Fue un día memorable. Es decir, un día que debería estar en nuestra memoria, para evitar ese misterio burdo, como decía Borges, que es el olvido.
Leo en el diario El País otra de esas maravillas de la prensa liberal española que nos ponen sobre aviso de lo que planean estos tipos. La firma de la nota es la del prof. Román D. Ortiz, profesor en el departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de los Andes, Bogotá.
El título del artículo dice: “Relaciones Peligrosas”, y como es de esperar, viniendo de Colombia, y firmado por un consultor privado en seguridad, las peligrosas relaciones de las que hemos de hablar son las que mantiene Ecuador y Venezuela, los vecinos ariscos de la nación colombiana, con las FARC.
La tesis del señor Ortiz es sencilla. No deberíamos mirar hacia otro lado. Chávez es como Milosevic o Saddam Hussein. La agresividad de su política exterior debería, hace tiempo, haber animado a la comunidad internacional a tomar medidas contundentes frente al caso.
No me detendré a analizar los datos que ofrece el señor Ortiz para probar esa conexión porque ninguno de ellos puede tomarse en serio. Según Ortiz, la peligrosidad de Chávez no se queda en Latinoamérica. Pretende tener pruebas de una conexión entre un alto funcionario venezolano y la introducción del terrorismo de Hezbollah en la región (Hollywood a tope). Ortiz acusa además a Chávez de haber iniciado un proceso de rearme de dimensiones monumentales, y nos ofrece una larga lista en la que especifica las armas que el gobierno venezolano ha comprado en el mercado, anunciando a continuación que esas armas pueden estar a disposición de los terroristas colombianos en cualquier momento. Aunque no dice una palabra del poderoso ejército colombiano que para peor está comandado por un gobierno que sostiene la tesis que en su lucha contra el terrorismo no reconoce límites en la soberanía de otras naciones.
La nota acaba con un reproche. Dice Ortiz:
“Tras el 11-S, pareció cristalizar un consenso sobre la necesidad de una política de tolerancia cero hacia aquellos países que tuviesen lazos con grupos violentos. En este contexto, se ha acumulado una evidencia abrumadora sobre las conexiones del Gobierno venezolano con las FARC y los intentos de Caracas de desestabilizar a los países vecinos. Sin embargo, el Gobierno del presidente Chávez no ha recibido ninguna sanción por este comportamiento. Esta inacción puede resultar muy costosa para la estabilidad de América Latina.”
¿Qué nos está pidiendo el señor Ortiz? ¿Por qué razón el diario El País ofrece una plataforma de este tipo a un consultor privado de seguridad? No hay que ser demasiado espabilado para comprender los planes que el señor Ortiz estaría dispuesto a ofrecernos si así se lo pidiéramos. Y después del golpe en Honduras, cuesta imaginarse al periódico en cuestión y otros que orbitan estrellas semejantes, condenando una intervención militar en Venezuela.
Al leer la nota, pensé: ¿A qué te recuerda toda esta campaña contra Chávez? Me metí en Youtube y escuché de punta a punta el discurso que Colin Powell llevó a cabo en el Consejo de Seguridad para dar el golpe de gracia diplomático que justificó el comienzo de la guerra contra Irak.
Es evidente que Chávez nos es Milosevic, ni tampoco Saddam Hussein. Pero aún si lo fuera, cabe preguntarse quiénes son los que están detrás de estas denuncias. Sabemos que la guerra de Irak, cuya intención hipotética era eliminar un peligroso dictador, ha causado, según los más modestos cálculos, 500.000 muertos entre la población civil del país invadido. También hemos sabido que las pruebas aducidas por la Administración Bush para demostrar la conexión de Saddam con Alqeda o la posesión de armas de destrucción masiva, eran orquestadas ficciones que algunos de sus socios europeos (Tony Blair y José María Aznar, entre otros) estuvieron dispuestos a ratificar. El General Colin Powell confesó que habían sido engañados por las agencias de espionaje. ¿De qué puede servirnos ahora la verdad frente a un hecho consumado de esta dimensión?
Mientras los periódicos europeos continúan su campaña de desprestigio de la izquierda latinoamericana, los estadounidenses avanzan estratégicamente en el continente. Nada se dice por estos lares de las tensiones que ha provocado la decisión del presidente colombiano de permitir la instalación de bases norteamericanas en su territorio, y cuando se dice, este decir se encuentra camuflado tras cortinas de humo.
La nota del diario El País que anunció en su momento la decisión de Uribe, estuvo precedida por un abultado informe que el Congreso de los Estados Unidos filtró en el que se señalaba a Venezuela como un país narcotraficante. La nota sobre las bases norteamericanas instaladas en Colombia ocupaba, en cambio, un rincón oculto de la portada, detrás del siguiente título: “Colombia autoriza la utilización de sus bases a los aviones estadounidenses”.
Mientras tanto, Micheletti, en Honduras, ha demostrado a los poderosos de siempre, que la historia es cíclica, y que ha llegado la hora de la revancha. Como los malevos de Borges, vuelven las generaciones a enfrentarse a las mismas encrucijadas movidos por la atracción que prodiga el cuchillo.
Que la memoria nos preserve de otra traición.
Hace un rato estaban Bravo y Leuco hablando sobre Venezuela repitiendo ese discurso…
Bravo decía que Chávez era un dictador embarcado en una carera armamentístico frente al cual no se podía hacer nada… Y en eso Leuco se manda diciendo que sólo no se podía solucionar nada sin armas, hasta que Bravo le corrigó ese fallido.
hace un par de dias salio en el diario «la vanguardia» español una nota sobre armas incautadas a los terroristas de las FARC…
resulta q estas armas eran de fabricacion sueca,y q,por los numeros de serie se descubrio,habian sido vendidos oportunamente a venezuela (oops¡)…
hace tiempo q se corre el rumor de q el bolivariano abastece armamentisticamente y financieramente a las FARC…(intervencionismo «progre»???)…solo q hasta ahora no habia pruebas concretas…
y es tan asi q el gobierno de suecia pidio explicaciones al comandante bolivariano por esta «irregularidad»…ya q suecia solo vende armas,previo acuerdo de q estas no caigan en manos de terceros…
a ver,q colombia acepte o no bases yankys en su territorio…es un problema de los colombianos y su gobierno elegido democraticamente…te podra gustar o no…ellos en la proxima eleccion sabran q hacer…
pero abastecer militarmente a una organizacion terrorista,q entre otras cosas comete atrocidades contra la poblacion civil,poniendo bombas en lugares altamente concurridos por ej.,yyyy…muy bien q digamos no esta me parece…
a menos q para algunos el intervencionismo yanky sea intrinsicamente malo…y el intervencionismo bolivariano sea intrinsicamente bueno…
pero en ese caso,aclarenlo¡¡¡….
en fin…
P.D: algunas malas lenguas sostienen q esta suerte de «ley mordaza» (al mejor estilo menemista) q quiere imponer el bolivariano en venezuela…se debio al histeriquismo q le produjo al comandante chavez, la amplia difusion de la noticia de las armas suecas en la prensa opositora venezolana…
y vos que planteas leandro? que estados unidos deberia invadir venezuela y derrocar a chavez así él no le manda armas a las farc?