La batalla cultural de baja intensidad

Los amigos de Mariano Grondona no han sido, desde siempre, sólo los dueños de las tierras y los medios de producción. También ejercieron otros monopolios, entre ellos, el de la transmisión cultural. La historiografía liberal, esa que reverencia a Mitre y que denigra a Perón y el peronismo, supo, con gran eficacia, moldear el pensamiento de generaciones. Aún durante los años de Menem, el peronismo siguió siendo descalificado por aquellos que se beneficiaron ampliamente por eso que preferieron calificar como menemismo. Desde que eso que llamamos kirchnerismo -que es el peronismo de hoy y que suma a otros sectores de la sociedad a la ecuación que lo sustenta- nació, puso en entredicho muchos de los valores que los liberales, con paciencia en algunos casos y con sangre en muchos otros, impusieron en nuestra sociedad. Más aún, cuando el kirchnerismo se vio asediado por los medios de comunicación (de los amigos de Grondona), entendió que si no confrontaba culturalmente, los que siempre habían ganado triunfarían una vez más; y el periodo 2003-2011 (o -2009/10) sería relatado como una anomalía del sistema, llevado a cabo por dos locos cuyo único objetivo era el Poder por el poder en sí. Ese enfrentamiento cultural, con muchas y diversas cuestiones hoy saldadas a favor del campo nacional y popular, tiene a nuestros intelectuales liberales muy nerviosos. Uno podría preguntar «qué les pasha, Sarlo, Lanata, Abraham, periodistas de Clarín y LA NACION? ¿Eshtán nervioshos?». Y sí, lo están. Como muestra, un botón:

Hacia el interior, el “cristinismo” ha construido un universo a su medida : tiene sus productoras de televisión y de cine, sus actores, y directores; tiene sus series, sus películas y tiene también los canales de televisión y las salas por donde todos ellos circulan; tiene sus músicos y sus folcloristas e, incluso, los teatros donde actúan, tiene sus científicos, sus escritores, sus sociólogos, sus humoristas, sus periodistas, sus bloggeros*, sus decanos, sus estudiantes, sus sindicalistas y sus organismos de derechos humanos. Por tener, tiene hasta un barrio convertido en punto de encuentro de este nuevo activismo adinerado, el de Palermo…

Susana Viau, periodista «resistente», Clarín, domingo 16/10/2011

Sólo por tener (vastas extensiones en la pampa húmeda, el control de la economía, diarios, calles) el mitrismo, la Historia según Bartolomé, tiene muchas, muchísimas cosas. Por tener, nomás.

[Disgresión. Pude asistir, en estos días, al Festival de Cine Argentino que se llevó a cabo en San Miguel de Tucumán. Revolución me gustó. San Martín con tonada gallega, los soldados negros, indios y muertos de miedo vienen a tirar abajo un par de mitos. Esta película, producida por el ala liberal de nuestra cultura, hubiera mostrado al San Martín de las figuritas del Billiken, a soldados caucásicos y sin miedo. Imagino la rabia de Viau, de Grondona al ver la película y siento un viboreo de malsano placer. Juan y Eva también me gustó. Pero no tanto. Esperaba, quizás, una historia de amor más hollywoodense. Cierro digresión].

Desde antes, pero fundamentalmente desde los festejos por el Bicentenario, el aparato cultural del kirchnerismo ha salido triunfante de muchos desafíos. No sólo a través de producciones artísticas, podríamos considerar también dentro de estas propuestas culturales a la Ley de SCA y el matrimonio igualitario, por poner dos ejemplos.

Como le decía Kirchner a Feinmann, estos tipos tienen una puntería bárbara para su odio. Nunca fallan. Y Susana Viau no se equivoca. Su mirada es correcta. Así como la oligarquía fue la que constituyó al ser nacional, así como los liberales se adueñaron de la Historia, así el kirchnerismo ha habilitados canales a través de los cuales puedan expresarse puntos de vista diferentes a los de nuestra cultura (durante tanto tiempo) oficial. Podríamos citar al canal Encuentro, las producciones de INCAA, los tantos libros políticos que, por primera vez, tienen una mirada positiva sobre un fenómeno que continúa desarrollándose, el unitario El Aluvión en Canal 9 y, cómo no, a 678, el programa maldito de la televisión burguesa.

