En el escenario político actual (o sea, el que mira 2011 con el respeto que su cercanía merece), Lole Reutemann, siendo que no es candidato a cargo alguno, es nadie. Del mismo modo, el llamado “Peronismo Federal”, como agrupación, no existe. Es simplemente un rejunte de personas, sí que todas ellas con alguna relevancia en la historia política reciente del país.
¿Qué cosa pasa en Argentina para que la renuncia de nadie a algo que no existe provoque el revuelo que ha provocado la renuncia de Reutemann al “Peronismo” Federal?
Nada. Lo que pasa es eso, simplemente nada. Pero nada según entienden el término los conglomerados oligopólicos del mercado mediático argentino, es decir, siempre que no haya alguna tragedia que amplificar convenientemente. En una Argentina donde la paz social es regla casi sin excepciones y cuya salud económica es mayoritariamente satisfactoria, no queda sino agarrarse de este tipo de nimiedades para tener noticias.
No es, el de Lole, sino el (por el momento) último de una larga serie de movimientos al interior del peronismo que exhiben un lento y silencioso, pero, también, inexorable, abroquelamiento de distintos dirigentes detrás de la figura de la Presidenta CFK, cuyo liderazgo del movimiento se va confirmando en los hechos. Podría decirse que hasta casi sin proponérselo (Cristina), movilizado todo por su inmenso caudal de popularidad e intención de voto.
A saber: Carlos Verna decidió que La Pampa votará con nación, brindó un acto en memoria de NK en su provincia y anunció que acompañará al Gobierno en varios temas que quedan por tratar en el Senado; Marcelo Güinle, acaba de rechazar presentarse como candidato a gobernador de Chubut como protegido de Das Neves; María José Bongiorno (no es peronista ella, pero sí supo ser aliada –y parece querer volver a serlo-) se puso a disposición del bloque del FPV en la cámara alta; la tan mencionada reunificación de todo el peronismo cordobés, con Schiaretti, De La Sota y cristinismo adentro; Scioli cada vez se muestra más alineado; hace rato se sumó Roxana Latorre.
El abandono de la mesa de conducción del “Peronismo” Federal por parte de Reutemann, no encuadra estrictamente en el espíritu de los sucesos mencionados en el párrafo anterior, pero algo bueno (para nosotros, los cristinos) se va formando. Dijo el ex piloto que en la actual coyuntura prácticamente no hay forma de ir contra la compañera Jefa del peronismo. Algo similar utilizó como argumento Durán Barba para desaconsejar a Macri de su aventura presidencial y recomendarle que vaya por la intendencia porteña bis.
Tiempo atrás, este teclado arriesgó que la opción de Magnetto por los “disidentes”, se debía a que el programa de los GGEE -que implica ajuste brutal en función de devolver al poder corporativo los lugares que viene perdiendo desde 2003 reparto de la torta- conlleva implícito garrotazo limpio, cosa para la cual los “compañeros” son, de lejos, más aptos que los “correligionarios” (más allá de los 34 tipos que se cargó De La Rúa en dos años, cifra récord). El único mérito del ex piloto pasa por haberse dado cuenta de que persistir en esta línea, implicaba un suicidio, liso y llano.
Reutemann parece, pero no es (boludo). Y parece, también, creemos, coincidir con lo que sostiene Segundas Lecturas (con las disculpas del caso por la vanidad de esto) desde conocida la noticia más triste del año respecto de que en la discusión política, de aquí en más, sólo queda lugar para discursos propositivos, que vayan a por más y no a por el retroceso de lo andado por NK y CFK en más de siete años de labor.
No importa donde va a jugar Lole de cara a 2011, eso es lo de menos. Lo importante acá es que si se tiene que fijar en este tipo de hechos, que aunque dicen algunas cosas en definitiva son pequeñeces, hay dos datos que justifican ser optimistas: primero, la cosa anda, si bien no perfecta, sí bastante bien, y pide más CFK (de ahí, también, la asquerosa operación que se armó para dejar al Gobierno sin presupuesto); segundo y –por ahora- último, se confirma que el partido de 2011 va a jugarse en el escenario que más le conviene al cristinismo.
Y de nuestra parte, un grito inconmovible: Cristina 2011.
Entonces Lole vuelve al pago por la gobernación y cagó una vez mas las aspiraciones del chivo Rossi.
Hasta donde se sabe, a Lole no se le pasa por la cabeza sino terminar tranquilo su mandato como senador en 2015. Así que en ese aspecto no hay que preocuparse, me parece.