Mañana arranca a las 22.30 en El Trece, con Ronaldinho y un musical con 400 personas. El conductor más importante de la televisión argentina habla del rating, Susana, Telefe, Mirtha, Gasalla, el año electoral, y recuerda con emoción su abrazo con Cristina. El amor y su soltería.
Por Marita Otero
15/05/11 – 01:01
Marcelo Tinelli es el rey del entretenimiento en «Bailando por un sueño».
La calma que precede a la tormenta. Esta es la imagen del jueves, a la hora en que Susana Giménez está debutando en Telefe, en el bar de Ideas del Sur. Cortina baja en el Mark’s Deli & Coffee House, de Marina Volman, donde un expreso cuesta $ 9 y se venden sándwiches y ensaladas. Marcelo Tinelli, en su cuarto piso, tiene, como es lógico, alguien que se ocupa del tema cuando le toca quedarse muchas horas ahí adentro. En la puerta, ocho plasmas Phillips de 42” esperan ser usados en la nueva escenografía de ShowMatch que se verá mañana en la esperada salida, cuatro meses y 25 días después del último “Bailando…” que ganó la Mole Moli.
—Muchos dicen que “ShowMatch” depende en el 50% de tu estado de ánimo…
—(Se ríe) Hoy estoy bárbaro, así que el 50% está excelente, al 100. La parte mía está con unas ganas bárbaras, súper motivado y muy enganchado.
—Parece que este año se cambian figuritas con Susana. Freddy se va con “Su” y Gasalla podría venir para aquí…
—Lo de Freddy me sorprendió, porque lo habíamos citado para el primer programa y nos comunicó que estaba con una propuesta en Telefe. Nosotros le dijimos que lo necesitábamos para el primer programa, y si tiene una propuesta buena de Telefe, que la haga, no hay problema. En el caso de Gasalla, yo había escuchado un reportaje de Susana que dijo que no iba a estar este año. Es un tipo que me encanta, entonces le dije al Chato que lo llame para que haga lo que quiera, incluso ser jurado. Para mí es un lujo tenerlo a Antonio. Como él tiene gira jueves, viernes, sábado y domingo, y nosotros vamos los lunes y martes, y miércoles grabamos, podría hacerlo. Está abierta la posibilidad.
—También se habló de Mirtha Legrand como jurado de honor. ¿Fue así, lo pensaste?
—Hablé con Nachito Viale y le dije que me gustaría tener a Mirtha de jurado de honor. Si eso iba, como sentía que le iba a costar por una cuestión de tiempo y porque era tarde, además me ofrecía a hablar en el canal para producirle un programa los sábados a la noche, pero venía una cosa atada con la otra. Y nunca más se habló del jurado. Más allá de eso, me encantaría algún día producirle un programa, pero ahora no tengo espacio porque armé el “Cantando…”. Sería un lujo ser su productor, por ahí el año que viene.
—A las negociaciones del “Bailando…”, ¿las seguiste paso a paso?
—Las de Mike Tyson y Pamela Anderson sí, y con Maradona hablé en el verano. Me dijo que la ambición más grande de él era ser técnico de fútbol y que tenía algunas propuestas para dirigir. Me hablo de una oferta de un equipo inglés. Esto fue en Punta del Este, cuando vino a casa. Yo quería tenerlo en el “Bailando…” o en el jurado. Después lo llamé y se iba a un club en Chechenia y ya arrancaba el “Bailando…”. Será en otro momento. Repito lo que le dije en mi casa: “Me gustaría que bailes con Dalma”, y Dalma me dijo: “Ni en pedo, ¿vos te creés que voy a bailar con mi viejo?”.
—Y no va a estar Ricardo Fort en el jurado.
—Hasta acá, él solo se bajó. El año pasado lo había confirmado y había incorporado a Flavio Mendoza al jurado. De ahí íbamos a tener seis, y había pensado que uno iba a tener la presidencia rotativa por semana y que tuviera poder de veto sobre alguno de los jurados. Y él naturalmente dijo que no quería estar o quería estar siempre. Y preguntó cuándo le daría la conducción de algún programa. Escuché que pidió “Cantando…”, y más allá de eso quedamos en tomar un café. No tengo ningún problema en tomar un café, y por ahí el día de mañana vuelve.
—Por primera vez en el “Bailando…” habrá una pareja gay: Muscari y su soñador. ¿Es una apertura del programa o un apoyo al matrimonio igualitario?
