La actual oscilación del Kirchnerismo en torno a una potencial pejotización o centroizquierdización (categorías tomadas en su sentido, digamos, simbólico; porque cualquier rigurosidad crítica a mi criterio invierte la Vulgata académica sobre este asunto) remite el análisis a los primeros años del propio kirchnerismo. Cuando medía en las encuestas. Y centroizquierda y pejota eran kirchneristas, y constructivos. Cuánta belleza. Aunque mutuamente se acusaban de portar la impureza de las buenas intenciones kirchneristas.
Ahora, en cambio.
La baja de las encuestas, que como sabemos modifica profundísimos parámetros ideológicos hacia el pan-radicalismo-progresista y el peronismo (que les gusta al) disidente, invirtió los términos: ahora, las malas intenciones genéticas del kirchnerismo confunden a las buenas intenciones de ciertos grupos y personas que los apoyan.
Fuera de este dispositivo de cercanías –un chiste: conozco a un tipo muy cercano a mí y a mi novia, pero eso no quiere decir que quiera ser amigo; este tipo, solamente, quiere robarme mi novia. El tipo milita en una escición del ARI que se llama SI- el grueso de la oposición ya no tiene empachos: todo el kirchnerismo es una soberana mierda.
Y si Binner, que nunca fue tajante, no es tajante en su oposición en el congreso, entonces es un traidor. Y Maradona, y Orlando Barone, y Bombita Rodríguez, Mercedes Sosa, Clarín, mi prima, TVR, todo se polariza. En la superestructura. En lo social, en lo cotidiano, no. Porque, justamente, la polarización es social.
En ciertos barrios se discutirá solamente si Cristina es peronista o no, en otros barrios, se discutirá solamente si esta conchuda montonera quiere imitar a Venezuela o a Corea del Norte.
Es una pena. Dentro de algunos años, los académicos piolas, que suelen pasar en momentos como estos como medio bananas, y por eso, resentidos luego, dirán que todo fue una farsa: se salvó el capitalismo gracias a esta impostura que nos gobierna. Todo bien.Además, seguramente es cierto. (De hecho, me parece indiscutible que las bombas nucleares en Japón y las guerras mundiales fueorn hechos menores al lado del «discurso de Perón en la Bolsa de comercio»)
Puede que sean unos soberanos tontos en los barrios donde detestan a la montonera, puede que no. Ya se verá. En todo caso, los académicos piolas les aliviarán la conciencia. Se les dirá: estuvieron en la misma vereda.
El caso es que la chatura de la fragmentada oposición, hija de célebres estadistas semanales -duran una semana los Salvadores de la Patria, como el libro de Silvina Bullrich, dondetoda la trama transcurre en un sólo día- y cierto inconsciente sobre lo que hemos vivido en las últimas décadas, llevan a esta situación dónde la derecha más radicalizada, junto a la izquierda rabiosamente más tonta, sueñan con agudizar las contradicciones del tránsito o cacerolear en América 2 hasta que aparezca el Pastor de la Iglesia Universal.
Mientras tanto, el kirchnerismo enloquece a los que esperan definiciones.
Y así, se mantiene vivo.
Como una zorra que sube a su perfil de Facebook las fotos de su prima. Sabe que la distancia, un contacto solamente virtual, cierta histeria, y lejanía, son cartas a su favor. La prima es una diosa, con Fotoshop. Ella es la oveja fea de la familia.
Necesita tener muchos amigos y no darle bola a nadie.
Porque, ciertamente, es una impostura, una farsa, una mentira. Que sólo se torna real cuando saltan los adversarios. Ahora volví a hablar del kirchnerismo.Que también tenía en su perfil las fotos de la prima pogresista y el lenguaje arrabalero del conurbano. Ninguna mina puede ser tan genial. Y cuando todos empezaron a dudar de su existencia -física, concreta, más allá de la impostura de lo virtual- apareció un garca con los ojos morados. Acusándola de violenta.
Algo de razón, ese garca, tiene. Esta mina es desprolija, violenta, algo vulgar.
Y todos marcamos, me gusta tu estado.
P/D: me estoy matando de risa. Qué malas mis metáforas, eh.
Se entienden tus metáforas, señal de que tan malas no son.
y bue…
Ay Lucas. Una noche ví en la calle Florida a un tipo que tocaba la guitarra y cantaba tangos. Alrededor hacía círculo la gente. Un paseante se metió en la ronda y de pronto se puso a cantar, mucho mejor que el tipo que tocaba la guitarra. De pronto el de la guitarra deja de cantar y mira al paseante mientras toca, acompañándolo. Me pasa lo mismo cuando te leo, siempre andás mil kilómetros adelante, y yo no sé para qué pienso por mi cuenta, mejor vengo a leerte y me callo la boca. Y encima se disfruta la lectura. Genial todo Lucas. Cuidá a tu novia.
«…llevan a esta situación dónde la derecha más radicalizada, junto a la izquierda rabiosamente más tonta…».
o sea…en el medio esta el siempre «edificante» peronismo???…okei…entendi.
en fin…
hazte fan del kirchernismo