La irreversible “chavización” del kirchnerismo (2).

A medida que se caen como cartas de un castillo de naipes los pronósticos agoreros vertidos por la oposición política y mediática sobre el futuro económico y social del país, van apareciendo las nuevas intentonas de esos mismos protagonistas por amedrentar a los votantes de la presidenta (los que según todas las encuestas aumentarán para octubre) tanto como a quienes no lo son ni lo serán. Esta oposición político-mediática no sólo no pudo convencer al electorado con sus argumentos sino que muchos de sus miembros quedaron presos de esas mismas falacias, girando en un círculo vicioso con su discurso autista, y por lo tanto asumieron que el fin del “kirchnerismo” (no del peronismo) estaba a la vuelta de la esquina. Por eso se sorprendieron el 14 de agosto con el triunfo avasallante del oficialismo, como expusimos aquí mismo en ¿Sorpresivo triunfo arrollador de Cristina?. Pero estos mismos opositores consuetudinarios, luego de padecer la pesadilla de la derrota aplastante en las P.A.S.O. y la debacle de sus trasnochados argumentos, comenzaron a balbucear de apuro justificaciones de su debacle, las que además mutaban día a día. Poco a poco se fue reciclando un argumento trillado y ya utilizado contra Néstor Kirchner, que los opositores (liderados por las plumas más caras de los diarios Clarín y La Nación) repiten, y que podemos resumir con el título que ya utilizamos aquí el 25 de abril último, y que reciclamos hoy. No obstante, vale aclarar aquí que no consideramos que esta chavización del gobierno vaya a darse, porque, como decíamos entonces, “no se debe, por cierto, a que el kirchnerismo-cristinismo en esta coyuntura vaya a desembocar irremediablemente (en forma voluntaria o no) en su chavización ya que, como hemos visto, se trata de un proceso imposible por lo contradictorio en sí mismo. Lo que el título postula es que el poderoso polo opositor mencionado, debido a su carencia de alternativas políticas y discursivas, “irreversiblemente” terminará construyendo un relato que sólo apele a la demonización del gobierno: a su “chavización” (en los sesenta y setenta era el cuco socialista “castrista” o “guevarista”, hoy es el cuco “populista” y “chavista”). La chavización provendrá de la coalición opositora: no es un proceso interno del kirchnerismo sino un “sambenito” colocado por sus censores político-mediáticos”.

Pero hoy vemos que este gastado argumento ha sido remozado, reciclado en esa falacia repetida hasta el hartazgo (frente la previsible ratificación en octubre del triunfo inédito del gobierno del pasado agosto) de que no es beneficioso para la democracia que el gobierno tenga mayoría propia en el congreso (?). Tamaño despropósito sería rechazado de plano por cualquier periodista, político o panelista -por más neófito que sea- si no fuera que cuenta con el auspicio y la protección del conglomerado opositor que definimos en aquella oportunidad como “el cartel mediático-político, alianza efímera o “U.T.E. (unión transitoria de empresas) antikirchnerista” y dijimos que apelaría “a su poder tanto espacial como humano, a sus emisores convencidos, a los meros obedientes e incluso a los funcionales, y tratará de imponerlo como relato hegemónico”.
Ante el evidente fracaso de las endebles acusaciones opositoras que relevamos en aquella nota,  la élite ideológica pergeñó una variante del fallido argumento de la “chavización” del cristinismo. Ahora se trata de postular que hay que «democratizar» el congreso, equilibrando el poder “omnímodo” de un poder ejecutivo cristinista. Una recorrida por algunas frases o párrafos de editoriales y opiniones recientes de esta intelligentzia «republicana»  nos aclarará el panorama:

Carlos Pagni postula que:

«la renovada ley del imperio kirchnerista.
la decisión de Cristina Kirchner de rediseñar, a partir de su victoria en las primarias, el mapa de sus aliados y adversarios.
 los diarios que se atrevan a criticar al Gobierno, convertidos por la magia verbal del ministro del Interior en enemigos del sistema democrático.»

Ver: Los nuevos ejes de la campaña oficial

 

«Al confundir una regla de validez -la de la cantidad de votos obtenidos- con un criterio de verdad, se vuelven menos tolerantes con las críticas. «

Ver: La gran paradoja de Cristina

 

«La historia ayuda a pensar. En 1951, Juan Perón, que venía de cerrar La Prensa y de militarizar a los ferroviarios, se reeligió por el 62,5% de los votos. El respaldo le sirvió para terminar con el poco pluralismo que quedaba en la Argentina.
Es el peligro con que amenaza el desequilibrio de poder.»