—Bueno, después de que ha sido tapa de los diarios y hasta los chicos saben lo que es, todo el mundo… es una apertura, y claro, es un apoyo hacia esa decisión, al igual que lo hagan una pareja de mujeres. En el programa Dancing with the stars, en EE.UU., también está bailando una pareja gay y no tenía idea. En el programa más famoso de baile americano, hoy están haciendo lo mismo.
—¿Qué le aportan las figuras extranjeras?
—Creo que le aportan prestigio al certamen, algo glamoroso, como fue el año pasado con Lorenzo Lamas, Sarah Paddy Jones, como fue en su momento Serafín Zubiri, y ahora que esté Mike Tyson, pero no que venga a una presentación sino que venga a participar al certamen, que esté yendo y viniendo durante tres meses para bailar y que se preocupe como se preocupó. El otro día estaba volviendo de un viaje en Europa y veía en Londres la revista Square. En la tapa estaba Tyson y adentro decía que iba a bailar en la versión argentina de Mira quién baila. Digo Guau. Muy fuerte. Es un tipo muy groso a nivel mundial. Me llamaron de Milán para saber si iba a estar. Entonces está bueno, le da chapa al programa. Tyson lo ha hecho en Italia, pero fue una presentación como la de Ronaldinho mañana, one shot, no participó.
—¿Ronaldinho te salió muy caro?
—No. Está dentro del presupuesto. Lo que nosotros pagamos va dentro de un presupuesto anual y en El Trece se respeta a rajatabla. Si gastamos más, después nos achicamos de otro lado. Y volviendo a los extranjeros, está bueno lo de Pamela Anderson porque es una mina conocida, fuerte en Estados Unidos, y le da prestigio. Te digo: Tyson viene y está grabando Hangover 2. Tyson tiene un programa en Animal Planet, está fuerte en EE.UU. Y Pamela también, viene con su soñador, que es su coach, y aceptó los ritmos nuestros, que podría haber rechazado.
—¿Pamela Anderson va a hacer el baile del caño?
—Hay que ver si llega. El baile del caño lo tenemos en agosto o septiembre. Nosotros tenemos un contrato por tres meses, renovables. Si después siguen… y ¡mirá si gana Pamela Anderson! Sería bárbaro.
Pequeña interrupción que Tinelli utiliza para llamar a su casa y hablar con Juanita, su hija menor. Sale y vuelve a entrar, mientras su jefa de prensa, María Calatayud, nos pide una gasesosa. Entusiasmado con el programa en que Martín Bossi imitará a Ricky Martin, con su pareja y sus mellizos, y Freddy hará de Riquelme, que, con un poco de suerte –y si gana Boca–, también estará en el estudio. Tendrá nueva marca de ropa, esta vez de Liguria, elegida por María Vilariño, su vestuarista de siempre, y cerca de las 17 estará llegando al estudio en que terminarán de definir qué harán con Griselda Siciliani y Mariano Martínez. No llegaron a grabar el sketch con todos Los únicos por falta de tiempo. De cualquier modo, el fin de semana lo tendrá bien ocupado. El sábado en entrenar, “correr para estar bien para el lunes”; el domingo le toca revisar la rutina, la prueba de sonido, de cámara, ver que todo salga perfecto en HD.
—¿Expectativa de rating en el primer programa?
—El encendido de la televisión está más bajo, tenés casi siete puntos menos que lo que habitualmente hacía en mayo del año pasado. Hay que ver por qué. No sé si se va a dar de que cuando volvamos nosotros crezca, o no, se mantendrá en eso. Por ejemplo, nosotros teníamos en total, entre abierto y cable, 70, 71, y ahora está en 63, 64, en total a dividir, ¿no? Y si de eso 24 se lo lleva el cable, quedan 40 o 42 para cuatro canales. Creo que tendremos entre el 60 y 65% del share. Depende del encendido que tenga. Por ahí podemos pegar un pico de 70; es lo que daría un lanzamiento.
—Ahora, además del Futbol para Todos se suma la Copa América…
—Sí, vamos a tener dos partidos contra Argentina… (Se ríe) Diremos relajate y goza… pondremos Los Simpsons, qué sé yo, no sabemos.
—Esto de que no se habla de “ShowMatch” en otros canales, ¿te perjudica?
