¡Cuánto contraste en este día! ¿No?
Tempranito, un país cuyos jefes de Estado son elegidos por… nadie, pues descienden de la divinidad, vio como contraía enlace el que vendría a ser uno de los bisnietos de Dios con una plebeya (sí que muy bonita, por cierto), en una ceremonia ordenadita, prolijita. Una ceremonia bien. Gente rubia, limpita, blanca, bien vestida, seguramente bien perfumada entrando a Westmisnter; y en espejo, otra gente -con cuyos impuestos se sostiene a los haraganes primeramente mencionados- ordenadita, tras las vallas, viendo como la primer serie de personas cuya ocupación es… la nada misma, acapara elogios de los dueños de la opinión de ser un país serio, unas república y democracia ejemplares, porque… bueno, porque sí, porque consiguen que ‘la gente’ mencionada en segundo término –mucho más dueña de mandar por la fuerza de la lógica pero no de las ¿leyes? inglesas- sea bien portada. Debajo de la alfombra quedan los millones de libras esterlinas destinadas –en medio de una monumental crisis económica y social en el mundo, especialmente en Europa y EEUU- a sostener esa monstruosa estructura que, ojito, eso sí, res-pe-ta to-dos los pro-to-co-los, señores; que para que haya un primer mundo con todos esos lujos tiene que haber un tercero que como, por ejemplo, África, en muchos casos ni agua tiene. Eso no importa. Seriedad. Traje. Corbata. Uniforme. Respeto a las reglas así sea que ellas las haya redactado el mismo Lucifer, y nada de darle besos apasionados a la novia en público, ¿eh? Las manitos arriba de las sábanas, niños, las porquerías se hacen adentro. Y también al tacho el recuerdo de Diana, en los países serios el conflicto, los recuerdos grises, quedan ocultos tras los discursos con citas a los pensadores del iluminismo, ¡qué joder!
(Sigue… http://segundaslecturas.blogspot.com/2011/04/dos-mundos.html)
Este es el comentario que espero de una vieja gorda de Palermo, caliente porque no la invitaron a la boda.
Los ingleses si eligen sus jefes de estado porque son una monarquía constitucional. A mi, un monarca en el siglo XXI me parece una idiotez pero a ellos les cuadra mantener una tradición de más de mil años.
Que queres que te diga, para mi la copa Néstor Kirchner en un país donde los pibes se mueren de hambre me parece otra idiotez, pero a vos y al resto parece gustarles.
Lo realmente guarango es vincular ‘la copa Néstor Kirchner’ con ‘los pibes que se mueren de hambre’.
Copa de fútbol hay siempre. Pibes que se mueren de hambre, bastantes menos y tendiendo a mucho menos.
Más que guarango, cosa de operador berreta.
Es la comparación justa -a mis ojos, claro- con el paralelismo que hizo Pablo entre la boda real y la crisis económica en Europa.
El punto es que allá, como acá, los pueblos -a través de sus representantes- eligen en que gastar los recursos públicos. La diferencia, claro está, que allí el sistema funciona un poco mejor que acá y es más probable que una decisión de este tipo no sea arbitraria. Aclaro que dije un poco, no me hago ilusiones tampoco.
Solo 2 cosas, supongo que 600 millones de pesos les mataría el hambre a un par de pibes . Pero parece que un mejor uso para los 600 millones es que terminen en una mesa de Esperanto.
Sin duda son esas «complejidades» de la politica que yo no entiendo (según me ilustran siempre en AP)
Cada vez mas guarango Ud.
Lo de señora gorda de palermo es una figura muy usada en el discurso.
No fue mi intención insultar a nadie.
El tema no pasaría tanto por la boda real, sino en todo caso por quienes escriben la letra y quienes ponen los euros. La aristocracia hace su negocio, manteniéndose -a duras penas- con vida y las bodas ayudan y mucho, y el pueblo festeja, a su manera, como en nuestro país festejamos a nuestra manera. También en Inglaterra existen críticos como Pablo D. y también existen críticos a nuestras manifestaciones populares. Aquí también hubo críticos a la celebración en un día hábil del día de los trabajadores. Así es el mundo y lo seguirá siendo. Se trata del tema de la cultura: ¿únicas o varias?
Personalmente me parece que las bodas reales son como abrir las puertas de los museos para que salgan las figuras de cera, pero respeto las tradiciones locales, tradiciones que con el correr del tiempo irán minimizándose.
A mí me pareció tan irracional la primermundista boda real inglesa como los derroches tercermundistas a los que estamos acostumbrados: FPT, propaganda gubernamental con los dineros públicos, incluída la fabicación del mito Néstor.
Aceptado que hube nuestras propias mitologías históricas (¿hay dinero mejor invertido que el que produce alegría en los pueblos?), debo ahora aceptar que en otras culturas pase lo mismo, con otros colores, otras vestimentas, otras pasiones.
Así que me voy a estudiar los videos de la ceremonia, con lo que me voy a ahorrar mirar el futuro fasto fúnebre de Isabel II, que dicen será muy parecido…
¡Ah! Qué bonita la princesa Máxima. Producto argentino de primer nivel monárquico.
Pablo: leete algo de «imagen – país» y amplia tu sesera.