Ver: 1951-2011: Las lecciones de la historia

 

«las sociedades que no cuentan con una alternativa a quienes las gobiernan pagan las consecuencias de ese desequilibrio de poder.
La asimetría del 38% anticipa que el kirchnerismo verá facilitadas sus pulsiones cesaristas. El balance de poder en el Congreso, por ejemplo, volverá a la frontera de 2007
La carencia de una alternativa de poder se proyectará también sobre las relaciones entre el Gobierno y la sociedad civil.
no se trata de competir con otro partido, sino con el aparato del Estado, administrado con espíritu faccioso.»

Ver: La renuncia opositora a cambiar la historia

 

«El llamado a la unidad nacional puede ser un reflejo autoritario por el cual la señora de Kirchner termine identificándose con la Nación y condenando al rincón de la «antipatria» a quien se le oponga.» 

Ver: Para Cristina, un éxito sólo de ella y de Néstor

 

Joaquín Morales Solá agrega que:

«Si fuera esta última corriente la que prevaleciera, es probable que a la Argentina no kirchnerista (que es la mitad del país) la aguarden épocas de insoportables intolerancias, de arbitrarias persecuciones y de insistentes campañas mediáticas
Una de las peores consecuencias de las victorias oficialistas argentinas es que los jueces también quieren formar parte del cortejo de los vencedores.
La Justicia, como un valor social, es también una víctima cuando el republicanismo resulta tan despreciado
El kirchnerismo ha tenido, hay que reconocerle, una enorme capacidad para poner en funcionamiento los mecanismos del fanatismo y para despertar los viejos rencores sociales, latentes durante décadas
El fanatismo está, en cambio, incapacitado para esforzarse en el necesario intento de comprender los inestables movimientos sociales. Es el reino del dogma, por las buenas o por las malas.»

Ver: Una presidenta y dos versiones posibles

 

«Dice que los próximos objetivos por batir del Gobierno serían, ahora más que nunca, el periodismo independiente y algunas, pocas, instancias judiciales. 
Se habla de una guerra inconclusa contra el periodismo, que debe resolverse con otra victoria.
Es la arrogancia de la victoria.
La prensa es más frágil que la Corte, pero tan necesaria como la Justicia. El control del periodismo por parte del poder político es un camino trágico, que termina siempre en el control de la libertad.»

Ver: La prensa y la Justicia, en la mira del poder

 

«Ocurrieron ayer dos cosas. La primera fue la noticia de que la Presidenta confirmó su arrasador triunfo del 14 de agosto . La segunda fue otra confirmación: la oposición debe, según el Gobierno, quedarse callada, y los diarios no deben hablar de ella.
Conclusión: para la teología del kirchnerismo, el periodismo debe hablar sólo de la Presidenta y olvidarse, para bien o para mal, de que existen opositores. La democracia argentina anda, así, por una pendiente.»

Ver: Adelantos de lo que vendrá

 

«Cristina Kirchner camina no sólo hacia una victoria, sino también hacia una enorme concentración de poder en sus exclusivas manos. El poder disimula el vacío propio y se beneficia del ajeno. La Presidenta contará con mayoría propia en las dos cámaras del Congreso si se cumplieran los actuales pronósticos de las encuestadoras más serias del país
Es difícil encontrar tanto poder eventual en una sola persona en la historia de la nueva democracia argentina.
El kirchnerismo empieza y termina en Cristina Kirchner. Ella no tiene partido ni gabinete ni equipo. No le deberá nada a nadie, salvo a sus votantes, si es que aceptara esa deuda. Está sola en medio de un océano de poder. Puede girar a la izquierda o a la derecha. Puede ofrecerles a los británicos la paz o la guerra. Puede tenderle un puente al extravagante y ofensivo presidente iraní, después haber hecho todo lo contrario en los últimos años. Ningún país se siente seguro cuando todo depende del humor de una sola persona.
La ilusión de un poder absoluto y largo es inherente al poder.»

