La esquiva excepcionalidad argentina

La pregunta no es para nada original: ¿Por qué la Argentina era un país «rico» en 1910 y cien años más tarde está muy lejos de la elite mundial? Así formulado, el planteo no dice mucho y suena como una canción demasiado repetida.
Ante la consulta, un «liberal» (¿o conservador?) más o menos clásico ensayará una respuesta automática: las responsables han sido las malas políticas iniciadas con el peronismo en la década del 40. El despilfarro, la estatización, el «cierre» de la economía. Se trata de una argumentación que se parece al sentimiento de la derecha, más que al real análisis de datos puestos en contexto histórico.
Edward Glaeser, profesor de Harvard, formado en Chicago, consideró pertinente hacerse la misma pregunta hace algunos días en el sitio web del New York Times. La respuesta a la caída de la Argentina en el siglo XX tuvo una primera aproximación esperable:
«El peronismo no fue sólo proteccionista, sino que también promovió la creación de grandes empresas estatales y una significativa regulación de la economía. Ninguna de las dos estrategias ha sido particualrmente buena para el crecimiento», señaló Glaeser, quien también se ocupó de indicar que «décadas de inestabilidad política han convertido los derechos de propiedad en inseguros y la inversión en poco atractiva».  Hasta ahí una visión acorde con buena parte del mainstream económico.
Sin embargo, de manera inteligente, Glaeser pareció percatarse de que la respuesta resulta insatisfactoria por sí sola. Decir que la Argentina podía tener un nivel de producción similar al de otros países agroexportadores como Estados Unidos, Canadá y Australia a comienzos de siglo y que luego dejó de tenerlo no explica demasiado.
El economista, experto en cuestiones urbanas, se dedicó a comparar entonces qué ocurría en dos grandes ciudades vinculadas a la producción agrícola a principios del Siglo XX: Chicago y Buenos Aires. Tras un breve repaso de algunas similitudes, detecta grandes diferencias. Así, Chicago aparece como sustancialmente más rica, con el doble de capital por obrero que Buenos Aires y grandes avances tecnológicos -el cierre relámpago, el rascacielos y el lavarropas, por dar algunos ejemplos-. En los Estados Unidos había para entonces un mayor nivel educativo, mientras que un quinto de la población de Buenos Aires era analfabeta hacia 1900.
La piedra de toque para comprender la caída argentina son para Glaeser los bajos niveles de inversión en educación. El especialista se ocupa de destacar que los migrantes rurales que llegaban a Chicago en los albores del siglo contaban con altos niveles educativos a partir de su paso por el sistema educativo del interior americano. Esto no ocurría en la Argentina.
El análisis no deja de ser perspicaz: la Argentina y los Estados Unidos ya eran diferentes incluso cuando competían en niveles de producto bruto y hacían pie en una floreciente producción agraria. Pero a la vez, la explicación del experto de Harvard parece limitada.
Se habla de educación, pero nada se dice, claro, acerca de otros detalles. Tal como lo señala Enrique Arceo en su obra «Argentina en la periferia próspera» (2003), un hecho fundamental en el proceso de desarrollo de los Estados Unidos fue hacia 1862 la promulgación de la Homestead Act, que otorgaba, en forma gratuita, una parcela de 160 acres (64 ha) de tierra pública a quien la cultivase durante cinco años. Según el autor, la norma sella una alianza policlasista. En concreto, se posibilitó a obreros y colonos el acceso a la tierra a cambio de su apoyo a los industriales par una política proteccionista. Esa posibilidad de constituir un agro «igualitario» encontró múltiples dificultades en la práctica, pero no hubo ya lugar para que el gran capital agrario tuviera un lugar hegemónico en aquella sociedad.
Con diferencias históricas y políticas, aquella fracción tampoco logró dirigir en forma casi indiscutida el proces político y económico ni en Canadá, ni en Australia. Por lo que, en términos de Arceo, «los intereses inmediatos del capital agrario (…) quedan subordinados a las exigencias de ampliación y diversificación de la estructura industrial».
Sin resultar una respuesta concluyente en un proceso tan complejo, el enfoque parece ayudarnos un poco más a entender, entre otras cosas, por qué el cierre relámpago fue inventado al Norte del Río Bravo.

