Sobre la inseguridad

Hace unos días concurrí al avant premiere de «The rati horror show» del cineasta Enrique Piñeyro en la Facultad de Derecho de la UBA. La película denuncia el armado de una causa judicial a manos de la comisaría 34, a través de la cual se terminó condenando a Fernando Carrera a 30 años de prisión por el homicidio de tres personas, a las que atropelló en medio de una violenta persecución con la policía (en la cual le propinaron dieciocho balazos a su vehículo, ocho de los cuales impactaron en su cuerpo).

Pero no quiero meterme demasiado en el tema de la peli, quiero apuntar a lo que sucedió un rato después de verla, cuando se prendieron las luces de la sala y se enrolló la lámina sobre la cual se había proyectado: el abogado defensor de Carrera tomó un par de sillas, una mesa, e invitó a dos catedráticos de la facultad (la verdad no sé ni recuerdo sus nombres) a opinar sobre el caso en cuestión y el film. Dijeron muchas cosas pero una me quedó rebotando bastante, y hoy, cuando vi la tapa de Clarín alertando sobre el aumento del delito la recordé. La frase era:

«Al delito no se lo intimida».

Es decir, queramos o no, el delito va a existir siempre. No se lo puede suprimir por completo y menos que menos se lo va a intimidar con mano dura. Esto no significa que no hay nada que hacer, ni que hay que quedarse de brazos cruzados, sino que las políticas que se tomen para reducirlo al mínimo posible, deben apuntar a la prevención y no a su enfrentamiento y consecuente «aniquilación». Este tipo de medidas sólo genera robos y hechos delictivos más violentos, de ahí que el número de policías asesinados también vaya en aumento.
pd: La foto es de acá

Acerca de Pibitopolítico

Estudiante de comunicación, siempre dispuesto a escuchar y con ánimos de ser escuchado. Amante de la discusión, la polémica y las chicanas, sobre todo cuando se refieren a alguna de sus dos pasiones: la política y el fútbol.

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35 comentarios en «Sobre la inseguridad»

  1. La foto es de la propagandas de puertas blindadas para departamentos, me acuerdo de ese hombre chocando la puerta justamente por que esa propaganda me pareció totalmente discriminadora, por que el tipo es un hombre vestido mal, gordo, todo traspirado, y con actitud de haber estado en una situación de pobreza extrema.

  2. «Al delito no se lo intimida» si los delincuentes saben que solo el 3% de los delitos se castiga.
    «El delito va a existir siempre» es una verdad de perogrullo: entonces no podemos hacer nada, ya no para disminuirlo, sino para evitar la extrema violencia que alcanzan actualmente.
    Pero resulta que «no hay que quedarse de brazos cruzados» ¡Bravo! ¿Y qué hacemos entonces?
    Prevención ¡Ah! ¿Cuál es el programa del Gobierno para la prevención? ¿Cuándo se lanzó? ¿Cuáles son sus principales características? ¿Cómo se instrumentó?
    «No a su enfrentamiento» ¿Entonces para qué existen la policía y los jueces?
    Si los asesinatos de policías aumentaron, entonces es porque sí se lo enfrenta ¿O no? ¿En qué quedamos?
    Pues entonces díganlo con todas las letras: Complicidad policial, política y judicial con el delito.
    Droga. Armas. Zonas liberadas. Corrupción. Pobreza estructural.
    Una clara decisión política al respecto (más que meros comentarios y estadísticas dudosas) sería verdaderamente valorada por la sociedad. Y de paso, dejarían sin argumentos a la «los titulares de Clarín».

    1. Ningún chorro cree que lo van a agarrar. Si el porcentaje de castigos que citás no fuera del 3% sino del 75%, algunos empezarían a creerlo, pero no todos. La mayoría seguiría pensando «yo soy más vivo, yo voy a zafar». Ningún aumento de penas los impresiona, porque creen que no es para ellos.

      Un chorro roba porque necesita, porque puede, porque le conviene y porque lo dejan.

      Porque lo necesita: el primer programa del gobierno para la prevención es bajar la desocupación y la pobreza. No es todo lo que hay que hacer, claro, y tampoco es suficiente como se lo está haciendo: si un tipo tiene una indemnización, sigue sin alcanzarle para vivir; sus necesidades están algo más cubiertas, pero no completamente. Entonces la demanda no ha sido destruida, todavía necesita más plata para vivir siquiera al borde del pozo, pero afuera.

      Porque puede: un desocupado con una indemnización no deja de ser un desocupado, no tiene nada que hacer en todo el día. Un tipo que labura ocho horas por día y viaja otras dos, no puede salir a afanar, no le da el cuerpo.

