Fabián Gosselin tiene 51 años y desde 2010 es director General de Alsea, grupo que tiene entre sus marcas a Starbucks, Burger King y Dominos. El ejecutivo, que arrancó elaborando hamburguesas, asegura que hacer negocios en Argentina no es más complicado que en otros países.
Arrancó hace 20 años con la primer franquicia de Burger King en México, más específicamente en Guadalajara. Hoy, controla una compañía que vende hamburguesas; pizzas (Dominos, California Pizza Kitchen); café (Starbucks y Vips); comida italiana; coreana; japonesa; tailandesa; vietnamita y china (P.F.Changs y Pei Wei); americana (Chillis y The Cheesecake Factory) y mexicana (El Portón). Con más de 2.200 unidades en México, Argentina, Chile, Colombia, Brasil ahora está desembarcando en España. Fabián Gosselin, director General de Alsea, estuvo en Buenos Aires como parte de uno de sus cuatro viajes al año que hace y para festejar la apertura de la tienda 150 en el país en seis años.
¿Cómo vivieron todos estos años de presencia en el país?
Muy bien. El negocio se quintuplicó desde que llegamos hace seis años, de la mano de un crecimiento de la clase media. Y en el mediano y largo plazo hay mercado para seguir creciendo.
Llegaron en un contexto de crecimiento y hoy es diferente, en especial para la clase media. ¿Mantienen los mismos objetivos?
Es cierto, pero hay que entender que no siempre el entorno macroeconómico es el ideal, en especial en las economías de América latina que tienen procesos, que van y vienen. Pero nuestras marcas han pasado por esos ciclos y son resistentes. Además, lo que sucede es que el consumidor reduce su frecuencia y se vuelve más selectivo, y ahí es donde nuestras marcas sacan provecho.
¿O sea que un contexto de caída de consumo y de inflación puede ser algo beneficioso para sus marcas?
A veces en las crisis hay oportunidades y Alsea tiene una gran variedad de marcas. Igual, seguimos pensando que es un muy buen momento. Las condiciones económicas no son las ideales, pero hacemos dinero y estamos reinvirtiendo.
¿Reinvertir fue la solución para esquivar la prohibición del pago de dividendos?
No es tan así. En general somos una compañía de poco pago de dividendos y de reinvertir casi todo. La prohibición no fue lo que lo cambió.
¿Cómo los afectó la caída del consumo?
Es cierto que hay una desaceleración y que el tema de la inflación está más presente. Pero es dispar. Por ejemplo, en Burger King notamos una ligera contracción, mientras que en Starbucks se sintió una retracción en las ventas.
¿Siguen teniendo problemas para importar como cuando Starbucks se quedó sin vasos por las trabas?
No, ya no. Y esto tiene que ver con que en general tenemos una estrategia de desarrollo de proveedores locales. Hoy el 90% de nuestros proveedores son nacionales y el resto es importado. Respecto de lo que pasó con los vasos, ya está lista la primer tirada de vasos de fabricación local que en poco tiempo estarán en los locales.
¿Cómo están, en precios, respecto de los otros locales de la región?
Medido en dólares, aunque nosotros pasamos todo a peso mexicano, los precios se manejan en una banda que es 10% arriba o abajo que en los Estados Unidos. El poder adquisitivo funciona parejo en casi todos los mercados de América latina.
¿Planean crecer en la Argentina con más locales o con nuevas marcas?
Nuestra meta es tener una mayor participación de mercado y esto puede ser por crecimiento de lo que ya tenemos o con otra marca. Habría que analizar cuál es la que más conviene para el mercado argentino.
Ya lo deben tener estudiado.
El segmento de la comida italiana es el más grande del mundo, pero también podría ser mexicana o americana.
¿Luego de seis años entienden a la Argentina como un país difícil o simple para hacer negocios?
La verdad es que no es más complejo que otros. Las economías de Latinoamérica aún tienen mucho que recorrer para ser más eficientes. Quizás Chile sea una excepción en la región. Pero el resto, desde México a la Argentina, hacer negocios es una situación similar. Sabemos que los gobiernos están trabajando, algunos más rápido que otros, en simplificar hacer negocios.
