Inseguridad jurídica

Nouriel Robini es un economista norteamericano que goza actualmente de sus cinco minutos de fama, por un par de aciertos en sus pronósticos sobre la crisis mundial. Como fue el caso de Guillermo Calvo quien, al anunciar la crisis mexicana de 1994, se convirtió en un gurú buscado y escuchado, que nunca más pegó una y fue, por tanto, pasando al cruel olvido. Posiblemente, Roubini también experimentará en carne propia que «la fama es puro cuento», pero ¿quién le quita lo bailado (y, sobre todo, cobrado)?

En el sitio Forbes.com, se publicó el 5 de febrero un artículo de Roubini, donde explica por qué los planes de Bush y Obama pueden conducir a los Estados Unidos a la situación de Japón en los 90, cuando tuvo diez años de estancamiento, después de la crisis mundial 90-91. Más allá de sus razonamientos y conclusiones, conviene detenerse en uno de sus conceptos, que pondrá la piel de gallina a muchos economistas argentinos, tan respetuosos ellos de los privilegios de los poderosos.

Dice Robini: » (…) el abordaje pro-mercados y caso por caso, para la necesaria reducción de la deuda de los agentes privados no financieros insolventes (…) será demasiado lento. Una deuda sistémica excesiva requiere una solución tirar-deuda-por-la-borda (…)».

¿Y la seguridad jurídica? ¿Y el respeto a los contratos? ¿Y el clima favorable para los negocios? ¿Y la seducción de los inversores? Qué populista irresponsable que es este tipo. Y don Forbes, que permite que lo publiquen.

14 comentarios en «Inseguridad jurídica»

  1. Obvio Andrés. Las condiciones que ellos imponen a la periferia, no les son igualmente vinculantes par sí mismos. Es mas viejo que la polvora eso. Ellos manejan los conceptos, seguridad jurídica es sólo un ejemplo, y los significan como quieren, a su antojo. Y si un día esos significados les quedan obsoletos, no hay problemas, los cambian sin dramas, si total ellos mandan.

    1. El default que fue sino un cambio de reglas? Te acepto que el cambio fue con drama, porque Argentina sin drama es imposible. Mira el hall del Buquebus a Montevideo, es como si se fueran a Siberia sin ticket de vuelta. No solo los que mandan cambian reglas cuando no pueden seguirla.

      1. Claro, y cuando se hizo eso acá, se critica, se pronostican catastrofes, que no viene nadie mas a poner un mango etc… Pero ellos lo hacen y salen indemnes. Porque ellos manejan la verdad.

  2. Andres:
    es cierto lo que usted dice. Pero lo que pasa es que están jugados. No les va a quedar otra: van a tener que tirar la seguridad jurídica al tacho de basura. Porque al igual que con la deuda argentina, no será una decisión de un par de tipos, sino la fuerza de la realidad llevándose puestas todas las «verdades». El desequilibrio entre la economía «real» y la «nominal» operado en años de bicicleta generó una fiesta de endeudamiento que está explotando. Hasta ahora las respuestas fueron en sentido contrario a lo que sugiere Roubini. Se pintan papelitos y se echan al mercado. O sea, más deuda.
    Uno de los agentes que más deuda por la borda tendría que tirar si se le hace caso a Roubini y otros, es el Tesoro de EEUU.
    En parte, los que van a quedar en banda van a ser los bancos centrales de los emergentes que atesoraron dólares a lo loco (china, Brasil). Salvo que empecemos a machacar con la idea de que hay que hacer un gran acuerdo mundial, que incluya la creación de un Banco central mundial, que tenga la potestad de emitir una moneda mundial que se utilice para comercio exterior y como reserva de valor.
    Todos van a perder algo, pero es mejor que se haga de manera ordenada que caótica. Gradualmente. Es decir, ir ajustando la economía nominal a la real de a poquito.
    Para esto habrá que operar sobre lo más difícil: convencer a los países ricos que la fuente de su riqueza ya no existe, que tienen que retroceder varios casilleros y empezar a remar de atrás.
    Va a haber que tener mucha muñeca política para que esto no termine en guerra.
    Un salud, Andrés.