Ver: El Gobierno prefiere el vacío

 

Luis Majul aporta diciendo que:

«Pero hay un peligro mayor todavía. El peligro de que, con semejante victoria y casi ningún contrapeso, disparates como la manipulación de las estadísticas oficiales, los hechos de corrupción ostensibles y la sistemática persecución a sindicalistas, empresarios, medios y periodistas que no piensan como el Gobierno pueden continuar y crecer todavía más, porque no van a recibir castigo de ningún tipo. «

Ver: Tras la paliza, el peligro

 

Mariano Grondona advierte que:

«porque apuntan en dirección del hiperpresidencialismo que procuró Néstor Kirchner y que su esposa podría consolidar ahora en medio de la euforia de su triunfo. El equilibrio de los poderes que imaginó Juan Bautista Alberdi sin abandonar por eso un sesgo «presidencialista» aunque no «hiperpresidencialista», podría verse seriamente comprometido a partir de ahora si Cristina no siguiera el famoso consejo de Winston Churchill ( » En la victoria, magnanimidad » ) y se dirigiera, en cambio, hacia la confirmación de un régimen de partido dominante , en violación del equilibrio republicano entre la presidencia y las instituciones creadas para moderarla, como el Congreso, la Justicia, el federalismo, la prensa libre y la oposición.
Poseedora de la totalidad del poder, la Presidenta se encuentra hoy frente a un dilema que solamente ella podrá resolver. Puede afirmarse como una presidenta autoritaria si, apoyándose en las extraordinarias cifras de las elecciones primarias, decide acentuar la concentración del poder en torno de su persona. O puede convertirse en una presidenta republicana si, prolongando el mensaje de moderación que difundió en la campaña, decide avenirse a las instituciones democráticas.» 

Ver: ¿Adónde irá Cristina a partir de su triunfo?

 

«Algunos observadores han señalado que este gran avance del kirchnerismo lo pone en camino hacia la conformación de un régimen de partido único como el que manejó el legendario Partido Revolucionario Institucional (PRI) entre 1929 y 1989, antes de que en México volviera la democracia. Tal comparación nos parece insuficiente porque durante la larga primacía del PRI no hubo reelección presidencial, ya que los jefes de Estado eran reemplazados puntualmente cada seis años, por lo cual en México no sobresalió el protagonismo de una misma «persona» sino de un mismo «partido».
Quizá la mejor etiqueta que podríamos aplicarle a nuestra situación actual sea una que apunta no ya al predominio de una sola organización sino al predominio de una sola persona , en el caso actual la presidenta Kirchner, cuyo liderazgo acaba de ser ratificado en las elecciones primarias del 14 de agosto con el 50 por ciento de los votos.
un nombre a esta singular situación de poder, lo que vuelve impetuosamente a la memoria es la palabra unicato,
El «unicato» apunta a describir aquellas situaciones en las que una persona domina por entero el sistema político; una situación que, pretendida infructuosamente por Juárez Celman, fue desplegada por el general Roca a veces desde la Presidencia y a veces fuera de ella entre 1880 y 1904, nada menos que por 24 años.
En la cumbre de su exaltación, la señora de Kirchner tiene tres caminos por delante. El primero, la pretensión «eterna» de una serie interminable de reelecciones por encima de la Constitución. El segundo, un viraje republicano a la manera del segundo Perón que ya no le ofrecería un trono sino un pedestal. El tercero, un «trasvasamiento generacional» en favor de su hijo Máximo.» 

Ver: Cristina tiene ahora tres caminos por delante

 

«Desde 2003, el objetivo de los Kirchner siempre ha sido la perpetuación en el poder. Si bien este objetivo no es compatible con la limitación de los plazos presidenciales que prescribe el espíritu republicano de la Constitución, el hecho es que, con las elecciones primarias del 14 de agosto, la Presidenta ha dado un paso importante en esa dirección.
Diciendo que, en tanto que la perpetuación en el poder fue para Néstor Kirchner y es ahora para su viuda un objetivo final , el «horizonte» en función del cual ambos se han movido, hoy la Presidenta avanza en busca de él mediante una sucesión de pequeños pasos destinados a ejecutarse uno tras otro en el corto plazo.
En las democracias inmaduras como la nuestra, por lo tanto, los efectos del populismo no disminuyen abruptamente de clase en clase.»
Ver: La Presidenta, entre la demagogia y la moderación

 

Eduardo Van der Kooy insinúa que:

«El horizonte político de la Argentina estaría permitiendo vislumbrar un futuro de amplio dominio peronista. 
Un partido bien anclado ahora a las estructuras económicas y políticas del Estado. Quizás, una rústica copia del otrora hegemónico PRI mexicano, demorada en el tiempo.»

