La inflación podrá llegar este año a un 29% anual, casi el doble que la meta que se había anunciado el 28 de diciembre de 15% y hasta 4,2 puntos porcentuales por arriba del 24,8%, porcentaje en el que terminó el año pasado el IPC medido por el Indec. Y, desde el nivel que termine en 2018, deberá pegar un fuerte freno hasta alcanzar en 2019 un 17%.
Así lo permite el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional, según se desprende de la carta de intención y el memorándum de entendimiento difundido ayer por el Ministerio de Hacienda, que se presentó al organismo para acceder a un préstamo stand by por u$s 50.000 millones, anunciado el jueves pasado.
El documento, firmado por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y por el hasta ayer presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, fue dado a conocer por la mañana de ayer, en medio del inicio del Mundial de Fútbol de Rusia y cuando se estaba por votar en Diputado la despenalización del aborto.
Si bien en el anuncio del jueves pasado, cuando se presentaron las principales líneas de lo pactado con el FMI, Sturzenegger había dicho que este año no habría una meta de inflación puntual, en el documento difundido ayer se reconoce que será igual o inferior a las expectativas actuales del mercado (REM) para el final de 2018 (27%), y luego 17%, 13% y 9% para diciembre de cada uno de los siguientes tres años.
No obstante, en los cuadros que integran la carta de intención se lee que existen dos límites críticos: por un lado, el 29%, inflación que sería permitida por el FMI, sin necesidad de discusiones adicionales; por el otro, el 32%, porcentaje por arriba del cual el Gobierno deberá sentarse a hacer una consulta especial con la Junta Directiva del FMI.
Las perspectivas de inflación serán una parte crítica de cada revisión dentro del acuerdo. El BCRA discutirá con el staff del Fondo la respuesta de política apropiada si la tasa de inflación de 12 meses del IPC excede el límite superior de la banda interior especificada en la tabla anterior. En caso que la tasa de inflación del IPC a 12 meses exceda el límite superior de la banda exterior especificada anteriormente, las autoridades realizarán una consulta con la Junta Ejecutiva del FMI sobre su propuesta de respuesta de política antes de que los desembolsos del acuerdo estén disponibles. Específicamente, esa consulta con la Junta Ejecutiva explicará (i) la postura de la política monetaria y si el programa respaldado por el Fondo sigue en curso; (ii) las razones de las desviaciones de la banda especificada, teniendo en cuenta los factores compensadores; y (iii) acciones correctivas propuestas, según se considere necesario, se lee en el documento.
El programa económico desarrollado a lo largo de las 33 páginas estima un crecimiento para este año de 1,4%, aunque reconoce que se trabajó con un aumento del PBI de 0,4% para hacer los cálculos fiscales.
También se ratificó la política de tipo de cambio flexible, que el Banco Central va a llevar a cabo licitaciones en el mercado cambiario, que se enviará un proyecto de ley al Congreso para reforzar autonomía del BCRA y se propone metas, además de las fiscales y las de inflación, de nivel de reservas internacionales.
Se confirman las metas de reducción del déficit primario con el objetivo de lograr el 2,7% del PBI este año, del 1,3% en 2019 y lograr el equilibrio primario en 2020, mediante ajuste más pronunciados en los subsidios, obra pública, transferencias no automáticas a provincias y empleo público, principalmente.
Dentro de este aspecto, se buscará reducir el gasto público hasta llevarlo a niveles adecuados y sostenibles, lo que resulta fundamental para alcanzar tanto el equilibrio fiscal como macroeconómico.
Sobre el nivel de deuda, además de crear un Comité Coordinador de la Gestión de la Deuda, el Gobierno detalla que con el esquema fiscal de mediano plazo elegido garantizará que la deuda pública bruta como porcentaje del PBI caiga a partir de 2018, alcanzando el 55,8% del PBI hacia fines de 2021.
El documento incluye un cronograma de posibles desembolsos y de las fechas previstas de las revisiones: el miércoles próximo los primeros u$s 15.000 millones, de los cuales la mitad irá a reservas y los otros u$s 7500 millones para cerrar el déficit del tercer trimestre.