—No sé si va a hacer tan así. Si es así… Nosotros hace 22 años que hacemos el programa y en los últimos cuatro empezaron a hablar más del programa. En general no hemos tenido gran prensa de otros programas. Creo que en los programas de espectáculos se va a hablar porque no creemos en los boicots de otros canales o de programas. Lo hablé con Daniel Vila y me dijo que es una cuestión de no darle el espacio de antes con todas las notas. Lo hablé con Jorge Rial y Ventura, que tengo una gran relación. De hecho, nos piden invitados y hoy le mandamos a Carlos Perciavalle, que estuvo en Intrusos.
—Siendo un año electoral, ¿van a hacer personajes políticos en el “Gran Cuñado”?
—En este primer programa no lo tenemos pensado, pero no descarto hacer cosas políticas. Hoy vamos con el “Bailando…”, pero si lo tenemos que hacer, lo hacemos. Si el “Bailando…” va bien, no va a ser necesario, y si no va tan bien, haremos personajes políticos. Me gusta manejarme por la intuición, y en general voy haciendo prueba y error al aire con personajes que van dando y otros que no. Está bueno ir probando en un programa en vivo, que te va diciendo qué le gustó a la gente y qué no. Yo laburo para hacer cosas que le gusten a la gran mayoría de la gente, porque no le puedo gustar a todo el mundo. Después, las especulaciones van por cuenta de cada uno que las haga.
—Sabés que da que hablar…
—Sí, por eso, a nivel político siempre. Cuando invitamos a Menem, éramos menemistas; cuando los reporteros lo criticaban, nos habíamos peleado con Menem; después la caída de De La Rúa; con Kirchner primero fue bueno, después malo, y después fui bueno porque lo saludamos, malo porque perdió con De Narváez. La fui a saludar a Cristina en el velatorio de Néstor…
—Hay que reconocer que la televisión es un vehículo cultural masivo que llega mucho más que Internet. Obama esperó al “prime time” para anunciar que habían ejecutado a Osama bin Laden. En ese sentido, ¿qué sería la política sin la televisión? ¿Si no tuvieran la pantalla?
—Y… no sé. Es muy importante para muchos políticos, para que puedan crecer en su imagen, puedan mostrar lo que están haciendo. Muchas campañas están pensadas para la televisión y la penetración que tiene la televisión. Es el medio masivo por excelencia para comunicar. De hecho, no quiero defenestrar a los diarios, pero si ves la tirada que tiene un diario con respecto a lo que puede ser la televisión, es como decir: te tiro con un rifle contra una bomba que desparrama. Si en Capital lo ven 30 puntos de rating, lo ven 6 millones de personas en todo el país. La televisión tiene un poder muy grande para comunicar cosas.
—Recuerdo la transmisión del velorio de Néstor Kirchner, millones de personas lo siguieron. ¿Qué imagen te queda de esa gente despidiendo al ex presidente?
—Fue muy emotivo. De hecho, tenía muchas ganas de darle un beso a Cristina, lo estaba mirando en mi casa a las cinco de la tarde, estaba muy conmovido. Lo que me mostró la televisión en ese momento fue una imagen de mucho dolor popular, y tuve muchísimas ganas de estar ahí y darle un abrazo. Fue uno de los recuerdos lindos, el abrazo y sentimiento que tuve en ese abrazo con ella.
—Daba la sensación de que la querías proteger del dolor. ¿Fue así?
—Sí, fue así. Como me gustaría, si me pasara algo así, que me protejan en ese momento, cuando uno está indefenso y necesita un abrazo. No necesitás una palabra: necesitás un abrazo que diga mil palabras, que te contenga.
—¿La volviste a ver?
—No, no la ví más. Pero si algún día la veo, me encantaría. Es muy lindo hablar con ella. Siempre.
Todo fuera del amor. Juanita y Francisco lo esperan para comer. Elogia a Paula, la mamá de los chiquitos, y cuenta que tienen una excelente relación. Cuenta que irá a los Martín Fierro con Micaela y Candelaria y que no tiene quejas por estar nominado como “reality”. Enfocado en una agenda que incluye la Fundación de Ideas del Sur, con diez hogares nuevos, ayudas a Casa Cuna, el Hospital de Bolívar; además, dentro de Ideas darán un curso de producción de televisión con salida universitaria y un concurso nacional de cortos de cinco minutos para estudiantes secundarios. Esto a cuento de sus pocas ganas de opinar de algunos temas. “Hablar de actualidad en un país en donde parece que tenés que estar de un lado o del otro no es lo que me interese hoy, no tengo ganas de hacerlo”, explica.
