Entre Montenegro, Artemio y… ¿cómo cortamos la torta?.-

Generalmente trato de no escribir en primera persona. Quien haya leído alguna participación mía lo sabrá. Generalmente, también, evito escribir de economía o números porque no es apropiado que me meta en temas que no manejo o lo hago en forma muy rudimentaria.

 

Pero lo haré esta vez, a riesgo de caer en equívocos groseros, en base a algo que vi anoche en el programa “3 poderes”. Me refiero al informe que hizo Maximiliano Montenegro acerca de la situación argentina en cuanto a la redistribución de la riqueza, que luego discutió con el compañero Artemio López. Buen informe, piola para los iletrados como uno. Hasta con una cuestión graciosa, una torta de verdad que se terminó morfando Rozin, la cual cortaban para impactar bien lo que es la desigualdad actual.  Hubo si, cierta maldad, por decirlo de alguna forma. Porque se presentaba un graph que ilustraba una línea descendente desde la muerte de Perón hasta el día de hoy, puntualizando en el medio los inicios de las presidencias Menem, pero “omitiendo” las cifras del inicio Nestoriano, lo cual impidió el impacto visual de demostrar que el del santacruceño fue el único período ascendente (aún sin deslumbrar ni superar niveles noventistas). Lo traigo a cuento a ver si se arma un debate que me ilustre un poquito, sobre todo de cómo se pudiera hacer para mejorar el cuadro que a renglón seguido comentaré.

 

Del informe surgieron un par de datos centrales que aquí ya fueron dichos no hace mucho. El proceso K ha mejorado la situación relativa que recibió en cuanto acercar al quintal mas rico con el quintal mas pobre, pero no lo mejoró respecto de la asquerosidad producida en la segunda década infame la cual, a su vez, acrecentó un período de profundización de inequidad iniciado el 24 de marzo de 1976. Modelo que Montenegro quiso cuasi ignorar riendo cuando Artemio dijo que el actual patrón es, en buena parte, mas producto de herencia que otra cosa. Maxi prefirió decir que es el modelo actual y punto. Esto se juzgó grave en el marco de un período de seis años de crecimiento a las llamadas “tasas chinas”. “Pasó el crecimiento, viene la recesión, estamos en iguales números que en los noventa, y sin cambiar el patrón, mas allá de buenas medidas puntuales complementarias (y ahí se mencionó la incorporación de los jubilados que no habían aportado)”, fue la etiqueta. Menos foco se hizo en el crecimiento en la participación de los asalariados, lo que también creció respecto del primer día de gestión K.  

 

Artemio mencionaría un par de puntos de análisis respecto de dichas cifras: primero, que es el primer período desde 1976 que frena el crecimiento sostenido de la inequidad del modelo regresivo y revierte, aunque tímidamente, la tendencia. Se frenó la hemorragia, sería en términos médicos. Segundo, que la lógica de gestión va en un sentido de revertir esa tendencia. En ese sentido también marcó el ingreso de los jubilados al sistema, más la recuperación de la administración de los fondos previsionales. Tercero, me pareció importante destacar que destacó el compañero Artemio la necesidad de remarcar el contexto donde operó el gobierno K –la crisis 2001 que marcó el hastío del neoliberalismo aunque hoy muchos parecen olvidarlo mas innumerables limitaciones hereditarias de gestión que ese paradigma legara- para no leer números aislados, puesto que sino, habría que concluir que el gobierno de Videla superó a todos los de la democracia. Contundente esto último.

 