  3. Perdón, en realidad me olvidé de algo.
    Yo creo que el concepto «seguridad jurídica» aplicado al caso argentino, fue un motivo de presión en la negociación.
    Digamos, los muchachos sabían que una devaluación de 300% hacía insostenible el pago de una deuda contraída casi íntegramente en dólares (1 a 1). Era inevitable un ajuste de los números (así como era inevitable la devaluación para «blanquear» lo que el mercado internacional ya había determinado: que la economía argentina era fruto de una burbuja irresponsablemente inflada).
    A partir de ello, necesitaban negociar, presionar para que el peso del ajuste cayera lo menos posible sobre ellos, que se repartiera más. Por supuesto, unos cuantos giles de goma se lo creyeron de verdad, como pasa siempre (tiro un nombre: Longobardi, con todo respeto), y repitieron el concepto indefinidamente sin saber del todo de qué se trataba.
    Saludos

  4. La histeria local era fogoneada, por otra parte, por quienes pronosticaban un dólar a 9 o 10. El overshooting pudo haber sido mayor. El tema es que la devaluación fue de proporciones suficientes como para que se necesitara hacer ajustes nominales de todo tipo (deuda pública, privada, suspensión de ejecuciones hipotecarias, etc.).
    De hecho, hoy, en el mundo (y aprovechando el término) la demanda de dólares opera un overshooting que sobrevalora el dólar. Si esta demanda se desactiva en algún momento (cuando empecemos a darnos cuenta de que el dólar no tiene un respaldo mayor al de cualquier otra moneda, o cuando algunos banqueros centrales se cansen de seguir juntando dólares, o cuando los países empiecen a comerciar en sus propias monedas entre sí, o todo esto al mismo tiempo, por ejemplo), y EEUU tenga que absorber el excedente de dólares, lo mata la inflación. Estos son los procesos que habría que ir encuadrando y regulando, porque de todos modos va a pasar.
    Saludos

    1. Lo que faltaba, Ana C.!
      Ser turco, vaya y pase, no es el mejor de los pasaportes posibles, pero…se puede ir tirando. Claro, no es belga…
      Lo de judío ya es un garrón, decímelo a mi, ahora en AP le pediríamos definiciones sobre Gaza. Algún hipersensible incluso te preguntaría de qué cornos sirve saber si el tipo es judío, kurdo o anatolio.
      Ahora, lo que de veras lo hunde al pobre es ser economista. Ese si que es un destino fulero. Escribir resmas y resmas de gansadas y mentiras para caerle bien a los capitalistas. Ufff, te la regalo.
      ¡Qué vida de porquería que debe llevar ese pobre tipo!

  5. Pablo D. y Mariano han puesto muy bien en serio lo que yo insinué irónicamente.
    Ana C.: Esta vez sí que no la entiendo. Es más, llego a pensar que alguien usurpó su identidad. ¿Qué tiene que ver que Roubini sea turco judío, turco a secas, judío a secas, búlgaro o mongol? Además, el tipo trabaja en Estados Unidos, algo que se sabe suele borrar algunos rasgos étnicos a la hora de exponer ideas. Yo soy un escéptico en relación con los pronósticos económicos (incluidos los míos), pero hay que reconocer que esta vez el tipo la pegó, tal vez por casualidad, pero la pegó. Cuando dice que hay que tirar la deuda por la borda, está proponiendo la única manera realmente efectiva para superar una burbuja financiera. De algún culo debe salir sangre y lo más adecuado, éficiente y justo es que sea del de los acreedores.
    Saludos

  6. Pingback: Países emergentes
  7. Andrés, que usted dice «Nouriel Robini es un economista norteamericano» y resulta que no, que Roubini no es un economista norteamericano. Es un economista turco. Y los economistas turcos, además de que por alguna envidiable razón son muy buenos (véase D. Rodrik o D. Acemoglu para comparar), son economistas del tercer mundo, como usted y como yo, y por eso son capaces de ver las cosas un poco alternativamente y por fuera del mainstream. Además de que Roubini, como economista turco y no norteamericano, tiene un poco más de horas en el estudio de crisis financieras y en como se han solucionado en otros lados. El caso es que el tipo estudia a los EEUU como si para este país corrieran las mismas reglas que para el resto de los países del mundo, y no como si la ley de la gravedad no tuviera sentido en el caso yanqui, y eso lo diferencia de mucha otra gente.

    Saludos

    A ver si ahora me entendió. Los economistas no son todos iguales ni norteamericanos. Aunque estos últimos sean los mejores, sin dudas.

  8. Ana: me ganó con lo de turco, pero al precio de contradecirse. Si los economistas turcos tienen una visión más amplia y adecuada, entonces los economistas norteamericanos no pueden ser los mejores. Yo soy miope y no se me ocurriría decir que veo mejor que los que no lo son.
    Para todos: quedo en deuda con una pequeña reflexión acerca de cómo Obama se dirige derechito al desastre porque el estímulo no estimula.
    Saludos

  9. Buen comienzo para hablar de la inseguridad juridica, pero vemos que el tema es principalmente economico. no obstante, apaludo esta forma de hacer las por parte de nuestros hemanos argentinos, esto es lo que se llama desarrollo intelectual, hablar de los temas conteporaneos y puntuales que azotan a la humanidad.
    Nosotros desde África, ys echamos de menos personalidades con opiniones relevantes como estas, pero en mi país agauinea Ecuatorial, los intelectuales tienen poca voz, y en general, no son bien vistos.

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