Cristina, con poco para festejar

El análisis
Lunes 23 de mayo de 2011 | Publicado en edición impresa
El peronista Agustín Rossi y el socialista Antonio Bonfatti aparecían a primera hora de hoy como las principales opciones que tendrán ante sí los santafecinos cuando elijan gobernador, en julio. Sin embargo, a medida que avanzaba el endiablado escrutinio de las primarias de Santa Fe surgían tres datos inesperados. El macrista Miguel del Sel hacía una elección mucho mejor que la prevista, sobre todo porque careció de competidor dentro de Pro. En el PJ, Omar Perotti, identificado con Carlos Reutemann, superaba a Rafael Bielsa. Y el radical Mario Barletta aparecía adelante del socialista Rubén Giustiniani. Del Sel, Perotti y Barletta representan a un electorado moderado. El paisaje que se insinuaba anoche daba a la Presidenta y al kirchnerismo pocos motivos de festejo, a pesar de que el PJ era la fuerza más votada si se sumaban todas las candidaturas.
El triunfo de Bonfatti como candidato del frente socialista-radical consolidaría a Hermes Binner como líder provincial y partidario. Ese fortalecimiento tendrá efectos sobre el entramado que teje Ricardo Alfonsín. Con la preeminencia de Rossi dentro del PJ, el kirchnerismo está por primera vez ante el desafío de obtener el gobierno de la provincia.
En las dos fuerzas más relevantes se impuso la opción de centroizquierda. Si fuera ése el desenlace, ¿conseguirían Bonfatti y Rossi retener los votos de centroderecha que fueron a sus competidores en la interna? ¿O el macrista Del Sel sacará más votos en la general que en las primarias? Bonfatti y Rossi, y detrás de ellos Alfonsín y Binner, y Cristina Kirchner, deberán conseguir que Santa Fe se polarice.
Si se aplica el zoom sobre este panorama, se detectan fenómenos interesantes para la escena nacional:
De afianzarse la tendencia favorable a Bonfatti, Binner será una pieza decisiva en el rompecabezas de Alfonsín. Los socialistas santafecinos suponían anoche que el gobernador aprovechará su eventual éxito para convertirse en candidato a vicepresidente. Ese acercamiento se vería forzado por razones provinciales, si es que el radical Barletta termina aventajando al socialista Giustiniani. Un detalle exótico: el segundo de Barletta es Carlos Comi, el hombre de Elisa Carrió en la provincia.
Es posible que en los próximos días se inicie una negociación con la UCR al cabo de la cual Binner obtenga cargos en las listas de diputados de varias provincias, otorgándole a su partido el alcance territorial del que hoy carece.
Hay otro dato que desalienta la formación de una liga que, liderada por Binner y con Margarita Stolbizer y Luis Juez como socios, compita con el radicalismo: la candidatura de Daniel Filmus en la Capital Federal debilita a Fernando «Pino» Solanas, quitándole a ese sueño centroizquierdista una base territorial importante. Es más probable que, de consolidarse el mapa de esta madrugada, Binner busque la conducción del socialismo, destronando a Giustiniani. En definitiva, la oposición nacional al kirchnerismo tiene varios motivos para celebrar las primeras imágenes que arroja la elección santafecina.
Si se verifica que Rossi es el candidato del PJ, el 24 de julio habrá un adelanto bastante sincero de las posibilidades de Cristina Kirchner en Santa Fe. La oposición quiere que se crea que la victoria de ayer adelanta un resultado definitivo. Es incorrecto. La Presidenta podría aspirar a igualar o superar la cantidad de votos que el PJ obtenía esta madrugada. Pero ese éxito devendría de un gran realineamiento. No es cierto que pueda sintetizar bajo la sigla Frente para la Victoria las variantes peronistas que ayer constituían la primera minoría. La suerte de la señora de Kirchner quedará muy ligada a la de Rossi, quien se presenta como su delegado en la provincia. Articulado y tenaz, Rossi es un dirigente identificado con la ortodoxia de la Casa Rosada, sobre todo desde la resolución 125. En el próximo tramo deberá volverse muy plástico, si quiere atraer al electorado que representa Carlos Reutemann, y que en las internas de ayer se inclinó, sobre todo, por Perotti. La Presidenta estará exigida en julio: el destino de Rossi en los comicios santafecinos, el 24, puede influir en el de Filmus, durante el casi seguro ballottage porteño, el 31.
Ese calendario pone a Mauricio Macri ante una paradoja. Si Del Sel, arrebatándole votos a Bonfatti, termina facilitando el triunfo de Rossi, Macri podría pagar la factura, una semana más tarde, frente a Filmus. Santa Fe y Del Sel tienen otro mensaje insidioso para Macri: ¿había que estar tan seguro de que la candidatura a presidente carecía de despliegue territorial?
Con Rossi y Bielsa se batían a duelo, anoche, dos bandos del kirchnerismo. Carlos Zannini apoyó al ex canciller y envió en su auxilio a Amado Boudou, Débora Giorgi, Diego Bossio y Gabriel Mariotto. El senador santacruceño Nicolás Fernández designó al candidato a vicegobernador, Oscar Martínez. En el mismo club se inscribió Hugo Moyano. Bielsa tuvo ayer malos presagios. Hasta se le ocurrió combinarse con Giustiniani para impugnar las elecciones. Anoche, en cómputos muy preliminares, aparecía superado por Perotti. Si se impone ese resultado, la Presidenta deberá revisar los consejos de Zannini: el secretario legal y técnico ya la llevó a un fracaso en Salta, donde apoyó a Walter Wayar. Otro que debería replantear su relación con la política es Boudou, que pasó el fin de semana a los tumbos.
A medida que anoche se conocían resultados no previstos, se comenzó a saber que Cristina Kirchner había jugado a todas las opciones. Hasta se dijo que Perotti, un moderado impecable que representa al peronismo promedio de la provincia, recibió ayuda de Rudy Ulloa y de Fernando Braga Menéndez. Sin embargo, Perotti hizo campaña sin hablar de Cristina Kirchner.
Con Rossi estuvieron las estrellas porteñas, Filmus y Carlos Tomada. También el Movimiento Evita, Mercedes Marcó del Pont y el ministro de Agricultura, Julián Domínguez. Si termina ganando, Rossi intentará proyectar el resultado sobre la lista de diputados nacionales. Pretende que la encabece su hermano, Alejandro, que se postularía a la reelección. Del lado de Bielsa quedó Gustavo Marconatto, ultrakirchnerista que preside la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados. La palabra final la tiene Cristina Kirchner.
A propósito de ese trámite, ¿qué papel tienen reservado los kirchneristas para Carlos Reutemann? El senador ayer fue prescindente. El único favoritismo que dejó ver en la campaña fue sacarse una foto con Perotti. Todos los actores confiesan que Reutemann es una figura inevitable del PJ santafecino. Pero Rossi, el candidato a gobernador más probable, es su principal adversario interno. Si las primarias se definen como se insinuaba que lo harían en esta madrugada, la Presidenta está obligada a acercarse a Reutemann.
Hay lecciones cruciales de Santa Fe para el escenario nacional. Una de ellas es que, por lo que se vio en la campaña, el conflicto del kirchnerismo con el sector agropecuario ya no tiene su vieja virulencia. Rossi pudo hacer actos en el corazón chacarero de la provincia sin que lo agredieran. Así y todo, ayer se demostró que esa agrupación no ha recuperado el afecto del campo, gracias al cual la Presidenta pudo ganar la provincia en 2007, aun con Rosario dándole la espalda.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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