Agustín Rossi: “Cristina y Scioli van a transitar los próximos años de forma conjunta”

Agustín Rossi: “Cristina y Scioli van a transitar los próximos años de forma conjunta”
El ex ministro de Defensa cree que CFK debe conducir al peronismo pero en una lista de consenso. Y que una división sería “la mejor noticia para Macri”. Herencia, plan económico y conflicto social.
Dijeron que no había reservas y funcionaron los dos primeros meses del año con las mismas reservas que dejó el gobierno anterior
A tres meses de la elección de las nuevas autoridades, el peronismo se debate en el rol que debe asumir el partido fuera del poder y quién debe liderar la nueva etapa. En plena tensión entre el sector de los gobernadores y el kirchnerismo duro, el ex ministro de Defensa Agustín Rossi – uno de los siete vicepresidentes honorarios nombrados en 2014 por el Congreso partidario- analiza el papel de Cristina Fernández de Kirchner y propone el armado de una “lista de consenso” liderada por la ex presidenta. “No sería bueno meter a los dirigentes del peronismo en una interna en un momento en que pasan tantas cosas en el país”, dice.
-En mayo el PJ renueva autoridades. ¿Quién cree que debe liderar el partido en esta nueva etapa?
-Soy de los que piensan que Cristina tendría que ser la presidenta del PJ. No hay otro dirigente en nuestro espacio político que concite el nivel de adhesión y de cariño que tienen los afiliados por ella. Además, se está dando un fenómeno nuevo, que son estas nuevas afiliaciones que se están haciendo a lo largo y ancho del país. Esos nuevos afiliados se afilian por Cristina.
-Sin embargo, hay muchos dirigentes del peronismo que intentan deskirchnerizarse y no ven con buenos ojos que Cristina pretenda liderar el partido.
-No escuché a ninguno que lo diga públicamente. La política se hace de cara a la gente. Lo que se habla en privado y después no se quiere decir en público tiene poco valor. Solamente sirve para la rosca. No creo que si Cristina decide ser candidata a presidenta del partido haya un dirigente que se oponga. Además, en la mayoría de los países del mundo, el principal líder opositor es el presidente del principal partido opositor. En Argentina esos son el PJ y Cristina. Un PJ sin Cristina no sería un partido completo.
-Sin embargo, por ahora la ex presidenta decidió guardar silencio.
-Me parece razonable que, habiendo sido ocho años presidenta, no haga declaraciones los primeros 60 o 90 días (del nuevo gobierno). Eso no significa que no esté en la política, porque ella es una militante y habla con dirigentes todo el tiempo.
-¿Piensa que esto debería definirse en una interna?
-Creo que tiene que haber una lista de consenso. No sería bueno meter a los dirigentes del peronismo en una interna en un momento en que pasan tantas cosas en el país, cuando los trabajadores están discutiendo sus paritarias. Yo propicio un camino con una lista de consenso, con todos los gobernadores, que esté encabezada por la líder más importante que tiene el peronismo, que es Cristina. Después, el PJ tiene que empezar a actuar como un facilitador de consensos opositores: hay que representar al 49 por ciento que no votó a Mauricio Macri. Hay un gobierno que tiene una alta presencia de poder corporativo y hay sectores de la sociedad que se están viendo afectados por las medidas que está tomando.
– Scioli fue su candidato a presidente. ¿Qué papel cree que debe tener?
-Importante. Scioli ha tenido una gran virtud: supo construir un liderazgo que no es antagónico ni alternativo al de Cristina, es complementario. Y me parece que esa complementariedad que tienen entre Cristina y Scioli es un activo positivo para nuestro espacio político y hay que aprovecharlo. Me imagino que esas dos figuras, Cristina y Scioli, van a transitar los próximos meses y años en forma conjunta.
-Eso de que son complementarios es un concepto nuevo, considerando que durante parte de la campaña ciertos sectores intentaron marcar las diferencias entre ellos.
-Hubo dos campañas, una de la primera vuelta y otra de la segunda. Las estrategias de campaña fueron distintas. En la primera vuelta el esfuerzo estuvo puesto en conquistar el electorado independiente; se buscó moderar el discurso y correrse al medio. Eso mismo hicieron todos los candidatos y terminamos todos confundidos, sin dar un mensaje contundente. En la segunda vuelta, la presencia de solo dos candidatos permitió mostrar claramente los modelos que estaban en disputa. Y eso Daniel lo hizo muy bien. Por el otro lado, en esa etapa surgió una militancia autoconvocada que logró una síntesis que tal vez no estaba resuelta dentro del espacio político. Después de la primera vuelta, ya nadie discutió si Scioli era más o menos kirchnerista. Fuimos todos atrás de eso y la propia militancia generó esa síntesis. Hoy Daniel tiene una empatía natural con la militancia del kirchnerismo y del FPV.
-Scioli dijo que Macri tiene como objetivo dividir al PJ.
-Comparto absolutamente.
-Pero es el mismo peronismo el que abre ese juego. En la Legislatura bonaerense se partió el bloque y en el Congreso Nacional podría pasar lo mismo.
