En una de las misiones del FMI por el Articulo IV, Cardarelli se había reunido con Dujovne en Hacienda
La misión del Fondo Monetario Internacional para evaluar la evolución de la economía argentina desembarcó en Buenos Aires. Está previsto que hoy, en el primer día de que los técnicos estarán en el país, mantengan las reuniones más importantes de su estadía: el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Luis Caputo, se encontrarán, por separado, con el italiano Ricardo Cardarelli, el economista que lidera el equipo del organismo internacional.
El llega a la Argentina en un momento complejo: el viernes el dólar escaló 3,85% hasta cerrar en $ 29,80 y avanza en la Justicia el escándalo por los cuadernos K, que se prevé impactará en la economía a través de la valuación de los activos financieros y también la obra pública.
No obstante, los siete técnicos que estarán en la Argentina hasta el miércoles 22, liderados por Cardarelli, posarán principalmente la vista en un indicador: la evolución del déficit fiscal.
Para tranquilidad del Gobierno, los números (pese al impacto negativo de la devaluación en el recorte de subsidios deseada por el oficialismo) fiscales a junio mostraron el sobrecumplimiento de los objetivos del primer semestre. Tanto que envalentonaron a Dujovne a decir que «no hay chance de que la Argentina no cumpla con las metas».
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Es un tema de alta sensibilidad. La convocatoria se dilató para que comenzara este mes, pero aún no se invitó a los integrantes y se acerca el año electoral
Los datos presentados por Hacienda marcan que el resultado primario del primer semestre arrojó un déficit de 0,8 puntos del PBI y se sobrecumplió la meta del semestre, que era de 1,1%. «En el segundo trimestre de 2018 hemos logrado un sobrecumplimiento del 0,2% de la meta fiscal, con vistas a lograr un déficit de 2,7% este año y del 1,3% en 2019», había agregado el ministro.
Sobre los números de julio, los analistas son un poco menos auspiciosos, pero aún así llegar al 2,7% del PBI de este año es una posibilidad sobre la que nadie duda (aún los economistas privados), lo que hace que los dos desembolsos que restan para este año desde el Fondo, por unos u$s 3000 millones cada uno, esté descontado que se concreten.
La misión del FMI estará en el país para realizar la primera revisión trimestral del acuerdo de asistencia financiera pactada con el organismo. Lo hará tras el desembolso por u$s 15.000 millones, de los u$s 50.000 millones que pactó el gobierno de Mauricio Macri dentro de la línea stand-by, que se concretó a mediados de junio.
Luego de esta primera revisión, los técnicos elevarán un informe al directorio del organismo para que, el 15 de septiembre se concrete el segundo desembolso, por poco menos de u$s 3000 millones.
Tanto estos fondos como los que se darían en diciembre conforman los recursos necesarios para cerrar el programa financiero de este ano, siempre y cuando las renovaciones de las Letras del Tesoro (Letes ) se den de manera completa.
El Gobierno confía que los desembolsos del FMI se concretarán, tanto en 2018 como en 2019, de manera de tener menos necesidades de recurrir al mercado para conseguir el financiamiento para cerrar la brecha. Aún con los u$s 12.000 millones del ano próximo se necesitarán unos u$s 7500 millones, calculan en Hacienda, que se buscarán en el mercado local.
Los técnicos del Fondo Monetario monitorearán también otras variables cuantitativas, como la evolución de las reservas internacionales y la inflación. Sobre la primera, el viernes terminaron en u$s 56.870 millones, una caída de u$s 649 millones ese día. Con los u$s 7500 millones del FMI que pasaron a engrosarlas, habían llegado a u$s 63.274 millones.
Los datos del viernes marcan una caída de 10% o de unos u$s 6400 millones, de los cuales unos u$s 2000 millones corresponden a las ventas que hace el Banco Central por cuenta del Tesoro, por lo que no se contabilizan como pérdida. No obstante, las intervenciones directas en el mercado cambiario se frenaron por completo, por lo que no hubo salida de divisas vía esta posibilidad.
Sobre la inflación, lo máximo permitido sin que el Directorio de la entidad deba opinar es de 32% en la variación interanual. El miércoles el Indec dará a conocer el indicador de julio, que ubicaría al IPC en torno a ese porcentaje para los últimos 12 meses.
