Perder en cuartos de final con Alemania después de haber ganado los primeros cuatro partidos indicaría, en una primera mirada, que se hizo una campaña aceptable. El 0-4 del último partido, sin embargo, ya cambia un poco la situación.
No es que se crea que hay que conformarse con llegar a cuartos, pero nuestra historia reciente marca que es una instancia que se nos hace difícil superar, y que incluso algunas veces nuestra participación terminó antes que eso, aún cuando las expectativas eran las de siempre: ser campeones.
Pero el tema, insisto, es el resultado. Argentina se comió 4 goles por cuarta vez en su historia mundialista. Y salvo la final del Mundial del 30 (2-4), las otras fueron asumidas como tragedia por la prensa y el público.
Es, tal vez, polémico lo que voy a decir, pero creo que ésta no debería ser la excepción.
Maradona (aparte de contagiar «mística») formó parte del proyecto de incorporación de la «generación gloriosa» del 86 a las selecciones nacionales. Un reclamo que se hacía fuerte desde cierta camarilla y desde cierta prensa. Con él llegó Bilardo, y más tarde el Negro Enrique (le bajaron a Ruggeri, es cierto). En selecciones juveniles, antes, se había incorporado a Batista, Brown y Olarticoechea. Era la oportunidad de la generación de ex-jugadores que nos habían dado nuestro primer segundo título mundial.
La llegada del proyecto, vale recordar, no fue sin derramamiento de sangre. Se fueron Basile y antes Pekerman, con el estigma de fracaso de un estilo futbolístico en el que el mediocampo es la línea fundamental de un equipo, y la pausa en ese sector una marca distintiva. Era lento. Y se lo cambió por un estilo sin transición en el medio, más veloz: el «que usan los alemanes», casualmente.
No es cuestión de «matar» a nadie. Después de todo es fútbol, y a veces se gana y otras se pierde. Pero justamente cuando se trata de un juego, en el que se hace una apuesta, hay que aceptar las reglas del mismo. Pusiste las fichas a ganador. Todas. Perdiste. No se muere nadie, ojo. Pero perdiste. Las fichas, se las lleva la banca, y el apostador se vuelve a casa, mirando el suelo.
Este proyecto, el proyecto de la «Generación gloriosa» no tenía otro sustento ideológico que el exitismo. Su razón de ser era «recuperar la mística ganadora» que la selección había perdido, por culpa de entrenadores «desactualizados» que defendían un fútbol «lento y antiguo». No se logró. Hay que aceptar las derrotas con dignidad, y velar por que se cumplan las reglas del juego.
Como diría una gran ídola popular «el que a hierro mata, a hierro tiene que morir».
«Era la oportunidad de la generación de ex-jugadores que nos habían dado nuestro primer título mundial.» Estás mencionando al segundo título, un pequeño error que no hace al fondo del texto.
Estoy de acuerdo, esto era mística pura y exitismo, desde la improvisación. Ahora que el Diego se vaya a su casa a cuidar al nieto, va a vivir mejor.
Grave error Emilio. Ya lo corregí.
Un abrazo.
Excelente comentario! Lo suscribo de punta a punta. El campeonato del 86 y subcampeonato del 90 fueron el resultado exclusivamente de la virtud de Maradona, con aquellos goles contra Inglaterra, Belgica, y pase-gol a Burruchaga en la final. Bilardo se canso de vender humo con la historia del libero-stopper y los laterales volantes – que ademas invento en octavos cuando se le mancaron los laterales, Clausen y Garre, porque contra Corea marco con linea de cuatro – pero Inglaterra casi levanta el 0-2 y Alemania nos empato 2-2. Maradona nos hizo campeones y lo demas era mentira. Y en el 2006 le cayeron a Riquelme cuando estuvimos a 7 minutos de pasar de ronda contra Alemania y salimos por penales CON RIQUELME EN EL BANCO!!!
Lo que le falto a Argentina en este mundial fue elaboracion de juego. Lo que le falto a Argentina como escribi en mi blog, fue, simplemente, Juan Roman Riquelme.
Coincido plenamente.Las palabras repetidas fueron: mìstica, corazòn,garra,emociòn, gloria.
El futbol no es aritmètica pero no creo que sea casualidad tropezar siempre en cuartos de final.
Desde que juegan 32 equipos, Argentina es cabeza de serie (uno de los 8 grandes) y en los mundiales quedamos entre el 5 y el 8vo repetidamente.Con los grandes y medianos jugadores alcanza para eso, para ganar un mundial hace falta mucho màs.Como decia el «bolillo» Gomez un 0-4 en un mundial es un resultado «echatècnicos».
