La conquista de la libertad

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Pertenezco a la misma generación que Marcela y Felipe Noble. No tengo dudas sobre mi identidad, un dato que en nuestra historia es casi una señal generacional para quienes nacimos durante la dictadura.

El caso de Felipe y Marcela tiene muchos puntos en común con las historias que se relataban dentro de la tragedia griega. El primer título, casi obvio, es el de “Edipo” de Sófocles, donde el rey de Tebas tenía que descubrir quien había sido el asesino del anterior rey, muerto días antes de que Edipo llegara a la ciudad. Decidido a enfrentar la investigación Edipo descubre no sólo que él es el asesino sino que Layo, el rey muerto, era su padre. Edipo desconocía su identidad porque sus padres, Yocasta y Layo, al recibir las predicciones del oráculo que auguraban que Edipo mataría a su padre y se casaría con su madre, lo mandaron a matar para que no se cumpliera tan terrible destino. Uno de sus sirvientes se apiadó del bebé y lo entregó al rey Polibo. Edipo desconocía que no fuera hijo biológico de Polibo y durante toda la obra se cruzan tres niveles de conflicto. El conflicto social ¿quién asesinó al rey? El conflicto religioso ¿se cumplen realmente las profecías del oráculo? y el conflicto íntimo: ¿quién soy? ¿cuál es mi verdadera identidad?

El héroe tiene una característica indispensable para que su drama intimo se convierta en un asunto público. Es alguien que pertenece al poder. El caso de la apropiación de Marcela y Felipe tiene un valor más significativo que cualquiera de los otros casos de niños apropiados. Quien se apoderó de esos niños es una de las mujeres más poderosas de la Argentina. Por esa razón la resolución del caso atañe a toda la sociedad. No sólo por eso. La apropiación de menores formó parte del terrorismo de estado y es un delito. Como crimen de lesa humanidad debe esclarecerse. Pero la resolución de este caso dirá mucho más sobre el poder y sobre el funcionamiento de la dictadura, sobre su permanencia en distintos sectores económicos y sobre la conversión de los grandes monopolios mediáticos en nuevas estrategias del fascismo.

La aparición de una solicitada y una grabación televisiva que tenía la firma y la presencia de Marcela y Felipe fue un dato que contribuyó a la exhibición pública de los mecanismos de la apropiación.

Cuando leí la solicitada en Página/12, por la mañana, lo primero que pensé fue que en ese texto se trataba de construir a seres de una sola pieza. Vendrán después las investigaciones sobre los publicistas y abogados que redactaron ese texto pero la primera evidencia para mi estaba en la exagerada prolijidades del relato. Lo más lógico es que cualquier persona que esté atravesando el drama que viven hoy Marcela y Felipe se enfrente a una cotidianidad plagada de contradicciones. En el texto, por el contrario, no había fisuras. Eran seres que no parecían encarnar un conflicto, absolutamente planos, despojados de una subjetividad histórica que les diera presencia, singularidad en ese texto. La mentira estaba en esa pulcritud, en esa unilateralidad, en esa ausencia de contrastes.

El héroe griego también era una persona de una sola pieza. Imposible, irreal pero creíble por la certeza absoluta de estar defendiendo una acción con sentido que era más importante que su propia vida. No temía dar batalla a adversarios enormes, imbatibles como los dioses, porque consideraba que su combate cambiaría las relaciones de fuerza.

El caso de Felipe y Marcela es el negativo del héroe griego. En la grabación televisiva que pude ver por la noche se mostraba a dos autómatas. Es increíble observar como personas que pueden montar la más sofisticada de las estructuras para crear los mundos que se les plazca no pudieron ver algo tan claro. esos jóvenes expuestos como pilotos suicidas dejando un mensaje a la posteridad antes de inmolarse, eran la prueba más clara del delito de Ernestina Herrera. sólo alguien que le arrebató la identidad a dos personas puede ofrecer esa prueba contundente de borramiento de la singularidad. Marcela y Felipe no pudieron ser dueños ni de sus propias emociones , no se les permitió decir simplemente lo que sentían. No sólo no había verdad, no había libertad, parecían dos presos obligados a testimoniar en su contra. Esta claro que lo que a ellos les pasa no importa, lo esencial es salvar a Ernestina Herrara del escándalo y la cárcel. Ellos son sólo un instrumento cuya palabra también está secuestrada.

¿Qué pasaría si Felipe y Marcela hablaran sin guion? Tal vez se animarían a decir algo diferente a o que le gustaría escuchar a la dueña del monopolio. Tal vez ya ni saben lo que quieren y dirían lo que se les ha enseñado.

El héroe griego es tal porque se decide a asumir el conflicto hasta las últimas consecuencias. Marcela y Felipe deberán en algún momento animarse a dar ese paso para convertirse en sujetos.