Arrancó hace 20 años con la primer franquicia de Burger King en México, más específicamente en Guadalajara. Hoy, controla una compañía que vende hamburguesas; pizzas (Dominos, California Pizza Kitchen); café (Starbucks y Vips); comida italiana; coreana; japonesa; tailandesa; vietnamita y china (P.F.Changs y Pei Wei); americana (Chillis y The Cheesecake Factory) y mexicana (El Portón). Con más de 2.200 unidades en México, Argentina, Chile, Colombia, Brasil ahora está desembarcando en España. Fabián Gosselin, director General de Alsea, estuvo en Buenos Aires como parte de uno de sus cuatro viajes al año que hace y para festejar la apertura de la tienda 150 en el país en seis años.
¿Cómo vivieron todos estos años de presencia en el país?
Muy bien. El negocio se quintuplicó desde que llegamos hace seis años, de la mano de un crecimiento de la clase media. Y en el mediano y largo plazo hay mercado para seguir creciendo.
Llegaron en un contexto de crecimiento y hoy es diferente, en especial para la clase media. ¿Mantienen los mismos objetivos?
Es cierto, pero hay que entender que no siempre el entorno macroeconómico es el ideal, en especial en las economías de América latina que tienen procesos, que van y vienen. Pero nuestras marcas han pasado por esos ciclos y son resistentes. Además, lo que sucede es que el consumidor reduce su frecuencia y se vuelve más selectivo, y ahí es donde nuestras marcas sacan provecho.
¿O sea que un contexto de caída de consumo y de inflación puede ser algo beneficioso para sus marcas?
A veces en las crisis hay oportunidades y Alsea tiene una gran variedad de marcas. Igual, seguimos pensando que es un muy buen momento. Las condiciones económicas no son las ideales, pero hacemos dinero y estamos reinvirtiendo.
¿Reinvertir fue la solución para esquivar la prohibición del pago de dividendos?
No es tan así. En general somos una compañía de poco pago de dividendos y de reinvertir casi todo. La prohibición no fue lo que lo cambió.
¿Cómo los afectó la caída del consumo?
Es cierto que hay una desaceleración y que el tema de la inflación está más presente. Pero es dispar. Por ejemplo, en Burger King notamos una ligera contracción, mientras que en Starbucks se sintió una retracción en las ventas.
¿Siguen teniendo problemas para importar como cuando Starbucks se quedó sin vasos por las trabas?
No, ya no. Y esto tiene que ver con que en general tenemos una estrategia de desarrollo de proveedores locales. Hoy el 90% de nuestros proveedores son nacionales y el resto es importado. Respecto de lo que pasó con los vasos, ya está lista la primer tirada de vasos de fabricación local que en poco tiempo estarán en los locales.
¿Cómo están, en precios, respecto de los otros locales de la región?
Medido en dólares, aunque nosotros pasamos todo a peso mexicano, los precios se manejan en una banda que es 10% arriba o abajo que en los Estados Unidos. El poder adquisitivo funciona parejo en casi todos los mercados de América latina.
¿Planean crecer en la Argentina con más locales o con nuevas marcas?
Nuestra meta es tener una mayor participación de mercado y esto puede ser por crecimiento de lo que ya tenemos o con otra marca. Habría que analizar cuál es la que más conviene para el mercado argentino.
Ya lo deben tener estudiado.
El segmento de la comida italiana es el más grande del mundo, pero también podría ser mexicana o americana.
¿Luego de seis años entienden a la Argentina como un país difícil o simple para hacer negocios?
La verdad es que no es más complejo que otros. Las economías de Latinoamérica aún tienen mucho que recorrer para ser más eficientes. Quizás Chile sea una excepción en la región. Pero el resto, desde México a la Argentina, hacer negocios es una situación similar. Sabemos que los gobiernos están trabajando, algunos más rápido que otros, en simplificar hacer negocios.