El equipo del Fondo mantendrá reuniones además con representantes del mundo académico y del sector privado. Es probable que Alejandro Werner se una sobre el final de la misión, en la próxima semana.
La misión del Fondo Monetario Internacional para evaluar la evolución de la economía argentina desembarcó en Buenos Aires. Está previsto que hoy, en el primer día de que los técnicos estarán en el país, mantengan las reuniones más importantes de su estadía: el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Luis Caputo, se encontrarán, por separado, con el italiano Ricardo Cardarelli, el economista que lidera el equipo del organismo internacional.
El llega a la Argentina en un momento complejo: el viernes el dólar escaló 3,85% hasta cerrar en $ 29,80 y avanza en la Justicia el escándalo por los cuadernos K, que se prevé impactará en la economía a través de la valuación de los activos financieros y también la obra pública.
No obstante, los siete técnicos que estarán en la Argentina hasta el miércoles 22, liderados por Cardarelli, posarán principalmente la vista en un indicador: la evolución del déficit fiscal.
Para tranquilidad del Gobierno, los números (pese al impacto negativo de la devaluación en el recorte de subsidios deseada por el oficialismo) fiscales a junio mostraron el sobrecumplimiento de los objetivos del primer semestre. Tanto que envalentonaron a Dujovne a decir que «no hay chance de que la Argentina no cumpla con las metas».
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Los datos presentados por Hacienda marcan que el resultado primario del primer semestre arrojó un déficit de 0,8 puntos del PBI y se sobrecumplió la meta del semestre, que era de 1,1%. «En el segundo trimestre de 2018 hemos logrado un sobrecumplimiento del 0,2% de la meta fiscal, con vistas a lograr un déficit de 2,7% este año y del 1,3% en 2019», había agregado el ministro.
Sobre los números de julio, los analistas son un poco menos auspiciosos, pero aún así llegar al 2,7% del PBI de este año es una posibilidad sobre la que nadie duda (aún los economistas privados), lo que hace que los dos desembolsos que restan para este año desde el Fondo, por unos u$s 3000 millones cada uno, esté descontado que se concreten.
La misión del FMI estará en el país para realizar la primera revisión trimestral del acuerdo de asistencia financiera pactada con el organismo. Lo hará tras el desembolso por u$s 15.000 millones, de los u$s 50.000 millones que pactó el gobierno de Mauricio Macri dentro de la línea stand-by, que se concretó a mediados de junio.
Luego de esta primera revisión, los técnicos elevarán un informe al directorio del organismo para que, el 15 de septiembre se concrete el segundo desembolso, por poco menos de u$s 3000 millones.
Tanto estos fondos como los que se darían en diciembre conforman los recursos necesarios para cerrar el programa financiero de este ano, siempre y cuando las renovaciones de las Letras del Tesoro (Letes ) se den de manera completa.
El Gobierno confía que los desembolsos del FMI se concretarán, tanto en 2018 como en 2019, de manera de tener menos necesidades de recurrir al mercado para conseguir el financiamiento para cerrar la brecha. Aún con los u$s 12.000 millones del ano próximo se necesitarán unos u$s 7500 millones, calculan en Hacienda, que se buscarán en el mercado local.
Los técnicos del Fondo Monetario monitorearán también otras variables cuantitativas, como la evolución de las reservas internacionales y la inflación. Sobre la primera, el viernes terminaron en u$s 56.870 millones, una caída de u$s 649 millones ese día. Con los u$s 7500 millones del FMI que pasaron a engrosarlas, habían llegado a u$s 63.274 millones.
Los datos del viernes marcan una caída de 10% o de unos u$s 6400 millones, de los cuales unos u$s 2000 millones corresponden a las ventas que hace el Banco Central por cuenta del Tesoro, por lo que no se contabilizan como pérdida. No obstante, las intervenciones directas en el mercado cambiario se frenaron por completo, por lo que no hubo salida de divisas vía esta posibilidad.
Sobre la inflación, lo máximo permitido sin que el Directorio de la entidad deba opinar es de 32% en la variación interanual. El miércoles el Indec dará a conocer el indicador de julio, que ubicaría al IPC en torno a ese porcentaje para los últimos 12 meses.
El equipo del Fondo mantendrá reuniones además con representantes del mundo académico y del sector privado. Es probable que Alejandro Werner se una sobre el final de la misión, en la próxima semana.