Se trata, ahora, de una batalla cultural de baja intensidad. Como durante la Guerra Fría, como Hollywood, que fueron, al fin y al cabo, más importantes para la supremacía norteamericana que la Guerra de Vietnam o de Corea. McDonalds ideológicos Para Todos.

* Hola, Susana. Te estamos llamando. Queremos jugar…

Acerca de Ricardo

De Ricardo se dice: Es un sufrido hincha de River que nació en Tucumán. Le gustan los Bitles y el Yorc Jarrison. Estudia medicina. Está casado. Políticamente es un idealista pragmático que se ubica a la izquierda del arco político pero no le da el cuero para ser revolucionario y se conforma con que la gente viva un poco mejor cada día. Para que lo denosten sus amigos se reivindica no como kirchnerista sino como Nestorista de la primera hora.

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41 comentarios en «La batalla cultural de baja intensidad»

  1. Encontraste la definición exacta: McDonalds cultural. Es lo peor que tiene el kirchnerismo, haber cometido el flagrante error de lectura de equiparar a Mariano Grondona con Beatriz Sarlo y Jorge Lanata. De esa sustitución salen discursos soberbios y berretas como los que generosamente canal Encuentro le permite arrojar en nombre de una muy particular visión de la filosofía a José Pablo Feinmann. Una lástima, pudiendo haber construido un partido de centro izquierda se dedicaron a darle manija a ese odio inflamado hacia todo lo que no piense como esa voz oficial que mal que les pese, no hace mundo. No hace pie una vez que se apagan las cámaras porque su manera de representar es torpe; tan así que lo que producen incorporando a Grondona a ese otro campo, es la salvación moral e intelectual de dicho personaje, porque lo dejan afuera su voz del debate contemporáneo, quedando su pensamiento supuestamente representado por los Sarlo, Lanata, Abraham, etc.
    Ese otro conglomerado de voces es muy disperso entre sí, historias personales y formaciones muy diferentes. Se ven unidos en una misma barcaza debido a la operación que el gobierno hace en materia cultural. Es la situación, pero a mí se me hace que es una situación de coyuntura nada más. En cuanto se corte el chorro que sustenta ese cuadro que se ha formado en estos años, los discursos que afloren al debate cultural volverán a hacer pie sobre raíces más complejas y más afincadas en la memoria de la sociedad. Grondona volverá a ocupar su lugar, bien lejos de Lanata, así como había sido hasta que el Estado los aglutinó en una posición coincidente en no ser un McDonalds cultural. Esta situación es incómoda, y como decía antes, lo peor que generó el kirchnerismo, y es una «bomba de tiempo» porque no es algo que se salde con crecimiento económico ni con el dólar estable.

    1. Describis muy bien ,todas los pensamientos que tuve al leer el post,solamente que lo expresaste mucho mejor de lo que yo lo podria expresar.

      1. Te agradezco los elogios, camargen.
        Este tema de «las lecturas oficiales» es muy interesante y también muy complejo. Seguramente con el tiempo se irá puliendo esta impresión que tenemos ambos sobre el estado de la memoria histórica en la Argentina. Lo bueno de internet es que uno puede ir compartiendo estas sensaciones que de otra manera quedarían enterradas en un cuaderno Gloria o en un archivo de Word.

        Saludos

    2. Diego, camargen: se quedaron con una sola frase y descartaron el resto del texto. Sobre todo la parte que dice que el kirchnerismo ha abierto canales a través de los cuales puedan expresarse puntos de vista distintos al que la historia de Mitre nos legó.