      Porque le conviene: si la desigualdad fuera menor, si cada delito no pagara seis meses de sueldo, al chorro no le convendía. Si además la probabilidad de que lo agarren fuera más alta (que en gran medida depende de que baje la relación chorros/policías), la cuenta no da: 25% de probabilidad de que NO me agarren, multiplicado por un botín de dos mil mangos, igual a 500 mangos. Prefiere laburar.

      Porque lo dejan: ahí juega tanto la mencionada relación chorros/policías, como las zonas (y actividades) liberadas. Porque hay zonas que no están liberadas para chorear, pero sí para la droga y las putas. También el exceso de armas en poder de la población juega en «porque lo dejan».

      Último factor: la droga, que aumenta la necesidad de guita, disminuye la capacidad de conseguir y conservar un laburo, y distorsiona la percepción del peligro, de lo que está mal, de lo que le conviene.

      Puede ser que la lista de razones de la inseguridad sea esa que citás. Hasta podría ser ése el orden de importancia. Pero no es ése el orden en el que hay que empezar a trabajar: empezando por la pobreza estructural se baja la presión, no ingresa cada vez más gente al circuito. Sólo después se puede trabajar con los otros factores. Sólo después. Si se empieza como quería Blumberg, por la mano dura, sólo se obtiene el endurecimiento de la otra parte: bajarán un 1% los afanos y aumentarán el 50% los asesinatos.

      1. Interesante tu análisis, Gaucho.
        Bajar la porbreza, educar, mejorar las instituciones llevará en el mejor de los casos y si todo se hace muy bien, una generación, digamos 30 años.
        La pregunta es qué hacemos mientras tanto con los miles de muertos que se avecinan.
        El método Blumberg de arruinar el código penal no sirvió, pero es más responsabilidad de los legisladores que del falso ingeniero.
        Y llegamos al punto álgido: la decisión política de combatir la asociación entre delito y poderes públicos.
        Entonces, que no mientan a la ciudadanía con bellas palabras que no solo no significan nada, sino que demuestran ignorancia en el mejor de los casos, o complicidad, de lo que parece no haber duda.

      2. Nada. Eso es lo jodido: que no se puede hacer nada que dé resultado alguno a corto o mediano plazo.

        No hay soluciones mágicas. Se puede intentar meter a todos los chorros posibles en las cárceles y sacarlos de la calle, pero no hay lugar para todos; el nivel de delitos va a seguir siendo inaceptable. Intentar matarlos es una estupidez absoluta; pura teoría de juegos, si la policía cambia las reglas con las que opera, no puede esperar que la otra parte va a seguir con las reglas con las que se mueve hoy.

        Se puede hacer tla lista de cosas que van a bajar el delito: bajar todo lo posible la desocupación, aumentar todos los sueldos, construir 2 millones de viviendas y erradicar todas las villas, combatir la corrupción, meter alguna vez a un juez en cana. Todo ayuda, pero los resultados se verán en 30 años.

        Usamos doce años de nuestra historia (y eso echándole la culpa sólo al Carlo y al tonto que le siguió) para destruir la cultura de trabajo de una generación entera. Aún empezando ahora mismo, gastaremos una generación en recuperar una parte apreciable de la seguridad de que gozaban nuestros padres.

        Por eso es inaceptable el discurso del colombiano, que dice que tiene un plan; no hay plan que baje la inseguridad en menos de una generación. Crear falsas expectativas en ese sentido sólo sirve para destruir uno por uno cada gobierno que le toque gobernar en los próximos 30 años. No se puede juzgar un gobierno por los resultados obtenidos en seguridad; los resultados que sirven para algo no se pueden ver en un período de gobierno.

      3. El Gaucho: Genial! comparto lo que decís, además:

        ¿¡no son los mismos los que siempre andan pidiendo políticas a largo plazo y acá piden soluciones mágicas e instantáneas!?

        gracias por los comentarios y la claridad expositiva

      4. Sacar todos los chorros posibles de la calle es un buen paliativo. Diferir lo más posible la salida de los que estan adentro también ayudaría. No alcanzan las cárceles? Hagamos más.
        Lo primero que hay que desmitificar es que un % significativo de la gente con necesidades básicas insatisfechas es chorra.No es así.Es una ínfima minoría.
        Lo segundo es que los chorros roban básicamente a la clase media alta. tampoco es cierto, está mucho más expuesto el verdulero o el remisero de Gonzalez catan que el joyero de la Av Alvear.
        Lo tercero es que el asaltante en actividad va a largar el yeite porque le den un trabajo de albañil o de limpieza. No le conviene ni en pedo, como dijo Marcelo más arriba.
        Una vez perdida la lástima por esa ínfima minoría que se gana la vida de caño, y esperando que las políticas sociales eviten que entren nuevos pendejos en ese circuito, hay que lograr que el máximo % del stock de asaltantes (porque el resto de los delincuentes no es tan jodido) este tras las rejas el mayor tiempo posible. Esta semana largaron al último de los asesinos de cabezas, despues de estar adentro 15 años (el resto había salido antes). Apostaría a que en la carcel solo queda una ínfima minoría de los homicidas que cometieron su delito antes de 1995. Cuál es el beneficio para el pueblo de que sea así? No estaría mejor para todos (menos para ellos) que se quedaran unos años más? A qué se dedican los homicidas liberados?
        Lo que más irrita a todos es la constatación de que el homicida de hoy de 25 años tienen un «frondoso prontuario». Qué hace libre entonces?

