La ley de la gravedad, Ernesto Tenembaum, Veintitrés.
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Acerca de Patricio
Patricio es profesor universitario de sociología. Trabaja sobre desigualdad y movimientos sociales. Se crió en un conventillo de la calle Olavarría, pero toda su vida ha sido hincha de River.
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Menos mal que El Argentino era manejado por el gobierno, ¿no?
La nota de Tenembaum es comprensible, más allá de ese tono amenazante que desliza al final. Para mí tampoco existe un partido judicial, aunque sí existen jueces de dudosa reputación. Que la jueza Sarmiento se hija de un milico pesado y su hermano defienda a Menéndez son datos al menos preocupantes. Si convenimos que hay políticos que siguen motivaciones más allá de sus propios principios, ¿por qué no habría de haber jueces que siguieran ese mismo camino?
Hay jueces gorilas, con posiciones en contra al gobierno, como los hay legisladores y como los hay periodistas, que actúan de acuerdo a ese posicionamiento. Que laburan directamente favoreciendo a un sector o a un grupo (¿por qué no hablás de Bergessio, Tenembaum?).
No seas ingenuo Ernesto. Cuando bajaron a Zelaya en Honduras, el Congreso, la justicia, los militares y los medios pensaban de la misma forma. Y así ocurrió con varios golpes de Estado.
Le ponés a un sic al discurso de Cristina cuando sabés que ella no lee ninguno de sus discursos. Te quedás en el chiquitaje. Pensá un poco más allá.
Elemental lo que dice Tenembaum, algo muy notorio desde la 125 a esta parte: el gobierno tiene una insólita capacidad para crear y potencializar enemigos. Lo más notable de esto es que son cada vez menos los que apoyan a este gobierno, y quienes quedan aún en el barco, son precisamente aquellos que aman generar conflictos y enemigos, son precisamente lo más radical de un proyecto que ya no tiene ningún tipo de contrapeso. Hasta acuden a un marco teórico para justificar que el conflicto en las sociedades son motor de… bla bla bla… eso que te cuentan en cualquier clase de Sociología de primer año, pero con la novedad que ahora existe una versión infantil narrada por Florencia Peña (?).