Ver: La rara escena de una no campaña

 

«El verdadero dilema podría suceder a partir de diciembre cuando Cristina y los K reasuman su tercer mandato con un enorme y legítimo poder sin contrapesos, sin proyectos y sin liderazgos visibles en el arco opositor.
Habría una tendencia, en varios dirigentes, de atender de nuevo al peronismo, esa geografía política abarcativa de casi todo.»

Ver: La oposición se agota entre gestos de desesperación y de impotencia

 

«La fotografía del domingo demostraría un desequilibrio de fuerzas –que deberá ser ratificado en octubre– desconocido desde 1983. 
La pelea por la Presidencia se ha convertido en una quimera. Pero la futura conformación parlamentaria tendría un enorme valor frente al desnivel político que atisban los resultados del domingo.
En especial cuando el gran actor es el PJ . Las victorias avasallantes causan también importantes deslizamientos parlamentarios en beneficio del triunfador.
Habrá que ver si lo que no pueden ordenar los dirigentes lo ordena la sociedad a la hora de votar, sobre todo pensando en el Congreso.
La oposición partidaria no figura en ningún manual político del kirchnerismo .»
Ver: El doble dilema opositor: competir en noctubre y pensar para después

 

Vemos entonces que, según estos impolutos “ideólogos republicanos” lo mejor que le puede pasar a un gobierno democrático es que el poder esté distribuido equitativamente entre todos los partidos políticos existentes (aunque sean dos) o, al menos, entre las distintas tendencias ideológicas posibles. Si nos toma distraídos, este argumento es racional, lógico, hasta aceptable, pero el problema comienza si se nos ocurre preguntar qué pasaría si los gustos de los votantes no se distribuyen tan “equitativamente” como estos ideólogos pretenden que sea la realidad popular… Es decir, ¿cómo deberían distribuirse las bancas del congreso nacional si un partido cuenta con el (exageremos) 90% de los votos populares? ¿Un gobierno surgido de una votación tal que le otorgue mayoría e incluso quórum propio en ambas cámaras es menos democrático que uno surgido con el mínimo de votos posibles (40% de votos a la presidencia)? Si el 90% de los votantes decide que, digamos, Elisa Carrió o Eduardo Duhalde (o por qué no el general Bussi) sea presidente de la república y le otorga (fruto de esa votación) una mayoría apabullante en ambas cámaras ¿esos ideólogos dirían que su gobierno sería perjudicial a la república porque no hay equilibrio de poderes en el congreso? De ser así, ¿entonces deberíamos descartar del voto a, digamos, un 40% de los ciudadanos y forzar el ingreso de diputados opositores al congreso (por ejemplo: kirchneristas y del Partido Obrero) por el bien de la república y la democracia? ¿O deberíamos convocar nuevamente a elecciones hasta que se produzca un equilibrio utópico de fuerzas en el congreso que no represente la voluntad popular original? Es decir que, según estos republicanos de café, cuanto más democrático sea un gobierno (es decir: un reflejo más fiel del pensamiento o la voluntad del pueblo) menos republicano será… Esta última afirmación es tan clara que hasta un chico de primaria la compartiría, pero también vemos que representa lo mismo que la afirmación desde la que partimos en este tramo de la nota: “lo mejor que le puede pasar a un gobierno democrático es que el poder esté distribuido equitativamente entre todos los partidos políticos existentes (aunque sean dos) o, al menos, entre las distintas tendencias ideológicas posibles”… y no de la voluntad popular del momento.

Esto no pasaría de desnudar una falacia que repiquetea en muchos medios, esquinas y bares y que ya llegó al sentido común criollo, si no fuera que es la piedra basal desde donde se parte para denostar a gobiernos como el de Chavez en Venezuela, el de Correa en Ecuador y el de Evo Morales en Bolivia; los que, curiosamente, se cansan de ganar elección tras elección pero que el establishment político-económico mundial tilda de dictaduras o gobiernos autoritarios y no republicanos…

Un agravante lo constituye el hecho de que desde el 14 de agosto vemos que el futuro gobierno K contaría quizás con una mayoría propia -aunque limitada- en diputados y senadores por primera vez desde 2003, y ya se puede atisbar el argumento fundamental para acusar al kirchnerismo-cristinismo de autoritario y asociarlo a aquellos gobiernos populares de la región. No falta mucho para que presenciemos la acusación indiscriminada de “chavista” a Cristina Fernández, sus funcionarios y sus medidas de gobierno, lo que nos recuerda la acusación de nazi o fascista al primer peronismo. Para ejemplificar esta previsible estigmatización de autoritario al gobierno, podemos remitirnos a los cables revelados por WikiLeaks relacionados con Argentina donde políticos, empresarios, economistas, periodistas y funcionarios argentinos la utilizan para lapidar al gobierno ante la mirada «desinteresada» de los funcionarios estadounidenses, tan ávidos de encontrar autoritarismos en gobiernos que no se arrodillan ante sus pretensiones (ver las traducciones completas de algunos de esos cables en mi blog, en la sección WIKIPIS (el WikiLeaks del Basurero Nacional)).