      Pueden tranquilizarse pensando de que todo eso depende de un chorro, pero estarían viendo la realidad que les gustaría ver. Y la realidad es que lo nacional y popular es parte de nuestra cultura y formará parte de la cultura de un par de generaciones que asistieron al entreguismo de los ’90, a la debacle y luego al kirchnerismo. Algo así ocurre con el acercamiento de amplios sectores de la clase media al peronismo.

      Saludos.

      1. Ricardo, me quedé con esa frase que vos pusiste en el post porque entiendo que habla mucho sobre los modos en que la historia se usa para hacer política.
        A Mitre no te lo vas a sacar de encima vos tampoco por más que quieras. Esto te decía arriba: No funcionan así los discursos que constituye y que atraviesan a una sociedad. Esta cosa «fundacional», de entrar al terreno de la memoria histórica apoyado en un a priori que no se digna a discutir sus principios con los otros que tienen lo suyo para decir, por más que no quieras, en éste país retoma la peor tradición liberal-conservadora del siglo XIX. Esta «metodología» como forma racional de desplegar un pensamiento fue descartada hace varias generaciones por los que serían los «padres teóricos» de Beatriz Sarlo o de Jorge Lanata, cuyo periodismo con Página/12 dejó una huella que implicó un paso más allá en lo que hace a debatir todo tipo de cuestiones en esta sociedad.
        Por eso, si te parás (no sos vos solo, 6,7,8 es un claro ejemplo de vocación hegemónica) con ese a priori que no dialoga con aquello que venía siendo la vertiente progresista y racional hasta que Kirchner haya decidido dar ese viraje en su gobierno, esto fue, tras el primer cambio de gabinete, y de allí en más el Estado Nación salió a pelear por esa chapa que ahora algunos ostentan como un blasón en el pecho. Odian a Lanata como si fuese Grondona, cuando hasta que Kirchner les soltó la cadena, el «Boca – River» de lo que podemos llamar batalla de baja intensidad cultural estaba conformado por esos dos polos. Hasta en rating televisivo llegaron a competir, si es que la memoria no me falla. El viejo conservador representaba al puro neoliberalismo de los 90’s y el otro era el gordo laburante que se hizo de abajo que durante ese presente continuo que fue aquella década de privatizaciones y de desempleo combatió retóricamente toda esa realidad que quería imponerse. Lo otro, lo que vos gustás representar, no estaba, no se hacía sentir en ningún lado. Apareció recién cuando le dieron cabida desde los aparatos ideológicos del Estado. Esta es una realidad que la vivimos todos los que tenemos más de 30 años. Por eso te digo que fue grosera la manera en la que se apropiaron de la rebeldía de aquel famoso 20 y 21 de diciembre. Cómo se llegó a esta síntesis diez años después, es lo que le decía arriba a camargen, un complejo entramado de alianzas tácitas y de reivindicaciones retóricas después de años de trajinar calles con banderas. Me da la impresión que aquello que ya venía preparado con una mirada del mundo estructurado tuvo una mayor capacidad que cualquier otro grupo de «indignados» para establecer lo que hoy es esta nueva versión oficial que vos reivindicás. Pero esto no hace fondo, para decirlo de alguna manera, porque necesita de tácticas y de recursos poco democráticos para hacer oír su verdad. Y esto no es tolerable en el siglo XXI, sobre todo porque esa dificultad ya había sido superada por esta defectuosa democracia que tenemos. Todos sabemos por experiencia propia que se puede vivir en un ambiente cultural que no tenga esas tabulaciones. Faltan otras cuestiones, la mayoría en lo que hace a la igualdad dentro de la sociedad, pero ese discurso no cuaja, solamente sirve para satisfacer biografías engrampadas en la historia que sienten una suerte de reparación personal al ver ciertos discursos en lo más alto de la oficialidad del Estado.

      2. diego,

        «necesita de tácticas y de recursos poco democráticos para hacer oír su verdad».

        estás como abraham que dice que es un gobierno facho.

        esas lecturas están muy cerca del analfabetismo político.

        quedan muy expuestos los prejuicios cuando se tilda a este gobierno de antidemocrático.

