La Nación se acordó de una noticia y hoy tituló sus dudas de esta forma:
Plan nacional contra el delito / A un mes del anuncio presidencial
Faltan fondos para el plan de seguridad
El Gobierno admitió demoras en el giro del dinero; sólo
les llegó a 11 de los 40 partidos bonaerenses a los que
se les había prometido
La semana pasada y casi exclusivamente informamos sobre el lanzamiento del plan de seguridad del gobierno nacional destinado a la Provincia de Buenos Aires cuya primer etapa del plan abarca cuarenta municipios, de los que faltan firmar solo cuatro convenios que se hará en el curso de la semana que recién empieza.
El plan incluye la provisión de cámaras, de GPS para los patrulleros policiales y el equipamiento de un centro municipal que centraliza el segumiento y la participación de la comunidad en el tema.
De los 36 que ya habían firmado hasta el lunes 27 de abril, 24 municipios ya había recibido a esa fecha el 50% del recurso con lo cual están en condiciones de iniciar la implementación. El monto girado a los municipios al día de hoy es de $133.590.312.
$133.500.000. son por si solo una cifra bastante grande que habla a las claras de que no se está verseando, que no es un anuncio vacío y a lo mejor por eso mismo fue silenciado por los grandes medios que esperan que a esta falta de información le siga algún delito con final infeliz (como el triste asesinato del camionero Capristo) para asi lanzarse otra vez a ponerle el microfono y las cámaras insensatamente a los familiares de las víctimas en el momento en que están desgarrados por el dolor. Antes decíamos eso vende, ahora sabemos que eso desestabiliza, que eso destituye.
También esta en marcha un programa similar para el Gran Mendoza de las mismas características por un monto de $50.000.000 y se está trabajando con la Secretaría de Seguridad de la Provincia de Tucumán con el fin de lanzar uno tambien allí.
«Jugando al periodismo» la blogósfera informó en estos posteos
Nestor Sbariggi informó aquí
Omar Bojos informó aqui, aqui y aqui
Andrés el viejo informó aquí
Abel Fernandez rozó el tema aqui
Seguramente otros lo informaron y no se dedicaron a hablar del vaso medio vacío como lo hizo la tribuna de doctrina ( a estas alturas el pasquín de «la» embajada).
Quizás por que soy territorial no tengo pruritos en abordar el tema y que me digan «facho». La seguridad es una condición necesaria para el funcionamiento de la sociedad y uno de los principales criterios para asegurar la calidad de vida. Pero entiendo que va más allá del equipamiento de la policía, de la represión del delito. Seguridad es un concepto más amplio que tiene que ver con el hacer efectivo el goce de derechos y libertades que para ser, justamente, disfrutados tienen que llegar al pleno de la población, es decir ponerlas al alcance de todos y no que sea patrimonio formal de todos pero concretamente de una parte de ella como reclaman algunos sectores y sus dirigencias.
Para este comentarista, que ve el mismo vaso pero lo observa medio lleno, la seguridad es un bien público que el estado indelegablemente debe proveer. Y cuando me refiero a seguridad involucro en el concepto a la capacidad de la comunidad (de los sistemas comunitarios) para generar condiciones que favorezcan el pleno disfrute de derechos y libertades y el desarrollo de cuanta actividad generada por la autodeterminación personal en armonía con la ley se nos ocurra, con el propósito de hacer eficaz la acción pública destinada a lograr la paz social.
Seguridad es mucho más que velar por la integridad física y la protección de los bienes de los individuos.
Plantear esta forma de concebir la seguridad para los redactores y lectores de La Nación puede que sea muy zurdo para su gusto.
Dos refexiones quiero dejar sobre el tema y no son mias:
a) Manolo explica por que se es progresista también al atacar a un poder del estado que solo es eficaz contra la delincuencia de un sector social (¿»que ejerce violencia» de clase se dice?.
«Como nos contaban los Compañeros de la Jefatura, suerte que se venía trabajando en el tema, y se respondió políticamente a Valentín Alsina. / Porque el sujeto de la ira es el Sistema Judicial, quienes sufren la inseguridad en los estratos bajos saben de memoria las limitaciones de la “política” y la policía, pero quien acciona la puerta giratoria son los jueces. / Para el Establishment y la Izquierda Cultural la solución es un horror, porque la descentralización operativa va mucho mas allá de lo que soñó el Armenio.» (cuando el oscuro Manolo dice «el Armenio» con confianzuda familiaridad se refiere al Dr. León Arslanián).
b) Me quedo también con un comentario de Andrés el viejo en un post de Manolo, acerca de la integralidad de la respuesta:
«De todas maneras, por mucho que se mejore la Justicia, eso no es suficiente. Y el intento de resolver la cuestión de la seguridad con una o con otra escuela de derecho penal está destinado al peor de los fracasos. Si reducimos la cuestión al abolicionismo (como dice el procesista Durrieu) o a la pura razón represiva, seguiremos sin rumbo y a los bandazos, un día con el acento puesto en las «garantías» y al otro con la promesa de «meter bala».
Todo lo que hay que hacer en materia de prevención, de mejora de la Justicia, de depuración policial, de reforma de las cárceles, etc., se perderá si no se trabaja sobre el tejido social dañado y se lo dota de trabajo, vida digna y solidaridad social.»