Para empezar, y en base a mis rudimentarios saberes, quiero destacar mi enorme coincidencia con lo último que marcara López. No se puede, imagino, desconocer desde donde se arrancó a gestionar, en que condiciones y lo vital que es tener en cuenta la diferencia, esto sí mas político, entre lo ideal y lo posible. Pues bien, supongo que los cuatro años y puchito mas que gobernó el compañero Lupo no fueron lo ideal, pero que tampoco mucho mas que eso puede exigirse. En el marco de un país en llamas, sin gobernabilidad, con desbarajustes jurídicos producto de una espantosa forma de devaluación (hasta el fallo “Massa” y 1,40 mas CER), invasión de especulaciones financieras, fortísima transnacionalización e híper concentración de la economía, remate del patrimonio nacional, aniquilación de buena parte de legislación laboral y dale que va. Si tenemos en cuenta que mucho de ello abonó a la regresión distributiva a que estamos haciendo mención, y pensando en cuantas de esas variables se han ido revirtiendo, el panorama es alentador. Y deja, en caso de que en 2011 la posta cambie de manos, una base mucho más sólida al que venga para encarar, si se decide hacerlo, la pelea por repartir mejor la torta. Mucho mejor de lo que la recibió Cristina, que ya fue mejor de lo que agarró Néstor, huelga decir.

 

Por otro lado, no se si está bien de mi parte destacar la reaparición del mecanismo de paritarias para la discusión salarial. De mis estudios sobre derecho laboral nos enseñaron que el fin de esta rama de la judicatura es recortar libertad contractual a fin que los tantos no los marque sólo aquel que tiene mejor posición económica relativa. Por ende, el escenario actual plantea, de movida, una escena más pareja para la discusión de la repartija. Esto anoche fue escasamente mencionado y creo que debiera haberse hecho más hincapié puesto que abona a un escenario de discusión diferente. Con un estado presente legitimando un papel ineludible que debe asumir, no sólo este, sino cualquier estado cómo arbitro de los desbarajustes sociales en ejercicio de función compatibilizadora del ejercicio de derechos individuales en el marco de una libertad de mercado que, necesariamente, los enfrenta siendo que los intereses son disímiles.

 

Para finalizar, y enganchando con lo del estado regulador, algo que también dijo Artemio algo importante que también fue dicho por Cris el día de la apertura de sesiones ordinarias de este año: el ejercicio de redistribución sólo podrá hacerse si se toca alguna que otra mega ganancia de los sectores que arrojan suculentos dividendos. Esto va más allá de sólo las retenciones, pero fresco que esté el antecedente de la guerra gaucha, invita a no ilusionarse mucho en avanzar si “la gente” va a escoger del modo que eligió aquella vez sus preferencias. Por ello ante todo debemos preguntarnos cuantos estamos dispuestos a dar esta discusión antes de siquiera imaginar una “mesa de diálogo”, para usar un lugar que gusta mucho a los contreras.

 

Bueno, entre que tengo parcial de administrativo y quiero escribir otro texto para AP, se me acaba el tiempo, así que voy dejando acá. Lo importante será que en los comments se arme una linda batahola de opiniones porque me interesa mucho saber, sobre todo, en donde hay que apuntar de todo el andamiaje para solucionar el que, verdaderamente, es el problema más importante de la agenda hoy por hoy y como se puede profundizar en un nuevo modelo. ¡Ilústrenme!

 

Pablo Daniel Papini.-

Acerca de Pablo D

Abogado laboralista. Apasionado por la historia y la economía, en especial, desde luego, la de la República Argentina.

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10 comentarios en «Entre Montenegro, Artemio y… ¿cómo cortamos la torta?.-»

  1. Artemio dijo, textualmente, esto que me encargué de transcribir del video, y que me parece que es central a la hora de analizar los porques de la cuestión… “En líneas generales el patrón distributivo sigue siendo muy inequitativo pero (…) hay medidas complementarias de política económica que muestran un camino distinto al que nos llevó en definitiva a este patrón que hoy tenemos que sufrir. (…) Cuando vos ves donde caímos, efectivamente, lógicamente el proceso de recomposición es lento, pero es drásticamente distinto, en términos indicativos, a lo que sucedía en los noventa. Por eso es que me parece injusto comparar, para desautorizar, el proceso de recomposición con los años noventa, porque, claro, en los inicios de la demolición los indicadores eran mejores, pero eso no quiere decir que el proceso de demolición no estaba en marcha. Es más, si lo comparás con la dictadura, que fue la que implantó el modelo neoliberal en Argentina, está claro que los indicadores distributivos eran mejores en los ’80 que en el año 2008; ahora, ¿por eso vamos a concluir que el gobierno de Videla era mejor que el de Kirchner? (…)».