      3. tapones, quedate tranquilo que yo sé distinguir entre un gobierno fascista y uno que prefiere guardarse ciertas instancias de democratización de la palabra en el cajón de la mesita de luz. Esta forma de entender la política es pre-discursiva, por ende, en el mejor de los casos, hija directa de una concepción vanguardista iluminada del asunto. Por suerte, esta sociedad ya tiene la madurez suficiente como para estar en otro nivel del asunto.

      4. Diego: me parece que estás llevando la discusión hacia un ámbito más pequeño de lo que podríamos llamar cultura. Hablando específicamente de periodismo, si Lanata era la contrapartida de Grondona (o Neustadt), el Lanata de hoy no lo sería. Pero como te digo, eso es circunscribir el tema cultural a la cuestión mass mediática.

        Tampoco creo que el kirchnerismo no dialogue, que es lo que implicás cuando te referís a la memoria histórica. El kirchnerismo -y no creo que esto les pese a Cristina o a la memoria de Néstor- no inventó nada respecto a la mirada histórica. Y no se bien a que debería abrirse, si la otra mirada no está silenciada: tiene sus difusores y ha sido la mirada oficial durante muchísimos años. No por nada al «ser nacional» lo moldeó la clase ilustrada y pudiente del siglo XIX.

        Saludos.

  2. Paul Ricoeur nos ha recordado que toda sociedad celebra acontecimientos fundadores, que son en lo esencial actos violentos legitimados después por un Estado de derecho: “De este modo los mismos acontecimientos significan para unos gloria, y para los otros, humillación. A la celebración por un lado, corresponde la execración por el otro. Así se almacenan, en los archivos de la memoria colectiva, heridas reales y simbólicas”. Las manipulaciones de la memoria se deben a la intervención de un factor inquietante que se intercala entre la reivindicación de identidad y las expresiones públicas de memoria, se trata del fenómeno de la ideología, que actúa como discurso justificativo del poder, de la dominación, configurándose así “la memoria impuesta”, compuesta por una historia autorizada, la historia oficial, la historia aprendida y celebrada públicamente. “Un pacto temible se entabla así entre rememoración, memorización y conmemoración” (*)
    Estas exclusiones se buscaron justificar en una cosmovisión del pasado que las legitimara, considerando a esa versión como la verdadera, y si a esa historia la escriben los que ganan es porque habría otra historia, cuya búsqueda está de moda actualmente.- En realidad no es que exista otra historia, no hay una contraposición entre una historia oficial y una verdadera, sí hay numerosas versiones de la historia, distintas reconstrucciones de los hechos del pasado, así como también en nuestra historia han existido muchos vencederos y vencidos, alternativamente, no siempre vencieron los mismos, por eso es peligroso sostener que la nueva visión del pasado, que sustituiría a la supuesta historia oficial, es la verdadera.-
    Si como pensaba Walter Benjamin es necesario pasar el cepillo a contrapelo de la historia, para rescatar las voces olvidadas, las voces de los vencidos, es evidente que esa tarea sólo la van a realizar los actuales vencedores, o sea los vencidos del pasado. ¿Qué garantías existen para que ese rescate no se convierta en una nueva historia de los vencedores?, en una “historia oficial” que elimine la historia anterior por considerarla como una falsificación, cuando en realidad todas las voces deberían ser registradas.- Se corre ahora el peligro de que además de incluir las voces silenciadas, se proceda así a silenciar o descalificar las ya conservadas.- Si el pasado es utilizado para construir identidades, desplegar conflictos y construir el futuro, es evidente que nadie dejará de utilizar ese pasado para legitimar su propuesta, tratando de imponer la propia versión del mismo, entrando en un terreno peligroso cuando se lo plantea desde el gobierno, y se lo impone además como política educativa, con todo el poder que se tiene para ello.-
    Perón decía que ya demasiado problemas tenía con los vivos como para meterse con los muertos.
    Algo de razón tenía.-
    (*) Ricoeur, Paul. La memoria, la historia, el olvido. FCE. Bs.As. 2004

    1. ¿»A silenciar o descalificar las ya conservadas» o las conservadoras? ;)

      Diste muchas vueltas para decir que la historia se reescribe constantemente. Pero me parece difícil dejar de ver que hay una historia oficial que se contó durante mucho tiempo y a la que el revisionismo vino a confrontar. Hace poco leía un libro sobre Cultura Argentina que se usaba en el magisterio y era vergonzoso como ensalzaban la visión de Mitre y condenaban a los revisionistas al infierno.