Publicada en Buenos Aires Económico de hoy.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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13 comentarios en «La esquiva excepcionalidad argentina»

  1. Escriba, no tengo tiempo ahora de leer el laburo original. Por lo que transcribís aquí, me parece un poco pobre… la cesión de parcelas de tierras crea una estructura económico social completamente diferente de la Argentina. A 60 ha un campesino y su familia tenían que sacarle rinde sí o sí. Tienen que formar sociedades, cooperativas, o lo que sea. Invertir en tecnología. En Argentina en esa época ya había pocos propietarios que concentraban miles y miles de hectáreas de tierras potencialmente productivas, y que no necesitaban alto rendimiento para ser económicamente viables. Las diferencias en inversión educativa me parecen una obviedad. Pero creo que hay una diferencia sustancial en el modelo de capitalismo rural, mucho más concentrado que en Argentina. Sospecho que hay un pequeño factor que es cultural que también contribuye a estas diferencias: los colonos norteamericanos de la década del ´60 (s XIX) eran inmigrantes/laburantes. Los terratenientes argentinos eran semi-fascinerosos que incrementaban sus fortunas y posesiones haciendole la guerra a los habitantes originarios de estas pampas. Y fueron (después de todo) los antepasados de una oligarquía en el modelo de Isidoro Cañones… será que todo esto no tiene nada que ver? Una nota más: en la sociedad americana del s. XIX ya había una idea clara de que el progreso estaba atado al desarrollo industrial y no agrícola. Es una sociedad formatada por la noción de progreso post-revolución industrial. El crecimiento agrícola era necesario en una primera fase para capitalizarse, pero no era un objetivo en sí mismo creo… Saludos

  2. El acceso fácil a la tierra como productor independiente tuvo otra consecuencia decisiva para el desarrollo del capitalismo industrial en los EE.UU. El hecho de que el obrero pudiera abandonar la fábrica y la ciudad para irse como agricultor forzó a pagar salarios comparativamente elevados. Ese nivel salarial sólo podía sostenerse por parte de los capitalistas con un aumento fuerte de la productividad, lo que exigió la incorporación de la maquinaria más adelantada (en términos de un conocido autor, se reemplazó el aumento de la plusvalía absoluta por el aumento de la plusvalía relativa). La industria se desarrolló con un grado de adelanto técnico comparable e incluso superior al de las potencias económicas de la época. Por otra parte, la consolidación de una numerosa clase de farmers permitió un crecimiento del mercado interno que proveyó la otra pata (la de la demanda) al desarrollo industrial.
    En alguna oportunidad me he referido a otro factor: el peso de la Guerra Civil. La derrota del Sur y su vinculación privilegiada con Gran Bretaña, con la caída vertical de la exportación algodonera, suprimió del primer nivel a lo que era más parecido a la Argentina en la economía de los EE.UU.
    Saludos

  3. Hay un factor importantisimo que, creo, se está dejando de lado. Los Estados Unidos de Norteamérica es un país que tuvo en sus comienzos décadas de crecimiento espectacular con impuestos casi cero para los productores. La presión impositiva fue practicamente nula. Incluso cuando el país ya estaba consolidado, los impuestos, si bien obligatorios y con fuertes castigos para los incumplidores, eran mínimos y favorecían el desarrollo. No hablemos de la situación en la Argentina: cuando un negocio va en auge, se le pone un impuesto para frenarlo.

    Gustavo

  4. El titulo que nos propone Escriba es muy bonito,muy literario y al leer el contenido entramos en la atmosfera nostalgiosa de nuestra»pasada grandeza»perdida que en realidad parece que no fue tal,porque sus beneficios fueron aprovechados por un circulo limitado y no por la mayoria de la poblacion,de modo que el refran»todo tiempo pasado fue mejor»aqui tambien demuestra su apariencia y el telon cae prontamente en cuanto la literatura se enfrenta con la ciencia.Dolorosamente hemos avanzado y avanzamos hacia la»universalizacion»de los derechos al bienestar.Y la comparacion con EEUU ha sido motivo de muchos escritos y conversaciones entre nosotros,e involucra aspactos que son muy variados,desde lo politico,lo economico,lo religioso,etc.y que sin duda ayudan a observar errore propios sin olvidar la cuestion de nuestra dependencia economica relcionada con nuestro rol dentro del mercado mundial,en la paz y en la guerra.Hasta la composicion humana de nuestros pueblos incidio sobre su desarrollo,no por una cuestion etnica sino cultural.Nosotros tambien inventamos cosas como la birome segun creo,y la picana electrica,instrumento de torura superios al cierra relampago sin duda.