19 comentarios en «La conquista de la libertad»

  1. el texto es muy bueno pero tengo una critica minima
    yo tengo 30 años y conozco un caso de duda pero no es representativo
    la verdad es que los casos son terribles y aunque sea solo el robo de identidad es un rimen terrible pero no es representativo de una generacion
    nada mas no me gusta la frase como queda por que me parece inexacta. el resto esta muy bueno y la referencia de edipo es genial

    1. Fede:

      Yo siento que el tema de la identidad en nuestra generación es una marca muy fuerte. Podemos no coincidir pero me parece que si mientras nosotros nacíamos había otros bebés iguales a nosotros que nacían en cautiverio y era secuestrados, ese dato está en nosotros. Se trata de un hecho social, político que no se limita sólo a la experiencia individual. Creo que a la generación que tiene cincuenta los marca la desaparición de aquellos que tenían su edad de un modo distinto al nuestro.

  2. Alejandra,

    Es muy impresionante como vos sabes lo que sienten – y deberían sentir – estos pobres pibes. Lo que demuestra que vos también te pareces a los héroes griegos en el sentido por lo menos en su amor por la fatalidad. Para vos, como para ellos, el destino ya está escrito y no hay escapatoria posible. Eso lo prueba que hables de la «apropiadora», antes de que la justicia termine su labor. Tampoco me sorprendería saber que llegaste a tu conclusión sobre estos pibes, aún antes de escucharlos.
    Yo tengo 30 o sea que tengo más o menos tu edad. Me gusta leerte porque son tan distinta a mí pero me también me da mucha pena porque solo tenes certezas… y sos muy joven para eso. Las certezas son propias de los viejos.

    1. Es increíble. Siempre me quedan unas palabras colgadas. La falta de cuidado es un signo de que me tengo que ir a dormir.

    2. Francisco:
      Las certezas no son propias de los viejos. Te lo dice uno que está más cerca de la lira que de la guitarra.
      Las certezas son en general patrimonio de los jóvenes de alma sensible. Y de los adultos que los adoctrinan.
      Hay en el mundo muchísimos jóvenes dispuestos a inmolarse por certezas indubitables…

      1. Como en la matemática o física teórica, en que todo se complicó cuando Heisenberg enunció el «Principio de incertidumbre».
        Hitler no le creyó: la maquinaria tecnológica era de arios, la física teórica era de judíos.
        Perdió la tecnología. Se impuso la incerteza.
        Uf, qué complicado es este mundo…

  3. Nunca, pero jamás, en la vida, ví a dos personas, no solo una, menos convencidas y más digitadas en un discurso. Era tan obvio que esas palabras no solo no eran de ellos (lo cual no tendría nada de raro, sería lógico que las haya redactado un abogado para no «meter la pata» con cuestiones de la causa, aunque se les pasó una incongruencia con un escrito de la propia Ernestina en Clarín en 2003, días después de salir de cana en la que no la metió un Kirchner que todavía ni siquiera existía), cuanto que estaban dotadas de un tinte actoral y enfático por demás asombroso. Uno duda: por un lado, entiende que las palabras les hayan sido redactadas; por el otro, quizá podrían haber determinado algunos puntos y largarse a hablar desde verdaderamente el corazón. Hasta por ahí les hubiera ido mejor.

    Yo no tengo casi ninguna duda de que sienten cariño por Ernestina. Pero eso no justifica no dilucidar el hecho. No es desición de ellos: recordemos que los DDHH son irrenunciables e indisponibles, uno de ellos, la identidad. Por ende, deberán ponerse al tanto y una vez que sepan quienes son, podrán hacer lo que les venga en gana.

    1. No se. Yo no testificaría en contra de mi vieja aunque eso signficara ir preso.
      El derecho a la identidad no es de los terceros, sino de los sujetos, ellos son los que deberían impulsar el tema, si no quieren colaborar son ellos los perjudicados. Si se van del país habría que extraditarlos y traerlos con grilletes?
      Por otro lado, en el caso de las violaciones, la extracción de pruebas del cuerpo de la víctima no es obligatoria, debe ser consentida.
      Es mi opinión personal, pero no soy abogado, así que a lo mejor es una huevada.
      Políticamente, ojalá que la definición del caso se postergue un año y medio más.

      1. Nadie pide que testifiquen en contra de ella. No podrían, de hecho, siendo que a la época de la presunta comisión del delito Marcela y Felipe tenían días apenas.

        El derecho a la identidad está en cabeza de quien lo porta, desde ya. Pero si al estado llega una causa, y está llegó, y mucho antes de que Cristina se convirtiera en conchuda. A partir de ahí, el estado está obligado a hacer lo necesario para llegar a dar con la identidad de la persona, está obligado por los tratados internacionales de DDHH.