    Clarisimo. Una cosa es venir de 50% para abajo en 25 años, hasta cuando llegas a menos de 30% mas o menos (2001) (es decir, con 25 años de crudo neoliberalismo, los soretes tecnócratas lograron bajar 20 puntos de participación: es decir, haciendo uso de todo el esfuerzo maligno solo lograron bajar 20 puntos en 25 años, no en un año; imaginemos lo que debe costar revertir la tendencia) y otra cosa es empezar en el pozo de los 20-30, y empezar a escalar. Videla pasó por el 45, Alfonsin por el 35, Menem por el 30, De la Rua por el 25 (mas o menos, no?; no estoy citando datos concretos, solo estoy queriendo dar a entender la linea de constante caida, como lo quiso señalar Artemio en el ejemplo del asensor) Y otra cosa es tener que remarla desde los 25%.

    1. Exacto a eso adhiero plenamente: distinción entre ideal y posibilidad. Gracias por transcribir textual lo que dijo el compañero Artemio, yo no lo hice por falta de tiempo.

    2. la trampita que estás haciendo es que siempre comparás la peor época del que no te gusta con la mejor época del que apoyás: así Alfonsín BAJÓ la desigualdad en los primeros años de su gobierno, y subió de golpe el triple o más en los últimos meses; Menem volvió a recuperar eso perdido en la crisis de Alfonso (y por eso quedaba bien como que las cosas mejoraban en comparaciòn) y la cagó para su segundo mandato. De La Rua le dieron una situación que era imposible de sostener en caída libre, Duhalde tuvo el mismo pozo que no pudo ver crecer porque le tocó a Kirchner que por supuesto, se lo compara con la crisis del 2001 y la hiper de Alfonsín. Pero que ninguno se atreve a comparar con el lanzamiento del plan Austral o del 1 a 1 (cuando los indicadores estaban MUCHO mejor que con Kirchner).
      Así cualquiera, todos los presidentes se comparan con la peor parte de su antecesor. La cuestión es que el Kirchnerismo ya tuvo su «primavera» (tal cual la alfonsinista, menemista) y ya se vino el invierno. Ya no sirve pelar los grandes números anteriores y apelar a supuestas tasas chinas e inversiones que nos traerían crecimiento y redistribución -que nunca se vio en las buenas épocas, imaginemos que menos se verá ahora que empiezan de a poco los despidos, los «subsidios» a los sueldos industriales (ergo, te pago el sueldo de un obrero que ya no cumple funciones y está en la casa, pero es «por las estadísticas» que aparezca como laburando en la empresa), las empresas que se rajan del país luego de haber amasado la torta y comido toda ellos bajo la atenta mirada del Estado que no hizo nada, salvo decir «bien muchachos, pero cuando la coman todita, fabriquen otra más grande para todos».
      Por supuesto, los empresarios ayer tan kirchneristas morfaron la torta, eructaron y se escapan diciendo «en este país, con este peso tan alto no se puede producir, a devaluar».
      El gobierno bien gracias, sonríe ante las declaraciones de Ratazzi y piensa si queda mejor una militante nacional como Andrea del Boca, o una popular como Ileana Calabró.

  2. El énfasis en comparar la performance de nestor con el desastre del 2001 lleva a la misma conclusión engañosa que inducía Menem cuando se comparaba con el 50% de pobreza de la hiper del 89.
    La comparación entre los momentos de «esplendor» de cada modelo es tan lógica como esa. No olvidemos que en términos de distribución del ingreso no estamos mejor que en 2006-2007, los datos oficiales dejaron de publicarse (por algo será) pero por los números del mismo Artemio estamos peor. Y en los dos años que vienen, con viento de trompa en vez de viento de cola, dificilmente mejoren con el esquema actual.

    1. De acuerdo en lo último, pero marco dos cosas. La primera que seguir con lo del llamado viento de cola no es del todo, honesto, digámosle. Porque hubo medidas concretas del gobierno entre 2003 y 2007 en torno aprovechar ese escenario favorable, que sería necio negar. Por otro, no es que uno quiera apuntar para abajo ni nada por el estilo: simplemente no existen los términos absolutos y Kirchner agarró la papa en condiciones muy indeseables si tomamos en cuenta las herramientas disponibles cuando ves un estado completamente achicado por el noventismo y, por ende, atado de pies y manos casi.

