Muchas lecturas, respetables todas, sostienen que Moreno es un pilar del modelo kirchnerista, y que su salida del gobierno sería lo más parecido al principio del fin del proyecto nacional. Yo tiendo a pensar todo lo contrario, que la entronización de Moreno coincidió con el comienzo de la pérdida de sintonía entre el gobierno y gran parte de la sociedad. Se notó en 2.007 cuando la clase media masivamente votó en contra y se consolidó el 28 J cuando hasta los sectores populares nos dieron la espalda.
Cambiar a Moreno antes del 28 J sin dudas podía representar servirle su cabeza en bandeja al angurriento grupo Clarín, la Mesa de Enlace o Lilita Carrió. Después del 28 J, con un rechazo del 70% a las formas, los contenidos, o las dos cosas –no importa-, lo vuelve una cuestión de táctica e inteligencia política. Por eso que le llaman ganar un poco de aire y margen de maniobras. Ceder algo teniendo el poder y el respaldo popular es una señal de debilidad, una claudicación. Pero negociar después de haber recibido una contundente lección electoral es más un síntoma de inteligencia y de instinto de supervivencia política.
Entiendo que si nos cerramos en el “relato” de que un cambio –en este caso el de Moreno, que es mucho más que un funcionario- es equiparable a “dejar las convicciones colgadas en la puerta de la Casa de Gobierno” no estaremos ni cerca de procesar políticamente la derrota electoral, sino más bien reforzando la inevitabilidad de la caída, y con la posibilidad concreta de perder todos los logros obtenidos, cuestión absolutamente evitable si se da lugar a una lectura más realista: es decir, menos paladar negro, menos mesa chica, más apertura a la gente del palo que aporta matices para complejizar y fortalecer cualquier decisión política de aquí en más. Al fin y al cabo, nos quedan dos años de gobierno y las oposiciones son impresentables.
Más allá de las interpretaciones y demonizaciones que abundan sobre el “Polémico” Moreno -admito que la mayoría de quienes lo critican lo hacen por lo poco que ha hecho bien y por su identificación con cierta recuperación de la intervención política en el territorio liberado del mercado- no es posible sostener el relato idílico de que por su manipulación de los índices la Argentina paga menos por los bonos indexados. Está bien, para nosotros –partidarios, militantes o interesados en la política- es un elemento de consideración importante. Pero es una justificación inútil para la morocha del conurbano o del Chaco que cobra un plan social, cuyo esposo no está entre los cuatro millones de personas que consiguió empleo formal durante el kirchnerismo, y que va todos los días al almacén del barrio y encuentra que las cosas aumentan. Ahí no hay lola.
Tampoco es sostenible para algunos productores primarios como los tamberos, trigueros y algunos pequeños ganaderos –no todo es soja en la vida- que ven como su laburo se pierde, no rinde, pero es apropiado en la comercialización por las cadenas de supermercados perjudicando también al consumidor final.
Las mentiras del INDEC bajo Moreno también han permitido el florecimiento de las consultoras privadas, absolutamente desprestigiadas en todo el mundo por no prever los últimos cataclismos financieros internacionales. Esas mentiras –que sabemos comprar- también nos hablan que los argentinos pobres e indigentes son muchos más, y ningún gobierno que se jacte de peronista, nacional y popular o preocupado por la distribución del ingreso puede ocultar a los pobres estadísticamente.
Vuelvo al inicio, no importa lo que diga la oposición, lo que es verdaderamente importante es lo que hacemos nosotros, nuestro gobierno, para salir de esta batalla perdida. Seguramente la oposición dirá que si se va Moreno es tarde. Que ahora se tiene que ir De Vido. No importa lo que diga la oposición, lo dijeron las urnas, un 70% de los argentinos quiere que cambiemos. Si después de seis años en ejercicio de la gestión, el kirchernismo no pudo, no supo o no quiso construir un dispositivo alternativo o un instrumento menos lesivo para su propia credibilidad que Moreno. es que estamos al horno. Y lo de Moreno también lo dicen personajes insospechados de antikirchneristas o de operadores del poder concentrado como Alfredo Zaiat y Mario Wainfeld en Página. No es novedoso.
¿Qué hacer? Reconocer que la cuestión INDEC es un problema, una bomba de tiempo. Convocar a Aldo Ferrer, al Plan Fénix, a los gobernadores afines, al Congreso, a la CGT, a la CTA. Meterlos a todos, convocarlos a todos, interpelarlos a todos. Mucho diálogo y consenso, ahora sí. Que cada uno se haga cargo y explique las “soluciones” que propone. Eso obligará a la oposición a explicar cómo piensan desfinanciar al Estado e impulsar políticas públicas de asignación universal -que se caen de maduras hoy por hoy-, por ejemplo.
Bueno, ahí está, son algunas reflexiones al voleo, que no se pretenden concluyentes sino más bien una línea de sugerencia. Supongo que la polémica sobre el “Polémico” Moreno seguirá abierta. Seguirán existiendo las interpretaciones más reflexivas, más apasionadas, más templadas, más crispadas, pero insisto en que pensar un después de Moreno debería impulsarnos a un mayor debate y compromiso y no a la resignación de que con él se cae todo nuestro gobierno. Y si así fuese, si todo nuestro proyecto se resume a la permanencia o no de Moreno, tal vez nunca hayamos merecido conducir los destinos de esta Nación.