Luego de eso, los siguiente estarán disponibles desde el 15 de septiembre, en cuotas de u$s 2916 millones, siempre y cuando se cumplan con las revisiones trimestrales previstas. Estos fondos el Gobierno los tomará como precautorios, es decir, evaluará en cada período si decide recurrir a estos o no.
Así lo permite el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional, según se desprende de la carta de intención y el memorándum de entendimiento difundido ayer por el Ministerio de Hacienda, que se presentó al organismo para acceder a un préstamo stand by por u$s 50.000 millones, anunciado el jueves pasado.
El documento, firmado por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y por el hasta ayer presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, fue dado a conocer por la mañana de ayer, en medio del inicio del Mundial de Fútbol de Rusia y cuando se estaba por votar en Diputado la despenalización del aborto.
Si bien en el anuncio del jueves pasado, cuando se presentaron las principales líneas de lo pactado con el FMI, Sturzenegger había dicho que este año no habría una meta de inflación puntual, en el documento difundido ayer se reconoce que será igual o inferior a las expectativas actuales del mercado (REM) para el final de 2018 (27%), y luego 17%, 13% y 9% para diciembre de cada uno de los siguientes tres años.
No obstante, en los cuadros que integran la carta de intención se lee que existen dos límites críticos: por un lado, el 29%, inflación que sería permitida por el FMI, sin necesidad de discusiones adicionales; por el otro, el 32%, porcentaje por arriba del cual el Gobierno deberá sentarse a hacer una consulta especial con la Junta Directiva del FMI.
Las perspectivas de inflación serán una parte crítica de cada revisión dentro del acuerdo. El BCRA discutirá con el staff del Fondo la respuesta de política apropiada si la tasa de inflación de 12 meses del IPC excede el límite superior de la banda interior especificada en la tabla anterior. En caso que la tasa de inflación del IPC a 12 meses exceda el límite superior de la banda exterior especificada anteriormente, las autoridades realizarán una consulta con la Junta Ejecutiva del FMI sobre su propuesta de respuesta de política antes de que los desembolsos del acuerdo estén disponibles. Específicamente, esa consulta con la Junta Ejecutiva explicará (i) la postura de la política monetaria y si el programa respaldado por el Fondo sigue en curso; (ii) las razones de las desviaciones de la banda especificada, teniendo en cuenta los factores compensadores; y (iii) acciones correctivas propuestas, según se considere necesario, se lee en el documento.
El programa económico desarrollado a lo largo de las 33 páginas estima un crecimiento para este año de 1,4%, aunque reconoce que se trabajó con un aumento del PBI de 0,4% para hacer los cálculos fiscales.
También se ratificó la política de tipo de cambio flexible, que el Banco Central va a llevar a cabo licitaciones en el mercado cambiario, que se enviará un proyecto de ley al Congreso para reforzar autonomía del BCRA y se propone metas, además de las fiscales y las de inflación, de nivel de reservas internacionales.
Se confirman las metas de reducción del déficit primario con el objetivo de lograr el 2,7% del PBI este año, del 1,3% en 2019 y lograr el equilibrio primario en 2020, mediante ajuste más pronunciados en los subsidios, obra pública, transferencias no automáticas a provincias y empleo público, principalmente.
Dentro de este aspecto, se buscará reducir el gasto público hasta llevarlo a niveles adecuados y sostenibles, lo que resulta fundamental para alcanzar tanto el equilibrio fiscal como macroeconómico.
Sobre el nivel de deuda, además de crear un Comité Coordinador de la Gestión de la Deuda, el Gobierno detalla que con el esquema fiscal de mediano plazo elegido garantizará que la deuda pública bruta como porcentaje del PBI caiga a partir de 2018, alcanzando el 55,8% del PBI hacia fines de 2021.
El documento incluye un cronograma de posibles desembolsos y de las fechas previstas de las revisiones: el miércoles próximo los primeros u$s 15.000 millones, de los cuales la mitad irá a reservas y los otros u$s 7500 millones para cerrar el déficit del tercer trimestre.
Luego de eso, los siguiente estarán disponibles desde el 15 de septiembre, en cuotas de u$s 2916 millones, siempre y cuando se cumplan con las revisiones trimestrales previstas. Estos fondos el Gobierno los tomará como precautorios, es decir, evaluará en cada período si decide recurrir a estos o no.