Se murió la abuela

Era la última de nuestra familia que había vivido durante un gobierno de Yrigoyen
Era la última de nuestra familia que parió un hijo en su casa
Era la última de nuestra familia que vio a Gardel vivo.
La abuela nació en el 21 a orillas del arroyo Ludueña.
En la década del 60 sus hijos descubrieron el camino de la rebelión y ella el camino de las cárceles donde los fue a ver, a hacerles llegar su amor.
El camino de las comisarías para buscar a su hija y a su marido
El camino del exilio con la nieta a cuestas y los cuerpos vivos, pero destruidos de los otros dos.
Con una máquina de tejer y una «pastalinda», hizo lo que supo: tejer y cocinar. Con eso sacó se dio cuenta que sabía mucho más de lo que parecía: supo sacar adelante a los que andaban en la mala.

Era la última de la familia en ser hija de extranjeros.

Hubo exiliados que éramos pobres, no todos pudieron hacer posgrados, fundar empresas o forjar carreras.
Desde Perú a México, (era la más vieja como se dieron cuenta) fue la abuela de muchos de aquellos jóvenes que llegaban a la Casa Argentina de México en 1975 a escaparse de la muerte. Ella les mató el hambre cocinando allí para todo ese grupo de exiliados tempranos. Luego, al pelechar los muchachos, se iban yendo y al disolverse la Casa Argentina, ella quedó con una pequeña fábrica de pastas: “Los abuelos” donde a partir de lo que ella sabía, se mantuvo viva la onda argentina en el exilio mexicano hasta que volvimos en el 84.
También fue la única de la familia que vivió todas las dictaduras argentinas.
Bah, ella ya había vuelto unos días en el 82, a visitar a mi tío en la cárcel de la dictadura. El estaba vivo y eso era importante. Pero estaba preso y eso le clavó un puñal en la mirada. “cómo voy a disfrutar estos paisajes -decía en las vacaciones de Acapulco o Veracruz- si mi hijo está viendo rejas”.
Cuando vino a Argentina en el 82, el gato desapareció de la casa y volvió cuando ella regresó. Se ve que el gato tenía el mismo miedo que todos.
En el 85 puedo ver a todos sus hijos juntos afuera de una cárcel (desde el 73 que no se le daba) y lo demás fue lo de menos.
Luchó cuando hubo que luchar, alimentó de todas las formas posibles a todos los que estuvimos cerca de ella en la buenas, en las malas y en las recontramalas.
Se murió Herminia Macías de Suárez. “La” abuela para todos los exiliados mexicanos. Por eso me atreví a postear esto, porque imagino que muchos de aquellos exiliados andarán por acá o sus hijos, (o sus nietos).
Para nosotros se cerró la etapa épica de la familia que entre nosotros fue sostenida por ella.
Una historia como tantas en este país que dio mujeres que supieron y pudieron bancar los trapos cuando fue necesario.
A los que la conocieron, les pedimos un simple recuerdo para ella.

Porque es una de esas historias individuales, reales. Para recordar, contar y recontar.

Acerca de PabloS

Es canalla, docente de Ciencias Sociales en una escuela secundaria para adultos en el "gran Rosario". Colabora en un Bachillerato Popular en Nuevo Alberdi. Cree que por ahí viene la cosa.

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9 comentarios en «Se murió la abuela»

  1. Por el contrario, María.
    muchas gracias a ustedes por el espacio.
    Somos lectores del blog, aunque comentemos poco.

    Familia Suárez

  2. Perón, Evita, tu abuela Herminia, Néstor y muchos miles de héroes y mártires viven en nuestra memoria colectiva.

    Un abrazo peronista.

  3. UN EJEMPLO DE VIDA ,SER EXTRAORDINARIO QUERIDO POR TODO EL MUNDO DONDE MI INCLUYO ,PARA MI FUE MI MAMA DEL CORAZON ,CON ELLA SE FUE UNA GRAN PERSONA UN DER HUMANO COMO POCOS, LA VOY A EXTRAÑAR MUCHOOOO
    UN BESO MUY GRANDE A TODA SU FLIA Q LA SIENTO MIA

    LA GALLEGA

  4. Cuanta tristeza
    Cuanto vacío a la vera del ludueña.
    Cuanto amor Pablo.
    Cuanta energía para seguir intentando.
    Un abrazo fraterno a todos los Suarez
    Y uno muy especial para vos, Lelia y Marta.
    ¡Que mas cantarte NIETO si el poeta eres tu!

  5. Más de la buena pluma de Pablo y del homenaje merecido, es un dolor que se haya ido la Abuela. Hace demasiados años que no la veía pero la recuerdo con cariño no sólo de México sino también del retorno: siempre sonriendo, siempre amasando, y calladita (debe ser porque Manuel era el que hablaba mientras Estela ponía cara de «no se qué» y el Zurdo se reía). Pablo tiene razón: con ella se va una generación que nos dió apoyo, cariño y nos transmitió historia y orgullo de ser.

  6. Pablo:
    Yo conocí a tu abuela por las anécdotas que supo acercar Marcela, y que me prendieron tanto, que en cada reunión, cuando es posible, es decir, cuando no ha aparecido Francisco con su guitarra y entonces hablamos, se las hago repetir.
    ¡Qué mujer tu abuela! ¡Y qué pluma la tuya! Seguro ya estarás escribiendo la historia de los Suárez Macías, con Herminia como eje. Todos los lectores del mismo lado del grito, agradecidos.

  7. ¡Qué tristeza! Abuela tan querida, tan presente cuando había tantas ausencias. Les mando un enorme y fuerte abrazo a todos y c/u de uds. Y espero que ahora ella se pueda abrazar con su Negro en algún lado, aunque sea en nuestra memoria de ellos. También los quiero mucho y no los olvido.

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