Definiciones

El idioma castellano es rico en expresiones idiomáticas. Lo hemos dicho siempre. Nos lo han dicho hasta el cansancio. Es una frase que ha recorrido el mundo y ha subsistido a través de generaciones.
Pero ocurre que vivimos un tiempo demasiado loco en cuanto a la vertiginosidad en que suceden las cosas que, de golpe y porrazo, nos encontramos analizando, una vez más “cómo llegamos hasta acá”.
Y entonces producimos nuevas definiciones que justifican el estado de las cosas después de sesudos análisis, pero que en verdad no definen nada.

Entonces el NUNCA MAS se transforma por este birlebirloque declamatorio en un OTRA VEZ?.

Por eso es conveniente sacar la cabeza afuera y que no nos arrastre el vértigo de la sinrazón cotidiana, para ver dónde estamos y hacia dónde vamos.

En verdad advierto que esto subyace en este espacio creado por Artepolítica

Entonces, se me ocurre, con todo respeto, tomar el diccionario (RAE) y leer pausadamente los siguiente:

ley.
(Del lat. lex, legis).
3. f. Precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados.

~ del embudo.
1. f. coloq. La que se emplea con desigualdad, aplicándola estrictamente a unos y ampliamente a otros.

Y sigo leyendo:
anarquía.
(Del gr. ???????).
1. f. Ausencia de poder público.
2. f. Desconcierto, incoherencia, barullo.
Sigo:
estado.
(Del lat. status).
5. m. Conjunto de los órganos de gobierno de un país soberano.
6. m. En el régimen federal, porción de territorio cuyos habitantes se rigen por leyes propias, aunque estén sometidos en ciertos asuntos a las decisiones de un gobierno común.
~ de bienestar.
1. m. Sistema social de organización en el que se procura compensar las deficiencias e injusticias de la economía de mercado con redistribuciones de renta y prestaciones sociales otorgadas a los menos favorecidos.

retórica.
(Del lat. rhetor?ca, y este del gr. ????????).
1. f. Arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover.
3. f. despect. Uso impropio o intempestivo de este arte.
4. f. pl. coloq. Sofisterías o razones que no son del caso. No me venga usted a mí con retóricas.

Y también leo, para matizar, en un librito que hemos intitulado Constitución Nacional:
Art. 10.- En el interior de la República es libre de derechos la circulación de los efectos de producción o fabricación nacional, así como la de los géneros y mercancías de todas clases, despachadas en las aduanas exteriores
Art. 22.- El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.
Sigo
sedición.
(Del lat. sedit?o, -?nis).
1. f. Alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el orden público o la disciplina militar, sin llegar a la gravedad de la rebelión.
2. f. Sublevación de las pasiones.

Entonces porqué no nos detenemos a pensar un poco mejor de qué se trata? Porque continuar por este camino implica, además, el ejercicio de una práctica que nuestra sociedad conoce y maneja como el más eximio: y es la relativización no solo de los conceptos sino también de los valores

relativizar.
1. tr. Introducir en la consideración de un asunto aspectos que atenúan su importancia.
Entonces los fundamentos que sustentan las leyes valen en tanto y en cuanto las miremos desde un punto y no desde otro.
Ya conocemos esto.
Pero sin embargo nos empecinamos en no salir de este enredo como sociedad porque en el fondo siempre nos conviene la crisis, el caos, porque justifica una serie de actos y procederes que de otro modo sería muy difícil lograr.
Somos los argentinos violentos adoradores del santo quilombo sin remedio?
Somos incapaces de alcanzar un estado de cosas, no sin conflictos porque la sociedad humana es eso, pero sí un estado de cosas que permita aplicar la creatividad incomensurable de nuestras gentes en el desarrollo de esa misma sociedad?
He vivido ya unos cuantos años por la gracia de Dios y estoy llegando a la conclusión que no queremos eso como sociedad. Así como hay generaciones que han nacido y desarrollado en la violencia de todo tipo y guardan heridas que no han cicatrizado, hay otras que han perdido p.ej.la cultura del trabajo. Otras directamente no la conocen y no son responsables de ello. Pero cómo vamos a desarrollar una sociedad si no pensamos en la inclusión y seguimos aplicando conceptualmente el razonamiento de la frazada corta que cuando cubre la cabeza descubre los pies? Es posible que nos neguemos a considerar agrandar la frazada? Es por lo menos, una conceptualización nihilista del desarrollo.
Las nuevas generaciones tienen el desafío de desentrañar este nudo gordiano de nuestra sociedad. Caso contrario, lo engordarán, como hemos hecho, al parecer, muchos de nosotros.
Pero empecemos a definir nuevamente las cosas que no tendrían que haber sido relativizadas u olvidadas con discursos retóricos.
Vladimir Suárez.