      1. No la agarró tan mal. El trabajo sucio de la devaluación y la pesificación estaba hecho, y heredó funcionando uno de los planes asistenciales más grandes del mundo, diseñado y ejecutado por Duhalde en solo 6 meses.

      2. La agarró excelente a la situación. Los precios internacionales del agro, el petróleo y los minerales (todo lo cual se exportó a troche y moche, por mucho «impulso nacional k al mercado interno» que quieran alegar los inteletuales oficialistas), la capacidad ociosa que se recuperaba en las industrias por la devaluación BRUTAL que había hecho caer el costo laboral a la tercera parte. Más bajo aún que en China -me acuerdo notas de los diarios hablando de lo bueno que era eso y de nuestra «competitividad» (o sea de lo bueno que era para los explotadores amparados por el Estado, y de que les salía menos producir acá que traer basura de China).
        El viento de cola fue un huracán y el punto auge se vio con la trepada del precio de la Soja y el barril de petróleo pasando los 100 verdes como si nada.
        Allí el gobierno en un pésimo análisis, creyó que se venían aún mejores épocas con precios astronómicos y ganancias extraordinarias que se iba a encanutar (y ya estaba gastando de antemano), y vino el baldazo de agua fría. Se paró la locomotora, Brasil no compra un carajo, y es más nos pretende encajar toda su capacidad industrial ociosa. El gobierno no hace nada, y peor se arrastra como pelele debajo de los brasileños. Los industriales locales no existen, ya están pidiendo abrir importaciones baratas de países asiáticos para volver a cerrar la fábrica y volverse importadores de basura.
        El pseudo proyecto industrialista del oficialismo demuestara su engaño: no existe una clase burguesa nacional y popular, no hay un capitalismo «de amigos» (salvo para beneficio de los amigos del poder), los tipos ganan no produciendo y mudándose a Brasil y trayendo berretadas 2×1 de China y lo harán. El gobierno obedece comodamente, protege más la industria brasileña de automóviles que la Argentina. Ya hay empresas autopartistas que cerrarón y mudaron sus líneas de producción a Brasil. El gobierno ni pone multas, ni aranceles, ni hace un plan de incentivo, nada. Con los empresarios no se mete, con los «capitanes de la industria» no se jode.
        La única solución para el creciente desempleo es el empleo público, y «plata no hay». Así que intentarán sacarle a otros sectores productivos en blanco (pymes, pequeño comercio, pequeño productor rural, servicios, profesionales), o sea a la «maldita clase media».
        Se viene una enorme suba de impuestos y tarifas.
        Ya anunció la AFIP que duplica el monotributo (el plan está en «estudio» pero lo lanzarían recién en julio, qué raro no? será para no perder votos?). El mínimo se va del monotributo se va 210$ y la gran «ventaja» es que ahora incluiría hasta los que ganan 244 mil pesos (como si eso le importara un carajo al tipo que gana hasta 12 mil al año y le duplican el impuesto).
        Felicidades, suba de impuestos, tratativas con el FMI (que hoy día ya están filtrándose en los diarios, como «sondeos» del gobierno ante organismos internacionales), apertura de la importación de berretadas chinas para «bajar los precios del mercado interno», protección de la industria brasileña. Enorme proyecto desarrollista, de sustitución de importaciones, de primer peronismo, no? Néstor fue puro viento de cola, ahora viene el momento de garpar el pasaje.