  3. Yo pediría que, de una vez por toda, distingamos «inseguridad» y «delito». En todo caso, «la inseguridá» es el miedo que nos produce tomar conocimiento de un delito. O de cierto subgrupo de delitos, para ser más preciso.

    Y esta diferenciación no tiene nada de pretensión académica. Es, simplemente, que el delito se puede medir, mientras que «la inseguridá» no. Hay cien robos, 40 asesinatos, 90 violaciones, etc. ¿Cuánta «inseguridá» hay? Y, qué sé yo. Mucha.

    Si hacemos esta distinción, y miramos los índices de delitos(1,2) (los no truchables, como asesinatos), veremos que dentro de América, Argentina ocupa el tercer mejor puesto, luego de Canadá y USA. Y que mirado en términos de ciudades, Buenos Aires sólo es superado por Montreal, Canadá.

    Curiosamente (o no tanto), es una de las ciudades en las que los encuestados se sienten más inseguros. ¿Adivinen porqué?

    Pero desde ya, es el tema que con mayor facilidad el árbol termina tapando al bosque. Vos mostrás que en términos relativos estás muchísimo mejor que la mayor parte del mundo, y no falta quien te espeta ¿Ah, sí? ¿Y Carolina Pípparo?

    Y bué…

    (1) http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-153423-2010-09-19.html
    (2) http://www.jus.gov.ar/areas-tematicas/estadisticas-en-materia-de-criminalidad.aspx

      1. No, no es necesario. Basta comparar Buenos Aires (4,6) con Washington (31,42), Nueva York (6,3), San Francisco (12,3), Miami (14,7). Ni siquiera hace falta comparlo con el 2002.

        ¿Tenés algo para argumentar? Te escucho.

      2. Nop, la cantidad de homicidios sin contar la provincia de buenos aires bajó en el 2009. Y sabemos que lo que define el problema son los asesinatos.

  4. Buen post, de todas maneras, a esa frase de «al delito no se lo intimida», le agregaría que depende qué delito. Si nos referimos a los delitos con penas más altas, por ejemplo, me parece obvio que no cambia nada en cuanto al temor del delincuente, saber que va a ir preso 30 años o que le den pena de muerte, por eso la ridiculez de la pena de muerte, justamente aquel que la recibiría, es el que está haciendo algo tan grave que nunca sería intimidado por un aumento de la pena.
    Pero hay otro tipo de delitos, que no son precisamente de los que se habla cuando se habla de inseguridad. Por ejemplo la evasión impositiva de grandes contribuyentes. Ahí ya no sé si al delito no se lo intimida. Quienes lo cometen tienen una vida lo suficientemente acomodada como para temer la carcel seriamente. Allí sí quizás funcionaría el sistema de «si lo hacés, vas preso». Posiblemente la evasión disminuiría notablemente con unos cuantos casos testigo.
    Ahora, el tipo que está hasta las bolas, y sabe que lo pueden matar en cualquier momento en un tiroteo con la cana, a ese claro que no se lo intimida, lo que hay que intentar es que haya cada vez menos gente en situaciones como esa.

    1. Sergio: «Pero hay otro tipo de delitos, que no son precisamente de los que se habla cuando se habla de inseguridad. Por ejemplo la evasión impositiva de grandes contribuyentes.»

      Por supuesto, afana más un contador con una birome que un «pibe chorro» enfierrado y dado vuelta. Pero no «impacta», mediáticamente hablando. Y si lo expusieran televisivamente, hay altas posibilidades de que sea visto como un Robin Hood por la población.

      Me estaba fijando en ese detalle dentro de las estadísticas oficiales que cité más arriba: Ni siquiera figura como ítem cuantificable. No sé si porque hay cero presos por esa causa, o porque se lo considera un «cuasi-delito».

      Lo que está claro es que todo el aparato judicial/policial está pensado para el ladrón de gallinas, no para estos tipos. Y ahí sí que estaría bueno hacer borrón y cuenta nueva.

      Por de pronto, a varios «pequeños y medianos evasores» agrarios ya les cayó la ONCCA y la AFIP y se los está acusando de delitos no excarcelables. Las nuevas tecnologías de bases de datos, imágenes satelitales, etc. lo hacen posible. Espero que se intensifique por ese lado.

