Las cautelares Clarín amontonadas a fines de 2009 habían puesto contento al bloguero. Porque siendo que todas ellas apuntaban a suspender la aplicación del artículo 161 (que obliga a las empresas a adecuarse al marco de la ley y desinvertir hasta dicho límite en el plazo de un año a partir de conformada la autoridad de aplicación), se había terminado el verso de que los medios se oponían al nuevo texto para defender la libertad de expresión. De lo que se trataba, de lo que se trata, para ellos, es de no perder un statu quo. De negocios. De poder. De guita, al fin y al cabo. La norma sancionada el año pasado no ataca la libertad de expresión, y ser libre no significa ver TN y leer Clarín.
Pero, lamentablemente, desde La Nación han vuelto a la carga. Mediante esta nota firmada por Marcela Basterra, pobre nota por cierto. Uno estaría tentado de contestarles “calentitos los panchos”. Pero como es un tema que gustó, y siempre queda una que otra cosita por enseñarles, vamos a repasar, punto por punto, todas las particulares lecturas que ofreció la autora. Cita y comentario, no en orden.