-Confío en la madurez de mis compañeros, independientemente de todo. Lo que se está dando es un proceso absolutamente natural. Con el liderazgo de Cristina y la conducción del Poder Ejecutivo, los matices o las diferencias que pudieran existir entre nosotros quedaban totalmente licuados. Esa situación ya no existe. Entonces, es razonable que ahora los matices aparezcan más nítidos. Pero además hay que tener en cuenta que las responsabilidades que tienen un gobernador o un intendente no son las mismas que las que tenemos otros dirigentes. Los gobernadores e intendentes tienen que garantizarse poder hacer la mejor gestión posible y el espacio político les tiene que facilitar eso.
-¿Cree que hay posibilidades de que haya una división?
-Creo que hay una intención de aislar al peronismo y, dentro del peronismo, aislar aún más a los que ellos llaman los dirigentes más kirchneristas. Si se produce una división, sería una buena noticia para Macri. Nosotros somos un partido político que en 70 años nunca perdió su vocación de representar a la mayoría del pueblo argentino. Esa vocación va a ser el espíritu que va a seguir manteniendo unidos a todos los dirigentes. No hay mejor negocio para ninguno de los dirigentes del justicialismo que mantener la unidad, porque eso te hace fuerte para negociar, para plantarte políticamente y para el próximo proceso electoral. Todos los dirigentes del peronismo sabemos a qué está jugando Macri.
-En ese sentido, ¿Juan Manuel Urtubey qué rol cumple?
-Urtubey también lo entiende. Por algo estuvo el sábado en la reunión de San Juan y se separó de los dichos de Macri sobre Massa.
-Pero tuvo reuniones con Massa y con funcionarios del Ejecutivo.
-Urtubey se puede sacar la foto que quiera. No lo veo afuera del PJ ni del FPV. Creo que va a estar adentro marcando su matiz, su mirada. De hecho, fue uno de los que planteó que era preferible tener una lista de consenso.
-Dijo que el dirigente de consenso sería José Luis Gioja.
-Bueno, yo creo que tiene que ser Cristina pero tengo una muy buena opinión de Gioja.
-¿Cómo hace el PJ para ser opositor sin que le caigan encima las acusaciones de que contribuye a la desestabilización?
-Siendo mayoría, hemos cedido la presidencia de la Cámara de Diputados y la presidencia previsional del Senado. Cada vez que se abre una instancia de diálogo, los gobernadores van, concurren. Pero después también hay que decir que el diálogo es “fulbito para la tribuna” porque te invitan a dialogar y te meten dos jueces de la Corte por la ventana, te aumentan la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires por decreto, te sacan el 15 por ciento y no te avisan. Entonces, ¿el diálogo es sincero o es para la foto?
-¿Massa tiene que estar en el PJ?
-Massa tiene su partido. El justicialismo en eso es muy singular. La puerta de ingreso y salida del justicialismo es de vaivén. Cuando te vas, nadie te pregunta por qué y cuando volvés, tampoco. Ahora nadie que haya jugado casi abiertamente a favor de Macri puede pretender volver y explicar qué es lo que tiene que hacer el justicialismo, cuando el PJ estuvo a punto de ganar las elecciones. Si vuelve, alguien le va a pedir que explique por qué no lo hizo antes del ballotage, por qué jugó abiertamente para el triunfo de Cambiemos.
-Usted mencionaba recién que la sociedad padece las medidas que toma Macri. El Gobierno dice que el ajuste económico lo tuvo que hacer por la herencia recibida del kirchnerismo. Y hace poco Mario Blejer, ex asesor económico de Scioli, dijo que, de haber ganado, Scioli hubiera tenido que tomar algunas medidas similares.
-Es raro esto de los asesores que hablan por los candidatos. Scioli en campaña dijo que iba a hacer lo contrario. Entre otras cosas, dijo que no iba a devaluar y que en febrero el dólar iba a valer 10 pesos. En todo el mundo, cuando hay un cambio de gobierno, se intenta agrandar y descalificar al gobierno anterior, como forma de justificar sus propias decisiones. Es lo que está haciendo el presidente Macri. Pero esto tiene un punto de quiebre. En algún momento la sociedad dice “bueno, dejá de hablar de lo que recibiste y ahora contame lo que hiciste”. Estuvieron años criticándonos por el Indec y ahora van a tener cerrado el Indec sin un dato por un año. Dijeron que no había reservas y funcionaron los dos primeros meses del año con las mismas reservas que dejó el gobierno anterior. Concretaron el swap chino, que decían que no servía de nada. Y no tienen conflictos sociales porque nosotros bajamos la desocupación. Entonces el tema es que la misma situación encuentra otra lógica. Hacen todo lo contrario a lo que hizo Néstor cuando llegó a la Presidencia, en 2003: su primera medida fue adelantarle el pago a jubilados y pensionados.
-Cristina dijo que esperaba ver activos a los dirigentes sindicales. ¿Cómo van a articular con el peronismo?
-Los dirigentes del movimiento obrero hace seis meses discutían por el impuesto a las Ganancias, que afectaba al 7 o al 8 por ciento de los trabajadores remunerados. Ahora van a tener que defender los puestos de trabajo. Y van a ir a pelear una paritaria con techo del 25 por ciento. La conflictividad social de este año va a ser alta porque no solamente se van a perder puestos de trabajo, sino que este años tendrían que ingresar al mercado laboral 400 mil argentinos y argentinas que van a salir a buscar trabajo y no van a conseguir. Y ahí el movimiento obrero y nosotros vamos a tener un rol. Nadie va a preguntar si votaron a Macri o a Scioli. Hay que defender el derecho al trabajo.

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