El candidato presidencial de la UCR tentó a la ex diputada para que deje a Pino y lo acompañe. Además avanza en acuerdos locales en Capital y Buenos Aires
GISELLE RUMEAU Buenos Aires
Con la campaña nacional empantanada por la condición del gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, de esperar a que pase la primaria provincial del domingo próximo para decidir si cerrará un frente con la UCR, el candidato presidencial de esa fuerza, Ricardo Alfonsín, logró ayer mostrarse activo y en carrera: sumó a su proyecto a la ex ministra de Salud del kirchnerismo, Graciela Ocaña, quien comprometió su aporte en el programa de gobierno del partido para los comicios del 24 de octubre.
Alfonsín recibió a Ocaña en sus oficinas de la avenida Santa Fe, tras varios contactos y juegos de seducción previos. Si bien no hubo un ofrecimiento concreto, las fuentes consultadas aseguran que la ex funcionaria sería candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires existen restricciones legales para que se presente en Capital Federal aunque no se descarta y hasta se la menciona como el plan B para integrar la fórmula presidencial, en caso de que Binner decida no jugar con la UCR.
Ocaña no tiene estructura partidaria. Pero los radicales aseguran que goza de una alta imagen pública por su lucha contra la corrupción de Hugo Moyano y que es una clara referente del progresismo.
Así, con esta jugada que el propio Alfonsín difundió por Twitter, le metió presión al socialista para que cumpla con el compromiso asumido y reforzó el perfil progresista de su espacio.
Las lenguas filosas, aseguran además, que también fue un desquite con el líder de Proyecto Sur y candidato a jefe de Gobierno porteño, Fernando Pino Solanas, quien selló una alianza con el GEN y el Socialismo de la Ciudad, dejando afuera a la UCR. Es que Ocaña había sido tentada por Pino para que lo acompañe en el binomio porteño. Y uno de los motivos por los que rechazó el convite fue por no cumplir con los cinco años de residencia en la Ciudad que exige la Constitución local para ser candidata. La ex funcionaria tiene domicilio en la Capital pero vive en Haedo.
Negociación por las listasEl alfonsinismo también le puso límites ayer a la jugada política de su futuro socio electoral en la provincia de Buenos Aires, Francisco de Narváez, con quien podría cerrar un acuerdo nacional, con la participación de dirigentes peronistas anti K. Es que esas declaraciones le complican a la UCR el armado de una fuerza progresista con sus socios naturales del GEN y el socialismo. Ayer, de uno y otro lado decían que todo estaba aún abierto.
En tanto, en la Ciudad las negociaciones entre ambas fuerzas por el armado de las listas de candidatos a diputados, que deben presentarse el sábado, estaban más complicadas. Los radicales reafirman que su candidata a jefa de Gobierno Silvana Giúdici no bajará su postulación, como propuso el denarvaísmo para entronar en ese lugar a Ricardo López Murphy, a cambio de bajar a su delfín José Scioli. En la UCR aseguran que solo aceptarán listas de adhesiones tanto de De Narváez como del ex ministro de la Alianza.
Los hombres del diputado del PJ disidente también buscaron hasta último momento cerrar un acuerdo con el macrismo. Pero el PRO solo les ofrece un lugar en la lista porteña y les pide la mitad de la boleta bonaerense.
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GISELLE RUMEAU Buenos Aires
Con la campaña nacional empantanada por la condición del gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, de esperar a que pase la primaria provincial del domingo próximo para decidir si cerrará un frente con la UCR, el candidato presidencial de esa fuerza, Ricardo Alfonsín, logró ayer mostrarse activo y en carrera: sumó a su proyecto a la ex ministra de Salud del kirchnerismo, Graciela Ocaña, quien comprometió su aporte en el programa de gobierno del partido para los comicios del 24 de octubre.
Alfonsín recibió a Ocaña en sus oficinas de la avenida Santa Fe, tras varios contactos y juegos de seducción previos. Si bien no hubo un ofrecimiento concreto, las fuentes consultadas aseguran que la ex funcionaria sería candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires existen restricciones legales para que se presente en Capital Federal aunque no se descarta y hasta se la menciona como el plan B para integrar la fórmula presidencial, en caso de que Binner decida no jugar con la UCR.
Ocaña no tiene estructura partidaria. Pero los radicales aseguran que goza de una alta imagen pública por su lucha contra la corrupción de Hugo Moyano y que es una clara referente del progresismo.
Así, con esta jugada que el propio Alfonsín difundió por Twitter, le metió presión al socialista para que cumpla con el compromiso asumido y reforzó el perfil progresista de su espacio.
Las lenguas filosas, aseguran además, que también fue un desquite con el líder de Proyecto Sur y candidato a jefe de Gobierno porteño, Fernando Pino Solanas, quien selló una alianza con el GEN y el Socialismo de la Ciudad, dejando afuera a la UCR. Es que Ocaña había sido tentada por Pino para que lo acompañe en el binomio porteño. Y uno de los motivos por los que rechazó el convite fue por no cumplir con los cinco años de residencia en la Ciudad que exige la Constitución local para ser candidata. La ex funcionaria tiene domicilio en la Capital pero vive en Haedo.
Negociación por las listasEl alfonsinismo también le puso límites ayer a la jugada política de su futuro socio electoral en la provincia de Buenos Aires, Francisco de Narváez, con quien podría cerrar un acuerdo nacional, con la participación de dirigentes peronistas anti K. Es que esas declaraciones le complican a la UCR el armado de una fuerza progresista con sus socios naturales del GEN y el socialismo. Ayer, de uno y otro lado decían que todo estaba aún abierto.
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