Vamos aclarando este asuntico,
Ni tu estas pa’ policía,
Ni yo para andar huyendo.
Vamos aclarando y te repito,
Que no tengo todo el día para seguir discutiendo,
Si esto fuera una olimpiada,
Romperías todos los records,
De arruinarnos el momento (…)
¿Qué hay de nuevo, viejo? Nada. “La” oposición sigue demostrando que, al contrario de lo proclamado en la previa del 28J09, es más bilardista que Bilardo porque, lejos de las formas en que lo hace, está preocupada solo en ganar y a como de lugar. No estaría mal tal cosa, si se jugara como alternativa de construcción política sincera, y no disfrazada de guardería republicana. Mario Wainfeld, en el Página 12 del 25 de abril, destacó (bien a nuestro juicio) que el “Grupo A” (Resto del Congreso, de Senadores o de Diputados para nosotros) se conforma de senadores y diputados, cuyas carreras política enteras, no solo actuales, han estado plagadas de corruptela, represión, violencia, ilegalidades, inconstitucionalidades.
¿O acaso Patricia Bullrich –por citar solo un ejemplo, no es la unica- no fue ministra de un gobierno que, entre otras tropelías, dispuso del llamado blindaje, de triste memoria, por medio de un DNU que subsistió con vida gracias al solo concurso de la Cámara de Diputados que por entonces controlaba, cuestión reglamentaria que hoy se presenta casi como la muerte misma de la república?
Cuando el debate por la reforma de la ley reglamentaria de los DNU (la denostada 26122), nuevo fracaso de Resto del Congreso, en lo que no fue más que el intento de eliminar por ley el instrumento consagrado por el artículo 99 inciso 3º de la Constitución, Agustín Rossi hizo notar porque la Alianza pudo tal cosa. Para rechazar un DNU –la sanción está a cargo del Presidente de la Nación- antes de ser sancionada la 26122, era necesario que el Congreso dictase una ley de rechazo. O sea, que el Congreso exprese voluntad alguna, lo cual es imposible sino por la voluntad concordante de ambas cámaras (algo que también destacó Miguel Pichetto). Esas leyes, encima, eran susceptibles de ser vetadas, como toda ley aunque a Resto del Congreso le parezca lo contrario. Y eso que este post, por piedad, deja de lado los muchos (y los como, y para que) DNU dictados por Alfonsín y Menem, previa recepción constitucional de los mismos, que superan por mucho a los adoptados por CFK, con el detalle que ella lo hace al amparo de la CN.
Eh?
Hablar del prontuario de Bullrich y saltarse el de Pichetto es causado por elementos contructivos incrustados en el globo ocular propio del posteador
Para nada, mi estimado. Yo no desconozco la inveterada pertenencia PJtista de Miguelo, quien invariablemente respondió a las conducciones partidarias, fueran quien fuera que las ejerciera. De todos modos, para eso están quienes no apoyan al proceso, que son más que quienes sí lo apoyamos, segun se cuenta. Y si quienes no apoyan al proceso ya tienen buena porción de las vocerías disponibles para matar a Pichetto y pasar por alto la trayectoria de Pato -pobre, me la agarré con ella habiendo tantos peores-, a quien hoy ponen de defensora de la institucionalidad y denuncista crónica a partir de notas periodísticas, el hecho que uno haga foco en otro ítem del debate posibilita mayor cobertura de tópicos.
De todos modos, si se me permite la observación, son medio chicaneras las alusiones al pasado menemista de Pichetto. En aquellos tiempos era diputado nacional, poco relevante por lo general (sólo a partir de 1997 sería designado, apenas, vicepresidente de bloque), más allá de ciertas defensas esgrimidas en sets televisivos que he tenido oportunidad de ver. Más gravitó, sí, a partir de Duhalde: ya senador -desde 2001-, es elegido jefe del bloque PJ en Cámara alta. Reitero, entonces, no desconociendo la participación de Pichetto en la segunda parte de la patilla mayor, tampoco se si da para tacharlo de ultramenemista. Sí, en cambio, de ultrakirchnerista.
Pablo, tan irrelevante era Mike en 1997 que a voz de cuello les pidió juicio político a los jueces contencioso administrativo que quisieron parar dos de los peores negociados del menemismo tardío: rebalanceo y privatización de aeropuertos. Ambas causas terminaron ignomiosamente en la Corte Suprema de los milagros con sentencias realmente nefastas, sobre todo el per saltum de «Rodríguez». Dicho sea de paso, me hace ruido que muchos de los argumentos utilizados para criticar los fallos que en enero frenaron el uso de reserva vía DNU parecían sacados de ese precedente. Y también que algunos de los jueces denunciados por Pichetto en ese entonces también participaron en el culebrón del verano (Sarmiento, Herrera).
Si vamos a discutir ideas creo que el ad hominem no sirve para nada. Porque para el caso Patricia Bullrich tiene una historia de militancia bastante más jugada que la actual presidenta. Si no recuerdo mal, fue en su lanzamiento como candidata que confesó que se habían ido al sur para hacer plata así poder dedicarse a la política. Y lo peor que lo hizo aprovechando la política econónima de Martínez de Hoz -la 1050-, a quien justo hoy le confirmaron la anulación de su indulto. Qué irónica puede ser la vida.
Tomo lo de Pichetto, lo desconocía realmente. Yo no pretendo discutir ad hominems, sino que me parece horrible que hablen ahora de que están mal cosas que ellos mismos hicieron en su turno de gobernar.