      1. Ojo con los agrarios, pobrecitos, la dicKtadura los persigue por haberse opuesto a la 125, con la excusa de que deben 4 o 5 cifras en dólares de impuestos y tienen un par de gauchos roñosos en negro…

    1. Sería interesante medir en un plazo largo y tomando todo el dinero que se evade, cuantas vidas podría mejorar e incluso salvar el estado si ese delito desapareciera. Claro, que desaparezca es imposible (cualquier delito), pero en el caso de disminuir notablemente, aplicando ese dinero para la redistribución, no solo mejorarían y se salvarían muchas vidas, además se reducirían los otros delitos, por ese mismo efecto de mejorar la calidad de vida de mucha gente.

      1. Sería muy interesante conseguir algún texto o tratado del tipo:
        «Evasión impositiva y críminalidad: una asociación imprescindible»
        Juristas, sociólogos, educadores, ONG´s, gobiernos, finalmente unidos contra las ventas de droga y armas sin factura.

      1. Es mala, muy mala.
        Aunque la ejecución sumaria habría que aplicarla a delitos realmente graves: hacer ruido con la motito, mear sin apretar el botoncito del mingitorio, hacer «ring raje», escuchar a Leuco, y similares delitos graves contra la sana convivencia.

  5. Hace unos 20 días, cuando se debatía lo de las salideras bancarias, escribí esto:

    http://loshuevosylasideas.blogspot.com/2010/09/la-insegurida-galopante.html

    Terminaba así:

    Finalmente preguntate si hay o no intencionalidad política en todas las tapas de diarios y horas y horas de noticieros que le dan a la «inseguridad» y no a la mortalidad infantil (9.341 en 2008). O a los muertos por accidentes viales (7.885 durante 2009. 22 muertes por día), contra los 2.080 muertes por año productos de homicidios intencionales (según el índice de la ONU y tomando 40 millones de habitantes).

    Saludos.

    1. De acuerdo Ricardo, y todavía se puede agregar que alrededor de la mitad (creo que algo más, incluso) de los 2.080 homicidios intencionales corresponden a: dramas pasionales, ajuste de cuentas, intrafamiliares, etc, es decir a situaciones que no se suelen encuadrar como episodios de «inseguridad». Saludos.

    2. Está muy bien. Es muy buena info y deja cosas que pensar, pero tampoco me gustaría reducir el tema a los robos sangrientos.
      abrazo

    3. Sergio: estoy seguro que más de la mitad de esos casos corresponden a homicidios perpetrados por personas conocidas. Más aún en los casos de muertes femeninas por violencia de género.

      No: no era mi intención reducir el tema cuando hice ese post, sino mostrar la utilización política del miedo.

      Abrazos.

  6. Es claro que la solución K a la inseguridad es encarcelar evasores. Con eso los no evasores vamos a poder caminar más tranquilos por las calles. Manden el proyecto de ley. Si falta lugar en la carcel, se puede excarcelar a asaltantes, violadores y asesinos convictos.
    Yo sufría 4 asaltos con revolover en mi vida, dos este año. No les pregunté a los chorros si estaban al día con el monotributo, si me decían que hacía 5 meses que no pagaban me daba un infarto del cagazo.

    1. Dejá de mirarte el ombligo Mariano, hay muchas personas que necesitan ayuda del estado y la acción de evadir, (hablo de los grandes contribuyentes, no del que no paga correctamente 100 o 300$ de un monotributo), implica que no la van a recibir, o no en grado suficiente. Y el deterioro social que produce eso es como mínimo tan grave como el que produce el delito común. Está claro que no estás entre los que necesitan ayuda del estado, en tu caso estás entre los que deben pagar sus impuestos. Sería hora que te enteres que hay otros problemas además de los tuyos.

      1. Podemos hacer una encuesta en cualquier barrio, sobre si la gente le teme más a los asaltantes, o a los evasores y estafadores.
        Yo prefiero encontrame un ladrón de guante blanco a encontrarme un rocho en la puerta del garage cuando guardo el auto a la noche. Y creo que la mayoría tambien.

      2. Y yo también, claro, pero eso es simplemente porque no todos hacen daño de la misma manera y vos elegís plantear la situación en la que el que hace daño es el rocho. Para la situación que pusiste como ejemplo, encontrarse con Hitler no hubiera sido especialmente peligroso, no creo que anduviera choreando autos por las noches. Pero ojalá cualquier chorro hubiera sido el que dirigiera la política alemana en los años 30 y 40, en vez de Hitler, para la humanidad hubiera sido infinitamente mejor.
        Los ladrones de guante blanco son peligrosos en otras situaciones, no en el garaje a la noche (y son mucho menos peligrosos que Hitler, desde ya, lo que digo no los compara, solo muestra que la peligrosidad de cada uno no se expresa en todos los lugares igual).

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