  3. a veces la economia se «judicializa»…ese famoso dicho judicial de «la mitad de la biblioteca esta a favor,la otra esta en contra»…entonces uno toma la «biblioteca» q mas lo favorece y listo…

    o sea,eso del «vaso medio vacio» o «medio lleno»…depende de quien lo mire…

    aclaro q yo no soy economista,apenas un «aficionado» q le gusta leer sobre economia…

    hay algo q se llama «rebote» en terminos economicos,algo asi como ,despues de una gran crisis economica hay un rebote q mejora,mas o menos las variables economicas…(si ese rebote no se produce,en general,se entra en recesion primero y en depresion economica despues…q es exactamente lo q estan tratando de q se produzca lo antes posible los paises centrales…el rebote)

    antes de nuestra crisis del 2001…hubo otras en los 90′ muy similares a la nuestra…la de rusia y Turquía por ej.

    si tomamos una escala de 0-100…el «rebote» en Turquía fue de 5 a 70,el de rusia fue de 5 a 80…y la de argentina de 5 a 50 (no tengo el cuadro comparativo exacto,esto es meramente para explicar el desarrollo)…o sea, q el «rebote» (mejora en las condiciones economicas relativas) en argentina fue menos pronunciado q en los dos paises antes mencionados…(lo q quiere decir esto,en pocas palabras,es q los q condujeron la salida de la crisis en argentina,lo hicieron un poco peor q en rusia o Turquía…esto tomando los datos economicos hasta el 2004-5 masomenos).

    voy a tratar de explicar de por q «no tomar» en cuenta los datos del 2001 para el analisis economico estadistico…

    en estadistica,tanto matematica como economica,los datos «extremos» tienden a no tomarse en cuenta,es decir,dada una serie de datos,los q se salgan muy pronunciadamente de la «media»(ya sean positivos o negativos)…se dejan de lado (no se muy bien por q…pero es lo q recuerdo de mis clases de estadistica matematica).

    pero a ver,si uno en el 2001 tuvo un principio de leucemia…y logro safar mediante un duro tratamiento,si a partir de ahi,uno «compara» su salud con ese hecho «puntual extremo» siempre va a estar mucho mejor (no importa si tenes tuberculosis,pulmonia o te cortan una pierna,en terminos de riesgo de vida,es mucho «mejor» q tener leucemia).

    por eso mismo,si uno compara los datos economicos actuales con los del 2001,deberiamos votar al kirchnerismo con los ojos cerrados…ahora,si uno los compara con los de lo 90′,ahi la cosa,pese al discurso,ya no «suenan» tan bien…y si los comparamos con los datos economcos sociales del proceso,aun suenan peor (aclaro q esto no solo es adjudicable al kirchnerismo,25 años de democracia,no han podido revertir los perjuicios sociales procesistas…cosa q no habla muy bien de nuestros «democratas»…por mas aberracon q uno sienta por el proceso militar).

    (cabe aclarar tb,q la debacle aconomica argentina,no empezo en el 76’…empezo en el 74′ con el «rodrigazo»…la primera «gran crisis» economica de todas las q vinieron despues…hasta ese momento habiamos disfrutado de una economia masomenos estable…con crisis puntuales pero no de mayor relevancia).

    o sea,»todo depende con el cristal q se mire»…si nos basamos en el 2001,nestor genio…si nos basamos en los aun maltrechos datos de los 90’…nestor no taaaan genio…

    y lo q es aun peor,si despues de 5 años de crecimiento a «tasas chinas»,el «boom» de los precios agropecuarios,el «viento de cola» q propicio un mundo en pleno crecimiento (al menos hasta la «subprime»),entre 70 y 80 mil millones de dolares «extras» por las retenciones,etc etc etc…y cuando uno ve q los indices de «redistribucion del ingreso» ni siquiera alcanzan los valores de la decada menemista…yyyy…algo no funciono como esperabamos me parece…

    entre el «discurso» y los «hechos»…la unica verdad es la realidad…como decia el generalisimo…

    en fin…

    1. Respeto pero no comparto. Me parece que mas allá de lo que en economía se pueda utilzar como parámetro de análisis, estamos hablando de gestiones políticas. En el contexto en que el gobierno debió actuar creo que puede sentirse a gusto con lo he`cho puesto que revirtió tendencias de gestión y jurídicas que colocaban al estado mas cerca que lejos de poder combatir el esquema horripilante que explotó en 2001. De ahí en más, con un adamiaje jurídico/político/filosófico de gestión diferente, tenés mayor margen de maniobra en adelante.

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