Fronteras

Cada estructura tiene su límite, a menos que hablemos de agujeros negros -teléfono, Hawkins-. Las estructuras políticas, los partidos políticos, las organizaciones sociales, River, todo tiene su límite. Y es importante conocerlos, porque ellos dan la medida de las cosas.

El kirchnerismo tiene límites. Los distintos sectores del Rejunte Opositor también.

Disgresión: a veces pienso si no habrá llegado ya el tiempo de dejar de hablar de rejunte y empezar a nombrarlos por separado, como si esa ficción de «La Oposición» no existiera más. Luego recuerdo que se viene agosto, superpoderes, retenciones, presupuesto y prefiero seguir hablando de Rejunte.

Luciano, en su blog Desierto de Ideas -y en un post muy recomendable- enuncia alguno de los límites del kirchnerismo y yo estoy de acuerdo con él (generalmente no es tan así):

…un plan nacional de seguridad, la gradación del 82%, una reforma educativa (pedagógica y no de financiamiento), la facilitación de la llegada del sistema sanitario al pobre, el blanqueo laboral, un plan de desarrollo nacional para ampliar la base productiva hoy atascada, la revisión estructural del servicio de transporte urbano (que mejoró, pero sigue siendo de muy baja calidad), la cualificación y el alcance de las prestaciones de la asistencia social…

Yo agregaría también algunas cuestiones que pueden ser catalogadas como más «progres» y menos «peronistas» (como si definitivamente tuvieran que ser algo distinto, ¿no?): Ley de Entidades Financieras, la ampliación de los requisitos para el Aborto, mejora de la red ferroviaria, la creación de un BANADES (y que no sea sólo la ANSES), agilizar la Adopción, legislación para evitar las arbitrariedades de las Obras Sociales, seguramente alguno podrá colaborar en los comentarios.

Pero este post es sobre los límites de cada construcción política.

Fundamentalmente desde el 2006/7 para acá, que empezaron a tocarse temas más sensibles para algunos corazones (bolsillos), se pudieron ir configurando los límites de cada partido o estructura. Más bien fueron expuestos. No es difícil entonces imaginar que un gobierno radical no se animaría a ir más allá y un gobierno del PRO o ¿PJ? Disidente se animaría a ir menos allá -a estrechar los límites, me refiero-. Y el oficialismo, el kirchnerismo, el peronismo de hoy, es quien ha probado ser la estructura que se anima a correr un poco las fronteras de su propia construcción.

Hay muchos ejemplos de ello. Solo recuerde cuántas veces leyó o escuchó que tal organización o bandera fue cooptada por el gobierno. Todas esas cooptaciones no son más que ensanchamientos de la frontera.

Se da entonces una situación paradojal de cara a las elecciones del próximo año: para aquellos que están alejados de la coyuntura política serán los partidos opositores los que representen la esperanza de «cambio». No son poco ocho años y medio de kirchnerismo. Y sin embargo son esos partidos opositores los que tienen mayores limitaciones para construir. Dicho de otro modo: podrán prometer la vida, pero darán sólo lo que son capaces de dar.

Por otro lado es el oficialismo el que cuenta con mayores posibilidades de ensanchar sus propios límites -aún luego de dos mandatos-, pero para esa parte de la población no comprometida políticamente será complicado apreciar que el kircherismo es aún promesa de cambio.

Cito a Fede Vázquez, que en su blog dice del kirchnerismo:

…ensancha los márgenes del Estado frente a las corporaciones. (…)
Los demás vienen a hacer “el ajuste” de eso mismo…

Entonces me pregunto: ¿cuánto aportaremos en 2011 los que creemos en el kirchnerismo? ¿Qué porcentaje seremos del total que vota al oficialismo? Kichner o Cristina o el que sea tiene mi voto para el año que viene aunque no me prometa nada y sólo diga: «Vamos a seguir este camino». Para mi es suficiente. Pero nosotros, sólos, no formamos mayoría. Vamos a necesitar los votos de los que no creen. A todos ellos hay que prometerles que se va a mejorar lo hecho, que se va a hacer más, que se van a corregir los errores, que vamos a encarar esos temas que faltan, que vamos a seguir ensanchando las fronteras.

Como decía en este post (Promesas para el 2011):

A contramano de la lógica mediática oficialista, adepta a mostrar los logros realizados -¡muchísimos!-, creo que para 2011 hay que prender la máquina de fabricar promesas y señalar con el dedo hacia el horizonte para decir que allá, no tan lejos, está la esperanza de un país más inclusivo y grande aún que éste.

Acerca de Ricardo

De Ricardo se dice: Es un sufrido hincha de River que nació en Tucumán. Le gustan los Bitles y el Yorc Jarrison. Estudia medicina. Está casado. Políticamente es un idealista pragmático que se ubica a la izquierda del arco político pero no le da el cuero para ser revolucionario y se conforma con que la gente viva un poco mejor cada día. Para que lo denosten sus amigos se reivindica no como kirchnerista sino como Nestorista de la primera hora.

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4 comentarios en «Fronteras»

  1. Excelente post. ¡Basta de hechos y mas promesas por favor! Es curioso, pero el relato de este gobierno sólo remite a hechos y datos duros de la estadística. Un discurso presidencial o ministerial de hoy es la enunciación fría del desencanto de un libro contable. ¡Quiero al menos alguna pequeña metáfora, por favor! El hombre tambien vive de lo simbólico, no se puede pasar la vida rindiendo cuentas.

    1. Ese es el sentido del post, César. De sueños se alimenta el alma y no sólo se vota con el bolsillo. Y creo que se vota menos con el bolsillo en épocas de vacas gordas.

      Saludos.

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