—A los 51 años, mantenés la soltería y no se te ve con ánimo de reincidir en el matrimonio…
—Estoy bien como estoy, me encanta estar así, pasando un lindo momento, y no pienso en eso. Lo demás prefiero reservármelo para mí.
—¿Qué pensás del amor en pareja?
—Está bueno el amor de pareja. Hoy estoy bien así y no tengo por qué cambiarlo. Además es como que estoy en una etapa de andar aclarando si estoy o no con alguien. No tengo muchas ganas de hablar de mi vida privada. siempre que he tenido ganas de comunicar algo, lo he hecho sin ningún problema…
—En verano publicaron las fotos con Sol Calabró y fue un escándalo…
—No, escándalo no. Salieron fotos y no tengo nada que aclarar de eso. Que cada uno diga lo que quiera y publique lo que quiera.
—¿Estás para casarte?
—Yo no voy a hablar de mi vida privada hoy. Estoy bien y feliz.
—¿Estás solo?
—No voy a hablar de mi vida privada…
—Entonces no estás solo…
—No voy a hablar de mi vida privada porque después de una respuesta seguirán otras preguntas.
—¿Tus hijos saben que hay una cola de mujeres que te quieren enganchar?
—No se habla mucho. A veces las chicas se ríen cuando vamos a Tequila a bailar y me dicen: “Papá, con esta no, dejate de joder, con esta no”. Siempre nos reímos de eso.
—Te cuidan y miran…
—Sí, como yo también las cuido a ellas. Si no van con los novios las miro por ahí de reojo. Pero ellas se saben cuidar y yo también.
—En este estado de soltería, ¿en qué momentos pensás “qué bueno que soy soltero”?
—Muchas veces me encuentro disfrutando el estado de estar solo en casa, tranquilo, muchas noches y días. Y cuando estoy con mis hijos. Tenemos muy buena relación, viajamos juntos. Con las dos más grandes me hice más compinche.
—Te compraste un Porsche, ¿te sentís seguro usándolo?
—Sí, en general es un auto para andarlo menos, tengo otro auto de todo el día. Pero sí me encanta salir y no tengo ningún problema. Mis hijas, hasta ahora, no me lo pidieron prestado.
Producción: Gustavo Martín Mendez.
Por Marita Otero
15/05/11 – 01:01
Marcelo Tinelli es el rey del entretenimiento en «Bailando por un sueño».
La calma que precede a la tormenta. Esta es la imagen del jueves, a la hora en que Susana Giménez está debutando en Telefe, en el bar de Ideas del Sur. Cortina baja en el Mark’s Deli & Coffee House, de Marina Volman, donde un expreso cuesta $ 9 y se venden sándwiches y ensaladas. Marcelo Tinelli, en su cuarto piso, tiene, como es lógico, alguien que se ocupa del tema cuando le toca quedarse muchas horas ahí adentro. En la puerta, ocho plasmas Phillips de 42” esperan ser usados en la nueva escenografía de ShowMatch que se verá mañana en la esperada salida, cuatro meses y 25 días después del último “Bailando…” que ganó la Mole Moli.
—Muchos dicen que “ShowMatch” depende en el 50% de tu estado de ánimo…
—(Se ríe) Hoy estoy bárbaro, así que el 50% está excelente, al 100. La parte mía está con unas ganas bárbaras, súper motivado y muy enganchado.
—Parece que este año se cambian figuritas con Susana. Freddy se va con “Su” y Gasalla podría venir para aquí…
—Lo de Freddy me sorprendió, porque lo habíamos citado para el primer programa y nos comunicó que estaba con una propuesta en Telefe. Nosotros le dijimos que lo necesitábamos para el primer programa, y si tiene una propuesta buena de Telefe, que la haga, no hay problema. En el caso de Gasalla, yo había escuchado un reportaje de Susana que dijo que no iba a estar este año. Es un tipo que me encanta, entonces le dije al Chato que lo llame para que haga lo que quiera, incluso ser jurado. Para mí es un lujo tenerlo a Antonio. Como él tiene gira jueves, viernes, sábado y domingo, y nosotros vamos los lunes y martes, y miércoles grabamos, podría hacerlo. Está abierta la posibilidad.
—También se habló de Mirtha Legrand como jurado de honor. ¿Fue así, lo pensaste?
