Sarlo no pudo venir

Ayer pasé por Gandhi. Me enteré de casualidad de la convocatoria a ese encuentro/conferencia de prensa/presentación pública del grupo que se reunió a partir de la redacción y circulación de la Carta Abierta / 1. Iban varios amigos, fuimos.

La carta también me llegó de casualidad. O sea, a través de un envío masivo de emails. Leí la carta por las firmas. Estaban casi todos los que a uno le gustaría que estén, otros se fueron agregando después. Otros, lamentablemente, no la firmarán nunca.

El texto de la carta es potente. Me pareció eso en el momento de la primera lectura, solitaria, frente al monitor. Me estremeció ayer, en su lectura pública, realizada por Ricardo Foster en el comienzo de la presentación. Veremos cómo camina todo esto, pero creo que, junto a la puesta en la agenda pública del rol de los medios de comunicación, la articulación de este espacio político cultural es la mejor consecuencia no deseada que generó la puja distributiva entre el gobierno democrático y el sector agroexportador.

«Esta atmósfera política, que trasciende el «tema del agro», ha movilizado a integrantes de los mundos políticos e intelectuales, preocupados por la suerte de una democracia a la que aquellos sectores buscan limitar y domesticar. La inquietud es compartida por franjas heterogéneas de la sociedad que más allá de acuerdos y desacuerdos con las decisiones del gobierno consideran que, en los últimos años, se volvieron a abrir los canales de lo político” dice la Carta Abierta. Es una gran base de acuerdo, muy amplia en sus lecturas, desde la que debería ser posible articular el poskirchnerismo.

Pero al mismo tiempo nos reúne y nos pone en una encrucijada: para construir ese poskirchnerismo sin perder los canales que hoy están abiertos a lo político y para evitar, nuevamente, la domesticación del poder político democrático por parte de los sectores concentrados de la economía es necesario (será lamentablemente necesario para algunos) defender al gobierno democrático en esta pelea.

La carta abierta completa está acá. Ahí hay un mail para contactarse con el espacio. Las firmas que allí figuran son las primeras, ayer se hablaba de más de 600 adhesiones. 

La próxima reunión es el sábado a las 11 hs. en la Biblioteca Nacional. Esta vez, parece que es así: alpargatas si y libros también.

3 comentarios en «Sarlo no pudo venir»

  1. Participé, en calidad de invitado/colado, de una de las fundantes reuniones de este espacio. Como bien dice Ud. estàn casi todos los que a uno les gustaría que estén. Me decepcionó cierta clima subyacente (no en Forster, no en Casullo, no en Gonzalez, claro) de mayor preocupación por cuidar el «prestigio» sectorial académico («debe quedar claro que somos autónomos, eh») que en la marcha general del rumbo político. Una compañera les espetó: «cuando la derecha tiene que unirse, no tiene tantos remilgos. Simplemente, lo hace».
    Debiera fundamentarlo màs, pero uno se tiene que ganar el mango laburando.
    Perdón

  2. Agustín, buen dato. Creo que es interesante seguir lo que pueda salir de ahi. En cuanto a Sarlo, ¿queremos que vaya Sarlo? Porque creo que sobre ella nos confunde la homologación de ciertas posturas estéticas con el progresismo político. Y una cosa es que Punto de Vista sea una revista interesante y otra que Sarlo sea social democrática.
    Un saludo,

    A

  3. Ale: Sarlo no pudo venir es irónico. Ni quiero que vaya ni ella iría. Escribe su columna en Viva y publicó una columna de apoyo al campo días después del cacerolazo. Y Punto de vista la cerró.
    Mendieta: claro que estos tipos tienen sus «remilgos», claro que no son como la derecha que se junta rapidito atrás de cualquiera. Discuten, debaten, a veces demasiado. Seguramente pierden efectividad, pero ganan en prestigio. El camino es más largo que entrar al PJ, pero me parece el correcto.

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