeso de ejercicio ilegal de estos temas en mi blog.

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