Por eso, para no enredarnos en esta próxima y bizantina discusión (que ya apareció antes de las elecciones y que llegará a su clímax en un par de años) es conveniente señalar claramente que para que el próximo gobierno de Cristina Fernández no sea tildado de chavista o autoritario deberá resignarse a gobernar con las manos atadas, pidiendo permiso antes de dar cada paso a los demás partidos políticos, a los medios de difusión, a los empresarios, a los oligopolios o monopolios y a veces a los embajadores de otros países… aunque él mismo represente al 40%, 60%, 80% ó 99% de los ciudadanos argentinos.

Acerca de Basurero

Soy un basurero interesado en Antropología, Historia Argentina, Política, Economía Política, Sociología, idioma Inglés, Fotografía y Periodismo, y culpable confeso de ejercicio ilegal de estos temas en mi blog.

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22 comentarios en «La irreversible “chavización” del kirchnerismo (2).»

  1. En una cosa estamos practicamente de acuerdo: la oposición no existe, es invotable. Entonces muchachos, ¿porque no gastan su tiempo, materia gris y tinta en proponer como construimos una Argentina mejor, en lugar de hacer leña del arbol caído?

    1. El problema no pasa por si la oposición política partidaria existe o no, si es eficaz o no, si equivoca su estrategia electoral o no; el problema radica en la estrategia de la oposición corporativa y mediática (oligopólica) que es capaz de propiciar tanto el voto a un determinado candidato como la movilización contra el gobierno argentino (ecuatoriano, boliviano o venezolano), lanzar una campaña destituyente (o directamente golpista) contra un gobierno legítimo o fogonear a una embajada extranjera contra un gobierno que no le sea sumiso. Y no hablo de la actualidad solamente, sino de los tiempos que pueden venir…

  2. No entiendo. Que queres que escriba grondona? Que hay que reformar la constitucion con reeleccion eterna ? , que es necesaria una reforma agrararia ? .

    1. La historia reciente, y la no tanto, nos muestra que los medios citados no sólo influyen por la cantidad de medios que pertenecen al «cártel» mediático opositor sino por el poder al que representan y su capacidad para influir en la historia argentina, historia que tanto nos enseña sobre la materia.

  3. Que ejercicio de masoquismo, existen otros diarios aparte de La Naciòn, que por otro lado hace como cien años que editorializa en la misma linea.Cual es la novedad?
    Tenes otros diarios donde hablan maravillas del gobierno. El pensamiento ùnico es muy feo, che.

    1. Hay algo que parece bastante claro en la actualidad, el tándem Clarín/La Nación (y sus adláteres) parecen estar dispuestos a todo con tal de mantener el poder histórico que detentaban hasta ahora, el que incluía el congelar leyes, deponer ministros y hasta presidentes, o cobijar dictaduras y cortejar embajadas. Nuestra historia está llena de este tipo de maniobras destituyentes, editoriales antidemocráticas y desinformación intencionada a cargo de periodistas y lobbistas como los citados en el texto. ¿De qué otra manera debe leerse frases como: “En 1951, Juan Perón, que venía de cerrar La Prensa y de militarizar a los ferroviarios, se reeligió por el 62,5% de los votos…. Es el peligro con que amenaza el desequilibrio de poder.” «La democracia argentina anda, así, por una pendiente.” «Es difícil encontrar tanto poder eventual en una sola persona en la historia de la nueva democracia argentina.» «Puede afirmarse como una presidenta autoritaria.» «El “unicato” apunta a describir aquellas situaciones en las que una persona domina por entero el sistema político…»
      Después de los festejos de octubre y la reasunción de diciembre vendrán los ataques y la consolidación de este discurso, como pasó en otros países sudamericanos…

      1. Basurero:
        ¿Son realmente tan importante para la estabilidad de un gobierno los editoriales de La Nación y Clarín, cuando los grandes poderes: financieros, obras públicas, petroleros, mineros, del juego, grandes industrias, innumerables medios privados, juegan para la presidenta, siendo en algunos casos socios del gobernante.?
        Si generalmente se ha denunciado a esos poderes como quienes han fogoneado golpes de Estado en nuestra historia, creo que ahora no hay por que preocuparse.