Yo creo que a un DT de la selección lo mínimo que hay quue pedirle es que haya salido campeón o subacampeón COMO DIRECTOR TECNICO en la Argentina o en una liga de buen nivel.
A Diego nadie le quita la estatura de ídolo, por lo del 86 y sobre todo lo del 90 (y le perdonamos el papelon del 94). Pero eso no lo hace ni mejor DT ni mejor dentista, que son oficios diferentes.
Yo estos años (desde que se fue Bianchi)siempre los chicaneaba a los de Boca diciendoles que tenían que ponerlo a Maradona de DT, y siempre escapaban por la tangente; yo adoro a Bochini, nadie me ha dado más satisfaccioes, pero no lo veo de DT.
Nunca un 4-0 es de casualidad. Y por el desarrollo del juego fue tambien aplastante. Y fue una superioridad táctica, no de individualidades, y eso es responsabilidad del DT. Ya lo de mexico fue bastante deficiente, salvado por nuestras individualidades de adelante, un mal fallo y un error infantil.
De la generación del 86, el mejorcito de los DT sea tal vez Burruchaga, sin estar consagrado todavía.
Ojalá que Diego vuelva al pedestal´, y pongamos un buen DT, como Bianchi.
Amigo, queda claro que la intencion de que Maradona dirija a la seleccion en el mundial nunca fue futbolistica. A las claras esta en el hecho de darle la conduccion del juego a Tevez (clarisimo en los ultimos dos partidos), y con una torpeza semejante nos pegamos la vuelta antes de tiempo.
Una cosa te discuto, el sistema no fue similar al «que usan los alemanes» sino todo lo contrario. Alemania tiene el mejor mediocampo del mundo hoy, con el agregado de un definidor total para el cual se juega.
Lo impactactante de la derrota debería hacernos despertar, pero esto es Argentina, y Don Julio seguira y los falsos proyectos con él.
Los mejores tecnicos del 86 no estan en la seleccion (Ruggeri, Batista) y los que estan no pudieron casi ni dirigir en el ascenso.
Era una oportunidad unica, porque en el 2014 se juega en Brasil (alguien duda quien lo gana?) y no creo que volvamos a tener una generacion semejante y conduccion parece que ya no hay.
Ojala mañana mismo me equivoque
Daniel: si, que no se malinterprete. Cuando se hablaba de la lentitud de la Argentina con Riquelme, lateralizando y con poca profundidad, se marcaba como ejemplo en contrario a Alemania. Hoy, Alemania es algo un poco distinto de aquello. Coincido en que tiene un mediocampo excelente. Aunque también hay que decir que cuando no tiene la pelota, retrocede hasta su propio campo y la transcición es muy rápida cuando la recupera. Son bastante más verticales que la Argentina de Pekerman, por ejemplo, pero hoy le agregaron un volumen de juego al mediocampo del que carecían.
En relación con la Argentina que los enfrentó, creo que hay dos diferencias importantes tácticamente. En Argentina no había un similar a Scweinsteiger (por características hubiera sido verón, aunque tampoco es igual, porque el alemán tiene más despliegue físico). Ese, en lugar de Maxi, y un lateral de las caracterísitcas de Lahm (como Clemente rodríguez) por la derecha, que es el costado que te quedaba sin volante de ida y vuelta, hubieran equiparado tácticamente a los equipos, ya que Argentina hubiera poblado un poco más los 40 metros que le quedaban entre la línea de fondo y la delantera, sin necesidad de que bajara tanto Messi.
Igualmente creo que el gol a los 3 minutos cambia el partido (pero no justifica la deficiencia, que la hubo, para torcer la adversidad).
Ojo, una cosa es analizar el partido después de visto, y otra imaginarlo antes. Eso, en parte, disculpa a Maradona. Con el resultado puesto todos sabemos lo que se hizo mal, y lo cambiamos por otra cosa, cuyos resultados jamás pondremos a prueba.
Un abrazo.
NUnca estuve de acuerdo acuerdo con la designación de Diego en la Selección, pero creo que se cumplió uno de los objetivos de esa designación, el de la mística y su contagio.
Creo que eso se debe la notable mejora desde las eliminatorias hasta el partido con Alemania. HAsta en el carácter del equipo en ir a buscar el partido se notó. Lo de Brasil en ese aspecto fue un papelón.
Si bien con huevos,carácter o fibra solamente no alcanza para ser campeones, por lo menos da la esperanza que se puede arrancar nuevo con muchas posibilidades.
Pero ese arrancar tiene que ser con otro técnico o el que está tiene que aprender. Yo prefiero otro,Diego es muy soberbio como para hacer una autocrítica en serio.
Saludos