      Además, convengamos, eso de que el kirchnerismo impone su verdad no es cierto. El kirchnerismo, desde el punto de vista cultural, vino más que nada a decir que existen otras maneras de entender a nuestra historia.

      Saludos.

      1. Ricardo:
        Ese decir del kirchnerismo de que «existen otras maneras de entender nuestra historia», en cierto sentido pecaría por ingenuo.
        La visión del kirchnerismo es más bien la de creer que su visión es la verdadera, lo que concretamente quedó reflejado cuando, insólitamente, se agrega un nuevo prólogo al informe «Nunca Más», crítico del anterior prólogo, intentando así modificar, nada menos, que un documento histórico.-
        Al gobernante a medida que va consiguiendo más poder, le es difícil escapar a la tentación de cambiar el pasado, borrándolo e inventándolo como un tiempo ejemplar y heroico, para adaptarlo a las necesidades actuales, entrando en el terreno de la ficción e historizando los mitos, y en el cual algunos actores cobran la dimensión de los puros. En tal sentido y en «otros tiempos», sobre este tema, Ricardo Forster escribía:
        «La ingenuidad, o la mala conciencia, nos ofrecen sus narraciones como si en ellas pudiéramos captar la esencia destilada de un pasado que puede ser interrogado hasta la extenuación por el saber de una mirada distanciada. No hacemos historia, la inventamos para adaptarla a nuestras necesidades y a nuestras virtudes. En esa reescritura lo que desaparece es el sufrimiento de los que vivieron con sus cuerpos, de aquellos cuyas voces se cerraron con el plegamiento de su época, que fueron tragados por la vorágine de su tiempo y que perdieron la oportunidad de establecer las líneas de sus biografías. Su historia encuentra otra narración: se trata nuevamente de la ejemplaridad heroica o del despojamiento desapasionado y racional. Una historia epopéyica que monta su estrategia narrativa en la producción sistemática de mitos, de acciones ejemplares en las que los actores cobran la dimensión de lo puro; una historia para purificar la memoria de los muertos, una forma de la santificación que disuelve la tragedia en epopeya.»
        «Tras las huellas del pasado.» Revista “Ñ”, 22 de febrero de 2003.-
        Saludos.-

      2. Trato de encontrar la verdad pero no de imponerla, aceptando los puntos de vista diferentes, sin renunciar al derecho a criticarlos cuando no los comparto y entendiendo que la historia está en una constante revisión, revisión que debe realizarse siguiendo las reglas de la investigación histórica y que nunca desde el Estado debe imponerse o tratar de imponer una visión oficial de ese pasado.

  3. Yo creo que no importa tanto quien escriba la historia, fijate que Peron agarro la torta de la posguerra y todavia hay gente que piensa que era sobrehumano.

    Lo unico indiscutible y que convence a la gente es la guita y esta gente ha repartido bastante, yo vaticino kirchnerismo por varias decadas.

      1. Tal vez no es guita que recibis vos, pero probablemente sos parte de este proyecto porque le dedico recursos (guita) a algo que te interesaba.

        Sin guita no hay proyecto. No hay mitos fundacionales que empiecen con un dios quitandole cosas a la gente. Una vez que le diste un LCD o un celular* a alguien por primera vez, no hay Sarlo que te lo quite ni aunque en el 2015 gane Mauri.

        (*) Ejemplos tomados adrede ya que son bienes cuyos precios en dolares bajaron sensiblemente en el mercado internacional durante el periodo 2003-2011 e intentan demostrar que el otro lado de de la soja es el abaratamiento de los bienes industriales de lo cual los Kirchner no tienen ningun merito.

