De «la pesada herencia» a la «lluvia de inversiones»; del «segundo semestre» a «lo peor ya pasó»; de «lo estamos haciendo juntos» a «lo que viene será mejor». Luego de atravesar las semanas más «turbulentas» de su gestión, en los que puertas adentro hubo «perplejidad y desconcierto» respecto del discurso oficial, el gobierno de Mauricio Macri renovó su mensaje con un tono optimista sobre el futuro de la economía. Un poco más aliviado y con menos incertidumbre, el Ejecutivo salió a destacar esta semana lo que consideró dos «buenas noticias»: la reclasificación de la Argentina como mercado emergente y la aprobación del préstamo de US$50.000 millones del Fondo Monetario Internacional ( FMI ).
La estrategia de la Casa Rosada para comunicar la crisis cambiaria consta de dos pasos. El primero: reconocer que el país vive un «momento complejo» -afectado por el cambio del escenario económico internacional-, pero aclarar que la Argentina «no está en vísperas de una crisis similar al 2001» y que hay «buenas perspectivas». «Es importante destacar que el FMI aprobó de inmediato el préstamo y que el Banco Central tiene reservas», apunta uno de los voceros del oficialismo. El segundo, dar un pronóstico optimista: «Ya superamos situaciones difíciles y vamos a salir fortalecidos».
Qué estamos diciendo
Desde que Macri llegó a la Casa Rosada, el Ejecutivo utiliza un método de comunicación para transmitir la línea discursiva a los integrantes del oficialismo. De forma periódica, el equipo de discurso elabora un documento, denominado «Qué estamos diciendo», que se envía por mail a dirigentes de Cambiemos de todo el país y circula en los grupos de Whatsapp que integran las principales espadas mediáticas de la administración de Macri. Contiene datos, síntesis de medidas o transcripciones de entrevistas o discursos del Presidente.
Jorge Grecco, secretario de Medios, decide sobre qué tema se elabora y, durante los primeros meses de gestión, no se publicaba sin la autorización del jefe de Gabinete, Marcos Peña . «Ya no pasa por Marcos», afirman desde Balcarce 50.
El documento se utilizó, por ejemplo, para explicar la designación por decreto de los jueces de la Corte Suprema o para contar la postura del Gobierno en el caso de Santiago Maldonado. Desde que estalló la crisis cambiara y la Casa Rosada decidió pedir el auxilio financiero al FMI, difundieron varios documentos con información sobre la turbulencia económica. La mayoría de los textos contenían declaraciones del día de Macri, el jefe de Gabinete o el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne .
Inquietud y quejas
Sin embargo, las jornadas más críticas por la corrida cambiaria generaron incertidumbre entre algunos integrantes del oficialismo que suelen defender las medidas oficiales ante los medios. Un dirigente de Cambiemos aseguró a LA NACION que durante varias semanas no hubo una «bajada de línea clara» de la Casa Rosada sobre cómo afrontar la crisis. Reclamaban una estrategia. «Fue un mes de desconcierto y de cierta perplejidad del Gobierno. Necesitábamos saber qué estaba pasando», reconoció una espada del oficialismo. «La línea la marcó el Presidente», apuntaron desde la Casa Rosada.
Tras el acuerdo con el FMI y el ascenso del país «mercado emergente», la gestión de Macri buscó recuperar la iniciativa. Por eso, salió a celebrar las «buenas noticias» con una nueva cuota de optimismo. «Fue un mes muy malo para la economía. Cuando llega una buena, tenés que salir a destacarla», admitió un legislador del oficialismo.
«Dos buenas noticias tuvimos hoy para Argentina que muestran una vez más el apoyo internacional al proceso de reformas, corrección de desequilibrios o integración al mundo que iniciamos hace dos años y medio», señala el documento que circuló el miércoles pasado en el grupo de Whatsapp de los voceros de Cambiemos. La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal , y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta , se mantuvieron hasta el momento al margen de la ola optimista. Vidal suele esquivar los temas nacionales y se enfoca en la provincia, mientras que Larreta, señalaron desde su entorno, «acompaña en las buenas y también cuando hay que poner el pecho».
Mensaje de esperanza
En el interior de Pro hicieron catarsis por la crisis durante el encuentro partidario que se realizó el lunes pasado en un hotel del centro porteño. El jefe de Gabinete, Marcos Peña , el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , Vidal y Larreta, entre otros, fueron los encargados de transmitir un mensaje de esperanza. «En todos los discursos hubo un denominador común: estamos en un momento complejo, pero tenemos optimismo», explicó uno de los asistentes. En Pro admiten que muchos dirigentes del oficialismo -sobre todo los del interior del país- necesitaban escuchar una arenga y recibir datos concretos «de primera mano» sobre la situación económica. «De este momento del país vamos a salir fortalecidos, hay que estar unidos», aseguró una autoridad partidaria.