    2. Si los pensamientos son diversos en pos de un crecimiento de un país en todos sus aspectos y sobretodo que sean en beneficio de la gente que vive en ese país está perfecto, me sumo a que la pluralidad le da el sentido a la democracia, ahora si tenemos un pensamiento como el descripto y otros (varios) que lo único que quieren es voltear como sea a este pensamiento para favorecer a unos pocos que incluso son los que tuvieron el poder de facto de casi toda la historia argentina marginando a millones de personas, despojandolas de cultura y conocimiento y hasta despolitizandola no lo dudo un instante de quedarme con un solo pensamiento.

      1. Dale Damián matizá un poco , por que sino la peli no es creible, se convierte en un panfleto ,acordate que cuando Nestor consiguió que Repsol le regale el 25% de YPF no se la dio al pueblo argentino para su «felicidad» sino a un amigo sureño y si te fijas en los gobernadores del PJ que roden y apoyan (hoy) a Cristina están mas cerca de La Nacion que de Tiempo Argentino.

      1. Pero bien que les gustaba sobarsela a Magnetto cuando estaba en la cama con Nestor y la Presidente, eh. Ahora qeu se terminaron el amor, es decir la guita y los negocios, entre la «prensa destituyente» y los patriotas K,cacarean como dos viejas despechadas.

  4. No olvidemos que estamos hablando de un gobierno de origen nacional y popular, y nuestra historia muestra claramente que lo que diga La Nación y Clarín (y ahora su gran conglomerado mediático y medios adheridos) sí tiene influencia en los acontecimientos políticos. Si no pregunten a otros gobiernos nacionales y populares (o al menos de origen democrático) Raúl Alfonsín, De la Rúa, Rodriguez Sáa, Duhalde, etc. etc. (sin ir más atrás y ver las presidencias de Illía, Frondizi y demás). Que el gobierno actual se maneje bastante bien políticamente en medio de los enormes intereses que aún pugnan por seguir gobernando el país, no quiere decir que ante la menor distracción o error suyo (la 125, por ejemplo) se vea el poder destructivo y antidemocrático de ellos. A eso apunta la nota, a que estemos atentos a la muy probable recurrencia del poder de esos intereses, que no son los de la población (antes se decía «pueblo»)..

  5. Astroboy:
    Además de agradecerte el semi insulto (que oculta las razones o pruebas de lo afirmado, salvo que falten…), te invito a averiguar más sobre la relación y aprietes entre los «Magnettos» y los gobiernos argentinos (hay varios libros al respecto), y leer en los «WikiPis» de mi blog la próxima traducción que voy a publicar del WikiLeaks sobre las charlas de los muchachos de Clarín y el embajador de los EE.UU. para conocer la relación del grupo con los K.

    1. Basurero: la vida es corta como para gastarla en potenciales insultos que agradecerias, y mas corta aun como para leer tu blog. Segui creyendote tu propia historia que Magnetto se les metio en la cama sin permiso y que Nestor, Cris y la tropa de otros ex-menemistas conversos combaten cuerpo a cuerpo contra las corporaciones diabolicas. Uds, conversos politicos de ocasion, son quienes tienen que explicar en todo caso porque eran leales a Magnetto hasta casi ayer nomas. Segui caminando por la sombra.

      1. Veo que tu conocimiento de la historia argentina de los últimos 40 años es tan escasa como prejuiciosa tu visión del presente, por eso para no confrontar tu visión del poder de los medios hegemónicos con la mía (cuya historia política no conocés e igualmente caracterizás), te recomiendo escuchar lao que dijo José Pirilo (ex dueño del diario La Razón y ex socio de Magnetto en Papel Prensa), quien conoció de primera mano lo que representa ese poder en nuestra sociedad. Principalmente te recomiendo escuchar atentamente a partir del minuto cinco, donde habla de lo que hacen con los gobiernos que llegan al poder. (Si tu vida es tan corta como para conocer esta parte de la historia argentina, seguí creyendo la fábula seudoizquierdosa que tilda de postmenemista al gobierno y sé feliz… Testimonio de Pirilo aquí: http://www.youtube.com/watch?v=mIIhdut3dpw y aquí: http://www.youtube.com/watch?v=XD1pOXsut1E

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