Las contradicciones entre nosotros y el enemigo y las contradicciones en el seno del pueblo, por ser de distinta naturaleza, deben resolverse con diferentes métodos. En pocas palabras, en el primer caso, se trata de establecer una clara distinción entre nosotros y el enemigo y, en el segundo, entre lo correcto y lo erróneo.
Mao Tsetung
En un muy buen post Federico Montero da cuenta del desarrollo y los efectos del conflicto que por esos días atraviesa al pueblo y al gobierno de Bolivia. Montero encuadra el contencioso en una serie de contradicciones creativas presentes «en el seno del pueblo» boliviano que fueron destacadas por Álvaro García Linera en recientes intervenciones: a) La relación entre el Estado y los movimientos sociales; b) la oposición amplitud del proceso revolucionario y la necesidad de consolidar su dirección indígena, campesina, obrera y popular; c) el choque entre el interés general y el particular, entre la lucha social, común y las conquistas individuales, sectoriales y privadas; y d) la oposición entre la necesidad de transformar las materias primas (la industrialización) y el respeto de la naturaleza el “vivir bien”.
En un intercambio de mails, le comenté a Federico la necesidad de empezar a pensar cuáles son y cómo se desarrollan las tensiones en el seno del pueblo argentino. Esta tarea es mucho más difícil en la Argentina que en Bolivia porque las contradicciones no están inscriptas como tales en la superficie sino mediadas por una serie de dispositivos discursivos e institucionales. Estos dispositivos, que están principalmente ubicados al interior del Estado, tienen una gran capacidad para resolver las contradicciones, evitando que se conviertan en conflictos. Sin embargo, a poco de empezar un nuevo mandato presidencial, es importante pensar cuáles serían las consecuencias para el kirchnerismo si las contradicciones en el seno del pueblo se volvieran contradicciones entre algunos sectores y los mismos dispositivos de mediación.
El previsiblemente aplastador triunfo electoral de octubre deja abierto el interrogante ¿se fortalecerán los dispositivos de mediación o se producirá una redefinición del nosotros (y por lo tanto de los enemigos) del proyecto político?
seria como volver sobre el tema del»consenso»o la»crispacion»…todo dependera de como el proceso socioeconomico absorba o no las diferencias entre los intereses que juegan dentro del mismo.
Lamentablemente esta es la parte que el populismo nunca resuelve, la vomita para adelante o se victimiza cuando finalmente lo golpean luego de haber sostenido estas tensiones mucho mas allá de lo soportable.
Siempre la culpable es la distancia social entre los que están mas arriba y los que están mas abajo, cuanto menor sea esa diferencia mas estable podrá permanecer el sistema. En el caso de Beni, El Acre y Madre de Dios además de acentuarse in extremis estas diferencias, ahora exacerbadas por el gobierno; hay mucho interesado en echar nafta al fuego http://rib-moregeometrico.blogspot.com/2011/10/guerra-del-acre.html.
Entonces esas contradicciones endógenas vuelven pueril y muy vulnerable al popilismo para resolver situaciones conflictivas. Si la hejemonía habría de constuirse a partir de la enunciación del significante vacío que hilvana una gran dispersión de necesidades menores y diferentes, a medida que se van zanjando la demanda general, la multiplicidad de la otras demandas particulares se pueden exacerbar Estableciendo así un gradiente de conflictos internos que pueden llevar a luchas feroces.
Por eso no creo en el populismo, a medida que se van satisfaciendo las demandas generales, estas deberían institucionalizarse y pasar a formar parte del sistema operativo del gobierno. Se deberían naturalizar y respetar sin gastar mayor energía. Ya nadie debe pedir un auto con guiñada o con radio, incluso con aire acondicionado, estas demandas ya forman parte del auto que uno va a comprar, son parte del sistema operativo y nadie las discute.
Sin embargo esto no sucede, el populismo nunca puede dar respuesta, como la revolución a las contradicciones secundarias. Los cuerpos sociales deben de alguna forma ser sostenidos por órdenes jerárquicos, si no estamos discutiendo todo, todos los días desde el principio, eso es la disolución mimsma del cuerpo.
Yendo al peronismo como tercer mandato consecutivo, no hay historia en el país que avale cualquier especulación que se pudiere hacer al respecto. Perón fue derrocado por el stablishmente en una especie de destierro, MAría Estela por las FFAA que limpiaron resto de su mandato. A mendez lo justificó De la Duda y al kirchnerismo lo tenemos con final abierto. Lo más probable es que siga su camino hacia la derechización y que una fuerza de centro izquierda capitalice lo logrado en el ámbito de lo social.
En ese caso la institucionalización vendría por vía republicana y con algunos palos disciplinadores. Pero lo que no me cabe duda es que dentro del pronismo- kirchnerismo se vienen las peleas de la intemperie. Esas sí las conocemos y nunca terminan bien
Charlie: No me parece apropiado establecer un paralelo entre la política y el mercado. Asumir como «natural» que todo lo que venga después ya descuenta que el auto va a tener aire acondicionado, airbags y frenos ABS, no es trasladable en absoluto a la política, presumiendo que el futuro nos encontrará con AUH, matrimonio igualitario, Ley de Medios y etc.
Bien por el contrario, las conquistas hay que sostenerlas cada día de los que vendrán. No son un activo permanente e indiscutido. Por si hiciera falta recordarlo, las conquistas del primer peronismo fueron barridas treinta años después por el menemato y su sucesor bobo con la «flexibilización laboral», a mero título recordatorio.
Y hacia adelante, al acecho y a la espera de vientos propicios, aún les queda la esperanza blanca de Mugricio y los restos del naufragio de Mañeto y su desventurada armada brancaleone otrora conocida como «Grupo A».
Así que suponer que el piso está asegurado, las pelucas.
el tema del POPULISMO ya ha sido analizado en el blog señalando sus aspectos positivos y negativos.En general le asigno como estadio inmadurez democratica,si bien moviliza el interes popular por la politica.Puede ser de izquierda o de derecha,y la dialectica historica sigue desarrollandose con intervencion de otros factores,socioeconomicos.Me parece que su conclusion sobre el futuro,mas alla del correcto»final abierto»,es pesimista innecesariamente.