Pese a la caída de la imagen y los «meses difíciles» que atravesará la economía, en el macrismo sostienen que no hay un plan B y apostarán por un segundo mandato del Presidente. Mantendrán la receta de campaña de Jaime Durán Barba: «estar cerca de la gente» y escuchar los reclamos. Por eso, en Cambiemos planifican un nuevo timbreo para el próximo 30 de junio. «Nicolás [Dujovne] dijo que la situación económica va a ser favorable en 2019 para ir por la reelección», afirmó con esperanza un dirigente del Pro.
La estrategia de la Casa Rosada para comunicar la crisis cambiaria consta de dos pasos. El primero: reconocer que el país vive un «momento complejo» -afectado por el cambio del escenario económico internacional-, pero aclarar que la Argentina «no está en vísperas de una crisis similar al 2001» y que hay «buenas perspectivas». «Es importante destacar que el FMI aprobó de inmediato el préstamo y que el Banco Central tiene reservas», apunta uno de los voceros del oficialismo. El segundo, dar un pronóstico optimista: «Ya superamos situaciones difíciles y vamos a salir fortalecidos».
Qué estamos diciendo
Desde que Macri llegó a la Casa Rosada, el Ejecutivo utiliza un método de comunicación para transmitir la línea discursiva a los integrantes del oficialismo. De forma periódica, el equipo de discurso elabora un documento, denominado «Qué estamos diciendo», que se envía por mail a dirigentes de Cambiemos de todo el país y circula en los grupos de Whatsapp que integran las principales espadas mediáticas de la administración de Macri. Contiene datos, síntesis de medidas o transcripciones de entrevistas o discursos del Presidente.
Jorge Grecco, secretario de Medios, decide sobre qué tema se elabora y, durante los primeros meses de gestión, no se publicaba sin la autorización del jefe de Gabinete, Marcos Peña . «Ya no pasa por Marcos», afirman desde Balcarce 50.
El documento se utilizó, por ejemplo, para explicar la designación por decreto de los jueces de la Corte Suprema o para contar la postura del Gobierno en el caso de Santiago Maldonado. Desde que estalló la crisis cambiara y la Casa Rosada decidió pedir el auxilio financiero al FMI, difundieron varios documentos con información sobre la turbulencia económica. La mayoría de los textos contenían declaraciones del día de Macri, el jefe de Gabinete o el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne .
Inquietud y quejas
Sin embargo, las jornadas más críticas por la corrida cambiaria generaron incertidumbre entre algunos integrantes del oficialismo que suelen defender las medidas oficiales ante los medios. Un dirigente de Cambiemos aseguró a LA NACION que durante varias semanas no hubo una «bajada de línea clara» de la Casa Rosada sobre cómo afrontar la crisis. Reclamaban una estrategia. «Fue un mes de desconcierto y de cierta perplejidad del Gobierno. Necesitábamos saber qué estaba pasando», reconoció una espada del oficialismo. «La línea la marcó el Presidente», apuntaron desde la Casa Rosada.
Tras el acuerdo con el FMI y el ascenso del país «mercado emergente», la gestión de Macri buscó recuperar la iniciativa. Por eso, salió a celebrar las «buenas noticias» con una nueva cuota de optimismo. «Fue un mes muy malo para la economía. Cuando llega una buena, tenés que salir a destacarla», admitió un legislador del oficialismo.
«Dos buenas noticias tuvimos hoy para Argentina que muestran una vez más el apoyo internacional al proceso de reformas, corrección de desequilibrios o integración al mundo que iniciamos hace dos años y medio», señala el documento que circuló el miércoles pasado en el grupo de Whatsapp de los voceros de Cambiemos. La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal , y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta , se mantuvieron hasta el momento al margen de la ola optimista. Vidal suele esquivar los temas nacionales y se enfoca en la provincia, mientras que Larreta, señalaron desde su entorno, «acompaña en las buenas y también cuando hay que poner el pecho».
Mensaje de esperanza
En el interior de Pro hicieron catarsis por la crisis durante el encuentro partidario que se realizó el lunes pasado en un hotel del centro porteño. El jefe de Gabinete, Marcos Peña , el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , Vidal y Larreta, entre otros, fueron los encargados de transmitir un mensaje de esperanza. «En todos los discursos hubo un denominador común: estamos en un momento complejo, pero tenemos optimismo», explicó uno de los asistentes. En Pro admiten que muchos dirigentes del oficialismo -sobre todo los del interior del país- necesitaban escuchar una arenga y recibir datos concretos «de primera mano» sobre la situación económica. «De este momento del país vamos a salir fortalecidos, hay que estar unidos», aseguró una autoridad partidaria.
Pese a la caída de la imagen y los «meses difíciles» que atravesará la economía, en el macrismo sostienen que no hay un plan B y apostarán por un segundo mandato del Presidente. Mantendrán la receta de campaña de Jaime Durán Barba: «estar cerca de la gente» y escuchar los reclamos. Por eso, en Cambiemos planifican un nuevo timbreo para el próximo 30 de junio. «Nicolás [Dujovne] dijo que la situación económica va a ser favorable en 2019 para ir por la reelección», afirmó con esperanza un dirigente del Pro.