Destapación y Carnota

Leemos el título de tapa de La Nación de hoy: «Duras críticas de la jueza Carmen Arbigay al gobierno». El contenido no interesa. Se adivina. Es parte de la campaña del terrorismo mediático, que señala hoy MP en su post «Colaboracionistas», aquí, en Artepolítica.

Si hablamos de colaboracionismo con la dictadura 76/83 (y con todas las anteriores) naturalmente el diario de Bartolo va a la cabeza. Los que no tienen cabeza parecen ser sus lectores, quienes acaso esta tarde, después de leer la nota, recuerden la furibunda campaña que el pasquín dirigió contra el gobierno de Néstor Kirchner cuando propuso (propuso digo, no designó) a Argibay para integrar la Corte Suprema.

Confesa defensora de la legalización del aborto, la jueza fue insultada en todos los tonos y colores por los columnistas de la gacetilla mitrista, no obstante lo cual ella fue postulada también por todas las entidades, organismos, colegios, etc. vinculados con la actividad judicial en la Argentina. Y elegida igual que varios de sus actuales compañeros (salvo quienes ya estaban y no recibieron custionamiento), convocados para reemplazar a los jueces corruptos de la famosa mayoría automática, escogidos a dedo por el menemismo, quienes renunciaron en todos los casos para evitar el juicio político que los dejaría sin jubilación. La excepción fue Moliné O’Connor, quien fue juzgado y expulsado ipso facto. 

Al «diario» terrorista (mediático) La Nación no le interesa que Kirchner haya utilizado un mecanismo absolutamente democrático para cubrir los cargos de la Corte. Tampoco repara en que esos mismos jueces hoy puedan criticar al propio gobierno sin que los baleen en las piernas (como hizo Menem con Pino Solanas). Todo sirve para sumar. Aún utilizar a ex «enemigos» como Argibay. Ya habrá tiempo para volver con el tema del aborto, que dicho sea de paso a La Nación sólo le interesa para congraciarse con la cúpula de la Iglesia, no porque en su ideario sea un tema de real interés. La ética nunca estuvo estuvo en la agenda del libelo, dos de cuyos accionistas mayoritarios, Matilde y Alejandro Saguier, continúan procesados por evasión agravada en el caso Skanska. También era accionista Luis MItre (hermano de Bartolito junior), asesinado en un confuso hecho de ribetes escandalosos, que ni la prensa amarilla cubrió más de diez minutos. En eso todos son socios, como dice MP en «Colaboracionistas»: la cadena privada de la desinformación. El golpismo siglo XXI, sin tanques ni corridas cambiarias o bancarias. Apenas con el billete como estandarte.

A La Nación no hay con qué darle en materia de golpismo, aunque para el final rescatamos los denodados esfuerzos del multimedio Clarín para equiparar ese liderazgo. Desde su emporio de mentiras denominado TN, a cargo de viejos y nuevos profesionales de la desestabilización (algunos adrede y otros de puro rebaño) descarga su veneno en dosis creciente y ya realmente insoportable para cualquiera que se atreva a comparar esa basura con la realidad. A veces ni es necesario.

La perla de la semana se la lleva Fernando Carnota, gritón insufrible que jamás hubiese enfrentado un micrófono en los tiempos del ISER. Pero su mediocridad no es tan importante. Lo increíble es su nivel de genuflexión, estulticia, como quiera llamarle. Su diálogo del miércoles con Eduardo Buzzi saturó el nivel máximo de fetidez «periodística», lo que sin duda merecería una imprescindible destapación (R) de sus propias cañerías cloacales. Aquí va:

-Hay arreglo con el gobierno ¿o es sólo una tregua?  (Carnota).

-Hay un principio de acuerdo y es válido (Buzzi).

-La Mesa de Enlace arregló, pero De Angeli no está conforme… (Carnota)

-Bueno, él tiene derecho (Buzzi).

-Pero usted pertenece a la misma entidad… (Carnota)

-Sí, pero nuestras diferencias no las ventilamos en público (Buzzi)

-Bueno, Buzzi, pero, escúcheme: si hay arreglo  ¿qué va a hacer De Angeli..? (Carnota).

-MIre,  no sé. Nosotros tratamos de encontrar soluciones y usted habla de notoriedad pública… (Buzzi)

Telón.

De cómo un golpista confeso como Eduardo Buzzi (declaración en Sáenz Peña, Chaco sobre «debilitamiento del gobierno desde cualquier ángulo») puede darle una «lección» de «seriedad» a un pseudocronista que trata de ayudarlo en su causa pero es tan (pero tan) que se pasa de rosca y termina haciéndole perder la paciencia.

Recordamos que Kirschbaum, mandamás en la redacción de Clarinete (no por ello menos mediocre) calificó al propio Buzzi de «amateur» por aquella declaración, algo así como decirle: «Idiota, todos estamos en el golpe, pero no hay que avisar…».

Bueno, pensemos ahora en Carnota, en los Carnotas que han inundado los medios. Colaboracionistas, golpistas y racistas también. Eso sí, abanderados del periodismo independiente. Independiente ¿de quién? 

(R) destapación. Palabra registrada por el autor para comentar en forma periódica el contenido de las tapas del «diario» La Nación. Prohibido su uso para el mismo fin.

Acerca de Mono Gatica

ENRIQUE MARTÍN (Mono Gatica). EX SECRETARIO DE REDACCIÓN DE LA AGENCIA DyN Y REDACTOR EN LOS DIARIOS LA RAZÓN, LA PRENSA Y CRÓNICA. ACTUAL PROFESOR DE REDACCIÓN PERIODÍSTICA E INTRODUCCIÓN AL PERIODISMO EN DISTINTOS INSTITUTOS PORTEÑOS.

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3 comentarios en «Destapación y Carnota»

  1. en continental al otro dia del arreglo estaban muy disconformes, casi indignados, las bases, las bases!!

    despues de un año de pedir dialogo y mesura se dan cuenta que se les acaba el negocio y un flanco opositor mas!

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