Myanmar: petróleo, geopolítica y Hollywood.

Desde hace varios meses, el «brazo audiovisual» del Pentágono embate contra la deleznable dictadura que malgobierna la ex Birmania.

Primero fue la cobertura sobre la revuelta televisiva de la rebelión de los monjes azafrán. Luego fue el lanzamiento de la película Rambo 4, pobre desde el punto de vista artístico, rica desde lo geopolítico.

Ahora que un ciclón en Myanmar dejó 100 mil víctimas, la Casa Blanca –al igual que en Rambo 4– comenzó a presionar para que dejen operar a las ONGs humanitarias, caballos troyanos de la CIA. Y hasta el mismo Silvestre Stallone disparó argumentos contra la dictadura birmana que bien podrían describir la actitud de Bush frente a Katrina. Ahora, los bienpensantes de Hollywood, George Clooney, Brad Pitt y Matt Damon, expresan su solidaridad con Myanmar donando 250.000 dólares.

Aunque la limosna es no grande hasta el más santo desconfía, pues los motivos para impulsar esas movidas altruistas en Hollywood distan de ser el puro humanismo.

Es sabido que el Pentágono está intentado remodelar el trazado geopolítico de Asia a fin de rodear a la emergente China. Y en esa estrategia Myanmar y Tibet son claves. Pensaba que la producción de Myanmar se limitaba al opio hasta que leí el libro China y en nuevo orden mundial del investigador argentino Antonio López Crespo.

Allí explica que China en el último lustro ha estado reconfigurando su matriz energética buscando fuentes alternativas a Medio Oriente para conseguir los hidrocarburos que su economía requiere. Como es de suponer, por otro lado, Estados Unidos intenta –por medios lícitos y no tanto– manejar todos esos grifos alternativos para impedir o retrazar el crecimiento económico del dragón.

Las más conocidas fuentes alternativas de China son Sudán, Nigeria y otros países africanos que –hoy por hoy– salen en la sección internacional de los diarios debido a su gran crecimiento económico o por la inestabilidad política que sufren gobiernos aliados de China, como Kenia.

Leyendo a Antonio López Crespo podemos comprender que China otorga importancia estratégica a las fuentes alternativas de energía en otras regiones más allá de África entre las que se destaca Myanmar (que además de opio y arroz, produce gas) y la Venezuela bolivariana. ¿Otro motivo más para que el Pentágono apunte contra Chávez?

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