      2. Sí, puede ser. Le dedicó recursos a los que más los necesitaban y que habían sido permanentemente postergados. Por eso me siento parte de esto.

        Saludos.

      3. Claro, Gonzalo, con el abaratamiento de los artículos industriales, sin mérito K., todos aquí los podrían comprar aunque no hubieran conseguido trabajo, o no hubieran pasado a estar en blanco, no tuvieran jubilación o estuviera congelada, estuvieran debajo de la línea de pobreza, etc. El mercado les hubiera dado todo sin necesidad de las medidas socioeconómicas K.
        La ‘escritura automática’ de los surrealistas era muy rica, pero también se puede pensar unos segundos antes de escribir.

    1. pareciera que no hay nada peor que repartir la guita.

      pareciera que los buenos gobiernos son los que quitan guita y no los que la generan y reparten.

  4. «Ese otro conglomerado de voces es muy disperso…», sí, pero los une su gorilismo esencial.

    Si es derrotado este proyecto nacional y popular, volverán a sus respectivas capillas a predicar que hay que esperar el derrame, o la caída del capitalismo, o la nueva llegada del Señor y «volverán a hacer pie sobre raíces más complejas…»

    1. el gorilismo en tanto categoría política quedó abolida de todo objeto después de los 10 años de menemismo. Es una categoría que hace ya mucho tiempo que no explica nada, casi diría desde la muerte del Gral. que el gorilismo descansa en el arcón de los recuerdos.

  5. Off topic: ¿Qué pasa con las mujeres y la discusión política? ¿Por qué tantos Blas Giuntas y tan pocas Ana Marías?

    Comparto el «espíritu» de lo que dice Ricardo. Luego algunos se ponen a hilar fino y medio tal vez quizá de pronto me parece se van un poco al joraca, pero está bien. Seguramente de eso se trata, de que la discusión se vaya ramificando.
    Me parece que el post es una síntesis, está claro que Ricardinho no desconoce la obviedad de que no existen «dos versiones» de la historia.
    Abrazo de gol de Boca!

  6. Ricardo:
    Sobre la visión del pasado del kirchnerismo, no deben olvidarse algunas bajadas de línea desde la cúpula:
    Néstor en la ESMA, en marzo del 2004:
    «Vengo a pedir perdón de parte del Estado nacional por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia tantas atrocidades»
    Cristina en el homenaje al combate de la Vuelta de Obligado, noviembre de 2010:
    «Señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señores gobernadores de las provincias de Jujuy y del Chaco; señora Vicegobernadora de La Rioja que nos acompaña; señor Intendente de la localidad de San Pedro; Madres, Abuelas; hermanos; hermanas; compatriotas: hoy estamos aquí cubriendo una deuda histórica de los argentinos y de su historia cual es recordar una epopeya como fue la Vuelta de Obligado, oculta, premeditadamente ocultada desde hace 165 años por la historiografía oficial.»
    Todos sabemos que el Estado no había permanecido «callado» desde el retorno de la democracia, y que el acontecimiento de Obligado no había sido ocultado.
    Estas expresiones, y muchas otras que pueden rescatarse de los discursos presidenciales, especialmente los de la Presidenta están en consonancia con la idea del carácter fundacional que se atribuye el kirchenrismo y que desde Mariano Moreno nada se ha hecho de positivo en estas tierras y que se ha vivido mintiendo y ocultando.
    En cuanto a Perón, bastante olvidado por los K, con su visión del justicialismo como un movimiento heterogéneo, trató al principio de su gobierno de mantenerse apartado de las contiendas del pasado, pero no pudo escapar a las mismas y el revisionismo, si bien no logró convertirse en la historia oficial, se desarrolló ampliamente en los ámbitos de la cultura estatal, según lo narra bien Diana Quattrocchi-Woisson, en Los males de la memoria. Historia y política en la Argentina. EMECE. Bs. As. 1998. especialmente el capítulo 8, págs. 225 y sgts.-