Precisamente, entre 1989 y 1999 gobernó un partido político, casualmente el mismo que ahora, pero parece que para muchos (vos incluido, y lo lamento porque pese a la diferencia de opinión me parecés una persona respetuosa) la culpa de todo lo malo es de la Alianza. Si le echaran la culpa a los extraterrestres me parecería más serio.
Ante todo, perdón la tardanza en contestar, estaba en la facu.
Cholo, yo no creo que todo sea culpa de la Alianza como me decís vos. Me hago cargo de quien, lamentablemente, siendo de las filas de mi partido, agitando nuestra bandera e ideología, deshizo la obra del mentor del movimiento, el General Perón. Sería de necios negarlo. Creo, es más, que menemismo y Alianza, en el fondo, en la pulpa, fueron lo mismo: ajuste, recorte, reducción de gasto. De hecho no olviemos que Fernando decía: «Conmigo, un peso – un dolar». Duhalde, me parece, en el `99, promovía lo distinto al modelo de la convertibilidad. De hecho hablaba del agotamiento de dicho modelo. Pero es otra discusión esa.
Yo en el post menciono a Bullrich como podría mencionar a Eduardo Amadeo, Felipe Sola, Roxana Latorre, bueno, montones de tipos que hoy la juegan de meadores de agua bendita, y cuando tuvieron su oportunidad hicieron las mil y una. El hecho de mencionar a Bullrich fue para enganchar con lo de la ley reglamentaria de los DNU, nada más.
Pablo,
OK, pero eso es aplicable también a muchos que fueron oficialismo en los ’90 y convalidaron el desastre que se estaba perpetrando, desastre que en el plano económico no tiene parangón en la historia argentina.
Ese desastre fue perpetrado por un presidente peronista, que antes había sido, dos veces, gobernador peronista, y que fue votado por los afiliados peronistas en internas partidarias (las primeras que yo recuerde, no se si hubo otras después), internas que, por lo que se supo, fueron limpias. O sea, Menem no era un paracaidista, como podría ser De Narváez o incluso Reutemann o Scioli, aunque estos llevan más tiempo. Y Menem-Duhalde representaban lo peor del peronismo de entonces, ésto lo sabía cualquiera que hubiera estado ilusionado en la renovación. Entonces, la «traición» de Menem no fue tal. Eventualmente sorprendió su bajada de lienzos ante la UCeDé, pero el indulto no era más que la convalidación de la postura del PJ en el ’83, con Luder aceptando la autoamnistía de los milicos. Y el PJ y el grueso de la militancia peronista aceptaron y bancaron a Menem y sus políticas.
Por eso, también ver y oir a los dirigentes del PJ ponerse en salvadores de la patria cuando fueron (por acción u omisión) grandes responsables de su destrucción, también genera (a mí, al menos) una gran indignación.
El gobierno de la Alianza es indefendible porque fue un desastre. Que se haya encontrado con una bomba de tiempo como la que le dejó el PJ, no justifica lo malo que fue, pero el contrafáctico acerca de «lo que hubiera hecho Duhalde si ganaba en el ’99» tampoco da para mucho. Duhalde fue vice de Menem y después, sus ocho años como gobernador de la PBA fueron nefastos, con incremento de la pobreza, marginalidad, narcotráfico, violencia policial («la mejor del mundo» en sus cínicas palabras) y todo tipo de atropello a los derechos humanos. Y no te olvides que el PJ de la PBA llevó (y ganó con él) a uno casi peor que Duhalde: ¡Rucucu!
Eso fue lo que nos dejó el PJ en los ’90: miseria, exclusión, violencia, desprotección de los más débiles, una corrupción monumental, un estado desmantelado. La Alianza fue todo lo mala que quieras, no te lo voy a discutir, y hasta te acepto que Duhalde y los Kirchner tuvieron muchas medidas acertadas, pero ninguno de ellos puede desmarcarse de lo que hizo en la década del ’90, y mucho menos, enrostrarle a otros su pasado.
Saludos
En honor de la verdad, para quienes nos tocó vivir la alegría peronista de los ’90, en aquellos tiempos gloriosos de indultos y privatizaciones, de Sofovich, Alsogaray y el beso al querido almirante Rojas, la Pato y Pichetto estaban del mismo lado. No se que le pasó a esta chica, que se pasó de bando y formó parte de un gobierno tan malvado como el de la Alianza. Si quería ser una turra se hubiera quedado adonde estaba, y además, como «joven maravillosa» de los ’70, ahora sería ministra, o embajadora en Paraguay, o algo.
La diferencia Pablo D es que yo no defiendo a la Bullrich, señalo tu inconsistencia, por ahí arriba te dieron una buena respuesta de lo que era Pichetto.
Son lo problemas de binarismo bilardista
Sopa, ante todo disculpas por la tardanza en contestar estaba en la facu, como le dije a El Cholo.
Copio y pego lo que le dije a él al respecto de lo de Bullrich: «Yo en el post menciono a Bullrich como podría mencionar a Eduardo Amadeo, Felipe Sola, Roxana Latorre, bueno, montones de tipos que hoy la juegan de meadores de agua bendita, y cuando tuvieron su oportunidad hicieron las mil y una. El hecho de mencionar a Bullrich fue para enganchar con lo de la ley reglamentaria de los DNU, nada más.».