  5. Gustavo: dos preguntas. Usted habla de presión impositiva casi cero en los EE.UU. ¿Se refiere exclusivamente a los impuestos federales o a los impuestos en general? Si se trata del segundo caso, ¿de dónde ha sacado la información pertinente sobre impuestos federales, estaduales y municipales?
    Gracias.

  6. Es verdad que el desempeño económico de Argentina bajo los 2 gobiernos de Perón fue malo, salvo por los 3 primeros años de fiesta.
    Esos años fueron en todo el mundo la edad dorada del capitalismo, la época de los milagros económicos japoneses, alemanes etc que duraría hasta la crisis del petróleo en los 70s.
    Con Perón tuvimos una recesión y una crisis económica cuando nadie tenía recesiones y crisis económicas.

    Argentina es hoy un país pobre, porque no supimos surfear la ola del crecimiento post segunda guerra mundial.
    Incluso sin redistribución del ingreso, creciendo México o Brasil, en 20 años eliminabamos la pobreza. Somos pobres por haber desperdiciado esos años por rencillas internas, con golpes de estado, malos gobiernos, basicamente inestabilidad política.

    1. Estados Unidos también tuvo recesión a principios de los años 50.

      Me parece que repetís los argumentos conservadores que bien presentó Escriba en la introducción. En realidad es al revés, la Argentina acortó la brecha con los países desarrollados y con nuestro vecino Brasil bajo el gobierno peronista. Si vamos a mencionar míticas oportunidades desperciadas deberíamos enfocar más a la república conservadora y radical, y no tanto a la peronista.

    2. Corrijo: en 1949 fue la recesión en Estados Unidos, después tuvieron otra en 1954. Eso de que no hubo recesiones en el mundo durante el gobierno peronista es otra figurita de los conservadores.

  7. Ariel: ¿No estamos diciendo más o menos lo mismo?
    Andrés: Muy bueno.
    Gustavo: ¿Cómo cuál? La evasión es enorme en la Argentina.
    Isabel: Ha habido inventos argentinos, es cierto…
    Lurker: No coincido. Fijate el crecimiento 63-75, con quilombo y todo siempre para arriba.
    Saludos

  8. Está buena la nota, Escriba. Igual, esas causas tienen todas más de 100 años y a esta altura ya no son tan relevantes. Con el aceleramiento histórico que hay es posible crear las condiciones para el desarrollo y desarrollarse en menos.

  9. Creo que uno de los grandes» inventos»conceptuales es que somos excepcionales.Estamos compartiendo los rasgos de este mindo posmoderno y sobre todo de esta Latinoamerica que busca un camino de mayor independencia.

  10. algunos aluden con sorna y suspicacia la posibles limitaciones de argentina atribuidas a su condicionante «cultural!, lo cual, desde mi punto de vista es mas que discutible y peligrosamente fácil de aceptar y por supuesto dando por sentado de que no son inocentes !., en fin son cuestionen que yuxtaponen divergencias que mueven y comenzaron grandes debates donde solo pueden ser entendidas en el seno contextual que las origina, ahora yo no se que subyacen estas cuestiones-son mas que entretenidas quizás- y no quisiera extenderme demasiado de estos temas por la misma razón que no tenemos el techo o el «clima» para consensuar conclusiones, ahora hasta resultaría tendencioso pretenderlas a esta altura del partido. los niveles de debate a los que nos tuvimos que someter actualmente evocan viejos trasfondos que en nuestra sociedad constituyeron verdaderos tabúes y uno de estos ejemplos son, como bien algunos hicieron mención, pensarnos como país y en consecuentemente abordando viejos temas que creíamos obviados o que teníamos noción de ellos, creo que lo estamos viviendo como realidad cuya motivación es mas que insinuante, es además una muestra de que no podemos ignorarlas y hacer oídos sordos porque tenemos mucho por reflexionar y bueno a pesar de todo veo a mi país mejor parado y mas maduro que hace cien años, al menos es saludable sentir mover ápices a esta suerte de colofón mediático que tenemos que a muchos no nos deja de sorprender, y como bien decían Latinoamérica por primera vez esta en búsqueda de su propio camino!!
    Por nada del mundo quisiera ser interpretado como reaccionario al tema de debate ya que es mas que interesante, solo pienso que deberíamos dejar de lado las viajes antinomias y trabajar en pos de nuestro bienestar y prosperidad y que quede claro para todos aquellos que bastardean al peronismo quisiera aclarar que mi familia lo es yo no me considero un fundamentalista pero siempre me moví bajo esta convicción, la de que no existe política posible por encima de los intereses del pueblo!!

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