    1. A mi criterio son «verdades relativas», decimos siguiendo a Nèstor Kirchner, no «bajada de linea» (Magdalena, sic). Con respecto a los discursos que mencionas hay otras interpretaciones que también son validas, lo mismo para los hechos históricos, que también son relatados desde una visión del mundo y se siguen discutiendo en muchos ámbitos, inclusive en este espacio ( ver http://artepolitica.com/comunidad/san-martin-rosas-peron-…y otros) pero no en las instituciones educativas en lìneas generales. No podemos negar que hay una historia oficial» que se impuso a toda la sociedad y ni el peronismo original pudo desarticular, tal vez porque forma parte tambièn de esa sociedad colonizada en el conocimiento, lo que si hizo el peronismo es abrir grietas, sembrar semillas de rebeldìa que hoy están floreciendo. Esas flores son el kirchnerismo, y muchos compartimos el rescate de voces olvidadas, de los vencidos y ocultados y tambièn de los hechos ocultados por interpretaciones racionales», no porque algùn intelectual lo diga, sino porque muchas generaciones hace harto tiempo venimos luchando.

  7. Que la Caja es Poder, nadie puede negarlo. Ni es tampoco mi intención. Pero señalar que esta revisión crítica de la historia que se realiza desde el 2003 a la fecha ocurre únicamente debido a la actitud de mecenas del Estado niega de cuajo la capacidad de muchos, muchísimos artistas, historiadores, filósofos y, en definitiva, de todo analista de la realidad que prescinda del uso de anteojeras, de pensar de manera distinta a la impuesta por nuestro liberalismo cultural. Más aún, desde la misma tribuna de doctrina liberal, LA NACION, reconocen este cambio cultural. Como addenda al post anterior -y a este-, podemos citar esta nota del diario de Mitre, del 9 de octubre de este año:

    «Quiroga detecta algo singularmente novedoso (…) «El kirchnerismo -dice- ha sabido construir poder desde las nuevas tecnologías de comunicación, la televisión digital, el fútbol para todos, junto a nuevas y diferentes señales. No se trata de un simple asunto tecnológico, sino de una propuesta de comunicación de masas que extiende el espacio público, pero de una manera sesgada desde el punto de vista político-ideológico, que responde a un proyecto que ambiciona ser culturalmente hegemónico.»»

    Claro, la visión es sesgada, dicen. Como si la visión de nuestra historiografía liberal no lo fuera. Periodismo independiente. Historia independiente. Y ambiciona ser hegemónica. Como el proyecto mitrista. ¡Cuánta insolencia!

    http://loshuevosylasideas.blogspot.com/2011/10/seguimos-con-la-batalla-cultural-de.html

  8. Perdon, «Revisión» o «Reversión»??
    Recorte de la realidad por donde conviene, es claro «que los otros» tambien lo hacen o hicieron. Pero lo que no es claro, es ¿Existe «recorte» bueno y «Recorte» Malo?. Hay buena y mala hegemonía?
    Lo que siempre me parece raro aquí en AP, es encontrar larags parrafadas de muchachos leidos, que no dejan de hacerme pensar que son más bien inmensos intentos de justificar sus desiciones politicas y elecciones frente a cosas y hechos que invariablemente les «hacen ruido», es el problema de haber ser leido ¿Vio?.
    Mientras tanto seguimos esperando la «profundización del modelo»
    Saludos

      1. Claro, frase que popularizó el «intelectual de izquierda» A.Rico.
        ¿Supongo que tambien forma el panteon de los «buenos»?.
        Mi querido, con tu nivel de desfachatez, es un desperdicio que seas solo «Aficionado» , sin duda que merecés ser profesional.

        «La duda no es una condición placentera pero la certeza es absurda.»

        Voltaire

      1. La frase la tomé de JP Feinmann, quien decididamente es uno de los buenos y la usa con frecuencia. No me dedico a seguir los rebuznos de Aldo Rico, pero en gustos no hay nada escrito.

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