—Hablé con Nachito Viale y le dije que me gustaría tener a Mirtha de jurado de honor. Si eso iba, como sentía que le iba a costar por una cuestión de tiempo y porque era tarde, además me ofrecía a hablar en el canal para producirle un programa los sábados a la noche, pero venía una cosa atada con la otra. Y nunca más se habló del jurado. Más allá de eso, me encantaría algún día producirle un programa, pero ahora no tengo espacio porque armé el “Cantando…”. Sería un lujo ser su productor, por ahí el año que viene.
—A las negociaciones del “Bailando…”, ¿las seguiste paso a paso?
—Las de Mike Tyson y Pamela Anderson sí, y con Maradona hablé en el verano. Me dijo que la ambición más grande de él era ser técnico de fútbol y que tenía algunas propuestas para dirigir. Me hablo de una oferta de un equipo inglés. Esto fue en Punta del Este, cuando vino a casa. Yo quería tenerlo en el “Bailando…” o en el jurado. Después lo llamé y se iba a un club en Chechenia y ya arrancaba el “Bailando…”. Será en otro momento. Repito lo que le dije en mi casa: “Me gustaría que bailes con Dalma”, y Dalma me dijo: “Ni en pedo, ¿vos te creés que voy a bailar con mi viejo?”.
—Y no va a estar Ricardo Fort en el jurado.
—Hasta acá, él solo se bajó. El año pasado lo había confirmado y había incorporado a Flavio Mendoza al jurado. De ahí íbamos a tener seis, y había pensado que uno iba a tener la presidencia rotativa por semana y que tuviera poder de veto sobre alguno de los jurados. Y él naturalmente dijo que no quería estar o quería estar siempre. Y preguntó cuándo le daría la conducción de algún programa. Escuché que pidió “Cantando…”, y más allá de eso quedamos en tomar un café. No tengo ningún problema en tomar un café, y por ahí el día de mañana vuelve.
—Por primera vez en el “Bailando…” habrá una pareja gay: Muscari y su soñador. ¿Es una apertura del programa o un apoyo al matrimonio igualitario?
—Bueno, después de que ha sido tapa de los diarios y hasta los chicos saben lo que es, todo el mundo… es una apertura, y claro, es un apoyo hacia esa decisión, al igual que lo hagan una pareja de mujeres. En el programa Dancing with the stars, en EE.UU., también está bailando una pareja gay y no tenía idea. En el programa más famoso de baile americano, hoy están haciendo lo mismo.
—¿Qué le aportan las figuras extranjeras?
—Creo que le aportan prestigio al certamen, algo glamoroso, como fue el año pasado con Lorenzo Lamas, Sarah Paddy Jones, como fue en su momento Serafín Zubiri, y ahora que esté Mike Tyson, pero no que venga a una presentación sino que venga a participar al certamen, que esté yendo y viniendo durante tres meses para bailar y que se preocupe como se preocupó. El otro día estaba volviendo de un viaje en Europa y veía en Londres la revista Square. En la tapa estaba Tyson y adentro decía que iba a bailar en la versión argentina de Mira quién baila. Digo Guau. Muy fuerte. Es un tipo muy groso a nivel mundial. Me llamaron de Milán para saber si iba a estar. Entonces está bueno, le da chapa al programa. Tyson lo ha hecho en Italia, pero fue una presentación como la de Ronaldinho mañana, one shot, no participó.
—¿Ronaldinho te salió muy caro?
—No. Está dentro del presupuesto. Lo que nosotros pagamos va dentro de un presupuesto anual y en El Trece se respeta a rajatabla. Si gastamos más, después nos achicamos de otro lado. Y volviendo a los extranjeros, está bueno lo de Pamela Anderson porque es una mina conocida, fuerte en Estados Unidos, y le da prestigio. Te digo: Tyson viene y está grabando Hangover 2. Tyson tiene un programa en Animal Planet, está fuerte en EE.UU. Y Pamela también, viene con su soñador, que es su coach, y aceptó los ritmos nuestros, que podría haber rechazado.
—¿Pamela Anderson va a hacer el baile del caño?
—Hay que ver si llega. El baile del caño lo tenemos en agosto o septiembre. Nosotros tenemos un contrato por tres meses, renovables. Si después siguen… y ¡mirá si gana Pamela Anderson! Sería bárbaro.
