Uno de los puntos más controvertidos del proyecto en boga, desmentida ya la canallada acerca de los supuestos “dos años de plazo para la revisión de las licencias otorgadas”, es el que se propone dividir en tres partes iguales el espectro radioeléctrico entre estado, ONG´S y gestión privada, con falta envido para cada uno.
El argumento de la armada mediática, y de sus aliados, vasallos y/o subsidiarios es que, en realidad, el gobierno apretaría por quedarse con el tercio correspondiente a lo se denomina ONG´S y, por ende, primaría en espacio de dominio. Como si no fuese útil y provechoso que universidades, sindicatos u organizaciones sociales tengan su lugar. Y, además, sin que nada impida que la Fundación Noble, sólo por citar una de tantas que, sólo a cambio de exenciones impositivas para nada deseadas, colabora con los carenciados, tal su constante, inalterable e inconmovible costumbre, acceda a dichas licencias. Todo ello sazonado con un llamativo cambio de tinte en la ideología editorial -sobre todo de aquellas sin firma- acerca del papel del estado, por ejemplo, pero muy especialmente, en materia económica.
Otra cosa a aclarar es que se trata del tercio del ESTADO y no del GOBIERNO, en ese tercio estatal estan entrando las licencias que le permiten a cada municipio y a cada provincia del pais tener sus propias radios o canales, es decir no se trata de seniales oficialistas ya que no todo el pais tendra el mismo tinte politico que el ejecutivo nacional. Luego podran venir ciertos controles para que realmente sean medios publicos y no medios politicos. Y como bien decis suponer que el gobierno se apropiaria del otro tercio es suponer que todas las organizaciones no gubernamentales son filokirchneristas, como si no estubiera plagado de ONGs presididas por diputados y senadores opositores.