Sueños Compartidos

Junto con lo reprobable que debe resultarnos a todos que el Gobierno haya dejado que actúe bajo su cobijo un personaje como Sergio Schocklender, hay que agradecer a los cielos que siempre hayan sectores opositores con una vocación tan grande de quedar peor parados. El caso Sueños Compartidos servirá, en un futuro, para comprender hasta qué punto el kirchnerismo debe su existencia y configuración a este ala zombie de la clase política, que está sumergida en el default total y sobreviviendo mucho más allá de la expectativa de vida que se le daba en 2001. A este ala Keith Richards de nuestra clase política.

Finalmente se podrá decir que todo el arco político se ha hecho cargo, como se le pedía, de restaurar la institucionalidad argentina. Hasta sus personajes más abyectos han encontrado un papel que jugar en ese proceso: son parte del par opositivo que define al kirchnerismo por negación. Es ahora el kirchnerismo el que se despega de la escoria y el Ancien régime quien la erige en su portavoz. Legitimando a Schocklender, un corrupto, despilfarrador, falsificador de firmas y, por añadidura, parricida irrecuperable —tal como se desprende de su paso «fallido» por la Fundación Madres— el viejo régimen se iguala con aquél para calzarse los ropajes de la crapulencia justo cuando la memoria sobre la decadencia neoliberal, ya casi una década atras, puede comenzar a flaquear.

La leyenda urbana dice que la memoria de las sociedades dura, veces más, veces menos, siete años. Es una estimación de cafetín, promediando a ojo e igualando, con cierta selectividad caprichosa, varios procesos políticos y ciclos económicos. Si cabe creer en esta unidad de medida, no puede dejarse de observar la férrea voluntad con que el duhaldismo busca cumplir el rol de patrulla perdida de los noventas, para prolongar con el combustible del espanto este ciclo que, paradójicamente, él mismo declaraba agotado apenas hace un año. Lejos de la secuencia caos-recuperación-auge-descarrilamiento que denota su visión de las cosas, el duhaldismo —hablar de Duhalde a esta altura resulta más bien una sobreestimación— y el radicalismo residual habrán terminado no solo pariendo el futuro posible de la Argentina, sino también asegurando su supervivencia durante su sí que larga infancia torpe. No quiere decir esto que la adolescencia será menos traumática, claro.

Otra mito posmoderno, escrito por Nikos Kazantzakis en su novela La última tentación de Cristo y llevado a la pantalla grande por Martin Scorsese en 1988, postula a un líder débil frente a las tentaciones mundanas, propenso al lloriqueo y no del todo seguro del rol que le toca cumplir, pero que finalmente es empujado a éste por un Judas Iscariote que no duda en pasar a la Historia como el malo del cuento con tal de que lo necesario se termine consumando. Lejos de equipararse el kirchnerismo con el derrotero de la Pasión o el relato de la Argentina del siglo veintiuno con el bíblico, es importante rescatar el aceitado funcionamiento de la escena política vernácula, que ha probado por primera vez en muchas décadas ser, de alguna manera, sólida y estable, procurando para cada personaje un rol, haciendo que aún los Judas jueguen un papel vital en el aseguramiento del porvenir. De por sí solos, detalles de esta índole ya configuran rasgos de una madurez incipiente. Abusando un tanto más del paralelismo, acaso quepa hablar de una nueva era que se abrirá, gane quien gane, luego de las elecciones generales del 23 de octubre. Como fuere, una cosa es segura: hay futuro.

“Se trata de que el Parlamento tome el rol que le corresponde y dejemos de mirar para otro lado porque los jueces son demasiados lerdos.”

—Graciela Camaño, sobre la independencia de poderes.

“Tanto Binner como Stolbizer consideran a Oyarbide un juez independiente. La negativa del candidato del FAP a acompañar una comisión investigadora en el Congreso por el escándalo Schoklender deja a las claras la funcionalidad de ese sector político con el gobierno nacional.”

—Juan Pedro Tunessi, sobre la república y el diálogo.

Imagen.

35 comentarios en «Sueños Compartidos»

  1. Puede que algunos consideren a Binner como la «oposición de su majestad», lo que vendría a confirmar que estamos en una monarquía; más sin embargo, también existe el error de creer que toda la oposición debe pensar en la misma forma, lo que no solamente sería bastante raro, sino que también sería peligrosamente antinatural. Bienvenidas las diferencias, aunque a veces uno no las comparta.-

  2. David:
    Tenes toda la razón del mundo. Si no hubiese sido por las dos diputadas de la Coalición Cívica que hicieron la denuncia, nadie se hubiera enterado y en consecuencia no habría escándalo.- Los organismos de control del Estado son mu reservados. «La ropa sucia se lava en la fundación».-

    1. Y está bien que así sea: Eso se llama «economía procesal». Si en vez de ser reservados, fuesen a juicio durante, digamos 16 años, como el bueno de Menem en la causa de las armas, el contribuyente gastaría durante ese tiempo sus magros recursos para declararlos finalmente inocentes a los funcionarios, criaturitas celestiales.

      1. Recuerdo que la denuncia contra Menem por las armas la hizo un particular, no un organismo del Estado. En todo caso la culpa no la tienen los denunciantes sino quienes desde la justicia son complacientes con el gobierno y caratularon la causa como contrabando, ¿contrabando?. Bueno. Es lo que hay. Siga votando.

      2. Nunca se lo vió muy preocupado a Menem por sus causas judiciales. A estos de ahora, tampoco. Como bien decis, es lo que hay.

  3. Ahora la diputada golpeadora y sus amigos podrían llamar a declarar a Astiz para que cuente lo que pudo averiguar de las Madres cuando estas le abrieron las puertas.

      1. Hágase cargo Ud, si no se le cae la cara de vergüenza. Hasta la gorda Carrió se abrió de este show patético.

      1. No Sopa, estuvo poco tiempo y su espionaje permitió que varias madres pasaran a engrosar la lista de desaparecidos.Pensé que lo sabía.

    1. La historia la conozco y no me atrevería a mezclar a Schocklender con Astiz, salvo que los dos son reverendos hijos de puta.
      El «parricida» y «traidor» hasta hace poco era nac&pop, ejecutor brillante de la obra solidaria de la madres e hijo de Hebe.
      La diputada ahora debería llamar a Fatala y a De Vido a dar las explicaciones que no quieren dar.

  4. Para los que se han olvidado: Art.71 de la Constitución Nacional: «Cada una de las Cámaras puede hacer venir a su sala a los ministros del Poder Ejecutivo para recibir las explicaciones e informes que estime conveniente.»

    1. pueden invitarla a mirtha junto a susana y showlender la próxima semana.

      ahí sí que van a tener algo de rating!

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