        El caso de las violaciones es distinta, en el caso de Marcela y Felipe hay una ley que dice que se tienen que hacer los análisis obligatoriamente, analizarlos en el Banco de datos genéticos, compararlos con todos los datos existentes en el banco. De hecho la extracción ya se la hicieron, ahora se discute donde y con que compararlos.

        Politicamente, pregunto: ¿a quien le va a echar la culpa Ernestina de su primera detención, en 2002? Me parece que hay, obvio, ganas del gobierno de que sean apropiados los pibes. De ahí a creer que por eso el gobierno va a ganar en 2011, me parece que hay un trecho largo. ¿Que, los que no votaron en 2009 van a votar por Kirchner en base a que Ernestina se apropió de dos pibes? Mmmmmmm…

      2. Nada más lejos de la verdad. La identidad no puede ser nunca una cuestión del sujeto, a menos que uno sea un cartesiano empedernido que cree que las identidades se fabrican en el silencio oscuro de la consciencia aislada. Las identidades son fenómenos siempre comunitarios. Somos lo que somos en el relato de nuestras relaciones con los otros. La ficción liberal (insostenible filosóficamente) de que somos átomos que nos juntamos para formar comunidades sólo puede tener sentido como instrumento discursivo, pero es insostenible puestos a explorar si es sostenible en lo real. Todo lo que hemos hecho para descubrir, cerciorarnos, corregir quién es quien en nuestras sociedades tiene que ver con lo que la sociedad necesita saber de cada uno de nosotros: sea en el caso del crímen, como cuando analizan huellas dactilares o chequean tu ADN, o cuando se pone en cuestión quien sos para hacerte nacional de otra patria porque tu abuelo fue hijo de esa tierra. Todo tiene que ver con los otros, la propiedad y el crimen. Si fuera por los meros sujetos, poco se hubiera hecho con el fin de hacer documentación personalizada que testifique quienes somos, o permisos de conducir que certifican (frente a los otros) que quien lleva el volante esta capacitado para hacerlo. Lo mismo con las licenciaturas, los doctorados y otras acreditaciones.

  4. Ha nacido el telepsicoanálisis, nueva disciplina científica, no hace falta hablar con el paciente,ni conocerlo, ni hacer sesiones, ni bucear en su historia, nada,solo basta ver un video de algunos minutos y alcanza para descifrar el «drama» del mismo.
    Claro que esta disciplina solo puede ser practicada por quien además es clarividente y ya sabe con anticipación el resultado de estudios comparativos de ADN que todavia no se han realizado.

  5. Este no es un comentario contra este gobierno, es un comentario contra este sistema.
    Mañana, Clarin comienza a apoyar al gobierno, y se acabo la causa, se acabaron los comentarios, y se cagan todos en «Hijos» y en «las abuelas».
    Ud. lo sabe, yo lo se, todos lo sabemos.

    PD: Ah, y cuando alguien comentase el tema varios contestarían -No entedés, es «Real Politik»

  6. Gus, que fácil que era. Batíselo a Ernestina.
    Mariano T, que raro que un hombre del hampa como Ud. no esté al tanto: la violación es un delito de instancia privada, la víctima puede no hacer la denuncia. Lo que está en juego en relación a los dos pibes estos es un delito de lesa humanidad, imprescriptible. Es por lo tanto la comunidad toda la que se presume para el derecho interesada en la dilucidación de la verdad. Ellos no están obligados a declarar en contra de su madre adoptiva, pero no pueden obstaculizar el accionar de la justicia impidiendo que se constituyan pruebas.

    1. Si, viejo, es así de facíl, y no tiene nada que ver con la legitimidad o no de la causa invocada.Pero sabés que acá las cosas funcionan así.
      Ahora, yo no corto ni pincho, supongo que vos tampoco, si más allá de las diferencias de ideologías (que seguro son pocas) y de las diferencia de implementación politica(que seguro son muchisimas).
      Sostenemos las hipocresias de los poderosos, como quien banca camisetas en una tribuna ¿Nos queda algo?

      1. Recién hoy encontré tu respuesta. Bueh, supongo que el sistema te anoticiará.
        Te digo que no estoy de acuerdo. Porque hoy no sería fácil: sería difícil a la luz de que si las balas de Clarín ya no entran como se temía, el bloque de poder, de sustento del gobierno tiene una conformación que se resentiría gravemente, ademas de deslegitimar su discurso, con la manobra que sugerís. Y que se haría sin ningún beneficio electoral.
        Así que justamente por razones de «real politik» es que creo que tu idea no va.
        Eso sin perjuicio que me da cierta cosa pensar en todos los que me decían que era un gil cuando creía que la Ley de Medios salía. Salió. Pero parece que ahora soy un gil (siempre hay un superado que te lo viene a contar) porque me tomo la Ley en serio.
        PD: Francamente, como militante y como futbolero, te puedo decir que se entender la diferencia. No banco banderas poíticas como la de River. Si así fuera, hubiera bancado al Turco.

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