Me preocupa realmente que pueda justificarse la intervencion de Moreno en el indec por el hceho de que asi se paga menos deuda. Es lo que se llamaria una «avivada criolla». Mas interesante seria que Moreno se hubiera abocado a controlar realmente los precios. La avivada finalmente sera perjudicial desde todo punto de vista. Hay que considerar que no solo se truchan los numeros sino que se destruyó la base de datos. Cualquier pais que tome medidas de politica económica y social eficientes lo hace basado en un conocimiento lo mas fidedigno posible de la realidad.
el tema del INDEC no es menor…
si tienen a su hijo postrado en la cama con fiebre,viene el medico y les dice…»mira,el termometro no se si marca bien o mal…te importa???».
deberia importarles…en economia la estadistica lo es todo,aun teniendo estadisticas veraces,podes pifiarla…esta dentro de las reglas…pero si encima no son confiables…la vas a pifiar,y MAL¡¡¡.
con menem,sabiamos q «pobres habra siempre»…ahora con ustedes,ni siquiera sabemos cuantos pobre hay realmente…sobre llovido,mojado¡¡¡
moreno es un tema menor…el problema es nestor kirchner,por q fue una idea de el destruir el INDEC…moreno es un simple lacayo del poder,si lo cambian por otro titere,la verdad,carece de importancia…
estan en un dilema mortal…seguir con el INDEK tal como esta,(pero ahora en un contexto de debilidad politica no se como lo van a lograr)…y seguir aumentando la presion en la olla de las variables economicas…hasta q explote por sus propios medios…
y el otro es «normalizar» el INDEC…lo q haria saltar por los aires todos los indices de inflacion,pobreza,indigencia,precariedad laboral,inequidad en la distribucion de la riqueza etc…en q se ha basado todo el discurcito del «modelo» en estos ultimos años…
hasta hace unos meses,cuando se criticaba la manipulacion del INDEC…muchos hacian cola para defender al compañero moreno…precisamente,estos «muchos» eran los q se llenaban la boca hablando de pobreza,inclusion social,redistribucion etc…
hablaban de esas cosas,pero por otra parte,aceptaban impunemente q se escondieran bajo la alfombra de los datos del INDEK…los VERDADEROS datos sobre pobreza,indigencia,mortalidad infantil etc…TODO UN CONTRASENTIDO¡¡¡ (deberian haber sido esos «muchos» quienes primero debieron oponerse a la manipulacion de estadisticas…ya q los pobres,de los q se ufanan ideologicamente en «defender»,son los principales perjudicados).
el tema del «subsidio universal por hijo» q plantea la oposicion…es incompatible con con ciertos «gastos» actuales…
el PROBLEMA es q la progresia argentina ya eligio…en vez de subsidios para la niñez,eligieron subsidiar a aerolineas…6 millones de perdida por dia…180 millones por mes…(y no sigo haciendo cuentas por q seria vomitivo)…
mientras los chicos del norte siguen muriendose por desnutricion…y los pendejos del conurbano viven con subnutricion latente…mirta legrand y susana gimenez viajan confortablemente a sus retiros en san ignacio,uruguay…en «nuestra» bendita linea de bandera…
en fin…es lo q hay…
P.D: la mentira tiene patas cortas…y muchos ideologizados fundamentalistas,estan cayendo en la cuenta q su ideologia…la tiene mas cortas q nadie…
Tu comentario sobre aerolineas me trajo a la cabeza algunos temas que por obvios solemos obviar…la universidad publica y gratuita que supimos conseguir (alguno tiene cifras precisas de quienes acceden a ella? y de ellos cuantos formados en primarias y secundarias gratuitas se avienen a gozar de esa parte del modelo?)
Y las tarifas energeticas que subsidian climatizacion de pileta y otros beneficios -gnc fuera del transporte publico, por caso- que estamos fortaleciendo?
A ver me parece que el post en lineas generales está bien. Lo que no entiendo es porque desde el kirchnerismo hablan de «desfinanciar al Estado» como consecuencia posible de la aplicación de políticas sociales más justas, siendo que a ciencia cierta no son muchas las carteras o administraciones aliadas (que la oposición llama «rehenes de la caja kirchnerista»), de las que se pueda decir que se han manejado con cierta transparencia en la gestión.
Sí el kirchnerismo se piensa en retirada y no devolver la coparticipación a las provincias, debería ponerse más rígido a la hora de evaluar las condiciones para la asignación de fondos (esto es a quienes, porque y para que) comunicando debidamente sus motivos a la sociedad. Porque el Estado no se ha desfinanciado mayormente por el gasto social, sino por el costo político de las alianzas electorales del partido de gobierno y con los factores del poder económico más concentrado.
En este sentido creo que el diálogo debería servir también para rendir cuentas, antes que para hacerse cargo de como se piensa desfinanciar al Estado, y a partir de ahí sacarle a unos para darle a otros. Porque son aquellos con responsabilidades administrativas de gestión gubernamental quienes representan ya sea a los pobres del norte o a los ricos del sur, y estos últimos quienes tienen la potestad de revalidarlos en sus cargos o exigirles cambios mediante la movilización o el voto.
Que Moreno siga o no en la secretaria de comercio al solo objeto de reordenar el INDEC, puede llegar a resultar catastrófico para un modelo que se sabe inflacionario, esto es, que se lo reemplaze por equipos que pretenden llevar adelante una política que permita mayores margenes de libertad para los agentes de mercado al momento de formar precios. Ahora bien, ello no implica que el reordenamiento del INDEC al objeto de poder pensar y desarrollar políticas económicas y sociales más efectivas, no sea una necesidad urgente, y que si ello no es posible sin una salida de Moreno, este deba ser reemplazado.