Pequeña interrupción que Tinelli utiliza para llamar a su casa y hablar con Juanita, su hija menor. Sale y vuelve a entrar, mientras su jefa de prensa, María Calatayud, nos pide una gasesosa. Entusiasmado con el programa en que Martín Bossi imitará a Ricky Martin, con su pareja y sus mellizos, y Freddy hará de Riquelme, que, con un poco de suerte –y si gana Boca–, también estará en el estudio. Tendrá nueva marca de ropa, esta vez de Liguria, elegida por María Vilariño, su vestuarista de siempre, y cerca de las 17 estará llegando al estudio en que terminarán de definir qué harán con Griselda Siciliani y Mariano Martínez. No llegaron a grabar el sketch con todos Los únicos por falta de tiempo. De cualquier modo, el fin de semana lo tendrá bien ocupado. El sábado en entrenar, “correr para estar bien para el lunes”; el domingo le toca revisar la rutina, la prueba de sonido, de cámara, ver que todo salga perfecto en HD.
—¿Expectativa de rating en el primer programa?
—El encendido de la televisión está más bajo, tenés casi siete puntos menos que lo que habitualmente hacía en mayo del año pasado. Hay que ver por qué. No sé si se va a dar de que cuando volvamos nosotros crezca, o no, se mantendrá en eso. Por ejemplo, nosotros teníamos en total, entre abierto y cable, 70, 71, y ahora está en 63, 64, en total a dividir, ¿no? Y si de eso 24 se lo lleva el cable, quedan 40 o 42 para cuatro canales. Creo que tendremos entre el 60 y 65% del share. Depende del encendido que tenga. Por ahí podemos pegar un pico de 70; es lo que daría un lanzamiento.
—Ahora, además del Futbol para Todos se suma la Copa América…
—Sí, vamos a tener dos partidos contra Argentina… (Se ríe) Diremos relajate y goza… pondremos Los Simpsons, qué sé yo, no sabemos.
—Esto de que no se habla de “ShowMatch” en otros canales, ¿te perjudica?
—No sé si va a hacer tan así. Si es así… Nosotros hace 22 años que hacemos el programa y en los últimos cuatro empezaron a hablar más del programa. En general no hemos tenido gran prensa de otros programas. Creo que en los programas de espectáculos se va a hablar porque no creemos en los boicots de otros canales o de programas. Lo hablé con Daniel Vila y me dijo que es una cuestión de no darle el espacio de antes con todas las notas. Lo hablé con Jorge Rial y Ventura, que tengo una gran relación. De hecho, nos piden invitados y hoy le mandamos a Carlos Perciavalle, que estuvo en Intrusos.
—Siendo un año electoral, ¿van a hacer personajes políticos en el “Gran Cuñado”?
—En este primer programa no lo tenemos pensado, pero no descarto hacer cosas políticas. Hoy vamos con el “Bailando…”, pero si lo tenemos que hacer, lo hacemos. Si el “Bailando…” va bien, no va a ser necesario, y si no va tan bien, haremos personajes políticos. Me gusta manejarme por la intuición, y en general voy haciendo prueba y error al aire con personajes que van dando y otros que no. Está bueno ir probando en un programa en vivo, que te va diciendo qué le gustó a la gente y qué no. Yo laburo para hacer cosas que le gusten a la gran mayoría de la gente, porque no le puedo gustar a todo el mundo. Después, las especulaciones van por cuenta de cada uno que las haga.
—Sabés que da que hablar…
—Sí, por eso, a nivel político siempre. Cuando invitamos a Menem, éramos menemistas; cuando los reporteros lo criticaban, nos habíamos peleado con Menem; después la caída de De La Rúa; con Kirchner primero fue bueno, después malo, y después fui bueno porque lo saludamos, malo porque perdió con De Narváez. La fui a saludar a Cristina en el velatorio de Néstor…
—Hay que reconocer que la televisión es un vehículo cultural masivo que llega mucho más que Internet. Obama esperó al “prime time” para anunciar que habían ejecutado a Osama bin Laden. En ese sentido, ¿qué sería la política sin la televisión? ¿Si no tuvieran la pantalla?
—Y… no sé. Es muy importante para muchos políticos, para que puedan crecer en su imagen, puedan mostrar lo que están haciendo. Muchas campañas están pensadas para la televisión y la penetración que tiene la televisión. Es el medio masivo por excelencia para comunicar. De hecho, no quiero defenestrar a los diarios, pero si ves la tirada que tiene un diario con respecto a lo que puede ser la televisión, es como decir: te tiro con un rifle contra una bomba que desparrama. Si en Capital lo ven 30 puntos de rating, lo ven 6 millones de personas en todo el país. La televisión tiene un poder muy grande para comunicar cosas.
—Recuerdo la transmisión del velorio de Néstor Kirchner, millones de personas lo siguieron. ¿Qué imagen te queda de esa gente despidiendo al ex presidente?
—Fue muy emotivo. De hecho, tenía muchas ganas de darle un beso a Cristina, lo estaba mirando en mi casa a las cinco de la tarde, estaba muy conmovido. Lo que me mostró la televisión en ese momento fue una imagen de mucho dolor popular, y tuve muchísimas ganas de estar ahí y darle un abrazo. Fue uno de los recuerdos lindos, el abrazo y sentimiento que tuve en ese abrazo con ella.
—Daba la sensación de que la querías proteger del dolor. ¿Fue así?
—Sí, fue así. Como me gustaría, si me pasara algo así, que me protejan en ese momento, cuando uno está indefenso y necesita un abrazo. No necesitás una palabra: necesitás un abrazo que diga mil palabras, que te contenga.
—¿La volviste a ver?
—No, no la ví más. Pero si algún día la veo, me encantaría. Es muy lindo hablar con ella. Siempre.
Todo fuera del amor. Juanita y Francisco lo esperan para comer. Elogia a Paula, la mamá de los chiquitos, y cuenta que tienen una excelente relación. Cuenta que irá a los Martín Fierro con Micaela y Candelaria y que no tiene quejas por estar nominado como “reality”. Enfocado en una agenda que incluye la Fundación de Ideas del Sur, con diez hogares nuevos, ayudas a Casa Cuna, el Hospital de Bolívar; además, dentro de Ideas darán un curso de producción de televisión con salida universitaria y un concurso nacional de cortos de cinco minutos para estudiantes secundarios. Esto a cuento de sus pocas ganas de opinar de algunos temas. “Hablar de actualidad en un país en donde parece que tenés que estar de un lado o del otro no es lo que me interese hoy, no tengo ganas de hacerlo”, explica.
—A los 51 años, mantenés la soltería y no se te ve con ánimo de reincidir en el matrimonio…
—Estoy bien como estoy, me encanta estar así, pasando un lindo momento, y no pienso en eso. Lo demás prefiero reservármelo para mí.
—¿Qué pensás del amor en pareja?
—Está bueno el amor de pareja. Hoy estoy bien así y no tengo por qué cambiarlo. Además es como que estoy en una etapa de andar aclarando si estoy o no con alguien. No tengo muchas ganas de hablar de mi vida privada. siempre que he tenido ganas de comunicar algo, lo he hecho sin ningún problema…
—En verano publicaron las fotos con Sol Calabró y fue un escándalo…
—No, escándalo no. Salieron fotos y no tengo nada que aclarar de eso. Que cada uno diga lo que quiera y publique lo que quiera.
—¿Estás para casarte?
—Yo no voy a hablar de mi vida privada hoy. Estoy bien y feliz.
—¿Estás solo?
—No voy a hablar de mi vida privada…
—Entonces no estás solo…
—No voy a hablar de mi vida privada porque después de una respuesta seguirán otras preguntas.
—¿Tus hijos saben que hay una cola de mujeres que te quieren enganchar?
—No se habla mucho. A veces las chicas se ríen cuando vamos a Tequila a bailar y me dicen: “Papá, con esta no, dejate de joder, con esta no”. Siempre nos reímos de eso.
—Te cuidan y miran…
—Sí, como yo también las cuido a ellas. Si no van con los novios las miro por ahí de reojo. Pero ellas se saben cuidar y yo también.
—En este estado de soltería, ¿en qué momentos pensás “qué bueno que soy soltero”?
—Muchas veces me encuentro disfrutando el estado de estar solo en casa, tranquilo, muchas noches y días. Y cuando estoy con mis hijos. Tenemos muy buena relación, viajamos juntos. Con las dos más grandes me hice más compinche.
—Te compraste un Porsche, ¿te sentís seguro usándolo?
—Sí, en general es un auto para andarlo menos, tengo otro auto de todo el día. Pero sí me encanta salir y no tengo ningún problema. Mis hijas, hasta ahora, no me lo pidieron prestado.
Producción: Gustavo Martín Mendez.
